Bell, Daniel



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Bell, Daniel. El Advenimiento de la sociedad post-industrial. Madri: Alianza Editorial: 1991, p.28-53.

p.28
El advenimiento de la sociedad post-industrial


Introducción
Las dimensiones de la sociedad post-industrial
Analíticamente se puede dividir la sociedad en tres partes: la estructura social, la política y la cultura. La estructura social comprende la economía, la tecnología y el sistema de trabajo. La política regula la distribución del poder y ejerce las funciones de ;juez en las reivindicaciones conflictivas y en las demandas de los individuos y los grupos. La cultura es el reino del simbolismo expresivo y los significados. Es útil dividir la sociedad de esta forma, porque cada aspecto lo dirige un principio axial diferente. En la sociedad occidental moderna el principio axial de la estructura social es el de

economizar -una manera de asignar los recursos de acuerdo com el principio del menor costo, sustituibilidad, optimación, maximización, etc. El principio axial de la política moderna es la participación, unas veces movilizada y controlada, otras veces exigida desde abajo. El principio axial de la cultura es-el deseo de realización y re/orzamiento del sujeto. Antes, esas tres áreas estaban enlazadas por un sistema común de valores (y en la sociedad burguesa por una estructura común de carácter). Pero actualmente se ha producido una creciente disyunción de las tres, que se ampliará por las razones que discuto en la Coda.


El concepto de sociedad post-industrial remite en primer lugar a cambios en la estructura social, a la manera como está siendo transformada la economía y remodelado el sistema de empleo, y a las nuevas relaciones entre la teoría y la actividad empírica, en particular entre la ciencia y la tecnología. Tales cambios se pueden registrar, como pretendo hacerlo en este libro. Pero no pretendo que esos cambios en la estructura social determinen otros paralelos en la política y en la cultura. Antes bien, los cambios en la estructura social plantean problemas al resto de la sociedad de tres maneras. Primeramente, la estructura social -especialmente la estructura social- es una estructura de roles, establecida para coordinar
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ttiñente. Aunque el concepto resulta sugestivo, puedo asegurar que lo utilizo simplemente como una metáfora, y no como un artificio explicativo. La discusión sobre las estructuras axiales y los esquemas conceptuales aparece desarrollada en mi ensayo «Macro-Sociology and Social Change» en Theories oí Social Change: A Stock-taking, que he editado para la Russell Sage Foundation, y que se publicará en 1974. Una utilización diferente de la idea de esquema conceptual aparece en la obra de Georges Gurvitch, The Social Frameworki oí Knowledge (Oxford, 1971, publicada originalmente en francés en 1966). Gurvitch intenta definir una sucesión de tipos sociales históricos y les tipos de sistemas cognoscitivos asociados con cada uno de ellos. En sentido amplio está elaborando el tipo de sociología del conocimiento desarrollado por Mzx Scheller en su Die ll7isienformen tlnd dio Geiellichaft, 1926.
las actuaciones de los individuos para conseguir fines especfficos. Los roles Íividen a los individuos al definir modos limitados de conducta apropiados para una situación particular; pero los individuos no siempre aceptan con gusto tales roles. Un aspecto de la sociedad post-industrial, por ejemplo, es la burocratización creciente de la ciencia y la especialización creciente del trabajo intelectual en partes muy menudas. Todavía no está daro que los individuos que se entregan a la ciencia vayan a aceptar esa segmentación, como lo hicieron los individuos que entraron en las fábricas hace unos ciento cincuenta años.
En segundo lugar, los cambios en la estructura social plantearán problemas «gerenciales» al sistema político. En una sociedad cada vez más consciente de su destino, y que busca controlar su propia suerte, el orden político necesariamente lo abarca todo. Como la sociedad post-industrial aumenta la importancia del componente técnico del conocimiento, obliga a los hierofantes de la nueva sociedad -científicos, ingenieros y tecnócratas- a competir con los políticos o a convertirse en sus aliados. La relación entre la estructura social y el orden político se convierte por eso mismo en uno de los problemas claves del poder en una sociedad post-industrial. Y, en tercer lugar, las nuevas formas de vida, que dependen firmemente de la primacía del saber cognoscitivo y teórico, desafían inevitablemente a la cultura, que se esfuerza por el acrecentamiento de la autonomía y se vuelve cada vez más antinómica y anti-institucional.
En este libro me he preocupado principalmente por las consecuencias socio-estructurales y políticas de la sociedad post-industrial. En una obra posterior trataré de sus relaciones con la cultura. Pero el meollo del empeño consiste en trazar los cambios sociales principalmente dentro de la estructura social.
«Una generalización demasiado amplia -~scribió Alfred North Whitehead- conduce a la mera esterilidad. La generalización amplia, limitada por una particularización afortunada, es la que aprovecha a una concepción»14. Es fácil -y sobre todo hoy- exponer una teoría extravagante que, en su alcance histórico, se considere chocantemente original. Pero cuando circunstancialmente se la pone a prueba en la realidad, se transforma en una caricatura: por ejemplo, la teoría de James Burnham sobre la revolución de los gerentes de hace treinta años, o la concepción de C. Wright Mills sobre la élite de poder, o las etapas del crecimiento económico de W. W. Rostow. Me he resistido a ese impulso. En lugar de eso, he tra-
l4 Alfred North Whitehead, Science and tire Modern ll7orld (Nueva York,

