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el imperio: demasiados jefes individuales y soldados tenían algo en juego en un
resultado diferente.
Las ambiciones individuales de los soldados griegos también tuvieron
consecuencias para la población nativa de Egipto y Asia (capítulos 6, 8). La época
«helenística» no fue un período en que «el Oriente» se volvió culturalmente griego;
pero los griegos sí colonizaron muchas partes de Asia occidental y Egipto y trajeron
con ellos su cultura, incluidas las prácticas militares, así como la religión, la
literatura y el atletismo— todas las cosas que constituían su identidad para sus
propios ojos, y cuya ausencia hacía bárbaros a los otros. La emigración, el exilio y el
servicio mercenario proporcionaron los principales estímulos para la expansión del
poder griego en el Oriente Próximo.
1
Sobre el sistema de tributo del imperio persa véase S Hornblower, «Persia», CAH1 vi (1994), cap 3
(pp 45-96), en pp 59-62, sobre su perpetuación por Alejandro en Asia Menor occidental, véase A B
Bosworth, «Alexander the Great part 2, Greece and the conquered territories», CAH2 vi, cap 117 (pp
846-875), en pp 868-870.
2
P ej A W Gomme, «The end of the Greek city-state», en A W Gomme, Essays in Greek History and
Literature (Oxford, 1937), cap 11 (pp 204-248)
3
Sobre la definición de la polis, y el llamado «fin de la polis», véase M H Hansen, «Introduction the
polis as a citizen-state», CPC Acts 1 (1993), pp 7-29, en pp 20-22 (cita p 21), más ampliamente en
CPC Acts 5 (1998), P J Rhodes, «Athenian democracy after 403 BC», Classical Journal, 75 (1980),
pp 305-323, W G Runciman, «Doomed to extinction the polis as an evolutionary dead-end», en O
Murray y S Price, eds, The Greek City (Oxford, 1990), cap 14 (pp 347-367). C Mosse, Athens in
Decline 404-86 BC (Londres, 1973), adopta una postura pesimista, tales opiniones fueron
convincentemente rechazadas por P Gauthier, «Les cites hellenistiques», CPC Acts 1 (1993), pp 211-
231 Véase también E S Gruen, «The polis m the hellenistic world», en R M Rosen y J Farrell, eds ,
Nomodektes Greek Studies in Honor of Martin Ostwald (Ann Arbor, Mi, 1993), pp 339-354.
4
Véase P J Rhodes con D M Lewis, The Decrees of the Greeks States (Oxford, 1997), esp parte 3, cap
5, «Democracy and Freedom» pp 528-549, sobre la amplia continuidad de las formas democráticas
hasta el siglo II a C por lo menos.
5
Habicht, Athens, p 2. Véase también D M Lewis, «Democratic institutions and their diffusion»,
[Practicas del 8 ° Congreso de Epigrafía Griega y Latina»] (Atenas, 1984), i, pp 55-61, reimpr en id,
Selected Papers in Greek and Near Eastern History (Cambridge, 1997), cap 8 (pp 51-59) La
continuidad de la participación en Atenas es también subrayada por G J Oliver, «The Athenan State
under threat politics and food supply, 307 to 229 BC» (tesis doctoral inédita, Oxford, 1995)
6
Gauthier, «Les cites hellenistiques», pp 213-214.
7
J K Davies, «Cultural, social and economic features of the hellenistic world», CAH2 vii, 1 (1984),
cap 8 (pp 257-320), en pp 270-285.
8
Respectivamente IG xii, suplem 348, I Delos, 509, IG n2, p 1 013.
9
G Klaffenbach, Die Astynomeninschrift von Pergamon (Berlín, 1954), SEG xiii, p 21.
10
Sobre el reinado de Alejandro, además de los trabajos citados en la Bibliografía complementaria,
véase N. G. L. Hammnond, en N.G.L. Hammond y F. W. Walbank,
A History of Macedonia, iii: 336-
167B.C. (Oxford, 1988), caps. 1-4 (pp. 3-94).
11
Vidas de los diez oradores = Moralia, 832 b-852 e. Sobre Harpalos, véase W. Heckel, The
Marshals of Alexander 's Empire (Londres y Nueva York, 1992), pp. 213-221.
12
Habicht, Athens, 13.
13
Sobre la «leyenda de Alejandro», véase cap. 7, pp. 251-252. Los cuentos populares medievales
judíos sobre Alejandro se encuentran en H. Schwarz, ed., Miriam’s Tambourine: Jewish Folktales
from around the World (Oxford, 1988), pp. 118-134 (Debo esta referencia a Martyn Richards).
14
La validez de los Últimos Proyectos es aceptada por A. G. Bosworth, From Arrian to Alexander:
Studies in Historical Interpretation (Oxford, 1988), como también por N. G. L. Hammond, p. ej.
reseña de Bosworth en CR 103 [n.s. 39] (1989), pp. 21-23.
15
Cf. Préaux, I, 136; H. S. Lund, Lysimachus: A Study in Early Hellenistic Kinship (Londres y Nueva
York, 1992), p. 52.
79
16
Entre muchos relatos detallados de 323-301 a.C., véase E. Will, «The succession to Alexander»,
CAH2 vii, 1 (1984), cap. 2 (pp. 23-61); N. G. L. Hammond, en Hammond y Walbank,
Macedonia, iii,
caps. 5-8 (pp. 95-196).
