El escepticismo antiguo



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TÍTULO CASTELLANO
Hipotiposis Pirrónicas I,II y III

Contra los profesores: Contra los gramáticos, Contra los retóricos, Contra los geómetras, Contra los aritméticos, Contra los astrólogos, Contra los músicos.

Contra los dogmáticos: Contra los lógicos I y II, Contra los físicos I y II, Contra los éticos.
MUTSCHMANN BURY ÍNDICES-JANÁ_EK

Hyp., I P.H., I P.H., I

Hyp., II P.H., II P.H., II

Hyp., III P.H., III P.H., III
Adv. Math., I Against The Professors, I M., I

Adv. Math., II Against The Professors, II M., II

Adv. Math., III Against The Professors, III M., III

Adv. Math., IV Against The Professors, IV M., IV

Adv. Math., V Against The Professors, V M., V

Adv. Math., VI Against The Professors, VI M., VI
Adv. Dogm., I Against The Logicians, I M., VII

Adv. Dogm., II Against The Logicians, II M., VIII

Adv. Dogm., III Against The Physicists, I M., IX

Adv. Dogm., IV Against The Physicists, II M., X

Adv. Dogm., V Against The Ethicists, I M., XI



104  En M., I, 1, se nombra a Pirrón al hablar de Nausífanes que fue su discípulo; en I, 53, en donde Timón es llamado «_ pro__thV t¢n P_rrwnoV l_gwn»; en I, 272, en donde se habla de la lectura por parte de Pirrón de la poesía de Homero; en I, 281 se hace mención de la condena de los gramáticos por parte del filósofo de Elis, y que escribió un poema para Alejandro de Macedonia; por último, en I, 305, encontramos una exégesis de los versos en los que Timón compara a Pirrón con el sol.

105  Citamos la referencia de Sexto y el fragmento de Timón según la edición de Diels. Cfr. M., XI, I: DIELS, Poet., 9 B 67; M., XI, 20: DIELS, Poet., 9 B 68; M., XI, 140: DIELS, Poet., 9 B 70; M., XI, 141: DIELS. Poet., 9 B 63-64; M., XI, 164: DIELS, Poet., 9 B 72.

106  Cfr. M., VII, 30: DIELS, Poet., 9 B 69.

107  SEXTO, H.P., I, 4.

108  «La corriente escéptica se le llama, en verdad, investigadora por su empeño en examinar y buscar, y suspensiva por el estado producido en el investigador después de la búsqueda (por suspender el juicio); dubitativa, por cierto, por su hábito de dudar y buscar sobre todas las cosas como dicen algunos, o del hecho de no tener medios para dar el asentimiento o la denegación». SEXTO, H.P., I, 7:

109  SEXTO, H.P., I, 7:

110  Cfr. DECLEVA CAIZZI, F., «Prolegomeni ad una raccolta delle fonti relative a Pirrone di Elide», en Lo scetticismo antico, Op. cit., p. 126.

111  En este sentido, es curioso que algún testimonio se remonte al mismo Homero como uno de los primeros escépticos, cfr. por ejemplo, un testimonio de Teodosio en D.L., IX, 71 y ss.

112  Sexto sabe que supone un pequeño obstáculo hacer de Pirrón el creador del escepticismo, por ejemplo, no puede estar completamente seguro de que no dogmatizase, de hecho debió de conocer el testimonio de Numenio: «Sólo Numenio afirma que [Pirrón] también dogmatizó». D.L., IX, 68.

113  «Teodosio, en el Sumario escéptico, dice que no se debe llamar pirrónica la filosofía escéptica; porque, si es inaprehensible la actividad del pensamiento de otro, no conoceremos la disposición mental de Pirrón; y si no la conocemos no deberíamos llamarnos pirrónicos; además ni Pirrón fue el primer inventor de la filosofía escéptica, ni tiene dogma alguno (pr_V t_ mhd_ pr¢ton e_rhk_nai t_n skeptik_n P_rrwna mhd_ _cein ti d_gma)». D.L., IX, 70.

114  Cfr. para esta cuestión FERRARI, G.A., «Due fonti sullo scetticismo antico (D.L., IX, 66-108; EUSEBIO, Praep. Evang., 18 1-20), Studi Italiani di Filologia Classica, 40, 1968, pp. 213-214; Vid., también D.L., IX, 71-72, aquí se habla de los iniciadores del escepticismo, pero llama la atención que lejos de ser autores representativos de la escuela escéptica, son personajes significativos de la cultura griega, que van por ejemplo de Homero a Eurípides, de Demócrito a Heráclito, de Platón a Empédocles o Hipócrates; aunque todos están mezclados a todos se les supone determinadas actitudes escépticas.

115  No podemos dejar de citar el trabajo, con una gran base filológica, de WILAMOWITZS-MOELLENDORF, U. von, Antigonos von Karystos, («Philologische Untersuchungen» hrsg. von A. Kiessling und U. von Wilamowitz- Moellendorff, IV Heft) Berlin, 1881, II ed., Berlin/Zürich, 1965.

