El escepticismo antiguo



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388  «Y cuando una vez Anaxarco cayó en un cenagal, él (Pirrón) pasó de largo sin prestarle ayuda, algunos lo reprendieron por esto, pero el mismo Anaxarco le alababa su indiferencia y su imperturbabilidad (t_ _di__oron ka_ _storgon)». D.L., IX, 63: DK 72 A 2.

389  D.L., IX, 59: DK 72 A 2. Sigue contando Diógenes que para hacerlo callar el sátrapa Nicocreón mando que le cortasen la lengua, y entonces el mismo Anaxarco se la cortó con los dientes y se la escupió a la cara. Independientemente de que estas anécdotas sean verdad totalmente, no dejan duda del coraje y la constancia de Anaxarco y también de su categoría moral.

390  Cfr. PIANTELLI, M., «Possibili elementi indiani nella formazione del pensiero di Pirrone di Elide», Filosofia, 29, 1978, pp. 135-164, vid., principalmente, p. 137.

391  Algunos testimonios califican a Anaxarco como un verdadero escéptico. Por ejemplo, el Pseudo-Galeno en su Historia Philosopha, nos habla de algunos escépticos entre los que cita Zenón de Elea, Anaxarco de Abdera y Pirrón. Cfr. supra, p. 79, nota 7, el mismo Pseudo-Galeno en Hist. Philos., 3, Diels, Doxog., p. 601, favorece la formación de la sucesión eléatas-atomistas, y pirrónicos con lo que podemos entender mejor el texto anterior en el que hace a Zenón escéptico.

392  «Del cual Demócrito, del cual ciertamente muchos; pero los más célebres son Nausífanes y Naucides, de los cuales Epicuro». D.L., Proemio, I, 15: DK 75 A 1.

393  D.L., IX, 64.

394  D.L., IX, 69.

395  «Epicuro... pues oyendo al democríteo Nausífanes y a Pánfilo discípulo de Platón». SUIDAS, Epik.,: DK 75 A 4.

396  «[Epicuro] Se detiene en Nausífanes el democríteo, al cual, aun cuando no niega haberlo oído, ataca con toda clase de ofensas. Sin embargo, si no hubiese oído esta [doctrina] de Demócrito, ¿qué habría oído? ¿qué hay en la física de Epicuro que no proceda de Demócrito?». CICERÓN, De natur. deor., I, 26, 73: DK 75 A 5; cfr. también, De natur. deor., I, 33, 93.

397  SEXTO, M., I, 2: DK 75 A 7. Sexto Empírico también vuelve a centrar el discurso sobre la relación entre Nausífanes y Epicuro. Así, un poco más abajo del texto ya presentado, dice Sexto que Epicuro rechaza en sus cartas la noticia que lo hace discípulo de Nausífanes: «Pues, yo por mi parte supongo que «los voceadores» creerán que soy también un discípulo de la «medusa», escuchándole en compañía de algunos jóvenes crápulas». SEXTO, M., I, 4. En este sentido, también Diógenes Laercio refiere en su libro X dedicado a Epicuro, que éste niega en una carta a Eurilo que Nausífanes fuese su maestro, cfr. D.L., X, 13. Dice también Diógenes, que Epicuro ataca agriamente a Nausífanes denominándolo inculto, mentiroso y puta, cfr. D.L., X, 8.

398  Cfr. SÉNECA, Epist., LXXXVIII, 42-43.

399  SÉNECA, Epist., LXXXVIII, 43-44: DK 75 B 4.

400  Por ejemplo, Cfr. CLEMENTE, Strom., I, 301 D y II, 417 A.

401  D.L., IX, 64: DK 75 A 2; cfr. FILODEMO, Rhet., 11, 1: DK 75 B 2.

402  Cfr. D.L., IX, 66 y PLUTARCO, Prof. virt., 82: DECLEVA CAIZZI, 17 B.

403  Cfr. D. L., IX, 70 y 67.

404  «Y dijo también que el que es sabio y físico puede persuadir a sus oyentes. Y no dejó ambiguo quién es el sabio, sino que dijo que él era capaz de llevar a sus oyentes a donde quisiera mediante palabras». FILODEMO, Rhet., 11, 1: DK 75 B 2.

