Mineapolis 1888



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Minneapolis 1888

Samuel Mitchell de Kidman, Georgia, fue el primer Adventista

del Séptimo Día, en todos los Estados Unidos, de ser arrestado con los cargos de haber violado una ley dominical. Fue en el año 1878. Pasó 36 días en la cárcel del Condado, en unas condiciones tan terribles, en una cárcel tan sucia, infectada de ratas y húmeda, que su salud se deterioró, se quebrantó, y un año más tarde murió de tuberculosis, que había contraído por contagio en la cárcel del Condado, por haber violado la ley dominical del Estado de Georgia. En aquella época, cien años atrás, la mayoría de los estados de la Unión de los Estados Unidos, tenían leyes dominicales vigentes. No todos las estaban implementando estrictamente. Pero en algunos casos, notablemente en el norte de los Estados Unidos y en el Oeste, California y Oregon, los Adventista eran arrestados, se trataba su caso, e inmediatamente eran dejados libres, cuando se veía que era por razones religiosas. Con el tiempo, la ley dominical, que había sido adoptada por el Estado de California, fue repudiada. Y actualmente California es uno de los Estados en los cuales no rige una ley dominical.

Sin embargo, el Sur de los Estados Unidos, es una historia completamente distinta. En el Sur las cosas eran muy distintas cuando el hermano Mitchell fue enviado a la cárcel. El Estado de Georgia tenía una ley dominical estricta. El Estado de Arkansas tenía una ley dominical que incluía una cláusula de excepción. Estaban exentos de la ley dominical los Adventistas y los Judíos. Pero el Estado de Tennesse fue particularmente un Estado muy duro con respecto a la ley dominical, y con respecto a los Adventistas. En el Estado de Arkansas 22 Adventistas fueron encarcelados por la ley dominical en 1884, y se les impusieron multas por haber violado la ley. En el Estado de Tennesse, en el año 1885, William Dortch, el hermano Parker y el hermano Santiago Stemm, fueron encarcelados, se les aplicó una condena, tuvieron que pagar una multa, y fueron condenados a trabajos forzados, atados a cadenas, como reos, con aquellas bolas de hierro en los pies, trabajos forzados por varias semanas. En el mismo Estado de Tennesse, en 1889, el hermano King fue arrestado, mientras estaba recogiendo maíz en su campo, en domingo. Se le puso una alta suma de multa. Al año siguiente, el hermano King no había aprendido su lección y estaba trabajando en su plantación de papas en Tennesse, fue arrestado otra vez, y esta vez su caso fue decidido en su contra. Tuvo que pasar varias semanas en la cárcel. Apeló a la corte estatal. Después de un proceso largo, tuvo que salir bajo fianza mientras esperaba que su juicio se decidiese. Se decidió en su contra a nivel estatal y él apeló a la Corte Suprema de los Estados Unidos, en el año 1890. Sin embargo, aunque ya tenía fecha para la Corte Suprema de los Estados Unidos, su caso no pudo ser tratado a ese nivel, porque el hermano King falleció antes que le llegase su día en la Corte. Y el caso murió con la muerte del acusado. Tres años más tarde, cinco Adventistas del Séptimo Día, fueron traídos ante la Corte por violar la ley dominical en el Estado de Tennesse. Y los cinco tuvieron que pasar seis semanas con trabajos forzados atados a cadenas.

Durante este periodo, y noten que estamos hablando de la década de 1880, varios Senadores y defensores de la ley dominical, tuvieron éxito en introducir propuestas de ley en el Congreso de los Estados Unidos, para que la ley dominical se aprobase a nivel nacional. Ustedes saben lo que la hermana White dice con respecto a cuando eso suceda, ¿no es así? Cuando la ley dominical sea aprobada a nivel nacional, es la señal para el pueblo adventista, como lo fue en antaño para los judíos, el ver la ciudad rodeada de ejércitos, cuando la ley dominical sea aprobada a nivel nacional, es la señal para nosotros, para abandonar las ciudades. Y todo Adventista debe saber muy bien esto. Cuando se apruebe la ley dominical a nivel nacional, es la señal que Dios nos da, aunque todavía no la hagan cumplir, aunque todo parezca fácil al principio, porque hay tres etapas en el proceso de la ley dominical.

