Blavatsky-Biografia resumo



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para la Práctica de la Hermandad, se encuentran en la ley de la Unidad esencial de la Humanidad con la Naturaleza. Ya que el principio de la Hermandad Universal proclama que detrás del velo de carne y materia, las almas de los hombres están indisolublemente unidas en una sola consciencia básica, que es el «SÍ de Alaya»... la Ley de Amor eterno.  Trabajar en perfecta armonía con esta Ley es hacerse divino: el ‘Dios Interno’ no conoce ninguna otra ley, no responde a ningún otro llamado, porque Ello es la Ley. (40)

     «El 31 de mayo de 1882 se tomó la decisión de comprar The Huddlestone Gardens en Adyar, y en enero de 1883 el Centro de Operaciones de la S.T. en la India fue transferido de Bombay a Madrás. El 20 de febrero de 1884, HPB se embarcó para Europa, acompañada por el Coronel Olcott, Mohini y otros.  Después de visitar Niza se estableció por un tiempo en París en la ‘Rue Nôtre Dame des Champs’.  Se delinean los planes para escribir la Doctrina Secreta, le ayuda William Q. Judge que había venido de Nueva York rumbo a la India.  El 7 de abril asistió a una reunión de la Sociedad Teosófica Logia de Londres y el 4 de mayo también asistió a una reunión de la Societé Theosophique d’Orient et d’Occident en París.  Durante la segunda semana de mayo fue invitada a residir en el Castillo de Enghien por sus dueños y amigos el Conde y la Condesa de Adhemar.  En esa ocasión le encargó a William Q. Judge, hacer anotaciones a Isis como preparación para la Doctrina Secreta.  La Condesa Wachtmeister también visitó allí a la señora Blavatsky.

     El 19 de junio de 1884, el pintor alemán Hermann Schmiechen comenzó a pintar los cuadros de los Mahâtmas M. y K.H. en Londres, terminándolos el 19 de julio de ese año.


En otoño de 1884  HPB se trasladó a Elberfeld Alemania residiendo en la casa de los Gebhard.  Durante ese tiempo estalló la conspiración de los Coulomb en Adyar.

     El 6 de octubre llegó a Londres y el 31 del mismo mes se embarcó rumbo a la India, acompañada por los Cooper Oakley.  Hizo una escala en Egipto donde cenó con el Primer Ministro y también visitó el Museo Bulak acompañada por el famoso arqueólogo G. Maspero.  Llegó a Adyar, Madrás, el 21 de diciembre de 1884.  El 2 de enero de 1885 Richard Hodgson estuvo en Adyar, haciendo investigaciones para la Sociedad de la Investigación Psíquica de Londres. (S.P.R. en inglés)

     El 9 de enero de 1885 recibió de su Maestro el plan para la Doctrina Secreta.  Para el 5 de febrero se encontraba  gravemente enferma, al borde de la muerte, pero fue revivida por su Maestro, y el 31 de marzo de 1885, dejó Adyar y la India, para nunca más volver, embarcándose rumbo a Europa en compañía de Bawaji, del Dr. Franz Hartmann, y Mary Flynn. (41)
    
     A este punto de nuestra narración, es importante que el lector comprenda que desde el inicio de su carrera literaria en diciembre de 1874, y en especial desde la formación de la Sociedad Teosófica en 1875, y la publicación de Isis Develada en 1877; Blavatsky se convirtió en el blanco de ataques y calumnias.  Esto era de esperarse ya que a través de sus escritos ella mostró la fragilidad en que se sustentaban la mayoría de los dogmas de las religiones del mundo contemporáneo, especialmente los del cristianismo con todas sus sectas, los del judaísmo y los de la ortodoxia brahmánica.  Por otra parte ella se atrevió a refutar y demostrar la falsedad de muchas teorías «científicas» de su tiempo, y a mostrar que si bien los fenómenos de los Espiritistas cuando no hay fraude de por medio, pueden ser auténticos, ellos se equivocan en cuanto a la explicación de los mismos.

