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Los últimos Antigónidas (239-168 a.C.)
En Macedonia, Demetrio II (r. 239-229), durante su confuso reinado, se vio
fuertemente involucrado en Grecia, lo que comprendió intervenciones en Acarnania,
Argos, Grecia central y el noroeste.
116
Su muerte prematura dejó a Antígono Dosón
(r. 239-221) como regente del joven Filipo V. Después de defender con éxito el reino
frente a la invasión de los dardanios, etolios y tesalios, Dosón fue hecho rey con
Filipo como su hijo adoptivo y heredero. Perdió el control de Atenas al comienzo,
pero supervisó la reconstrucción de la liga tesalia, restableció su influencia en Caria
en Asia Menor occidental (quizá como futura provincia para Filipo) y, como hemos
visto, lanzó una expedición clave contra Esparta que hizo de Maeedonia la potencia
decisiva en el Peloponeso. Parece haber aprendido de la experiencia de Demetrio II e
hizo buenos planes administrativos,
117
pero a su muerte la entrega del poder a un
joven de diecisiete años debió probablemente cambiar el ritmo y el carácter del
gobierno.
Filipo V (r. 221-179) demostró su valor luchando contra los vecinos no
griegos de Macedonia, y después combatió en la guerra «social» (i.e. la guerra de los
aliados, 220-217) contra los etolios, los espartanos y los elianos. Sus intentos de
ampliar la influencia macedónica hasta el Adriático, y su alianza con Aníbal de
Cartago, lo llevó al conflicto con Roma, que culminó en la primera guerra macedonia
(211-205) contra Roma y los etolios y la segunda (201-197) contra una coalición de
Roma, Egipto, Pérgamo, Rodas, Bizancio y Etolia. En ambas guerra fue derrotado y
sometido a tratados de paz desventajosos. Aunque se convirtió en aliado de Roma y
pudo reconstruir su poderío militar, despertó sospechas, como muchos de los aliados
de Roma. Después de ejecutar a su hijo Demetrio por traición, murió inmediatamente
y dejó el reino a Perseo(r. 179-168).
118
A su vez, Perseo, al conseguir renombre en su patria por sus campañas en
Grecia septentrional y central, se convirtió en objeto de temor romano; fue depuesto,
y se abolió la realeza en la tercera guerra macedonia (172-168); murió después
cautivo en Italia.
119
El reino fue dividido en cuatro repúblicas y en 146 se convirtió
en una provincia romana.
LOS LIMITES DEL PODER MACEDÓNICO
Los argumentos que señalan un empobrecimiento de Macedonia al inicio del
reinado de Gónatas no son tan sólidos como los historiadores han presumido con
frecuencia. Antes se ha sugerido que, aunque los gálatas fueron los invasores más
importantes de Grecia desde Jerjes, los efectos de sus campañas habrían sido
exagerados y que su importancia habría dado oportunidades a los reyes para
demostrar su pericia militar. Antígono Gónatas no estuvo solo en sus esfuerzos por
167
mantener un perfil cultural destacado entre sus homólogos. Había una larga tradición
de actividad cultural e intelectual dentro y en torno a la corte helenizada. Se dice que
Filipo V gustaba de los epigramas y que ordenó que se hicieran copias de la historia
de Filipo II por Teopompo (FGH 115 fr. 31). Se edificarían templos para los nuevos
cultos de los fundadores de ciudades en Filipoi, Tesalónica y Demetria. Hacia 187 un
templo para el dios egipcio Serapis había ya existido por algún tiempo en Tesalónica
(Burstein 72). Los Antigónidas hacían ofrendas en Délos, donde, bajo el reinado de
Filipo V, había suficientes residentes macedonios para formar una koinon y dedicar
una estatua al rey, que edificó una stoa:
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El koinon de los m[ace]don[ios] (honra)
al rey Fi[lipo hijo del rey]
Demetrio por su vfirtud].
y su buena voluntad [hacia Apolo?]
(Syll3 515; Choix 55)
121
Estos ejemplos aislados, algunos posteriores a la década de 220, refuerzan la
idea de que el estado macedonio posterior a 277 distaba de estar en la bancarrota. Las
dificultades para controlar Grecia meridional tenían más que ver con el fragmentado
paisaje político y las tradiciones de independencia local que con una debilidad
inherente en el norte. Incluso Filipo II tardó veinte años en sojuzgar a los griegos. El
hecho de que después de Demetrio Poliorcetes pasase medio siglo sin que un ejército
macedonio tomara la ofensiva en Grecia
122
no significa que el estado fuera débil.
Dado el costo de conservar las «cadenas», habría sido sorprendente encontrar además
a sus ejércitos en una campaña continua con gran costo en el sur. Sin embargo,
algunas importantes ciudades-estado griegas permanecieron independientes durante
largos períodos.
Los reyes macedonios no se esforzaron demasiado por establecer un control
completo de la Grecia meridional, y no parecen haber estado excesivamente
preocupados por la presencia de bases ptolemaicas en las fronteras de su territorio.
Estas consideraciones sugieren que su interés era principalmente excluir a los otros
reinos de obtener ventajas comerciales o militares al tener un libre acceso a Grecia, e
impedir el crecimiento o resurgimiento de potencias peligrosas (Atenas, Etolia) en
Grecia. El empleo de guarniciones bien situadas y de tiranos títeres para gobernar las
ciudades
fueron modos
eficientes
de estabilizar el
control indirecto.
1
Sobre la geografía de Macedoma, véanse los excelentes sumarios de N G L Hammond, History of
Macedonia, /
Historical Geography and Prehistory (Oxford, 1972), caps 1 (pp 3-18) y 6(pp 205-211),
con mas detalle, caps 2-5 (pp 19-204), incluido el cap 4 (pp 142-176) sobre la meseta central (con el
mapa 14, pp 140-141) Sobre la extensión del territorio macedonio véase R M Errington, A History of
Macedonia (Berkeley, Los Angeles y Londres, 1990), cap 1 (pp 1-34), sobre la formación del
territorio y la evolución de sus estructuras políticas véase la excelente síntesis de M B Hatzopoulos,
Macedonian Institutions under the Kings (Atenas, 1996), i, pp 463-486.
2
Hammond, Macedonia, i, pp 205-206, 209, «no griego», pp 210-211.
3
Sobre el pasaje de Amano y su impacto en los estudios sobre Macedonia, véanse las observaciones
de Hatzopoulos, Institutions, i, pp 49-50, sobre la tradición cívica, ibid pp 51-125, cf p 464.
4
N G L Hammond, en N G L Hammond y G T Griffith, A History of Macedonia, ii 550-336 BC
(Oxford, 1979), p 659. El proceso de recuperar las tierras inundadas tomo al menos veinte años (356-
336) Hammond especula que Filipo hizo lo mismo en la meseta costera del golfo termaico.