116  Cfr. Op. cit., pp. 27-35.

117  «Y se le llamó Jónica, porque Tales, que fue maestro de Anaximandro, era de Jonia, Mileto, la otra se llama Itálica, sin embargo por Pitágoras, porque gran parte de su actividad la pasó filosofando en Italia. La Jónica finaliza en Clitómaco, Crisipo y Teofrasto; la Itálica en Epicuro». D.L., I, 14.

118  «Entre los filósofos, algunos fueron dogmáticos, otros efécticos; dogmáticos aquellos que consideran que las cosas son aprehensibles; efécticos en cuanto que se abstienen de juzgar sobre ellas por inaprehensibles. Y algunos dejaron escritos, otros no escribieron en absoluto, como, entre algunos, Sócrates, Estilpón, Filipo, Menedemo, Pirrón, Teodoro, Carnéades y Brisón». D.L., I, 16: DECLEVA CAIZZI, 43.

119  Cfr. D.L., I, 19-20; vid., supra, p. 58, nota 91.

120  Cfr. DIHLE, A., Studien zur griechischen Biographie, Göttingen, 1950, pp. 107-115.

121  WILAMOWITZ-MOELLENDORF, Antigonos von Karystos, Op. cit., p. 29.

122  CONCHE, M., Op.cit., pp. 65-66.

123  Cfr. D.L., IX, 64.

124  «Epicuro declara que la filosofía es una actividad (_n_rgeian) que por medio de argumentos y discusiones asegura una vida feliz (t_n e_da_mona b_on)». SEXTO, M., XI, 169-170.

125  MUTSCHMANN, H., MAU, J., Sexti Empirici Opera, recensuit H.M., vol. I, Op. cit., p. XVIII.

126  Cfr. JANÁ_EK, K., «Diogenes Laertius and Sextus Empíricus», Eunomia, Ephemeridis Suplementum III, pars II, Listy Filologické, LXXXII, 1959, pp. 52-53.

127  Basamos nuestra apreciación en el carácter diferente que presenta el libro I y los libros II y III. El primer libro de las Hipotiposis es una introducción general al conocimiento del escepticismo, y una explicación pormenorizada para adquirir una actitud escéptica. Mientras que el II y el III son una síntesis de la refutación y crítica del dogmatismo ya realizada específicamente en los libros de Contra los Matemáticos.

128  Cfr. DUMONT, J.P., Op. cit., p. 191.

129  Cfr. por ejemplo, los pasajes de Diógenes Laercio IX, 61 y 62 con los siguientes de Sexto Empírico, H.P.,I, 27; III, 179; I, 163; I, 17; I, 24; I, 189; III, 2; I, 28; I, 99; II, 10. Dumont, ofrece algunos ejemplos comparando algunos textos de Diógenes Laercio y de Sexto Empírico, véase loc. cit., p. 191.

130  D.L. IX, 102.

131  No es de extrañar, por tanto, que esté constantemente haciendo referencia a los versos que Timón dedicó a otros filósofos. Cfr. a título de ejemplo, D.L. I, 34; II, 6, 19, 55, 66, 107, 126; III, 7, 26; IV, 33, 34, 42, 67; V, 11; VII, 16, 161, 170; VIII, 36, 67; IX, 6, 18, 23, 25, 40, 52, 65, 67, 69, 105, 111; X, 3.

132  Cfr. D.L., IX, 109-113.

133  Parece que las biografías griegas del siglo III tienen un carácter peripatético, al menos anotamos el hecho de que es en Aristóteles donde encontramos por primera vez el uso del término diadoc_ para designar una sucesión de filósofos exponentes de una determinada t_cnh que hace progresar el pensamiento en una determinada dirección: cfr. ARISTÓTELES, Soph. el., 34, 183b 26 y ss.

134  Cfr. D.L., IX, 58, 61, 72 y 107.

135  «Jenófanes de Colofón inicia la escuela eleática. Parménides es discípulo de Jenófanes, de éste Zenón, después Leucipo, después Demócrito. Discípulos de Demócrito fueron Protágoras de Abdera y Metrodoro de Quíos, de éste Diógenes de Esmirna, de éste Anaxarco, y de éste Pirrón, de él Nausífanes. De éste dicen algunos que Epicuro llegó a ser su discípulo». CLEMENTE Alex., Strommata, I, XIV, 64, 2-4: DK 21 A 8: DECLEVA CAIZZI, 25 A. En este texto, y en el siguiente existe un pequeño problema, según von Fritz, y es la imposibilidad de que aparezcan cuatro miembros entre Demócrito y Pirrón. Cfr. von FRITZ, K.,«Pyrrhon», RE (Realencyclopädie des klassischen Altertumswissenschaft), XXIV, (1963), coll. 89-106, pp. 93-94.

136  Cfr. EUSEBIO DE CESÁREA, Praep. Evang., XIV, 17, 10: MIGNE, P.G., XXI, 1245 C: DECLEVA CAIZZI, 25 B; Cfr. Praep. Evang., XIV, 2, 4: MIGNE, P.G., XXI, 1184 C-D: DECLEVA CAIZZI, 26 A; XIV, 18, 31: MIGNE, P.G., XXI, 1256 C: DECLEVA CAIZZI, 26 B; XV, 1, 10: DECLEVA CAIZZI, 26 C en donde vuelve a considerar a estos autores, citados en el texto, como fundadores de esta orientación filosófica.