La primera va a ser suave y fácil. Y ahí es donde muchos van a ser engañados y van a decir, el dragón no era tan feo como lo habían pintado. Si todavía podemos tener nuestros trabajos, si todavía podemos comprar y vender, y engañados por eso, van a permanecer en las ciudades y no podrán salir cuando quieran hacerlo.

Ahora, en 1888, el Senador Blaire, introdujo una propuesta de ley al Congreso de los Estados Unidos, y el propósito de esta ley era, y cito literalmente, conseguir de parte del Congreso que apoye el pedido del pueblo de establecer el primer día de la semana comúnmente conocido como día del Señor, como un día de reposo y promover su observancia como un día de adoración religiosa. Ese era el propósito de la propuesta de ley que se introdujo en el Senado en 1888. El Pr. Jones, y ustedes han oído su nombre, ¿no es así? El Pr. Jones se presentó ante el Congreso de los Estados Unidos y le dieron la oportunidad de hablar. Le dieron una hora para presentar su caso ante el Congreso. Él pidió que quería prepararse y le dieron 24 horas para prepararse y al día siguiente se presentó. Y su presentación no duró una hora como le habían dicho, sino que estuvo hablando y respondiendo a interrogantes por cuatro horas ante el Congreso de nuestra nación. Gracias a la defensa erudita e increíble que presentó el Pr. Jones, y si alguno quiere conseguir, se ha publicado el libro de la defensa que presentó el Pr. Jones ante el Congreso de los Estados Unidos. Es un libro de más de 200 hojas, donde están todas las preguntas que le hicieron los congresistas y las respuestas que él dio, la introducción, su apelación y la discusión que tuvo el Congreso después de que él salió de hacer su presentación. Está todo incluido en ese libro y está publicado por una Casa Publicadora que se llama Leave of Autumn (Hojas de Otoño). En esa Casa Publicadora en Texas se puede conseguir una copia de esa defensa. Gracias a la defensa presentada por el Pr. Jones la propuesta de ley no pasó. Fue rechazada por el Congreso.

El Senador Blaire volvió a introducir una propuesta de ley en el año 1889. Pero esta vez miren cómo funcionó. No iba a meter una ley dominical, porque ya ésta había sido rechazada por el Congreso. Propuso una enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, buscando que las escuelas públicas se enseñara a orar y se enseñara religión cristiana protestante. El propósito del Senador Blaire era cristianizar las escuelas públicas de los Estados Unidos. Interesante, que actualmente el Congreso tiene la tarea de decidir otra vez una propuesta de ley para oración en las escuelas públicas. ¿Han oído hablar acerca de eso? Que interesante. Los Adventistas tenemos que conocer la historia del pasado para tener los ojos abiertos a lo que se acerca. Otra vez, el Pr. Jones se presentó ante el Congreso. Y dijo, que la primera enmienda a la Constitución de los Estados Unidos declaraba que nunca, el Gobierno o el Estado y las escuelas estatales públicas, que pertenecen al Estado, podía establecer leyes de carácter religioso, porque el Estado y la Iglesia están separados. Fue tan hábil la defensa del Pr. Jones, que otra vez la propuesta de enmendar la Constitución fue rechazada. No iba a haber oración en las escuelas. Y algunos dicen, pero y ¿por qué? ¿Por qué? ¿Por qué no se puede tener oración en las escuelas? Hermanos, si se cede en un punto de carácter religioso. Oración es el acto de abrir el corazón a Dios. Y es un acto individual. Ningún maestro debe decirle a los niños, ahora por orden de esta escuela nosotros tenemos que orar. Eso tiene que ser enseñado por los padres en el hogar. Cada uno debe buscar a Dios individualmente, pero no puede ser puesto por obligación. Porque la religión nunca sirve cuando es obligada. Dios no acepta una oración que yo la tengo que hacer por hacerla. Eso te afecta a ti también hermano. Cuando tu vienes a la Iglesia, si tu no te unes a la oración de aquí adelante, tu no estás orando. No importa que se ore aquí. Porque la oración tiene que salir de tu corazón para con Dios. De nada sirve que aquí se diga, vamos a postrarnos para orar. Si tu no te postras de tu propia voluntad, y elevas tu corazón a Dios, tu no estás unido a esa oración. Ese fue un paréntesis.