     «Tan tempranamente como en el año de 1880 se habían sembrado las semillas de una tragedia intramuros para HPB personalmente, y para la Sociedad.  Una pareja indigente, el señor y la señora  Coulomb, se habían hecho invitar para permanecer temporalmente en el Cuartel General de la Sociedad.  La traición que ellos perpetraron con el tiempo tendría repercusiones de gran alcance». (42)

     «El ataque más fuerte en contra de H.P. Blavatsky, comenzó a fraguarse en 1884, por los misioneros escoceses de Madrás, India; lo cual permanecerá como una deshonra para el trabajo misionero en la India o en cualquier otro país.  Los misioneros veían que la difusión del cristianismo estaba amenazada por el trabajo de HPB la cual pretendía enseñar a los hindúes a apreciar y comprender sus propias escrituras.

      En agosto de 1879 la señora Emma Coulomb, que había conocido a H.P. Blavatsky en Egipto varios años antes, le dirigió una carta desde Ceilán en donde, de manera patética le pedía ayuda; ya que tanto ella como su marido se encontraban en graves dificultades, y sin dinero.  En 1880, los Coulomb fueron recibidos en el Centro de Operaciones de la Sociedad, que a la sazón se encontraba en la Ciudad de Bombay, India.  La señora Coulomb ayudaría con los quehaceres domésticos y su esposo trabajaría como carpintero y jardinero, y aunque ambos ingresaron a la Sociedad, la señora Coulomb continúo siendo espiritista y fanática cristiana. 

Coulomb eran ciertas.  El golpe fue casi mortal para el cuerpo de HPB. Durante los siguientes tres meses, rara vez fue ella capaz de dejar su cama.  Finalmente, hacia finales de marzo, cediendo a las peticiones de los pocos que aún permanecían devotamente leales a ella, se preparó para dejar la India e irse a Europa.  El 21 de marzo ella, una vez más, presentó su renuncia como Secretaria Corresponsal, siendo ésta aceptada por el Consejo» (43)

      «La excusa del coronel Olcott para oponerse a los deseos de HPB para presentar una demanda de difamación era, que los fenómenos psíquicos no podrían ser presentados en una Corte de Justicia.  Sin embargo él olvidaba que todo el caso dependía, no de los fenómenos per se, sino de la evidencia proporcionada por los Coulomb.  El esposo como carpintero que era, había fabricado trampas y puerta falsas en un ropero para probar que existían trucos; la esposa había falsificado cartas supuestamente escritas por HPB y dirigidas a ella, y estas fueron compradas por los misioneros y publicadas en su revista. Si la abrumadora evidencia en favor de HPB hubiese sido presentada en un Juzgado, se habría podido probar la naturaleza fraudulenta de lo que habían hecho los Coulomb, y HPB habría ganado el caso que quería emprender, por el bien del trabajo y no por el de ella misma». (44)

      Unas notas dejadas por HPB, escritas en forma de  memorando de una conversación que ella tuvo con uno de los Adeptos Teosóficos, nos dan una mejor comprensión de los efectos desastrosos de la actitud de Olcott.  En una parte de ese memorando, publicado por el Sr.  Jinarajadasa, y que originalmente fue  escrito a lápiz por HPB, el Maestro  K.H. dice que:

       «. . . la Sociedad se ha liberado de nuestras manos e influencia y hemos tenido que dejarla ir, nosotros no hacemos esclavos renuentes.  Él (el Cor.  Olcott), dice ¿qué la ha salvado?  El salvó su cuerpo pero permitió que por puro miedo. . .se le escapara su alma, y ahora es un cadáver sin alma, una máquina que hasta ahora funciona bien, pero que se hará pedazos cuando él se vaya.  De los tres objetos sólo el segundo es atendido, pero ya no es ni una hermandad, ni un cuerpo sobre cuya faz anide el Espíritu desde más allá de la Gran Cordillera.  Su bondad y amor por la paz son grandes y verdaderamente Gautámicos en su espíritu; pero él ha aplicado mal esa bondad.  . . .Esta política  ha hecho más daño al espíritu de la Sociedady a su crecimiento que lo que hubiesen podido hacer varios Coulomb...» (45)