1960; primera edición, 1925), p. 46.

p.30
tado de tendencias, y he pretendido explorar el significado y las consecuencias de esas tendencias en el caso de que los cambios en la estructura social que describo se dirigieran hacia sus límites lógicos. Pero no hay ninguna garantía de que lo vayan a hacer. Las tensiones y los conflictos sociales pueden modificar considerablemente una sociedad; las guerras y las represiones pueden destruirla; las tendencias pueden provocar una serie de reacciones que inhiban los cambios. De esta forma estoy escribiendo lo que Hans Vahinger llamó un «como si», una ficción, una construcción lógica de lo que podría ser, con la que comparar la realidad social futura para ver qué factores intervinieron para que el cambio tomara otra dirección.
El concepto de sociedad post-industrial es una generalización amplia. Se comprenderá más fácilmente su significado si se especifican las cinco dimensiones, o componentes, del término.
Sector económico: el cambio de una economía productora de mercancías a otra pr~luctora de servicios.


  1. Distribución ocupacional: la preeminencia de las clases profesionales y técnicas.

  2. Principio axial: la centralidad del crecimiento teórico como fuente de innovación y formulación política de la sociedad.

  3. Orientación futura: el control de la tecnología y de las contribuciones tecnológicas.

  4. Tomas de decisión: la creación de una nueva «tecnología intelectual».

Creación de una economía de servicios. Hace unos treinta años Colín Clark, en sus Condiciones del Progreso Económico, dividió analíticamente la economía en tres sectores, primario, secundario y terciario, de los que el primario corresponde principalmente a la agricultura; el secundario a la manufactura o la industria, y el terciario a los servicios. Toda economía es una mezcla en proporciones diferentes de los tres. Pero Clark argumentó que, cuando las naciones se industrializaban, recorrían una trayectoria inevitable por la cual, debido a las diferencias sectoriales de la productividad, una amplia proporción de la fuerza de trabajo pasaría a la industria, y al crecer la renta nacional habría una mayor demanda de servicios y una mutación correspondiente hacia ese sector. Según ese criterio la primera característica, y la más simple, de una sociedad post-industrial es la de que la mayoría de la fuerza de trabajo no se ocupa ya en la agricultura o en las fábricas sino en los servicios, que incluyen, residualmente, el comercio, las finan-



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CUADRO 1. La fuerza de trabajo en el mundo por grandes Sectores económicos y por continentes y regiones, 1960 *


Región

Total de la fuerza de trabajo (milliones)

Distribuición porcentual por sectores

Agricultura

Industria

Servicios

Mundo

1.296

58

19

23

Africa

112

77

09

14

Africa Occidental

40

80

08

13

Africa Oriental

30

83

07

10

Africa Central

14

86

06

08

Africa Septentrional

22

71

10

19

Africa Meridional a

06

37

29

34

América del Norte a

77

08

39

53

América Latina

71

48

20

32

América Central (continental)

15

56

18

26

Islas del Caribe

08

53

18

29

America del Sur (zona tropical)

37

52

17

31

America del Sur (zona templada)

12

25

33

42

Asia

728

71

12

17

Asia Oriental (continental)

319

75

10

15

Japón a

44

33

28

39

Otras regiones del Asia Oriental

15

62

12

26

Zona Central de Asia Meridional

239

71

14

15

Sureste de Asia

90

75

08

17

Suroeste de Asia

20

69

14

17

Europa

191

28

38

34

Europa Occidental a

60

14

45

41

Europa Septentrional a

34

10

45

45

Europa Oriental a

49

45

31

24

Europa Meridional a

47

41

32

27

Oceanía b

06

23

34

43

Australia y Nueva Zelanda

05

12

40

49

Melanesia

01

85

05

10

URSS a

111

45

28

27

FUENTE: International Labour Ret~iew (caero-febrero, 1967); tales estimaciones se basan en registros nacionales y muestras.