137  «Toca ahora examinar con éstos también a quienes, siguiendo un camino contrario afirman que es necesario prestar una creencia total a las sensaciones del cuerpo. De éstos son Metrodoro de Quíos y Protágoras el abderita. Ciertamente, se decía que Metrodoro había escuchado a Demócrito; y mostraba (establecía) como principio lo lleno y lo vacío; de los cuales uno es el ser y otro el no-ser. Escribiendo sobre la naturaleza comenzaba con esta introducción: «ninguno de nosotros sabe nada, ni siquiera esto mismo si sabemos o no sabemos nada». La cual introducción proporcionó malos recursos a Pirrón, que vino después». EUSEBIO, Praep. Evang., XIV, 19, 8-9: MIGNE, P.G., XXI, 1260 A-B: DECLEVA CAIZZI, 24.

138  PSEUDO-GALENO, Hist. philos., 3, 228, (DIELS, H., Doxographi Graeci, Collegit Recensuit Prolegomenis Indicibusque Instruxit, Berlin, 1879, Editio Quarta, 1976, p. 601; a partir de ahora lo citaré con las abreviaturas Dox. Graec.,): DECLEVA CAIZZI, 25 C.

139  Cfr. PSEUDO-GALENO, Hist. philos., 7, 234; DIELS, Dox. Graec., p. 604.

140  Cfr. DIELS, Dox. Graec., pp. 243-244 y 600-601; Cfr. asimismo p. 602-605. DECLEVA CAIZZI, F., Op. cit., pp 181-182, afirma, a su vez, que la relación entre Fedón y Pirrón podría ser una huella más de la tradición que intenta unir a Pirrón con la escuela socrática, pero la presencia del nombre de Anaxarco revela contaminación del texto.

141  «En efecto, físicos [fueron] Tales, Pitágoras, Empédocles, Heráclito, Anaximandro, Anaxímenes, Anaxágoras, Arquelao, Parménides, Leucipo, Demócrito, Jenófanes, Ecfanto e Hipón. Éticos [fueron] Sócrates discípulo de Arquelao el físico, Platón discípulo de Sócrates. El cual reunió las tres filosofías. Entre los dialécticos Aristóteles, discípulo de Platón; él fue el fundador de la dialéctica. Estoicos [fueron] Crisipo y Zenón. Epicuro sostiene una teoría casi opuesta a todos los otros. Pirrón Académico (el cual sostiene la incomprensibilidad de todas las cosas). Los Bramanes en la India, los Druidas entre los Celtas y Hesiodo». HIPÓLITO, Philosophumenon prooemium, 1-14; DIELS, Dox. Graec., p. 553: DECLEVA CAIZZI, 82. Un dato muy significativo en este texto es la posición solitaria de Pirrón de Elis.

142  von KIENLE, W., Die Berichte über die Sukzessionen der Philosophen in der hellenistischen und spätantiken Literatur, Berlin, 1961, pp. 23-24.

143  Por ejemplo, falta en Diógenes Laercio la vida de Metrodoro de Quíos, mencionado en IX, 58 como maestro de Diógenes de Esmirna, la de Nausífanes recordado en X, 14 como maestro de Epicuro y comete el error de confundir a Diógenes de Apolonia con Diógenes de Esmirna (aunque bien es cierto que al principio de la vida de Anaxarco dice que fue discípulo de Diógenes de Esmirna y no de Diógenes de Apolonia como correspondería al ser su antecesor en la serie de «Las vidas»).

144  Cfr. D.L., I, 14.

145  Es probable que la obra de Soción fuese la primera en inagurar este género de composiciones literarias, en cualquier caso si que parece -como anota Giannantoni- que es el primero de quien tenemos noticias en esta línea, Cfr. GIANNANTONI, G., «Pirrone, la scuola scettica e il sistema delle », en Lo Scetticismo antico, Atti del Convegno Organizzato dal Centro di Studio del Pensiero Antico del C.N.R., Roma, 5-8 Novembre, (1980), I, pp. 11-34, principalmente p. 19.


146  Hago algunas consideraciones sobre esta reacción antiescéptica en mi artículo «Epicuro y Lucrecio: un intento antiescéptico de fundamentación del conocimiento», Almirez, (Revista de la U.N.E.D., Córdoba), 1993, 2, pp. 11-22.

147  «_leg_ te poll_kiV ka_ _Epíkouron qaum_zonta t_n P_rrwnoV _nastro__n sunec_V a_to_ punq_nesqai per_ a_to_». D.L., IX, 64. No todos los estudiosos sobre Pirrón entienden el término _nastro__ de la misma forma, por ejemplo, Marcel CONCHE, Pyrrhon ou l'apparence, p. 58, lo refiere a la conversación fascinante de Pirrón, diciéndonos que Nausífanes fue cautivado por sus cualidades oratorias, las cuales reconducían constantemente el discurso a la ironía como fin de la posición pirrónica, de ahí que el término _nastro__ sea traducido por Conche por «renversement». Sin embargo, no parece que Conche tenga razón, pues la mayoría de los significados del término _nastro__ siempre están ligados a la práctica cotidiana, es decir a la conducta que se tiene en la vida. Así, creemos interesante, en este sentido, el estudio que dedica Marcelo GIGANTE, Scetticismo e Epicureismo, Napoli, 1981, pp. 38-40 a los significados del término _nastro__, término -dice él- bastante poco común en el lenguaje de la tradición filosófica, pero que siempre que aparece está relacionado con la forma de vida; Cfr. así mismo, SEDLEY, D., Epicurus and his Professional Rivals, «Cahiers de Philologie», 1, Lille, 1976, p. 136, el cual mantiene también la misma opinión.

