54
57
M H Jameson, C N Runnels y T H van Andel, A Greek Countryside The Southern Argolid from
Prehistory to the Present Day (Stanford, CA, 1994), pp 383-384
58
L S Bommelje y P J Doorn, eds , Stroriza Región Project An Historical topographical Fieldwork
(1981 1984) 1984, Third ínterin Report (Utrecht, 1985), cuadro 1, L S Bommelje et al,
Aetolia and the
Aetolians Towards the Interdisciplinary Study of a Greek Region (Utrecht, 1987), p 30, y lista de
yacimientos en pp 68-72.
59
R Dalongeville et al, Paysages d Achate, i Le Basin du Petros et la plaine occidentale (Atenas,
1992), pp 68-69.
60
C Mee y H Forbes, eds, A Rough and Rocky Place The Landscape and Settlement History of the
Methana Peninsula Greece (Liverpool, 1997) pp 69-75.
61
C Muller, Geographi Graeci minores (París, 1861), i, pp 97-110, F Pfister, Die Reise bilder des
Herakleides Einleitung Text Ubersetzung und Kommentar (Viena, 1951), texto en pp 72-95. La
identidad del autor es incierta, de una referencia en otro libro antiguo puede inferirse que era llamado
Heraclides Créticos (ibid pp 17-19) Véase también Wallbank, HCP iii, pp 72-74.
62
Wallbank, HCP iii, pp 72-74.
63
J L Bintliffy, A M Sriodgrass, «The Cambridge/Bradford Beotian expedition the first four years»,
Journal of FieldArchaeology, 12(1985), pp 123-161, en pp 139 145,147.
64
Sobre la población de Atenas, véase M H Hansen, Demography and Democracy The Number of
Athenian Citizens in the Fourth Century BC (Herning, 1985) Para la presunta despoblación, véase H
Lauter, Attische Landgemeinden in klassicher Zeit (Marburgo, 1993), pp 129-142, H Lohmann,
«Agriculture and country life in classical Attica», en B Wells, ed, Agriculture in Ancient Greece
(Estocolmo, 1992), pp 29-57, en pp 30, 38, ambos continuados por Parker, Athenian Religion A
History (Oxford, 1996), pp 264-265. Para una evaluación más numerosa, que sostiene que solo hubo
una ligera disminución, véase G J Oliver, «The Athenian state under threat politics and food supply,
307 to 229 BC» (tesis doctoral de Oxford no publicada, 1995), pp 10-29. Sobre la población
probablemente estable de Grecia en general, véase C Davies, «Cultural, social and economic features
of the hellenistic world», CAH2 vii 1 (l984),cap 8(pp 257-320), en pp 291-292.
65
J F
Cherry et al,
Landscape Archaeology as Long-term History Northern Keos in the Cycladic
Islands from Earhest Settlement until Modern Times (Los Angeles, CA, 1991), pp 343-
344, frag 17.7.
66
C Renfrew y M Wagstaff, eds, An Island Polity The Archaeology of Exploitation in Melos
(Cambridge, etc , 1982), pp 252-253.
67
Datos sin procesar en G Shipley, «Site catalogue of the survey», en W Cavanagh, J Crouwel, R W
V Catling, y G Shipley, C
ontinuity and Change in a Greek Rural Landscape The Laconia Survey, in
Archaeological Data (Londres, 1996), pp 315-438, G Shipley, «The survey areas in the hellenistic and
Roman periods», de próxima publicación en vol 1.
68
S E Alcock, «Breaking up the hellenistic world survey and society», en I Morris, ed, Classical
Greece Ancient Histories and Modern Archaeologies (Cambridge, 1994), cap 9,pp 171-190.
55
2. ALEJANDRO Y LOS DIADOCOS HASTA EL 276 a.C.
El período helenístico encarna una paradoja: la extensión de la cultura y la
influencia de la Hélade (Grecia) en el mundo de habla no griega tuvo lugar después
de la decadencia de las principales ciudades-estado griegas tales como Atenas,
Esparta y Tebas, y como resultado del auge de lo que los griegos del sur
consideraban como un reino no griego, Macedonia (la cultura griega, por supuesto,
se había expandido a nuevas áreas antes mediante la colonización, pero las
conquistas de Alejandro aceleraron el proceso y le dieron una nueva dinámica). Este
capítulo verá primero rápidamente la situación de Grecia antes del reinado de
Alejandro, y después sus conquistas con sus secuelas. Las guerras entre los sucesores
de Alejandro llevaron a la creación de nuevas monarquías y dinastías. De los
generales de Alejandro, dos no se convirtieron en fundadores de dinastías, pero sus
vidas por esa misma razón son reveladoras y dignas de estudio en sí mismas:
Eumenes y Lisímaco. Después nos ocuparemos del otro enemigo no griego que
penetraría en el mundo griego durante ese período, los gálatas o galos, y los posibles
efectos de las campañas de Alejandro y las guerras de los diadocos en la demografía
de Grecia.
EL SIGLO IV Y LA ETAPA POSTERIOR
La Grecia clásica era un mundo de ciudades-estado separadas (poleis),
comunidades políticas de ciudadanos fundadas en centros urbanos; no era un sistema
de estados naciones como el mundo moderno. Pese a esta aparente fragmentación,
las ciudades-estado formaban una esfera cultural ampliamente ligada por la lengua,
las costumbres y la religión, que abarcaba no sólo la Grecia continental y las islas
vecinas sino cientos de ciudades griegas en torno a las costas del Mediterráneo
(notoriamente Sicilia e Italia), el norte de África, el Asia Menor, los Dardanelos y el