NOTA: Debido al redondeo de las distintas cifras, las sumas parciales no

dan la suma total.

a Regiones más desarrolladas.

b Excluye la Polinesia y la Micronesia.

* Un informe de la ILO para 1970 se publicará en los próximos años.

En 1969, sin embargo, la OCDE publicó en Paris un análisis de la fuerza de trabajo en Europa Occidental, por sectores, que permitió las comparaciones del cuadro 2.
p.32
zas, el transporte, la sanidad, el recreo, la investigación, la educación y el gobierno.
Actualmente una mayoría abrumadora de paises del mundo (véanse cuadros 1 y 2) depende todavía del sector primario: agricultura, minería, pesca, silvicultura. Tales economías se basan enteramente en los recursos naturales. Su productividad es baja y están sujetas a amplias oscilaciones de la renta debido a las fluctuaciones de los precios de las materias primas y los productos primarios. En Africa y Asia, las economías agrarias ocupan a más del 70 por 100

de la fuerza de trabajo. En la Europa occidental y septentrional, en el Japón y la Unión Soviética, la mayor parte de la fuerza de'trabajo se ocupa en la industria o la fabricación de mercancías. Los Estados Unidos son actualmente la única nación del mundo donde el sector servicios supone más de la mitad de los puestos de trabajo y más de la mitad del Producto Nacional Bruto. Es la primera economía de servicios, la primera R~ación en la que la mayor parte de la población no se dedica a ocupaciones agrícolas o industriales. Hoy un 60 por 100 de la fuerza de trabajo de los Estados Unidos se emplea en los servicios; para 1980 la cifra se habrá elevado al 70 por100.


CUADRO 2. Fuerza de trabajo y Producto Nacional Bruto en Europa Occidental y Estados Unidos por Sectores, 1969


País

Agricultura

Industria

Servicios

% de PNB

% de trabajo

% de PNB

% de trabajo

% de PNB

% de trabajo

Alamania Occidental

4,1

10,6

49,7

48,0

46,2

41,4

Francia

7,4

16,6

47,3

40,6

45,3

42,8

Inglaterra

3,3

3,1

45,7

47,2

51,0

49,7

Suecia

5,9

10,1

45,2

41,1

48,9

48,8

Holanda

7,2

8,3

41,2

41,9

51,6

49,8

Italia

12,4

24,1

40,5

41,1

51,7

45,1

Estados Unidos

3,0

5,2

36,6

33,7

60,4

61,1

FUENTE: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (París, 1969).

El término «servicios», si se le utiliza genéricamente, puede engañar en lo que se refiere a las tendencias reales de la sociedad. Muchas sociedades agrarias como la India ocupan un alto porcentaje de individuos en los servicios, pero de manera personal (por

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ejemplo, en el servicio doméstico) porque el trabajo es barato y hay una tasa elevada de desempleo. En una sociedad industrial, diversos servicios tienden a aumentar debido a la necesidad de ayudas auxiliares para la producción; por ejemplo, el transporte y la distribución. Pero en una sociedad post-industrial se pone el acento sobre un tipo diferente de servicios. Si agrupamos los servicios en personales (tiendas minoristas, lavanderías, garajes, establecimientos de belleza); de negocios (bancos y financieras, inmobiliarias, seguros); de transporte, comunicación y servicios públicos; y sanidad, educación, investigación y gobierno, entonces es el crecimiento de esa última categoría el decisivo en la sociedad post-industrial. Y es esa categoría la que representa la expansión de una nueva inteliguentsia -en las universidades, las organizaciones de investigación, las profesiones y el gobierno.
La preeminencia de la clase profesional y técnica. La Segunda manera de definir una sociedad post-industrial es por el cambio en la distribución de las ocupaciones; es decir, no sólo dónde trabajan las personas, sino el tipo de cosas que hacen. En buena medida, la ocupación es el determinante de clase y estratificación más importante de la sociedad.

La arremetida de la in.dustrialización creó un nuevo tipo de trabajador, el trabajador senil-especializado, que'se podía formar en unas pocas semanas para hacer las simples operaciones de rutina requeridas para el trabajo en las máquinas. En las sociedades industriales, el trabajador semi-especializado ha sido la categoría más amplia de la fuerza de trabajo. La expansión de la economía de servicios, con el relieve concedido al trabajo de oficinas, a la educación y a la administración, ha supuesto naturalmente un giro hacia las ocupaciones de cuello blanco. En los Estados Unidos, hacia 1956, el número de trabajadores de cuello blanco, por primera vez en la historia de la civilización industrial, superó al de los trabajadores de cuello azul en la estructura ocupacional. Desde entonces, la proporción ha ido ampliándose constantemente; en 1970 los trabajadores de cuello blanco superaron a los de cuello azul en más de cinco a cuatro.