                                          
      Dos escritos de la señora Blavatsky: una carta dirigida a los Teósofos Indos, la otra un artículo publicado en Lucifer en 1889, nos dan un sumario del ciclo Indo del Movimiento Teosófico en el Siglo XIX.  En la carta, dirigida ‘A mis Hermanos de Aryavarta’, HPB explica por qué ella nunca regresó a la India después de 1885.  El artículo ‘Nuestros Tres Objetos’, enlista algunos de los logros que pueden ser atribuidos al trabajo del Movimiento en la India.  La carta, que fue escrita en 1890, cinco años después de que HPB dejara la India, comienza hablando de las cálidas comunicaciones que ella ha recibido de los Teósofos Indos.  . . . «Esas demostraciones amistosas, » explica ella, la obligan a decirles por qué no regresa a la India.  La mala salud, dice, no es la única razón:  

      «Hay una razón mucho más grave. Se me ha trazado una línea de conducta aquí, y he encontrado entre los ingleses y americanos lo que hasta ahora busqué en vano en la India.

      En Europa y América durante los últimos tres años, me he encontrado con cientos de hombres y mujeres que tienen el valor de confesar su convicción en la existencia real de los Maestros, y que están trabajando por la Teosofía siguiendo Sus directrices y bajo Su guía, dada a través de mi humilde persona.

      En la India, por otro lado, desde mi partida, el verdadero espíritu de devoción hacia los Maestros y el valor para reconocerlos, ha disminuido constantemente.  En  Adyar mismo, el incremento de las rivalidades y los conflictos ha llegado a la violencia entre personalidades; varios miembros del personal han mostrado hacia mí una animosidad totalmente fuera de lugar e inmerecida, llegando casi al odio.  Parece haber estado ocurriendo algo extraño y misterioso en Adyar, durante estos últimos años.  Tan pronto como un europeo, con inclinaciones de lo más Teosóficas, lo más devoto a la Causa, y amigo personal mío o del Presidente, pone un pie en el Cuartel General, inmediatamente se convierte en un enemigo personal de uno o de los dos, y lo que es peor, termina lastimando y abandonando la Causa.

      [Y más adelante, refriéndose al ataque de los Coulomb y al Reporte de la Sociedad de la Investigación Psíquica de Londres, H. P. B. dice:]

      Si como digo, en el momento crítico, los miembros de la Sociedad y especialmente sus dirigentes en Adyar, indos y europeos, se  hubiesen mantenido juntos como un sólo hombre, firmes en su convicción de la realidad y poder de los Maestros, la Teosofía habría salido más triunfante que nunca, y ninguno de sus temores se habría realizado jamás, no obstante lo sutil y astuto de las trampas legales que se me habían tendido, y cualesquiera que hubiesen sido las equivocaciones y errores que yo, su humilde representante, hubiese podido hacer en la conducción ejecutiva de los asuntos.

      Pero la lealtad y el valor de las Autoridades de Adyar, y de los pocos europeos que habían confiado en los Maestros, no estuvieron a la altura de las pruebas, cuando estas se presentaron. A pesar de mis protestas se me sacó precipitadamente de Adyar.  Enferma como estaba, y en verdad casi muriéndome, como dijeron los médicos; aún así me opuse, ya que habría batallado por la Teosofía en la India, hasta mi último aliento, si hubiese encontrado un apoyo leal.  Pero algunos temían las complicaciones legales, otros al Gobierno, mientras que mis mejores amigos creían en las amenazas de los doctores, que decían que moriría irremisiblemente si me quedaba en la India. Es así como se me envió a Europa para recobrar mis fuerzas con la promesa de un pronto retorno a mí amada Aryavarta.  . . .Pues bien, me fui e inmediatamente comenzaron las intrigas y rumores. . .que si había sido abandonada por los Maestros, que si había sido desleal a Ellos, que si había hecho esto o aquello. . .fue una larga serie de falsas acusaciones, cada correo trayendo algo nuevo.