148  Cfr. SEXTO M., XI, 169; vid., también, EPICURO, Fragmentos 219 y 221, (USENER, H., Epicurea (ed. H.U.), Lipsiae, 1887 (reimpr. Stuttgart, 1966, citado como Us.). vid., supra, p. 71, nota, 124.

149  Cfr. D. L., IX, 64: DECLEVA CAIZZI, 28. Esta idea se ve ampliada en el epígrafe dedicado a Nausífanes.

150  Cfr. BROCHARD, V., Op. cit., p. 72-76, concluye diciendo que allí donde los historiadores, erróneamente, «Où ils n'ont vu qu'un sceptique et un sophiste, il faut voir un sévère moraliste» (Donde ellos no han visto más que un escéptico y un sofista, es necesario ver un severo moralista), p. 75.

151  Cfr. GOEDECKEMEYER, A., Die Geschichte des Griechischen Skeptizismus, Aalen, 1968, p. 10, nota 4.

152  «Y en sus cartas el mismo Epicuro dice sobre Nausífanes: «Estas cosas le llevaron a la locura tal de maldecirme y llamarse mi maestro», además lo llamaba tanto pulmón como inculto, mentiroso y puta... al mismo Platón (lo llamaba) aúreo; a Aristóteles perdido (moralmente)...a Protágoras recadero y «plumilla» (escribiente) de Demócrito, y maestro de pueblo; a Heráclito embrollador, a Demócrito tonto charlatán y a Antidoro adulador; a los cínicos enemigos de Grecia; a los dialécticos destructores, a Pirrón ignorante e indocto». D.L., X, 8.

153  Para Epicuro la certeza es rastreada en los fenómenos que caen bajo nuestros sentidos. Epicuro presenta la experiencia elevándola a un plano general y descubriendo en ella leyes por las que se rigen los fenómenos. Para llegar a ello propone tres criterios de verdad: las sensaciones, las pasiones de placer y dolor y los conceptos universales, t_V a_sq_seiV ka_ prol_yeiV ka_ t_ p_qh, los epicúreos antiguos hablan de un cuarto criterio las _pibola_ o _antastika_ _pibola_ t_V diano_aV (Cfr., D.L., X, 31). De estos tres criterios el único verdadero, el criterio fundamental del que dependen los restantes, es la sensación; hasta tal punto que Diógenes Laercio, en el pasaje antes mencionado, parece identificar las sensaciones y las prol_yeiV, puesto que -como observa Rodríguez Donís- suprime el artículo «t_V» que debería servir de nexo de unión si se tratase de cosas realmente distintas, Cf. RODRÍGUEZ DONÍS, M., El materialismo de Epicuro y Lucrecio, Sevilla, 1989. Las sensaciones, según Epicuro, no pueden ser rechazadas ya que no podríamos tener otra referencia para juzgarlas como falsas más que otras sensaciones y éstas no podrían ser juzgadas (Cfr. D.L., X, 146). Por eso, el epicureísmo afirma que fuera de las sensaciones no existe más que opinión sujeta a error; la noción de verdad nos viene dada por los sentidos que son irrefutables. Lucrecio, un epicureísta romano, lo dice de manera definitiva:«Hallarás que el conocimiento de la verdad nos viene dado, en primer término, por los sentidos, y que los sentidos son irrefutables, (Invenies primis ab sensibus esse creatam notitiem veri neque sensus posse refelli)». LUCRECIO, De rerum natura, IV, 478-79.

154 «¡Oh, si yo hubiese podido tener una mente prudente examinando desde ambos puntos de vista! pero, por el contrario, el traidor camino me engañó, siendo ya viejo y descuidando totalmente la reflexión. Porque en cualquier dirección en que yo dirigí mi mente todo se reducía a lo uno y lo mismo, así todo lo que existe retorna siempre enteramente a una sola naturaleza formada de manera semejante». SEXTO, H.P., I, 224: DIELS, 9 B 59: S.H., 833: DK 21 A 35.

155  «Parmen_dou te b_hn megal__ronoV o_ pol_doxon, _V r' _p_ _antas_aV _p_thV _nene_kato n;seiV» (citamos el texto griego por la consideraciones que hacemos). D.L., IX, 23: DIELS, Poet., 9 B 44: S.H., 818. Recuerda esta alabanza de Parménides, el elogio que realiza Timón de Pirrón en D.L. IX, 65: DIELS, Poet., 9 B 48: S.H., 822: DECLEVA CAIZZI, 60.

