17
9 de junio de 1944
Hartree, D.R.
El analizador diferencial y su aplicación a los
problemas de control.
18
7
de julio
Porter A.
Estudio de las prestaciones de un sistema de control
de tiro.
19
10 de noviembre de 1944 Donald, M.B
Callender, A.
Foster, E.W.
Control y medida en la industria química.
Problemas de control industrial.
Servos industriales eléctricos.
20 Desconocida Caldwell,
S.H.
Desarrollo
de
los sistemas de control de tiro en los
Estados Unidos.
21
9 de febrero de 1945
Hayes, K.A.
Holland G.E.
Especificaciones de un Servomecanismo.
Control remoto de reflectores G.E. 1939.
22
23 de marzo de 1945
Ludbrook, L.C.
Control de velocidad de reflectores.
23
24 de agosto de 1945
Sudworth, J.
Sistemas de control de las bombas volantes alemanas
V1 y V2.
Tabla 1. Principales aportaciones del Servopanel.
En el comienzo de la guerra, aunque cada etapa requería algunos operadores, cada uno efectuando
operaciones de seguimiento manual, había una considerable controversia en cuanto al valor operacional del
control automático. Esto no es sorprendente ya que los predictores que estaban en uso tenían un error medio
de 2-3 grados que eran del mismo orden que el error medio de un operador de batería bien entrenado que
efectuase un seguimiento manual. Cuando la guerra progresó, aumentó la velocidad de los blancos, el
personal entrenado comenzó a escasear y la aparición de los radares de seguimiento mejoró notablemente la
capacidad de predicción: era pues el momento para que el control automático se hiciese notar.
Con el objetivo fundamental de investigar y avanzar en los problemas de control del radar y de control de
tiro, en marzo de 1942, de una manera informal se constituyó un grupo que posteriormente sería denominado
el "Servo-Panel". Su principal función consistió en organizar encuentros, proporcionar información y servir
de nexo de comunicación entre diferentes grupos de investigación.
El gobierno americano al intentar desarrollar los sistemas de control automático de tiro se enfrentó con el
problema de que aunque había una considerable experiencia en temas de control, ésta se encontraba dispersa
entre muchas ramas de la ingeniería y faltaba el atributo unificador de una terminología en común. La
reacción no se hizo esperar, con la formación en 1940 bajo la dirección del
Dr. Vannevar Bush
del Comité de
Investigación de Defensa Nacional (NDRC).
Entre los muchos comités del NDRC estaba el de Contro1 de Tiro que bajo el liderazgo de Warren Weaver
coordinó el trabajo de los servicios, laboratorios industriales y universidades. El comité era responsable de la
dirección de la investigación y de la circulación de informes reservados a los grupos apropiados.
Los informes de Brown, Harris, Hall, Wiener, Phillips y Weis entre otros, fueron emitidos bajo los
auspicios del NDRC y su contenido no fue conocido hasta finales de los años 40. Los siguientes trabajos han
sido recogidos en la colección [Thaler 74]:
• Brown, G.S., and A.C. Hall: Dynamic Behavior and Design of Servomechanism. [Brown 46].
• Harris, H. JR: The frecuency Response of Automatic Control. [Harris 46].
• Hall, A.C: Aplication of Circuit Theory to the Design of Servomechanisms. [Hall 46].
• Weiss, H.K.: Constant Speed Control Theory. [Weiss 39].
Albores de la era espacial:
Desde siempre los procesos más complejos comandados por computador han sido las aplicaciones de
control de vuelo aerospaciales. Sin disponer de las tecnologías del control automático y los computadores,
hubiera sido imposible que el hombre hubiera viajado al espacio. Los pioneros en esta aplicación fueron,
además de otros, el ruso
Constantin E. Tsiolkovsky
(1857-1935), y el alemán Hermann Ganswindt (1856-
1934) que criticaron a los astrónomos y matemáticos de la época que aseguraban que nunca jamás el ser
humano poseería los medios para conseguir el control, la precisión y la velocidad necesaria para los vuelos en
el espacio.