405  Cfr. SEXTO, M., I, 1-2.

406  «Además de éstos oyeron también a Pirrón, Hecateo Abderita, Timón de Fliunte, el autor de los Sillos, de quien hablaremos más adelante y además Nausífanes de Teo, del cual algunos dicen que fue discípulo Epicuro. Todos éstos se llaman pirrónicos por el nombre del maestro, aporéticos y escépticos y además efécticos y zetéticos por su doctrina». D.L., IX, 69: DK 75 A 3: DECLEVA CAIZZI, 39 A.

407  Cfr. BROCHARD, V., Op. cit., p. 78, DAL PRA, M., Op. cit., I, p. 85 y también ROBIN, L. Op. cit., p. 16.

408  Si el lector quiere, además, profundizar en la relación que existe entre los discípulos de Pirrón, cfr. DECLEVA CAIZZI, F., «Prolegomeni ad una raccolta delle fonti relative a Pirrone di Elide», in Lo Scetticismo Antico,Op. cit., vol. I, pp. 93-128, este estudio es además interesante porque ofrece un primer intento de comprensión del término «pirrónico», a través de la historia que ha tenido.

409  Aquí radica el miedo al escepticismo, la desaparición de la verdad. Pensamos que si ésta desaparece, desaparece el mundo, sin embargo, quizá habrá que decir las palabras que Umberto Eco en su novela Il nome della rosa, El nombre de la rosa, Barcelona, 1983 , p. 435 le hace pronunciar a Guillermo de Baskerville contemplando la «ecpirosis» de la Biblioteca: «Quizá la tarea del que ama a los hombres consista en lograr que éstos se rían de la verdad, lograr que la verdad ría, porque la única verdad consiste en aprender a liberarnos de la insana pasión por la verdad».

410  DECLEVA CAIZZI, F., «Prolegomeni ad una raccolta delle fonti relative a Pirrone di Elide», in Lo scetticismo antico, Op. cit., pp. 95 y ss.

411  Cfr., por ejemplo, un artículo de REALE, G., «Ipotesi per una rilettura della filosofía di Pirrone di Elide» en Lo scetticismo, op. cit., pp. 243-236, nos presenta hasta ocho diferentes inter­pretacio­nes de Pirrón:
1. gnoseológico-fenomenista.

2. dialéctico-hegeliana.

3. científica.

4. práctica-moral.

5 metafísica.

6. antimetafísica-nihilista.

7. orientalista.

8. interpretación literaria.



412  Ahora esta tendencia parece que se quiebra, al menos parcialmente, sobre todo después de la reunión de los testimonios sobre Pirrón que Decleva Caizzi, Op. cit., ha llevado a cabo.

413  Como comprobamos tanto en Diógenes cfr. D.L., I, 16: DECLEVA CAIZZI, 43, como en Aristocles, cfr. EUSEBIO, Praep. Evang., XIV, 18, 1: DECLEVA CAIZZI, 53. [Para facilitar al lector las tarea, siempre que hagamos referencia a algún texto de Eusebio selecionado en la edición de DECLEVA CAIZZI sobre los testimonios de Pirrón, citaremos el texto de Eusebio con la notación que propone Caizzi seguido del número de texto con el que aparece en los testimonios. Y cuando tengamos que utilizar textos que no estén recogidos en la obra de Caizzi, los citaremos por la edición de la Patrología Griega = P.G., de MIGNE].

414  Para Conche, la escritura como acto se opone a la ejemplar vida del sabio, para quien los discursos y los actos de su vida se identifican plenamente; señalando, en este sentido, que no se puede ser, a la vez, un sabio y un autor, vid., Op. cit., p. 27.