Volviendo a la historia. El Congreso de los Estados Unidos estuvo a punto de aceptar y de pasar una ley dominical nacional, que hubiese desencadenado los eventos finales. Ustedes saben, como Adventistas, y yo creo que todo adventista conoce esto, que cuando se establezca la ley dominical como ley nacional, ¿qué pasa? Entramos al desarrollo final. Las profecías comienzan a cumplirse una tras otra. Entramos al tiempo de angustia previo y luego viene el juicio de los vivos. El juicio de los vivos tiene relación directa con la ley dominical. La mensajera del Señor dice que la última prueba que decidirá el destino eterno del pueblo de Dios, será la ley dominical. La lealtad a Dios en ese momento se va a simbolizar por nuestra adoración a Él y la aceptación de Su santo Sábado, cuando la ley de la nación esté en contra nuestro. Estaremos en el juicio de los vivos cuando la ley dominical esté en vigencia a nivel nacional. De eso no hay duda alguna de los escritos del Espíritu de Profecía. Y una vez que comienza el juicio de los vivos, los eventos finales no son sino meses, a lo máximo dos o tres años, sin poner ninguna fecha, para que se cierre el tiempo de gracia y comiencen a caer las plagas. Así que para los adventistas, el comienzo de la ley dominical es un punto vital para los eventos finales. Es la señal para abandonar las ciudades. Y hermano, si usted vive en una ciudad y tiene que abandonarla, eso significa abandonar casa, abandonar trabajo, abandonar familia, abandonarlo todo e irse a buscar un lugar en el campo donde usted pueda subsistir el periodo de la ley dominical, hasta el cierre del tiempo de gracia, cuando se de el decreto de muerte, que es la tercera etapa de la ley dominical. Entonces ya ni siquiera podremos vivir en el campo, tendremos que huir a las montañas, a bosques, a escondrijos, entre las cuevas, y escondernos mientras pasa la indignación. Ahora, nadie debe hacer provisión para ese momento. La mensajera del Señor dice que los ángeles de Dios nos van a traer el alimento. Nadie debe preocuparse para entonces, pero sí debemos hacer provisión para el periodo anterior al decreto de muerte, cuando la ley dominical vaya aumentando y los tornillos se vayan ajustando. Ese será un periodo donde no podremos comprar ni vender, y el que no se haya desecho de sus propiedades para entonces, en un cortito periodo, desde que se da el decreto de la ley dominical, es el momento de abandonar las ciudades, tendremos un pequeño respiro. Será el momento de entregarlo todo y salir a buscar al campo, donde pasaremos el próximo tiempo, hasta que el asunto recrudezca. Dice la mensajera del Señor, que entonces los hermanos adventistas que tengan tierras y puedan cultivar, serán reyes y reinas. Porque nadie va a comprar ni vender. Ellos tendrán que abrir su tierra y sus propiedades para los hermanos que viene de lejos de las ciudades y no tienen dónde vivir ni cómo comer. Por eso es bueno hacer provisión para ese tiempo. Pero no para el tiempo de angustia después del cierre del tiempo de gracia. Porque entonces dice la hermana White, que si amontonamos comida para ese tiempo cuando estén cayendo las plagas y todo sea destruido, y el hambre sea terrible y las calamidades estén azotando este planeta, todo lo que hayamos guardado para ese momento, sería saqueado, sería robado por la gente desesperada. Así que en ese momento no hay que hacer provisión. Los ángeles de Dios le llevarán la comida a los hijos de Dios, como a Elías, cuando estaba siendo perseguido por Jezabel.