Uno de los primeros trabajos en este campo se debe al alemán Hermann Orberth, que en su articulo "Die
Rakete zu den Planetenräumen" (Cohetes en el espacio interplanetario) publicado en 1923, afirma que para
poder efectuar vuelos en el espacio, el hombre debe acceder a técnicas de control automático mucho más
sofisticadas que las disponibles entonces. En su trabajo de 1929 "Wege zur Raumschiffahrt" (Métodos para
volar en el espacio) predice que el desarrollo de cohetes que dispongan de la suficiente fuerza propulsiva
llevará largo tiempo y lo mismo sucederá con la necesaria tecnología de control automático. Asimismo un
elemento fundamental en la navegación espacial será la precisión a la hora de maniobrar dado que las
velocidades y las distancias implicadas son enormes (evidentemente astronómicas). Para colocar un satélite
orbitando sobre la tierra es necesaria una velocidad mínima de 7,904 kilómetros por segundo. Para poder
escapar de la tierra y navegar por el espacio interestelar es necesaria una velocidad mínima de 11,178
Km./seg. conocida como la velocidad de escape. Estas velocidades resultaban difíciles de imaginar para la
época cuando un coche que circulaba a 100 Km./hora necesitaba cinco minutos para recorrer la distancia de
ocho kilómetros. En otras palabras el cohete debía ir a una velocidad trescientas veces superior a la del coche.
La falta de oxigeno en el espacio exterior conllevaba la imposibilidad de realizar la combustión en las
turbinas de los cohetes.
Robert H. Goddard
publica en 1919 el primer trabajo "A Method of Reaching
Extreme Altitudes" donde se describen cohetes cuya combustión se basaba en oxígeno líquido.
Las mayores contribuciones al campo de la navegación espacial que posibilitaron que el hombre llegara a la
luna en 1969 se realizaron en la base alemana de Peenemünde situada en la isla de Usedom del mar Báltico.
La base fue construida entre 1936 y 1940. Las investigaciones y desarrollos realizados ahí constituyen uno de
los capítulos más excitantes de la historia de la ciencia y la técnica.
Las primeras unidades desarrolladas para el ejercito alemán, las denominadas A1 y A2, fueron destinadas
principalmente al ensayo de sistemas de propulsión y control de cohetes. Una vez se dispuso de unidades en
funcionamiento, enseguida se observo que el principal problema a solucionar era mantener el sistema estable.
Según palabras de
Willy Ley
[Willy 44] los conocimientos que se poseían entonces sobre la estabilidad de los
cohetes "se podían escribir en una postal, dejando alguna parte en blanco".
Para el desarrollo del tercer ingenio, la A3, la marina Alemana envió a un reconocido especialista en el
problema de estabilización y alineamiento de las torretas de tiro, el clásico problema del control de la segunda
guerra mundial. Sin embargo este ingenio no se terminó de construir dado que el mecanismo de control se
revelo inadecuado. Después de lo cual se desarrolla un nuevo sistema de control bastante avanzado para la
época. Este sistema utilizaba giróscopos y acelerómetros como elementos sensores y disponía de
servomotores eléctricos que podían efectuar pequeños y precisos movimientos, construidos en molibdeno, un
material resistente a altas temperaturas, y encargados de controlar el suministro de gas a las turbinas del
cohete.
Para estudiar la dinámica del sistema se construyo un simulador mecánico, cuyo diseño se basó en los
registros obtenidos de los vuelos de los primeros ensayos mediante radiotelemetría (otro desarrollo pionero).
En este momento, Willy Ley hubiera necesitado al menos doce docenas de postales.
Esta concentración de esfuerzos en resolver los problemas de control y estabilidad condujo al desarrollo de
la unidad A4, que Goebbels después denominaría V2–V de Vergeltungswaffe (misil de justo castigo o pena