415  D.L., IX, 62. Esta idea será ampliada más adelante.

416  CONCHE, M., Op. cit., pp. 24-25. Aquí Conche llega a decir que la teoría no es nada sin la práctica ya que los griegos no juzgan la filosofía por lo que ella dice, sino por lo que ella es. Si la teoría no tiene una posibilidad práctica, si no es posible, si no es creíble, si no puede ser probada en la vida, no sirve.

417  «La corriente escéptica se le llama, en verdad, investigadora por su empeño en examinar y buscar, y suspensiva por el estado producido en el investigador después de la búsqueda (por suspender el juicio); dubitativa, por cierto, por su hábito de dudar y buscar sobre todas las cosas como dicen algunos, o del hecho de no tener medios para dar el asentimiento o la denegación y pirrónica por el hecho de que nos parece que Pirrón ha llegado a encarnar la escéptica con más ahínco y de modo más manifiesto que sus predecesores». SEXTO, H.P., I, 7: DECLEVA CAIZZI, 40; Cfr. supra, pp. 63-64, notas 108 y 113.

418  D.L., IX, 61: DECLEVA CAIZZI, 1 A.

419  Este dato es más que dudoso, Suidas, por ejemplo, en s.v. Swkr_thV: DECLEVA CAIZZI, 2, afirma que Brisón fue discípulo de Sócrates, cfr. DECLEVA CAIZZI, Op. cit., p. 132 y GIANNANTONI, G., «Pirrone, la scuola scettica e il sistema dell sucessioni» en Lo Scetticismo antico, Op. cit., pp. 21 y ss.

420  Estos elementos comunes se pueden ver en el contexto en el que Cicerón expone la teoría de Pirrón, centrándose como elemento relevante en la supuesta _p_qeia pirrónica que presenta en algunos textos, Cfr. CICERÓN, Acad., II, XLII, 130: DECLEVA CAIZZI, 69 A; De fin., IV, XVI, 43: DECLEVA CAIZZI, 69 C; Tusc. disp., II, VI, 15: DECLEVA CAIZZI, 69 G; De orat., III, XVII, 62: DECLEVA CAIZZI, 69 M; cfr. SÉNECA, Ep., 88, 43: DECLEVA CAIZZI, 71. Otro problema para la confirmación de esta relación es la cronología que no coincide con los textos Cfr. DECLEVA CAIZZI, Op. cit., p. 133-135.

421  Cfr. CLEMEN, C., «Mágoi», (Paulys Realencyclopädie Der Classichen Altertumswissenschaft) RE, XIV, 1928, coll. 509-518. Alejandro tenía en su corte a Medos y Persas y está atestiguado un encuentro del rey con los magos (Cfr. ESTRABÓN, Geografía, XV, 3, 7 y PLINIO, Nat. hist., XXX, 12) a partir del cual se hablará de un Mago «Ostanes» «segundo», que acompañó a Alejandro como el «primero» lo había hecho con Jerjes.

422  Cfr. TOMASCHEK, «Brachmânes», RE, III, 1897, coll. 804-806.

423  PIANTELLI, M., «Possibili elementi indiani...» art. cit., pp. 146-150, observa paralelismos evidentes entre algunos principios filosóficos pirronianos (la indiferencia, la consecución de la felicidad en la privación (aphasía, ataraxía, apátheia), la imposibilidad de evaluar unívocamente el mundo de los objetos, la actitud interior etc.) y algunos elementos del pensamiento indú. Si bien su argumentación es impecable (quizá excesivamente conjetural), no es menos cierto que la mayoría de estos principios también eran patentes en la tradición griega.

424  Posiblemente esta calificación debe su uso a la singular apertura mostrada en su confrontación con la sabiduría oriental. En Diógenes parece existir cierta relación causal dada por _qen entre el contacto de Pirrón con Brahmanes y Magos y el ejercitar la más noble filosofía introduciendo la inaprehensibilidad y la suspensión del juicio.