Ahora, lo que yo quiero presentarles a ustedes en esta noche hermanos, es algo sorprendente. En el plan de Dios, y para esto necesitamos hacer un poquito de historia. El pueblo adventista fue el remanente que quedó del gran chasco de 1844. Quizás haya aquí hermanos que no conocen la historia o visitas que no conocen la historia de nuestra denominación. La Iglesia Adventista surgió como cumplimiento de una profecía. Somos un movimiento profético. No somos una iglesia más que se dividió de otra iglesia, como surgen hoy en día tantas iglesias y denominaciones. La Iglesia Adventista surgió en la fecha exacta que señalaba la profecía, que Dios había de levantar un movimiento en esta tierra, para preparar al mundo para el cierre del tiempo de gracia. Para la venida de nuestro Señor. El grupito que quedó del gran chasco, se esperaba que Cristo viniese en 1844 y no vino. Si alguno tiene interés en investigar más en este tema, yo tengo una serie que se titula Seguridad en el Movimiento Profético Adventista. Es una serie muy, muy importante, que muestra cómo la mano de Dios estuvo en ese movimiento. Algunos dicen, pero cómo, si los adventistas se equivocaron y pusieron la fecha para la venida del Señor y Cristo no vino. Eso fue un error. Aún el chasco estaba profetizado hermanos.

La Iglesia cristiana se fundó en antaño, después de un gran chasco. Los discípulos tenían la fecha correcta de la profecía, pero se equivocaron en el evento. Pensaron que Cristo venía a establecer su reino aquí en la tierra. Y que chasco tan terrible fue. Juan el Bautista dijo, el tiempo se ha cumplido, el reino de los cielos se ha acercado. Cristo predicó, el tiempo ha llegado, el reino de los cielos se ha acercado. El ministerio de Cristo fue cumplimiento de la profecía, de Daniel capítulo 9, las setenta semanas. La primera parte de la profecía de los 2.300 días. Y los discípulos conocían la profecía. Tenían la fecha correcta, pero se equivocaron en el evento, y cuando Cristo murió, fue un chasco terrible. Lloraron desconsoladamente porque su Maestro había muerto, sin saber, aunque Él se los había dicho, que iba a resucitar. Pero ellos no lo creyeron, porque su mente había sido educada a interpretar la profecía de tal manera, que no podían ver otro cumplimiento. Cuando Cristo resucitó les explicó, que lo que había sucedido era cumplimiento profético. Y por las Escrituras les demostró que era necesario que el Mesías viniese primero a morir para redimirnos del pecado, para luego poder reinar en gloria. No crean que lo entendieron completamente, porque todavía el día que Jesús ascendía al cielo, después de estar 40 días con ellos, posterior a Su resurrección, todavía le preguntaron, Señor ¿restaurarás el reino de Israel en este tiempo? Ellos creían que era un reino terrenal que tenía que restaurar. Todavía no le entendían completamente. Pero cuando vino el Espíritu Santo, comprendieron el plan de Dios. La Iglesia cristiana se fundó sobre un chasco. Sobre una profecía cumplida, pero no se entendió hasta después que había sucedido. Y el Movimiento Adventista se fundó como cumplimiento de una profecía que se cumplió en la fecha exacta, pero que no se entendió hasta después que se había cumplido. Exactamente lo mismo. La misma profecía era. Porque era la profecía de los 2.300 días. La primera parte de esa profecía se cumplió con la primera venida de Cristo. La segunda parte de esa profecía se cumplía con la segunda venida de Cristo con el juicio investigador. Pero los discípulos de antaño no lo entendieron, ni los pioneros adventistas no lo entendieron, sino hasta después que se cumplió.