156  El término griego «_antas_a» puede traducirse de varias formas: «aparición», «espectáculo», «representación», «acción de mostrarse», podemos también usar el concepto «fantasía» con el sentido de un nombre común, que designa las distintas formas que pueden asumir las «apariciones». Nosotros hemos optado por traducir el vocablo por «apariencia», teniendo en cuenta el sentido ya dado al término «_antas_a», o a términos semánticamente parecidos, por Platón «_ant_zesqai» «__ntasma», es decir: «representación que surge del _a_nesqai o «aparecer», y la tradicional interpretación de Parménides contraponiendo error de las apariencias, porque el testimonio de los sentidos es falso y conocimiento racional verdadero.

157  Cfr. The Verb «Be» and its Synonyms, (Philosophical and Grammatical studies, ed. by John W.M., VERHAAR) Part 6, The Verb «Be» in Ancient Greek, by Charles H., KAHN, Dordrecht, 1973, pp. 1-37. Podemos convenir, dice Kahn, que los recursos y las tendencias que tiene el lenguaje de un pensador construyen las bases de su actividad filosófica. Así, el desarrollo que va a tener el concepto «ser» en Grecia depende, principalmente, de los posibles usos que pueda tener el verbo «ser» en griego, y por tanto este hecho, en cierto modo, podría también determinar los conceptos ontológicos creados por Parménides, Gorgias, Platón o Aristóteles. En este sentido, no cabe la menor duda de que autores como Parménides o Aristóteles no podrían haber tenido una teoría del «T_ _n» o de «o_s_a», si ellos no hubiesen tenido un verbo «e_nai» que tenía ese participio presente y ese sustantivo que derivaba en -ía. Sigue afirmando que la unidad del concepto expresado por estas enunciaciones depende en alguna medida de la unidad del sistema lingüístico asociado con el verbo, o más generalmente con el grupo morfemático est_/e_nai/_;n, un sistema que está en los esquemas lingüísticos Indo-Europeos pero que adquiere unas características que son peculiarmente griegas. Vid., principalmente, Ibidem, p. 3.

158  No está del todo claro lo que Parménides quiso expresar con el verbo e_nai. Es verdad que es muy difícil encontrar en su poema el sujeto del verbo «ser». De hecho, no aparece expreso. Para J.E., RAVEN (en KIRK, G.S.,- RAVEN, J.E., The Presocratic Philosophers, reed. Cambridge, 1954, p. 270) y FRÄNKEL (FRÄNKEL, H., «Compte rendu de Verdenius, Parm., Classical Philology,, 41, (1946), p. 169 y en Dichtung und Philosophie des frühen Griechentums, New York, 1951 (reed. München, 1962, p. 403) hablan del «es» como si tuviese un uso impersonal, por lo que el sujeto quedaría diluido; mientras que si Parménides hubiese pensado en «lo que es» habría expresado una tautología «lo que es, es», este sería el sentido tal como lo entienden DIELS, H., Parmenides Lehrgedicht, mit einem Anhang über griechische Thüren und Schlöser, Berlin, 1897, p. 33 y CORNFORD, F., Plato and Parmenides, London, 1939, p. 30, nota 2. VERDENIUS, W.J., Parmenides, Some comments on his Poem, Groningen, 1942, p. 34, por su parte, sugirió «todo lo que existe», «la totalidad de las cosas». OWEN, G.E.L., «Eleatic Questions», Classical Quarterly, 1960, pp. 84-102 afirma que el término se refería a «lo que se manifiesta que existe».

Por su parte, Guido CALOGERO inaugura una interpretación diferente, para éste Parménides no distingue entre lenguaje-lógica-ontología, por eso dice que no hay que buscarle un sujeto a los dos verbos del fragmento 2, ya que con «es» y «no-es» Parménides no se refiere a una realidad que es o no-es, sino a la expresión «es» y «no-es», en su valor verbal y significativo, de manera que las _doi... diz_si_V... _pwV _stin del fragmento 2 y el no_ma _sti o_neken del fragmento 8,34 no son elecciones de contenido, sino elecciones formales concernientes al verbo e_nai, en forma positiva antes que negativa, no respecto a un cierto sujeto, sino en general para todo posible sujeto. Cfr. CALOGERO, G., Studi sull'eleatismo, Firenze, (n.e.), 1977, pp. 20-23, principalmente. KAHN, C.H., por su parte, en un artículo titulado «The thesis of Parmenides», Review of metaphysics, 22, (1968/1969), pp. 700-724 y en su obra The verb «be»...Op. cit., pp. 333-340, fundándose en el sentido «veritativo» de e_nai propone traducir _stin por «es así» («it is the case»). El sujeto de esta declaración el antecedente del pronombre (él/esto) sería «el objeto de conocimiento». Confróntese también para este sugerente tema MANSFELD, J., Die Offenbarung des Parmenides und die menschliche Welt, Assen, 1964, pp. 45-55, y O'BRIEN, D., Le poème de Parménide, texte, traduction, essai critique, en Études sur Parmenide, bajo la dirección de Pierre AUBENQUE, 2 vols., Paris, 1987, vol. I, pp. 157-169, para las ambigüedades de «ser», cfr., pp. 169-179.