425  Para el significado moral del término vid., SEXTO, H.P., I, 157 y III 246 y M., VI, 48; menos significativos pero también interesantes son los pasajes M., XI, 99 y VII, 325.

426  Cfr. SEXTO, H.P., I, 12; M., IX, 63 y M., IX, 161.

427  Cfr. FOCIO, Biblioth., 212, 169 b 18-30.

428  Cfr. SEXTO, H.P., I, 12.

429  Cfr. SEXTO M., IX, 63.

430  Cfr. SEXTO, M., IX, 63.

431  D.L., IX, 23: DK 28 A 1: DIELS, Poet., 9 B 44; cfr. supra, p. 88, nota 23. Giovanni REALE, en su artículo «Ipotesi per una rilettura di Pirrone», en Lo Scetticismo antico, Op. cit., p. 306-315, presenta una curiosa hipótesis: afirma que en Pirrón existe una componente dogmática que tiene que ver con cierta ascendencia eleático-megárica. A tal efecto hace un interesante estudio de comparación entre el lenguaje que utiliza Timón en unos versos recogidos por SEXTO, M., XI, 20: DECLEVA CAIZZI, 62 y algunos fragmentos del poema de Parméni-des, llegando a la conclusión que los cuatro versos de Timón están inspirados en el lenguaje mismo del poema de Parménides. Véase, principalmente pp. 310-311 del artículo arriba mencionado.

432  La megaloyuc_a (magnanimidad) es constantemente presentada por los escépticos como una virtud privilegiada, cfr. a título de ejemplo SEXTO, M., IX, 61. Vid., Aldo BRANCACCI, «La filosofia di Pirrone», Lo Scetticismo antico, Op. cit., pp. 219-223.

433  SEXTO, M., XI, 1: DECLEVA CAIZZI, 61 C.

434  Cfr. DECLEVA CAIZZI, F., «Prolegomeni..., art. cit., pp. 127 y ss; vid., WACHSMUTH, C., Corpusculum poesis epicae ludibundae, vol. II: De Timone Philiasio ceterisque sillographis commentatio, Lipsiae, 1885, p. 46 y VOGHERA, G., Timone di Fliunte e la poesía sillografica, Padowa-Verona, 1904, p. 48.

435  SEXTO, M., XI, 141: DECLEVA CAIZZI, 59.

436  Cfr. GOEDECKEMEYER, A., Op. cit., p. 8, n. 8, aunque DECLEVA CAIZZI, Op. cit., p. 247, dice que el precedente conceptual de esta acción está en Demócrito. Cfr. D.L., IX, 45: DK 68 A 1 y PLUTARCO, De tranqu. an. 465 c: DK 68 B 3.

437  Cfr. STOUGH, CH., Op. cit., p. 7, n, 10 y COUSSIN, P., art. cit., p. 378, n. 2.

438  D.L., IX, 65: DECLEVA CAIZZI, 60: DIELS, Poet., 9 B 48: S.H. 822.

439  Diógenes muestra también cierto respeto y admiración por Pirrón que contrasta con las descalificaciones y críticas que atribuye a Arcesilao y a Carnéades en los capítulos que les dedica en el libro IV. Cfr. para las influencias del pirronismo en Diógenes Laercio BARNES, J., «Diogene Laerzio e il Pirronismo», Elenchos, 7, (1986), pp. 385-427.

440  D.L., IX, 62: DECLEVA CAIZZI, 6.

441  Cfr. FREDE, M., «The skeptic's Beliefs», in Essays in Ancient Philosophy, 1987, pp. 179-200, principalmente pp. 181-182.

442  CONCHE, M., Op. cit., pp. 65-66.

443  Y, en este sentido, habría que entender aquellas palabras de Aristóteles contra los que niegan el criterio, en las que se puede encontrar alguna coincidencia con la actitud de Pirrón: «Y ¿por qué, al rayar el alba, no avanza hacia un pozo o un precipicio si por azar los encuentra, sino que claramente los evita, como quien no cree igualmente que el caer sea no bueno y bueno?». ARISTÓTELES, Metaf., IV, 1008 b, 15-18; Cfr. el artículo de DE LACY, PH., art. cit., p. 597 para los puntos de contacto entre Pirrón y Aristóteles, asimismo, véase REALE, G., art. cit., p. 315 y ss.