Les cuento esto un poquito, claro, en esta noche son cinco minutos los que tengo para hablar de nuestra historia. Pero necesitaba llevarlos un poquito a la historia, para que lleguemos al año 1888, porque ese es un año muy importante en la historia de la Iglesia Adventista. No solamente porque la ley dominical estuvo a punto de aprobarse en esta nación, y hermanos, no crean que es sólo historia aburrida de hace 100 años atrás, porque ahora, 100 años más tarde, la historia de está volviendo a repetir. Pero tenemos que aprender la lección del pasado, para no cometer los mismos errores.

¿Pueden ustedes creer lo que les voy a decir ahora? Que el plan de Dios era que Cristo viniese antes del año 1900? ¿En la última década del siglo diecinueve? Y algunos dicen, pero cómo puede ser, si Dios sabe todas las cosas. ¿Acaso Dios se equivoca? Hermanos, la mensajera del Señor tiene citas, donde ella dice, no era el plan de Dios que el pueblo de Dios pasase tantos años aquí en esta tierra. El plan de Dios era que Él hubiese venido hace mucho tiempo. Para el año 1900 ella dijo, mi corazón está apesadumbrado, porque todavía estamos aquí, pudiendo estar en el reino de los cielos.

¿Qué fue lo que pasó? Si todo parecía estar preparado. Si hasta la ley dominical estaba en el Congreso. Si hasta los adventistas estaban siendo perseguidos. Ya les conté. Historias de las que conocemos. Porque han pasado cien años, y que tenemos documentos en las cortes. Pero si nos fuésemos a ver cuántos adventistas fueron echados en las cortes en esa época, y en la cárcel, quien sabe cuántos más cayeron en la cárcel durante esa época. Si la persecución había comenzado, si la ley dominical estuvo a punto de ser aprobada, si la mensajera del Señor dijo, estamos en la frontera misma de la Canaán celestial, estamos en las puertas de la eternidad, no pasará mucho tiempo antes que el Señor Jesús regrese. Todo eso lo dijo ella. ¿Cómo ahora, 100 años más tarde, todavía estamos aquí?

Bueno, la respuesta a esa pregunta, y no crean que yo estoy triste porque el Señor no vino. Porque si hubiese venido entonces, yo no hubiese nacido. Y no tendría la oportunidad de vivir eternamente con Jesús. Yo le doy gracias a Dios que no vino en esa época. Y yo creo que todos nosotros no estaríamos aquí, porque aquí no hay ningún viejito de 100 años, ¿verdad? ¿O hay alguno que estuvo en 1888 vivo?. Yo creo que no. Hermanos, si bien es cierto que el Señor no vino, sin embargo hay una cosa que sí les quiero decir. Yo no planeo pasar toda mi vida en esta tierra, y que mis hijos lleguen a grandes, y que mis nietos estén contando la historia que yo estoy contando ahora. Porque mis abuelos estaban vivos en 1888. Y sin embargo Cristo no vino. Tenemos que entender lo que pasó en esa época, porque esto nos va a alertar para lo que viene, y también nos va a abrir los ojos para la manera como el diablo funciona y el plan que él tiene. Yo les prometí anoche que vamos a ver cuál es el plan del diablo, para que la mayoría de nosotros nos perdamos.