159  «El gran poder inagotable de Zenón, de discurso dialéctico (_m_oterogl;ssou), crítico de todos, y Meliso, por encima de muchas apariencias, cediendo a pocas de ellas». D.L., IX, 25: DIELS, Poet., 9 B 45: S.H., 819: DK 29 A 1, (vid., DK 29 A 15, 11, en donde aparece también la palabra _m_oterogl;ssoV), cfr. además para la clarificación de este término EUSTAQUIO, Commentarii ad Homeri Iliadem et Odysseam, ad fidem exempli Romani, 1440.35, Leipzig, 1825-1830. Este término que aparece en el texto de Timón es importante, por lo que podemos hacer algunas reflexiones sobre él. La expresión _m_oterogl;ssou puede ser traducida literalmente como «de doble lengua», sin embargo, se puede proponer otra traducción, en la que gl¢ssa se podría traducir por «palabra» y _m__teroV por «doble sentido». Si lo tradujésemos así, en vez de hacer referencia a la crítica que realizaba a todos, tanto doctrinas como autores, estaría señalando la actitud que el propio Zenón tenía en filosofía, ya que como nos dice el texto de Plutarco, citado inmediatamente después, ejercitaba su disposición investigadora llegando a la aporía mediante la contradicción, y que por eso Timón lo llamaba «_m_oterogl;ssou» y «_pil_ptoroV». En este sentido, se haría referencia quizá a la duplicidad dialéctica de Zenón. Una interpretación de Alejandro (SIMPLICIO, Phys., 99, 14) afirmaba que Zenón no distinguía entre el _n negado como elemento de lo múltiple y el _n afirmado como negación fuerte de lo mismo múltiple. Aunque bien es verdad que el mismo Simplicio cree inoportuno atribuir la negación de lo uno a Zenón, ya que por otro lado negaba lo múltiple para afirmar lo uno parmenídeo, cfr. SIMPLICIO, Phys., 139, 3-5. Este significado le convendría muchísimo a Zenón si pensamos que se refiere a p_ntwn _pil_ptoroV, «crítico de todos», incluyendo las doctrinas de los filósofos, con lo que estaría haciendo referencia a la multiplicación que realiza en sus métodos de argumentar, cfr. CALOGERO, G., Op. cit., p. 178, nota 57 y p. 308, nota 66.

Este testimonio es también importante porque documenta la alta estima que Timón tenía por Meliso dedicándole un magnífico homenaje al decirnos que se mostró superior a la mayor parte de las falsas opiniones, y que le influyeron bastante poco, cfr. KERN, F., «Theophrástou perì Melíssou», Philologus, XXVI, 1867, pp. 271-289, vid., pp. 6 y 10; ZAFIROPULO, J., L'École éléate, Paris, 1950, p. 226 y MELISO, Testimonianze e frammenti, [A cura di Giovanni REALE], Firenze, 1970, pp. 338-339.



160  Cfr. PLUTARCO, Pericl., c. 4; DIELS, Poet., 9 B 45: S.H., 819.

161  Cfr. D.L., VIII, 57: DK 29 A 10; SEXTO, M., VII, 6: DK 29 A 10 y SUIDAS: DK 29 A 2.

162  «ya que Aristóteles, de nuevo, consideró a su amigo Zenón como el iniciador de la dialéctica». SEXTO, M., VII, 7: DK 29 A 10. Cfr. ARISTÓTELES, Soph. el., 172 a 8-13. Esta declaración ha provocado numerosas discusiones sobre todo por la importancia que la dialéctica va a tener en Platón y Aristóteles. KERFERD, G. B., The sophistic movement, Cambridge, 1981, p. 59, declara que hay que reducir el significado original del término «dialéctico», entendiendo por éste «escribir diálogos o usar del diálogo». Para justificar esto, cita el texto de D.L., III, 48: DK 29 A 14, donde se dice que Zenón fue el primero en escribir diálogos (aunque hoy en día se tiende a pensar no tanto que los diálogos fuesen escritos por Zenón, sino que fueron escritos por otros y que él aparecía en ellos, cfr. KERFERD, Ibidem). En este sentido, nos dice Aristóteles que el verbo dial_gesqai del que deriva dialéctico significa «discutir por el método de pregunta y respuesta» cfr. ARISTÓTELES, Sophist. El., 170 b 19, en donde parece decir que este método era utilizado por Zenón.

163 «Zenón de Elea el iniciador de la filosofía erística». PSEUDO-GALENO, Hist. Philos., 3, 229: DIELS, H., Dox. Graec., p. 601 y «Zenón de Elea el erístico». EPIFANIO, Varia excerpta, III, 11: DIELS, H., Dox. Graec., p. 590

164  Sus versos a Demócrito son éstos: «Cual sabio [era] Demócrito, (pastor) maestro de las palabras que examina el pro y el contra en la conversación, de los mejores que he leído». D.L., IX, 40: DK 68 A 1: DIELS, Poet., 9 B 46: S.H., 820. Cfr. DECLEVA CAIZZI, F., «Pirrone e Democrito -gli atomi: un «mito»?», Elenchos, 5, 1984, pp. 3-21, principalmente, p. 6. Probablemente, Timón usó el término _m__noon para expresar la duda de Demócrito. Este vocablo _m__noon aparece con similar significado en SÓFOCLES, Ant., 376. Vid., también lo dicho para el término _m_oterogl;ssou en la nota 27 de este mismo capítulo.