444  Cfr. el comentario a esta anécdota en el epígrafe dedicado a Anaxarco, supra, p. 175, nota 205.

445  D.L., IX, 62: DECLEVA CAIZZI, 7.

446  Todos los textos que hablan sobre la filosofía de Enesidemo (Cfr. SEXTO, H.P., I, 120, M., VIII, 25; DIOGENES LAERCIO, IX, 78, 106 y 116; FOCIO, cod., 212 Y EUSEBIO, Praep. Evang., XIV, 18, 11), fundamentan su calificación como escéptico. Él habla de sí mismo como pirrónico y dos de los cinco libros, que dice haber escrito, son titulados «Argumentos Pirrónicos» y «Bosquejos Pirrónicos». Enesidemo, como sabemos, rescata y reconstruye el pirronismo, ya que sólo gracias a la admirable figura de Pirrón era posible reconducir al escepticismo del ámbito oscuro (dogmático) en el que había caído con la Academia, y darle un desarrollo de nuevo autónomo. Para ampliar noticias de Enesidemo véase las novedosas páginas de DECLEVA CAIZZI, F., «Aenesidemus and the Academy». Classical Quarterly, 42, (1992), pp. 176-89, mi artículo «Enesidemo: la recuperación de la tradición escéptica griega (en prensa) y las páginas clásicas de DAL PRA Op. cit., p. 349 y ss., BROCHARD, V., Op. cit., pp. 241-298 y STOUGH, CH., Op. cit., pp. 67-105.

447  Coussin mantiene una hipótesis radical sobre este asunto. Dice que la idea de la epoch_ en sentido técnico de teoría de la suspensión del juicio, no es pirrónica (apoyando esta idea Robin dice que para Pirrón la cuestión no es suspender el juicio, sino abstenerse, cfr. ROBIN, L., Op. cit., p. 14), sino propia de un escepticismo más dialéctico, más desarrollado, vid., COUSSIN, P., «L'origine et l'evolution...» art. cit., p. 378.

448  En este texto, según DECLEVA CAIZZI, F., Op. cit., p. 155 la expresión kat_ t_n t_V _poc_V l_gon, confirma que Pirrón no habló de la epoché en sentido técnico, sino que muestra que Enesidemo lo escogió para hacerlo precursor de esta teoría. Cfr. también COUSSIN, P., en su artículo ya citado «L'origine et l'évolution...», páginas 380 y ss. De todas formas como ya hemos visto no está claro este extremo, cfr. supra, pp. 40-42.

449  D.L., IX, 66: DECLEVA CAIZZI, 14, este texto es importante por la aparición como modelo del sabio «_dia__rwV».

450  WILAMOWITZ- MOELLENDORF, Op. cit., p. 28, nota 2, cree que el texto de Eratóstenes era citado en el Bíos antigoneo. FERRARI, G.A., «Due fonti... art. cit., pp. 221-222, por su parte, se apunta a esta tesis señalando las coincidencias particulares de los contenidos de las dos fuentes, aunque cree necesario precisar razones cronológicas (todavía no estudiadas a fondo) para afirmar rotundamente la filiación Eratóstenes-Antígono.

451  Cfr. la selección que hace Decleva Caizzi de once textos de Cicerón en los que se observa esta relación entre Pirrón y Aristón, véase, DECLEVA CAIZZI, 69 A-69 M.

452  Sobre el plano práctico, la actitud del filósofo de Élide se diferencia de la actitud cínica, en la total ausencia del espíritu provocativo y polémico y de la estoica en los diversos presupuestos teóricos que genera.