      En una carta que recibí de Dâmodar en 1886, me notificaba que la influencia de los Maestros se estaba haciendo cada día más débil en Adyar.  . . .Finalmente, me urgía vehementemente a que regresara, diciéndome que desde luego los Maestros cuidarían que mi salud no sufriese por esto. A este respecto le escribí al Coronel Olcott, implorándole que me dejara regresar, y prometiéndole que  si fuese necesario, viviría en Pondicherry, en caso de que  en Adyar no fuese deseable mi presencia.  A esto recibí la ridícula respuesta, de que tan pronto como regresara sería enviada a las islas Andaman como una espía rusa, lo cual el Coronel Olcott descubrió subsecuentemente que era absolutamente falso.  Lo rápido que se aprovechan de un pretexto tan fútil para mantenerme fuera de Adyar, muestra el verdadero carácter de la ingratitud de aquellos a los que había sacrificado mi vida y salud.  Más aún, urgido, como entiendo que lo estaba por el Consejo Ejecutivo, bajo el pretexto completamente absurdo de que en caso de que muriera, mis herederos podrían reclamar una parte de la propiedad de Adyar, el Presidente me envió un documento legal para firmar, por el cual renunciaba formalmente a cualquier derecho sobre el Cuartel General o aún vivir en él sin el permiso del Consejo.  Y esto, aunque yo había gastado varios miles de rupias de mi propio dinero, y había entregado mi participación de las ganancias del The Theosophist a la compra de la casa y de su amueblado. Sin embargo firmé la renuncia sin una sola palabra de protesta.  Vi que no era bien recibida, y permanecí en Europa a pesar de mi ardiente deseo por regresar a la India. ¿Qué otra cosa podía sentir, sino que todos mis trabajos habían sido recompensados con ingratitud, cuando mis deseos más apremiantes por regresar se topaban con excusas y respuestas triviales inspiradas por aquellos que eran hostiles hacia mi?

      El resultado de todo esto es demasiado patente.  Tu conoces muy bien el estado de los asuntos en la India por lo que no hace falta que me extienda en detalles.  En una palabra, desde mi partida, no sólo se ha relajado allí  gradualmente la actividad del movimiento, sino que aquellos para los que tenía el más profundo afecto, considerándolos como una madre lo haría con sus propios hijos, se han vuelto contra  mi;  mientras que en el Occidente tan pronto como acepté la invitación para venir a Londres, encontré gente—no obstante el Reporte de la S.P.R. y las sospechas e hipótesis infundadas, difundidas por todas partes—que creen en la verdad de la gran Causa por la que he luchado, y en mi propia bona fides (buena fe).

      Actuando bajo las órdenes del Maestro comencé un nuevo movimiento en Occidente de acuerdo a las líneas originales; fundé Lucifer y la Logia que lleva mi nombre.  Reconociendo el espléndido trabajo hecho en Adyar por el Coronel Olcott y otros, para llevar a cabo el segundo de los tres objetos de la S.T., esto es, el de promover el estudio de la literatura Oriental, yo estaba resuelta a llevar a cabo aquí los otros dos.  Todos saben el éxito que ha tenido esto.  Dos veces se le pidió al Coronel Olcott que cambiara de opinión y luego supe que una vez  más querían mi presencia en la India, al menos alguno.  Pero la invitación llegó demasiado tarde; ya que mi doctor  no me lo permitiría, ni tampoco podría, si quisiese ser fiel con el compromiso de mi vida y mis votos, vivir ahora en el Cuartel General, de donde los Maestros y SU espíritu han sido virtualmente desterrados.  La presencia de Sus  retratos no ayuda en nada;  Ellos son letra muerta.  La verdad es que nunca podré regresar a la India bajo ningún otro carácter que el de SU fiel agente.  Y ya que, a menos de que Ellos aparezcan en medio del Consejo en propia persona (lo cual Ellos ciertamente nunca lo harán ahora), ninguna advertencia mía sobre líneas de conducta oculta parece probable que sea aceptada, ya que se duda del hecho de mis relaciones con los Maestros, lo que incluso algunos niegan totalmente; y no teniendo yo ningún derecho en el Cuartel General ¿por lo tanto, qué razón habría para que yo viviese en Adyar?