Diels cree que hay claras influencias homéricas en estos versos, cfr Poet., p. 183. La parte final de este fragmento es interpretada acentuando el carácter simbólico del encuentro entre Timón (llevado a los infiernos como si se tratara de otro Ulises) y las sombras de los filósofos, en este caso Demócrito. Así, Timón con met_ pr;toisin _n_gnwn no se estaría refiriendo a la lectura, «de los mejores que he leído», sino al encuentro «de los mejores que he conocido», evidentemente, dice Diels, in Orco. En S.H., 820, Lloyd-Jones & Parsons, encuentran en este verso un paralelismo con Il., V, 536 «met_ pr;toisin m_cesqai».



165  Cfr. D.L., IX, 52: DK 80 A 1: DIELS, Poet., 9 B 47: S.H., 821.

166  Cfr. D.L., IX, 51: DK 80 A 1. Recomendamos para la ampliación del problema de los escritos antilógicos de Protágoras, el estudio de CAPIZZI, A., Protagora, Le testimonianze e i frammenti, (Edizione riveduta e ampliata con uno studio su la vita, le opere, il pensiero e la fortuna), Firenze, 1955, pp. 278-288, hemos encontrado particularmente interesante la relación que aparece en estas páginas entre la dialéctica antilógica de tres filósofos más o menos contemporáneos Protágoras, Zenón y Gorgias. Vid., también ROMÁN ALCALÁ, R., «¿Cuándo filosofamos?: La imposibilidad del debate», Actas de Comunicaciones del Encuentro de Lógica y Filosofía de la Ciencia, Madrid, 13-15 de Noviembre, 1991, pp. 160-166.

167  SEXTO, M., IX, 57: DIELS, Poet., 9 B 5: S.H., 779.

168  «De estas cosas (de la física) abjuró el picapedrero, charlatán de leyes, el que fascina a los griegos, el que da argumentos precisos, nariz soplada (entrenada) por los retóricos, el que ironiza con un ático imperfecto». D.L., II, 19: DIELS, Poet., 9 B 25: S.H., 799; Cfr. SEXTO, M., VII, 8.

169  «Va al frente de todos como el pez platístacos, arengador de dulce palabra, imitador de las cigarras, que, colocadas junto al árbol de (Academo) la Academia, emiten un sonido dulce como el lirio». D.L., III, 7: DIELS, Poet., 9 B 30: S.H., 804. Se entiende, según Diels en este texto, que la referencia al Platístacos (un pez, posiblemente el salmonete que va delante de los demás) se usa como metáfora ya que Platón siempre solía nadar por delante de los demás en la piscina de la academia. Si esta semejanza entre el pez y el filósofo es correcta, entonces se puede hacer extensiva al fragmento un tanto oscuro de Timón sobre Arcesilao que habla de ir nadando a Pirrón y al oblicuo Diodoro, ya que al parecer la natación sería un «deporte de filósofos», Cfr. D.L. IV, 33: DIELS, Poet., 9 B 32: S.H., 806, ver además D.L. III, 26.

170  Cfr. D. L., V, 11; DIELS, Poet., 9 B 36: S.H., 810. Se puede encontrar en Homero el antecedente de este verso en Il., 23, 7, en donde se califica a la lucha de penosa.

171  Cfr. ATENODORO, IV, p. 158 a, DIELS, Poet., 9 B 13-14: S.H., 787-788.

172  Cfr., el comentario de DIELS, Poet., 9 B 38 y el extenso «excursus» de LONG, A.A. & SEDLEY, D.N., The Hellenistic Philosophers, vol., 2, Cambridge, 1987, vol. 1, 3 F, p. 23-24; como antes hemos dicho los estoicos son blanco de numerosas burlas y ácidas críticas de Timón, Cfr. además de los ya citados arriba, ATHENAEUS, VI, p. 251: DIELS, Poet., 9 B 6: S.H., 780; D.L. VII, 161: DIELS, Poet., 9 B 40: S.H., 814; D.L. VII, 170: DIELS, Poet., 9 B 41: S.H., 815 y ATHENAEUS, VII, p. 281: DIELS, Poet., 9 B 17: S.H., 791.

173  «Yo he visto a una codiciosa vieja fenicia que en su oscura vanidad deseaba poseerlo todo, pero su cesto de mimbre, pequeño como era, se diluyó; y tenía menos inteligencia que un «bla-bla-bla» (kindayo_o)». D.L. VII, 15: DIELS, Poet., 9 B 38: S.H., 812.

174  Según Diógenes Laercio, Arcesilao conoció la obra platónica: «Parece haber tenido en gran estima a Platón y tenía sus libros». D.L., IV, 32.

