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desarrollo del embrión humano. Poco plausible en apariencia, a falta de una
refutación basada en una evaluación científica rigurosa, sólo una persona imprudente
rehusaría mantener al menos parcialmente una mente abierta. Por ello precisamente
deberíamos estar deseosos de conceder a los científicos del período helenístico y de
los inicios de la época romana la capacidad de pensar racionalmente, aunque dentro
de los términos de un discurso y una cosmología distintos a los nuestros.
La astrología griega alcanzó el mayor prestigio bajo el imperio romano,
cuando la solicitaban las élites y la plebe por igual; la obra de Ptolomeo es prueba de
su importancia en el siglo II d.C. Sólo podemos imaginar cuan ampliamente fue
practicada en el período helenístico; pero sería razonable suponer que se inició con la
élite griega, particularmente en Alejandría, donde la mayoría de los astrólogos
famosos ejercieron.
Las matemáticas, puras y aplicadas
Las matemáticas habían hecho algunos avances antes de concluido el siglo
IV, cuando Endemos, un discípulo de Aristóteles compiló una historia de la
aritmética y la geometría. Los filósofos pitagóricos habían examinado las
propiedades de los números de un modo semimístico, pero una rigurosa tradición de
geometría había comenzado a desarrollarse hacia finales del siglo V. No es seguro
cuánto de esto heredaron los griegos de la Mesopotamia del segundo milenio o del
Egipto de la edad de hierro, y cuánto inventaron independientemente; pero es
probable que la noción de prueba fuera suya. Eudoxo dio pasos importantes para
superar los problemas lógicos en el siglo IV, probablemente estableció la geometría
sobre una sólida base antes de Euclides. De este modo, en las matemáticas como en
otras áreas, los siglos III y II representaron una continuación de lo anterior, no un
cambio radical.
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El logro del siglo III en matemáticas ha sido caracterizado como el
más grande de todas las ciencias.
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Esto puede ser exacto, pero no se deberían
comparar las matemáticas con otras ciencias, o con las matemáticas antes o después;
el papel de la especulación matemática en la sociedad y la cultura también debe ser
tomado en cuenta.
Esto no equivale a negar la excelencia de la creación griega en el campo de
las matemáticas puras. Su complejidad puede ser captada inmediatamente con una
mirada a cualquier pasaje (como en la selección Loeb, Greek Mathematical Works).
El nombre de Euclides (Eukleides en griego), que trabajó en Alejandría alrededor de
300 a.C. (su lugar de nacimiento es incierto), es todavía conocido por los estudiantes
de matemáticas, principalmente gracias a su obra geométrica. Aunque es difícil
establecer cuan original fue su contribución, habría hecho una innovación
simplemente sistematizando el conocimiento existente de forma más amplia que sus
predecesores. Parece probable también que perfeccionara las nociones básicas de
axioma (primer principio) y de hipótesis, y agregó nuevos axiomas, como el de que
todas las líneas no paralelas se cruzan en algún punto. Según las tradiciones de la
filosofía, comienza con los primeros principios, de lo cual da una idea el siguiente
extracto:
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Definiciones. (1) Un punto es lo que no tiene partes. (2) Una
línea es una longitud sin anchura. (3) Los extremos de una línea son
puntos. (4) Una línea recta es aquello que yace por igual respecto de los
puntos que están en ella. (5) Una superficie es lo que sólo tiene longitud y
anchura. (6) Los extremos de una superficie son líneas [siguen otras
diecisiete definiciones más].
(Euclides, Elementos, 1, GMW i, 437-439)
Hasta un punto casi único entre las antiguas obras matemáticas, las ideas de
Euclides, con algunas modificaciones por escritores posteriores, formó la base de una
rama entera del campo de la geometría hasta el siglo XX. Sus demostraciones son
planteadas exactamente igual que en los libros de texto actuales, usando las letras del
alfabeto para designar puntos, y se acompañan con diagramas en los manuscritos que
quedan. He aquí el inicio de una de sus proposiciones (el llamado «método de
exhausción»:
Demostración de Euclides por el método de la exhausción. (Basada en
Thomas,
Greek Mathematical Works, i. 461)
Los círculos son uno a otro como los cuadrados de sus diámetros.
Sean ABCD, EFGH los círculos y BD, FH sus diámetros.
Digo que como el círculo ABCD es al círculo EFGH, así el
cuadrado de BD es al cuadrado de FH.
Pues si el círculo ABCD no fuera al círculo EFGH como el
cuadrado de BD es al cuadrado de FH, entonces, como el cuadrado de BD
es al cuadrado de FH, así será el círculo ABCD a un área menor que el
círculo EFGH o a una mayor. Séalo en primer lugar a un área menor S;
inscríbase el cuadrado EFGH en el círculo EFGH; entonces el cuadrado
inscrito es mayor que la mitad del círculo EFGH; porque si traza más
tangentes al círculo por los puntos E, F, G, H, el cuadrado EFGH es la
mitad del cuadrado circunscrito en torno al círculo y el círculo es menor
que el cuadrado circunscrito; de modo que el cuadrado inscrito EFGH es
mayor que la mitad del círculo EFGH.
Divídanse en dos partes las circunferencias EF, FG, GH, HE en
los puntos K, L, M, N y trácense EK, KF, FL, LG, GM, MH, HN, NE;
entonces cada uno de los triángulos EKF, FLG, GMH, HNE es mayor
que la mitad del segmento del círculo en que se halla ... [la prueba
continúa por dos páginas más].
Por consiguiente, los círculos son uno a otro como los cuadrados
de sus diámetros.