      El hecho es este. En mi posición, medidas tintas son peores que nada.  La gente tiene que creer completamente en mi, o bien honestamente no creer.  A nadie, a ningún Teósofo se le obliga a creer, pero es totalmente inútil que  me pidan que los ayude, si no creen en mí. Aquí en Europa y en América hay muchos que nunca han vacilado en su devoción por la Teosofía.  . . .Por lo tanto, el único reclamo que la India podría tener sobre mi, y la fuerza del mismo, estaría en proporción a la actividad de los Asociados por la Teosofía  allá, y su lealtad a los Maestros.

      Que quede bien claro, que de aquí en adelante dedicaré el resto de mi vida solamente a aquellos que confíen en los Maestros y estén dispuestos a trabajar por la Teosofía tal como ellos la entienden, y por la S.T. de acuerdo a los lineamientos que ellos establecieron originalmente». (46) 

      Durante la misma época en que se estaban dando los ataques provenientes de los Coulomb y los misioneros escoceses, entre los años 1884-1885, Blavatsky fue también objeto de ataques provenientes de la Sociedad de la Investigación Psíquica de Londres (Society for Psychical Research: S.P.R.), «esta organización estaba preocupada sobre todo por estudiar los fenómenos producidos por HPB, muchos de los cuales fueron realizados en la ciudad de Simla al norte de la India, para satisfacer a los señores Hume y Sinnett.  Otros de los fenómenos ocurrieron en Adyar en el curso ordinario del trabajo debido a que uno u otro de los Maestros estaba constantemente presente.  Fue la publicidad que se les dio a estos fenómenos, por parte de aquellos que pensaban que éstos eran más importantes que la Filosofía Esotérica, lo que condujo al la S.P.R. a hacer sus “investigaciones”.

      La S.P.R. de Londres envió a un agente australiano inexperto a hacer investigaciones en Adyar, India, sobre los fenómenos producidos por HPB Este agente se llamaba Richard Hodgson y llegó a Adyar el 22 de diciembre de 1884, durante la época en que ocurrían los ataques de los Coulomb en contra de la señora Blavatsky.  El primer reporte confidencial de la S.P.R. fue publicado en diciembre de 1884 y el segundo informe Oficial en diciembre de 1885 en sus Memorias Vol. 11 parte IX. Una copia de ese informe le fue enviada a HPB por Sellin, el 31 de diciembre de ese año.

       Es al erudito Orientalista, el Sr. Charles Johnston, al que le debemos la más brillante exposición razonada que se haya escrito sobre ese Reporte y los métodos de  La Sociedad de la Investigación Psíquica de Londres. (SPR).  . . .En 1907 el Sr.  Johnston presentó una hábil y muy severa denuncia en contra de la S.P.R. en una ponencia que dio en la Convención de la S.T. en América; el caso debió haberse presentado a la atención del público en general (al igual que el mismo Reporte), como un ejemplo de qué tan fácilmente  puede destruirse fatalmente la reputación y el carácter de una persona y por tiempo indefinido.  En el caso de HPB esto se habría evitado si se le hubiese     permitido presentar una demanda por difamación.  La evidencia en ambos lados se hubiese podido considerar adecuadamente y el caso tanto de los misioneros como de la  S.P.R., habría colapsado.

En el curso de su ponencia el Sr.  Johnston dijo:



‘El público aceptó el punto de vista del Sr. Hodgson sin cuestionarlo o examinarlo. . . y así se ha quedado más de veinte años.  . . .Era la opinión popular de que la S.P.R. había investigado los fenómenos.

(1)  La Sociedad (S.P.R.) de hecho nunca los investigó.


(2)  Delegó el trabajo a un Comité de cinco personas.
(3)  Ese Comité nunca realizó investigaciones.
(4)  El Comité confió sus labores en el Sr.  Hodgson.
(5)  El Sr.  Hodgson nunca los investigó.