Pero el cambio más llamativo ha sido el desarrollo de los empleos profesionales y técnicos -tareas que requerían tradicionalmente una educación universitaria- en una proporción doble de la media. En 1940 había en la sociedad 3,9 millones de personas de tal categoría; para 1964 el número se había elevado a 8,6 millones; y se ha estimado que para 1975 habrá 13,2 millones entre profesionales y técnicos, ocupando el segundo puesto en importancia de los ocho

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sectores de ocupaciones del país, sólo superado por la categoría de los trabajadores semi-especializados (véase cuadro 3). Una nueva división estadística -redondeará el cuadro, señalando el papel de los científicos y los ingenieros, que forman el grupo clave en la sociedad post-industrial. Mientras la tasa de crecimiento de la dase profesional y técnica como un todo ha sido el doble de la tasa media de crecimiento de la fuerza de trabajo, la tasa. de crecimientp de los científicos e ingenieros ha sido el triple de la tasa de la población trabajadora. Para 1975 los Estados Unidos tendrán alrededor de 550.000 científicos (de ciencias naturales y sociales), contra 275.000 en 1960, y casi un millón y medio de ingenieros, frente a 800.000 en 1960. El cuadro 4 15 muestra la división de las ocupaciones profesionales y técnicas, que constituyen el corazón'de la sociedad post-industrial.


La primacía del conocimiento teórico. Para tratar de identificar un sistema social nuevo y que está emergiendo, no sólo hay que buscar la comprensión de los cambios sociales fundamentales en la extrapolación de las tendencias sociales, como la creación de una economía de servicios o la expansión de la clase profesional y técnica. Mejor dicho, es por medio de algunas características especificamente definidas de un sistema social, que se convierten en el principio axial, como se establece un esquema conceptual. La sociedad industrial se caracteriza por la coordinación de máquinas y hombres para la producción de bienes. La sociedad post-industrial se organiza en torno al conocimiento para lograr el control social y la dirección de la innovación y el cambio, y esto a su vez da lugar a nuevas relaciones sociales y nuevas estructuras que tienen que ser dirigidas políticamente.
Ahora bien, el conocimiento ha sido siempre necesario para el funcionamiento de cualquier sociedad. Lo que caracteriza a la sociedad post-industrial es el cambio en el carácter del conocimiento mismo. Lo que ha llegado a ser relevante para la organización de las decisiones y la dirección del cambio es el carácter central del conocimiento teórico -la primacía de la teoría sobre el empirismo y la codificación del conocimiento en sistemas abstractos de símbolos que, como en cualquier sistema axiomático, se pueden utilizar para iluminar áreas muy variadas y diferentes de experiencia.
15 En la tabla 3, la proyección para el número de profesionales y técnicos en 1975 es de 13,2 millones, y en la tabla 4 de 12,9 millones. La discrepancia se debe en parte a que la cifra de la tabla 4 se había calculado cinco años antes, y también a los diferentes supuestos que se hicieron sobre los índices de desempleo.

p.35


CUADRO 3. Cifras de Empleo por Grandes Grupos Ocupacionales, 1964, y Proyecciones de Dema~tda, 1975 a


Grandes Grupos Ocupacionales

1964

1975

Porcentaje de cambio (1964-1975)

Número (en millones)

Porcentaje

Número (en millones)

Porcentaje

Total de empelo

70,4

100,0

88,7

100,0

26

Trabajadores de cuello-blanco

31,1

44,2

42,8

48,3

38

Profesionales, técnicos y trabajadores semejantes

8,6

12,2

13,2

14,9

54

Gerentes, funcionarios y proprietarios, excepto granjeros

7,5

10,6

9,2

10,4

23

Oficinistas y trabajadores semejantes

10,7

15,2

14,6

16,5

37

Dependientes

4,5

6,3

5,8

6,5

30

Trabjadores de cuello-azul

25,5

36,3

29,9

33,7

17

Artesanos, capataces y trabajadores semejantes

9,0

12,8

11,4

12,8

27

Operarios y semejantes

12,9

18,4

14,8

16,7

15

Jornaleros, excepto de labranza y minas

3,6

5,2

3,7

4,2

b

Trabajadores de servicios

9,3

13,2

12,5

14,1

35

Grnajeros y gerentes de explotaciones agrícolas, jornaleros y capataces

4,4

6,3

3,5

3,9

-21

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