Cuando el Señor no vino en 1844, al principio la Iglesia Adventista, cuando descubrió la verdad del santuario. Claro. Cuando Él no vino, y la profecía decía, hasta 2.300 tardes y mañanas y el santuario será purificado. Y claro, los pioneros adventistas, Guillermo Miller y los demás, creyeron que lo que iba a ser purificado era aquí esta tierra. Cuando Cristo viniese. Pero no era el santuario aquí en la tierra que iba a ser purificado. Nuestros pioneros, después del chasco descubrieron que era el santuario celestial. Y al principio, al descubrir eso comenzaron a estudiar el asunto del santuario, y descubrieron verdades tremendas. Y al meterse en el santuario y a ver todo lo que tenía relación con el santuario, descubrieron que dentro del santuario se guardaban las tablas de la ley de Dios. Y al leer los mandamientos de Dios descubrieron la verdad del Sábado. Y con un nuevo ahínco se levantaron y se dieron cuenta que había una obra que hacer en preparación para la venida del Señor. Mientras el juicio seguía adelante en el cielo, Dios tenía que preparar un mundo en esta tierra que estuviese listo para Su segunda venida. Y al principio, tomaron el desafío, la comisión de Cristo, de ir y predicar a todo el mundo con tremendo ánimo y con ahínco. Pero al ir corriendo los años, y Cristo no venía, y hermanos seamos sinceros, si hubiésemos estado vivos en 1844, si usted se le acercaba al Pr. Jaime White, y le preguntase: Pr. White, digamos que corre el año 1.850 y usted se acerca al Pr. White y le dice, Pr. White, esperábamos que Cristo viniese en 1844. Pero no vino. Ahora entendemos que es porque Él pasó al Lugar Santísimo a hacer la obra final del juicio, para entonces venir a esta tierra. Pr. White, ¿cuánto tiempo cree usted que le tomará al Señor el juicio en el cielo? ¿Cuánto faltará para que Él venga? Yo estoy seguro que el Pr. White hubiese respondido, hermano, no falta mucho tiempo. Muy pronto el Señor vendrá. Pastor, y usted cree que llegaremos al año 1.870 o al 1.75? Oh no, jamás, hubiese dicho el Pr. White. No va a pasar tanto tiempo. Y sin embargo pasó.

Y si hubiésemos vivido a principios de este siglo, y le pudiésemos preguntar al Pr. Danniels, el Presidente de la Conferencia General, Pr. Danniels, el Señor Jesús no vino a fines de la década pasada. Le esperábamos. La mensajera del Señor dijo que estaba a las mismas puertas, pero no vino. ¿Cree usted que todavía falta mucho tiempo? Y el Pr. Danniels hubiese dicho, oh no hermano, el Señor viene pronto. Yo no creo ni que llegaremos a pasar los primeros 10 años de 1.900. Y cuando se desató la primera Guerra Mundial, ¿saben ustedes que muchos adventistas creían que ese era el fin del mundo? Cuando vieron la guerra que envolvió a todas las naciones, era la primera vez en la historia que se envolvía el mundo entero en una guerra. Muchos adventistas pensaron que ese era el fin. Pero el Señor no vino.

Ahora, ¿por qué estoy diciendo todo esto? Para que entendamos que fue lo que pasó que impidió que se cumpliese la expectativa de nuestros hermanos adventistas. Para que no repitamos nosotros el error. La Iglesia comenzó a caer en un estado que la mensajera del Señor le llamó el estado de tibieza de Laodicea. Se descuidaron los sagrados cometidos que Dios había dado. Cristo miraba a Su Iglesia y veía sus esfuerzos por predicar el Evangelio, por guardar Su ley y con corazón quebrantado veía que la gente se estaba centrando en sí misma, y seguían ahora con un formalismo sin poder, para cumplir la comisión que Él les había dado. La mensajera del Señor en el año 1855 por primera vez vio que quizás la Iglesia de Laodicea se aplicaba a la Iglesia Adventista. Pero el Señor le reveló unos años más tarde, que esta era la condición de la Iglesia. Que Jesús tenía náuseas y ganas de vomitar de ver que la Iglesia no estaba cumpliendo con su misión al mundo. Imagínense, Cristo despierta este movimiento para que sacuda al mundo entero y en poco tiempo se proclame la verdad, y Él pueda venir y la Iglesia despacio, moviéndose, en vez de hacer lo que el Señor Jesús quería hacer. Y entonces a Jesús le dan ganas de vomitar, le dan náuseas al ver la condición. Y el Señor estaba a punto de vomitarnos de Su boca, dice la mensajera del Señor.