       De hecho él no los podía investigar ya que ocurrieron en la ciudad de Simla en 1880.  El Sr.  Hodgson no llegó a la India sino hasta cinco años después y entonces, basó su reporte sobre la evidencia de unos empleados despedidos, no obstante el hecho de que esos empleados no estuvieron presentes cuando ocurrieron los fenómenos.

       La acusación realmente grave en contra del Reporte de la Sociedad de la Investigación Psíquica es que ninguno de los que reportan fue testigo de los fenómenos como ellos ocurrieron.  Todo este asunto está basado en  rumores y conjeturas; rumores muy crédulos, y conjeturas no muy inteligentes.  Ni siquiera uno de cada diez mil, de aquellos que hasta nuestros días creen que la S.P.R. ‘desenmascaró’ a la señora  Blavatsky, jamás leyó el Reporte.

Como el veredicto coincidía con sus prejuicios.

a)  aceptaron el punto de vista de la Sociedad (S.P.R.), que
b)  aceptó el punto de vista del Comité, que
(c) aceptó el punto de vista de su agente, quien
(d) nunca vio los fenómenos que profesaba haber investigado.

      En este reporte el Sr.  Hodgson se apoya mucho en la similitud de la escritura.  Él presentó a un experto, partes de cartas atribuidas a un Maestro, y algunos escritos supuestamente escritos por la señora  Blavatsky.

      El experto en una contestación en cierto modo detallada, después de hacer comentarios sobre los documentos, dio como su conclusión positiva que ‘la señora Blavatsky no era la que había escrito las cartas atribuidas al Maestro’.

      El Sr.  Hodgson  deliberadamente  cortó  la carta del experto.

       En otras palabras, ¡suprimió la única evidencia que habría sido aceptada en una Corte de Justicia, porque estaba a favor de la acusada!

       Los fenómenos producidos por la señora Blavatsky y los Maestros que trabajaban con ella, no fueron meras exhibiciones de magia; sino que eran experimentos realizados con la idea de demostrar que existían ciertas clases de Fuerza; que ciertos poderes definidos podían ser  aplicados  para producir resultados de un tipo definido en los mundos físico y psíquico. Cada tipo de fuerza así ilustrada ha sido desde entonces reconocida, hasta por la opinión popular como son la Telepatía, la Telekinesis, la Telegrafía sin hilos, los Rayos X, la Materia Radiante, la Energía Interatómica, etc. (47) 

       Como ya se mencionara más arriba, la señora  Blavatsky dejó la India para siempre, el 31 de marzo de 1885, un mes después de que Dâmodar hubiese comenzado su viaje al Tibet, embarcándose rumbo a Nápoles, a donde llegó el 23 de abril de ese año.  El 29 de abril se instaló en Torre del Greco, no lejos de Nápoles en el Hotel Vesuvio, en donde permaneció hasta finales de julio, sufriendo de reumatismo y escribiendo la segunda parte de Desde las Cavernas y Junglas del Hindostán.

      Después de pasar por Roma y Suiza, se estableció en Würzburg, Alemania, ocupando unos apartamentos en Ludwigstrasse No. 6. Al principio acompañada solamente por su sirvienta suiza Louise y por Bawaji.  En el mes de noviembre de ese año la Condesa Wachtmeister la acompañó, quedándose con ella hasta la primavera del año siguiente.  Es durante esa época, probablemente a partir del mes de octubre, que  la señora Blavatsky se puso a escribir de manera constante la Doctrina Secreta, hasta principios de enero de 1886 en que recibió una copia del Reporte de la S.P.R. el cual disturbó su mente, al igual que la traición de Bawaji.  Solamente hasta el mes de marzo de ese año volvió a tomar un ritmo constante la elaboración de la Doctrina Secreta». (48) 

       «La Condesa Wachtmeister describe en su libro de ‘Reminiscencias’, cómo HPB estaba profundamente herida por el falso Reporte de la Sociedad de la Investigación Psíquica, y como esto afectaba su trabajo, obligándola a veces a escribir doce veces la misma página que no lograba redactar correctamente, debido a la perturbación que sufría su mente.