453  «Posidonio cuenta de él lo siguiente: una vez que los que navegaban con él estaban atemorizados por una tempestad, él estando tranquilo de ánimo y mostrando a un lechoncillo que sobre la nave continuaba comiendo, decía que el sabio debe mantenerse en igual estado de imperturbabilidad». D.L., IX, 68: DECLEVA CAIZZI, 17 A, Cfr. también D.L., IX, 67: DECLEVA CAIZZI, 16.

454  D.L., IX, 64.

455  Cfr. PLUTARCO, De tranqu. an., 2p 465 c: DK 68 B 3 y SÉNECA, De ira, 3, 6, 3.

456  D.L., IX, 66: DECLEVA CAIZZI, 15 B. Este texto viene confirmado por otro de Aristocles que reproduce el mismo testimonio de Antígono, así dice Aristocles: «Antígono de Caristo, que vivió en la misma época y escribió su biografía, dijo que Pirrón, perseguido por un perro, se refugió sobre un árbol, y al burlarse de él los presentes, dijo que es muy difícil despojarse de lo que es el hombre». EUSEBIO, Praep. Evang., XIV, 18, 26: MIGNE, P.G., XXI, 1253.

457  Esta es la interpretación de DECLEVA CAIZZI, Op. cit., p. 167.

458  Así, dice Epicuro: «Vive oculto (L_qe bi;saV)». EPICURO, Frag. 551 (Usener). En este sentido, dice García Gual que el lema del epicureísmo sería «Vive oculto y si no puedes, muere oculto», cfr. GARCIA GUAL, C y ACOSTA, E., Ética de Epicuro, la génesis de una moral utilitaria, Barcelona, 1974, p. 262.

o «[El sabio] no hará política (o_d_ polite_setai)». D.L., X, 119.



459  D.L., IX, 65: DECLEVA CAIZZI, 61 B; cfr. D.L., IX, 64-65, aquí Timón alaba de nuevo a Pirrón por su modo de vida ya que teniendo bienes y honores no se dejó corromper por ellos.

460  «Lo admiraban tanto en su patria que fue elegido sumo sacerdote y en homenaje a él, se estableció por decreto que todos los filósofos quedasen exentos de impuestos». D.L., IX, 64: DECLEVA CAIZZI, 11. Pausanias también confirma la actitud de los conciudadanos de Pirrón:«Bajo el pórtico hacia la plaza del mercado está la estatua de Pirrón hijo de Pitócrates, hombre sabio». PAUSANIAS, VI, 24,: DECLECA CAIZZI, 12. Aunque no creó escuela el papel de Pirrón como educador, como hemos visto, es tan importante que su comunidad le tributó numerosos honores. Sobre el papel que jugó Pirrón podemos consultar, LYNCH, P., Aristotle's School. A Study of a Greek Educational Institution, Berkeley-Los Angeles-London, 1972, p. 127.

461  Hay una ataraxia democrítea, Cfr. DK 68 A 167; una epicúrea, D.L., X, 82; y otra pirrónica, por ejemplo, EUSEBIO, Praep. Evang., XIV, 18, 4 ó SEXTO, H.P., I, 8.


462  Cfr. REALE, G., art. cit., p. 336, aquí podemos encontrar algunas de las caracterizaciones que han determinado al escepticismo históricamente.


463  Cfr. REALE, G., art. cit., p. 333.

464  Cfr. DECLEVA CAIZZI, Pirrone... op. cit, p. 220.

465  EUSEBIO, Praep. Evang., XIV, 18, 1-4: DECLEVA CAIZZI, 53: DIELS, 9 A 2. Siempre que hagamos referencia a este texto que ya ha sido citado completo antes (supra, pp. 30-31, nota 23) lo haremos sucintamente.

466  CONCHE, M., Pyrrhon, op. cit., p. 35.

467  Cfr. supra, pp. 31 y 32.

468  Según la hipótesis de Trabucco, Aristocles se equivoca, en esta ampliación, Vid.,
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