Pero entonces Dios decide hacer algo. El mundo comienza a moverse. Así como en la Iglesia primitiva, se acuerdan que los discípulos se quedaron en Jerusalén, ¿y qué fue lo que tomó para que los discípulos saliesen a predicar a todo el mundo el evangelio? La persecución. Dice que con la persecución que se desató en Jerusalén, fueron esparcidos por todas partes y comenzaron a predicar. El Señor dice, voy a hacer algo para que esta Iglesia se despierte. Y comienza a moverse el mundo con las leyes dominicales. Esas leyes existían hermanos, desde el tiempo de las colonias. ¿Se acuerdan que lo vimos hace unas noches atrás? En el 1.610 la primera colonia formada aquí, ya tenía leyes dominicales. Pero con el tiempo esas leyes no se habían aplicado estrictamente. De pronto, en la década de 1.880 comenzando con 1.878 comienzan a ajustar las leyes dominicales. El mundo, aquí en los Estados Unidos comienza a despertar y los adventistas comienzan a ser perseguidos. Y llega una reunión impresionante en nuestra Iglesia.

En el mes de Octubre, escuchen esto hermanos, porque el Pr. Jones estuvo en el mes de Agosto, peleando en el Congreso, para que la ley dominical no se aprobase. Y cuando los hermanos le decían al Pr. Jones, Pastor, ¿y usted por qué no quiere que se apruebe la ley dominical? ¿Saben lo que decía el Pr. Jones? Porque la Iglesia no está preparada. Y si se desata la persecución ahora, vamos a quedar muy pocos. Y entonces, en una reunión que sucedió sólo dos meses después de eso, ¿saben ustedes a qué reunión me refiero? Si ustedes son Adventistas conocedores de la historia, ustedes saben que la reunión más importante que tuvo la Iglesia Adventista desde sus comienzos hasta ahora, de todos los Congresos de la Asociación General, es la que sucedió en el mes de Octubre de 1888. ¿Y qué fue lo que pasó allí? Ah hermanos, Jesús miraba desde el cielo esta Iglesia, veía que los acontecimientos finales se acercaban, que la ley dominical estaba a punto de ser aprobada, y miraba la condición de la Iglesia, y en Su amor y en Su misericordia Él dice, les voy a mandar el mensaje que este pueblo necesita para despertarse, el mensaje que va a hacer posible que esta Iglesia cumpla con el cometido. El mensaje que va a traer la preparación de nuestra vida para el derramamiento de la Lluvia Tardía. El mensaje de la Justicia de Cristo. La justificación por la fe.

Ese mensaje nos iba a llenar de poder. Y ahora lo vamos a leer en que consiste. Para limpiar nuestra vida de todo pecado, aferrados a Cristo Jesús, ganar la victoria, y entonces estar preparados para recibir el Espíritu Santo, la Lluvia Tardía, el Fuerte Pregón, la terminación de la Obra, y podríamos haber entrado en el reino de los cielos. Escuchen.

TM: 91 dice, en Su gran misericordia el Señor envió un preciosísimo mensaje a Su pueblo por medio de los Pastores Waggoner y Jones. Este mensaje tenía que presentar en forma más destacada ante el mundo, al sublime Salvador. El sacrificio por los pecados del mundo entero, presentaba la justificación por la fe en el Garante, invitaba a la gente a recibir la justicia de Cristo, que se manifiesta en la obediencia a todos los mandamientos de Dios. El mensaje de la justicia de Cristo. Ahora, por qué necesitábamos ese mensaje en el año 1.888? Escuchen. Muchos habían perdido de vista a Jesús. ¿Qué había pasado en la Iglesia? Habíamos perdido de vista a Jesús.

Cuando la Iglesia Adventista se fundó, se fundó con miembros de todas las Iglesias evangélicas, protestantes, bautistas, metodistas, la hermana White misma era metodista, el Pr. White era de la Iglesia Congregacional que en aquel tiempo se llamaba Christian Connection, la conexión cristiana, hoy en día la Iglesia Presbiteriana. Otros venían de la Iglesia Anglicana, el Pr. Miller era bautista, y así de distintas Iglesias que predicaban el mensaje de la justicia de Cristo, el perdón de los pecados, el Calvario y todo lo demás. Pero cuando los adventistas descubrieron la verdad del Sábado, nuestros pioneros, aquella preciosa luz, la abrazaron con todo ahínco. Cuando descubrieron la verdad de la reforma pro-salud, de los alimentos limpios e inmundos, todo eso que tenía relación con el mensaje del santuario, comenzaron a predicarlo y a predicarlo. Y como le estaban hablando agente que ya era cristiana, que ya conocía Jesús, que ya habían sido redimidos, que ya habían aceptado al Señor como Salvador personal, pues los que les faltaba era un toquecito más, enseñarles del Sábado, de la reforma pro-salud y ya estaban completos.