       La Condesa relata que la circunstancia que más atrajo su atención y que más la maravillaba era ‘la pobreza de su biblioteca de viaje’; sin embargo, sus manuscritos estaban llenos, y  rebosaban de referencias, citas, alusiones, de una masa de obras raras y recónditas sobre temas de lo más variados». (49) 

       «Fue durante el mes de enero de 1886 que el científico alemán, el Dr. Wilhelm Hübbe-Schleiden recibió de los Maestros M. y K.H. los famosos certificados sobre La Doctrina Secreta.  El Dr. Hübbe-Schleiden consideraba que La Doctrina Secreta era una obra de la mayor importancia, conteniendo en verdad la sabiduría sagrada de los sabios de todas las edades.  Él encontró en sus páginas la clave que podría resolver los enigmas de la existencia así como del macrocosmos y del microcosmos.  El Dr. Hübbe-Schleiden conocía a HPB personalmente y le hizo cuatro o cinco visitas de duración indefinida y en octubre de 1885 la vio cuando se encontraba escribiendo su magnum opus.  La vio por última vez una tarde y noche, a principios de enero de 1886». (50)  En una carta nos dice que: «Cuando la visité en octubre de 1885, ella apenas había comenzado a escribir (La Doctrina Secreta), y en enero de 1886 ya había terminado cerca de doce capítulos. . . ella escribía su manuscrito casi todo el día, desde temprano en la mañana hasta la tarde y aún hasta la noche, a menos de que tuviese invitados.  También la vi escribiendo frases como si las estuviese copiando de algo enfrente de ella, de donde sin embargo, no vi nada.  No le presté mucha atención a la manera en que trabajaba desde el punto de vista de un cazador de fenómenos, y no los controlé por tal motivo; pero sé que vi una gran cantidad de la bien conocida escritura K.H. azul, como correcciones y anotaciones en su manuscritos, así como en libros que reposaban ocasionalmente sobre su escritorio.  Y esto lo noté principalmente en las mañanas antes de que ella comenzara su trabajo.  Yo dormía en el sofá de su estudio después de que ella se retiraba a dormir, y el sofá estaba sólo a pocos pies de su escritorio.  Recuerdo muy bien mi asombro una mañana, cuando al levantarme, encontré una gran cantidad de páginas en tamaño doble oficio cubiertas con esa escritura de lápiz azul reposando sobre su propio manuscrito en su lugar, sobre su escritorio. ¿Cómo llegaron esas páginas allí?, no lo sé, pero no las vi antes de que me acostara y ninguna persona estuvo de manera corporal en la habitación durante la noche, ya que yo soy de sueño ligero.

       Debo decir sin embargo que el punto de vista que adopté entonces era el mismo que ahora sostengo.  Nunca he juzgado ni juzgaré el valor o el origen de cualquier producción mental por la manera o medio por el que fue producida.  Y por esa razón retuve mi opinión entonces pensando y diciendo: Esperaré hasta que la Doctrina Secreta esté terminada y entonces podré leerla tranquilamente; ésta será para mí la prueba, la única que pueda servir.

        Esta es la razón de por qué en la noche cuando me despedí por última vez de HPB me fueron dados los dos certificados.  . . .Al menos, así los encontré en mi copia del Reporte de la S.P.R. de Hodgson, después de que ya la había dejado. . . (51)

         El primer certificado está precipitado en lápiz rojo y dice lo siguiente:


  
       «Si esto puede ser de algún uso o ayuda para el Dr. Hübbe-Schleiden—aunque lo dudo—yo el abajo firmemente humilde Fakir, certifica que la ‘Doctrina Secreta’ le es dictada a Upâsikâ en parte por mí mismo y en parte por mi hermano K.H.» (52)

        Upâsikâ significa discípula y se refiere a HPB.

        El segundo certificado está precipitado en lápiz azul y dice lo siguiente:

      «Me pregunto si esta nota mía vale la pena de ocupar un lugar selecto entre los documentos reproducidos y a cual de las peculiaridades del estilo de escritura ‘Blavatskyano’ se encontrará que parece más.



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