17
Los detalles en Will, «Succession», pp. 26-28. Para los detalles de las carreras de los generales de
Alejandro, véase Marshals, esp. pp. 50-56 (Antigono), 107-133 (Crátero), 134-163 (Pérdicas), 222-
227 (Ptolomeo), 253-257 (Seleuco), 267-275 (Lisímaco, con Lund, Lysimachus, p.4).
18
La frase es de Walbank, HW, pp. 46-47.
19
Véase Wallbank, HW, pp. 52-53.
20
Cf. Lund, Lysimachus, pp. 51-52, para las razones por las que deberíamos suponer que todos los
diadocos en efecto aspiraban a gobernar todo el imperio. Para la tesis de que Antigono buscó reinar
sobre todos los macedonios, véase N. G. L. Hammond, «The Macedonian imprint on the hellenistic
world», en Green, HHC, pp. 12-23, en p. 15; pero E. N. Borza, «Response» (ibid. pp. 23-35), en p. 25,
lo niega con razón.
21
Ambos traducidos A. Stewart, Greek Sculpture: An Exploration (New Haven, CT, y Londres,
1990), i, pp. 298-299, n°1, 142-143.
22
Staatsv. iii, p. 446.
23
Como E. Will parece hacer en «The formation of the hellenistic kingdoms», CAH2 vii. 1 (1984),
cap. 4 (pp. 101-117). Para otros detalles de 301-276 a.C, véase F. W Walbank, en Hammond y
Walbank, Macedonia, iii, caps. 9-11 (pp. 199-258).
24
El significado de su apellido es inseguro, posiblemente era un apodo de los soldado que significaba
«patizambo»: W. W Tarn,
Antigonos Gonatas (Oxford, 1913; reimp. 1969), p. 15, n. 1; F. W.
Walbank, en Hammond y Walbank, Macedonia, iii, p. 316, n. 3.
25
Staatsv. iii, p. 429.
26
J. Hornblower, Hyeronimus of Cardia (Oxford, 1981), pp. 106, 154, n. 210, pp. 297, 203-240.
27
P. Briant, «D'Alexandre le Grand aux diadoques: le cas d'Euméne de Kardia», REA 74 (1972), pp.
32-73; 75 (1983), pp. 43-81 (reimpreso en Briant, RTP, pp. 13-93); esp. REA 75: pp-79-80 (RTP, pp.
92-93); cita en REA 75: p. 79 (RTP, p. 91): «ni ses origines grecques, ni sa loyauté envers les rois, ne
constituent une explication satisfaisante de la carriére du Kardien» [«ni sus orígenes griegos, ni su
lealtad hacia los reyes, constituyen una explicación satisfactoria de la carrera de Cardio»]
28
Lund, Lysismachus, pp. 27-29. Sobre las campañas de Filipo, Alejandro y los primeros diadocos en
Tracia, y sobre el cambio cultural en la Tracia odrisia en los siglo IV y III, véase Z. H. Archibald,
The
Odrysian Kingdom of Thrace - Orpheus Unmasked (Oxford, 1998), pp. 304-316.
29
IG ii2, p. 657. Véase Lund, Lysimachus, pp. 85-87, 101-102, 181, e índice s.v. Atenas; Oliver,
«Athenian state under threat», pp. 235-238.
30
G. Rogers, The Sacred identity of Ephesos: Foundation Myth of a Roman City (Londres y Nueva
York, 1991), p. 99.
31
Ibid. p. 89.
32
Sobre estos puntos véase Lund, Lysimachus, pp. 139-142, 165-182.
33
Ibid. pp. 37-39, 147-152; cita, p. 152.
34
Ibid. p. 198.
35
Ibid. pp. 199-200; la evidencia de las revueltas en la ciudad antes de Curopedion es frágil, ibid., pp.
200-201.
36
F. W. Walbank, «Macedonia and Greece», CAH2 vii, 1 (1984), cap. 7 (pp. 221-256), en p 221.
Sobre el episodio en su conjunto, véase Lund,
Lysimachus, pp. 186-195.
37
Sobre estos reinos véase H. Heinen, «The Syrian-Egyptian wars and the new kingdoms of Asia
Minor», CAH2 vii, 1 (1984), cap. 11 (pp. 412-445), en pp. 425-426; Préaux, i, p. 184 y n. 2.
38
La opinión negativa la expresa enérgicamente K. Meister, «Agathokles», CAH2 vii, 1 (1984), cap.
10 (pp. 384-411), exp. pp. 409-411; id., «Agathocles (1)», OCD\ p. 37. Para una opinión más positiva
de los logros de Agatocles, véase C. Mossé, La Tyrannie dans la Gréce antique (París, 1.a ed., 1969),
parte 3, cap. 3 (pp. 167-177).
39
Como Meister, «Agathocles», p. 405, observa sobre el tema.
40
Sobre los celtas en la Anatolia del siglo III, véase S. Mitchell, Anatolia: Land, Men, and Gods in
Asia Minor, i,
The Celts in Anatolia and the Impact of Roman Rule (Oxford, 1993), cap. 2 (pp. 13-26);
R. E. Alien, The Attalid Kingdom: A Constitutional History (Oxford, 1983), esp. cap. 5(pp. 136-144).
41
N. G. L. Hammond, The Macedonian State: Origins, Institutions and History (Oxford, 1989), pp.
298-302.