175  «Y así Arcesilao negaba que hubiera alguna cosa que pudiera saberse, ni aun aquello mismo que Sócrates se había permitido; pensaba, en consecuencia, que todo está escondido en lo oculto y que nada hay que se pueda percibir o entender». CICERÓN, Acad., I, XII, 45; Cfr. De Orat., III, XVIII, 67 y De Fin., V, III, 7. Esta tesis es defendida hoy por MOREAU, J., en su artículo «Pyrrhonien, Académique, Empirique?», La Revue Philosophique de Louvain, 1979, 77, pp. 311-313; vid., también ROBIN, L., Pyhrron et le Scepticisme grec (Les Grands Philosophes), Paris, 1944, pp. 43-44.

176  Cfr. CICERÓN, De Fin., II, I, 2.

177  «Cuando él habla se mete en medio de la muchedumbre, y ésta igual que los pajarillos alrededor de la lechuza, lo contemplan como un prodigio, mostrando a la luz su vanidad, porque (es) adulador de la multitud; pequeña cosa, desgraciado. ¿Por qué te enorgulleces como un necio». D.L., IV, 42, DIELS, Poet., 9 B 34: S.H., 808. También tiene Timón palabras contra los académicos en general, cfr. D.L., IV, 67: DIELS, Poet., 9 B 35: S.H., 809.

178  «Timón dice así de él «Con el plomo de Menedemo bajo el pecho correrá, o con Pirrón, todo carne, o con Diodoro»». D.L. IV, 33, DIELS, Poet., 9 B 31: S.H., 805. Existe cierta coincidencia de los especialistas sobre la obscuridad de estos versos de Timón. El texto es inseguro y no sabemos exactamente a qué se refiere Timón con él, o en qué escena está pensando. Así que dar una nueva interpretación, quizá aportaría un poco de confusión añadida a la ya existente; Cfr. para las diferentes interpretaciones de este fragmento de Los Sillos de Timón, DECLEVA CAIZZI, F., Pirrone, testimonianze, Op. cit., pp. 188-191; aquí hace la autora una documentada revisión de todas las interpretaciones que se han dado de estos versos y de las posibles influencias de Arcesilao que de ello se deduce.

179  Cfr. EUSEBIO, Praep. Evang., XIV, 5, 11-14: MIGNE, P.G., XXI, 1200 A-B: DECLEVA CAIZZI, 33. Numenio también ensaya una sucesión de Arcesilao, diciéndonos que es discípulo de Polemón. Da la sensación por las referencias que presenta Numenio que Arcesilao fue un ecléctico que tomaba de quien quería lo que más le interesaba: «Por otro lado, Arcesilao tomó de Teofrasto, y del platónico Crantor, también de Diodoro, y después de Pirrón: de Crantor aprendió el arte de persuadir, de Diodoro el ser sofista, gracias a Pirrón se hizo versado en todo, audaz [y no declaraba nada] y de él se recitaba un verso paródico y burlón: «Por delante Platón, por detrás Pirrón, en medio Diodoro»». EUSEBIO, Praep. Evang., XIV, 5: MIGNE, P.G., XXI, 1197 D-1200 A: DIELS, Poet., 9 B 31: S.H., 805.

180  D.L., IV, 33: DIELS, Poet., 9 B 31-32: DECLEVA CAIZZI, 32. Este texto también aparece en SEXTO, H.P.,I, 232 y 234. De la misma opinión que Aristón es Sexto Empírico, gran conocedor de todo el escepticismo, cuando afirma que la filosofía de Arcesilao tiene muchas cosas en común con la de los pirrónicos. Véase también las notas 62 y 66 de este mismo capítulo. Es curioso reparar en las páginas de ROBIN, L., Pyrrhon et le scepticisme grec, p. 40; y DAL PRA, M., Lo scetticismo greco, vol. I, p. 121 Por su parte GOEDECKEMEYER, A., Op. cit., p. 32, nota 3, propone interpretar este texto de Aristón cronológicamente. Según Goedeckemeyer, con este verso Aristón no se refería a ningún tipo de influencia filosófica sino que sólo aporta datos de orden temporal y nada más.

181  «pr_sqe l_/wn, _pi/qen d_ dr_/kwn m_/ssh d_ c_/maira». HOMERO, Iliada, VI, 181, Cfr. además HESIODO, Teogonía, 323 y también LUCRECIO, De rerum natura, V, 905, el cual escribiendo sobre el origen de las especies, rechaza la existencia de cualquier animal fabuloso, dejándonos como uno de los ejemplos la misma definición de la Quimera homérica: «prima leo, postrema draco, media ipsa Chimaera». Robin y Dal Pra recogen el dato de la parodia-semejanza de los dos versos dedicados a Arcesilao (curiosamente los dos traducen por error «lion par devant, dragon au milieu, chimère en arrière»; «leone davanti, dragone nel mezzo, chimera dietro»).

182  Cfr. DAL PRA, M., Op. cit, vol. 1, p. 124 y también NATORP, P., Forschungen zur Geschichte des Erkenntnisproblems im Alterthum. Protagoras, Demokrit, Epikur und die Skepsis, Berlin, 1884, pp. 290-292.

183  Sobre la influencia de Pirrón sobre Arcesilao los estudiosos están divididos.
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