Por lo tanto, el mensaje de la Iglesia Adventista al comienzo era darles ese toquecito final. Hablar a los evangélicos, a los metodistas, a los bautistas, a los episcopales y a los demás, que ya conocían a los luteranos, la justificación por la fe, hablarles del Sábado, del santuario, de la ley de Dios. Pero cuando viene una nueva generación, que escucha a sus pastores hablar de eso, creen que eso es todo el mensaje adventista. Y se olvidan que el centro de todo es Jesús. Y cuando comienzan a preparar gente que no son cristianos ya convertidos, van a otras partes del mundo, siguen con los mismos métodos de antes. Y llegan a un lugar donde no hay cristianos, pero le comienzan a predicar lo primero, el Sábado. Pero el Sábado no se puede guardar por una persona que no ha sido transformada y convertida. Y comienza a entrar en la Iglesia mucha gente que conoce la doctrina, que conoce la verdad del Sábado, del santuario, de la ley de Dios, de la reforma pro-salud, de los alimentos inmundos, del Espíritu de Profecía, el Mensaje de los Tres Ángeles, la bestia, Babilonia, pero no ha tenido una experiencia real con Jesús. Y la Iglesia comienza a volverse legalista. A predicar la ley, la ley, la ley, y a olvidarse del Señor de la ley. Les sigo leyendo. Eso está aquí todo en este libro. Lo que yo les acabo de decir, la hermana White lo dice. Dice que los sermones de los pastores eran tan áridos como los montes de Galaad, que no reciben agua nunca. Así de secos eran los sermones que predicaban muchos pastores en aquella época. Y la gente necesitaba escuchar que se les predique de Jesús. Sigo leyendo.

Muchos habían perdido de vista a Jesús. Necesitaban dirigir sus ojos a Su divina persona. A Sus méritos. A Su amor inalterable por la familia humana. Todo el poder es colocado en Sus manos, y Él puede dispensar ricos dones a los hombres, impartiendo el inapreciable don de Su propia justicia al desvalido agente humano. Este es el mensaje que Dios ordenó que fuera dado al mundo. Este es el mensaje del tercer ángel que ha de ser proclamado en alta voz y acompañado por el abundante derramamiento de su Espíritu Santo. ¿Se dan cuenta? Jesús en su infinito amor manda ese mensaje en Minneapolis, Minnesota, a todos los pastores adventistas reunidos del mundo entero, en la reunión del Congreso General en 1888. ¿Qué pasó? ¿Qué pasó? Escuchen.

Carta 24 de Enero de 1892. Tres años y dos meses más tarde. La mensajera del Señor dice esto. El Señor me ha instruido que les diga que la terrible experiencia que sucedió en la Conferencia de Minneapolis, es uno de los capítulos más tristes de toda la historia de los creyentes en la verdad presente. Tres años más tarde la hermana White dice que Dios le dijo, que lo que había pasado en Minneapolis es uno de los capítulos más tristes de toda la historia del pueblo adventista. ¿Por qué? ¿Por qué?

Bueno, en 1893, en una reunión en que el Pr. Jones estaba predicando, en el Estado de Nueva York, la congregación estaba reunida, y se tomó nota de lo que el pastor predicó. Una estenógrafa. Y les voy a leer. El pastor Jones predica y dice: Hermanos, cuando la Lluvia Tardía y el Fuerte Pregón del Mensaje del Tercer Ángel de acuerdo al testimonio que Dios nos ha dado, y de acuerdo a las Escrituras, comenzó a caer, nos dimos cuenta que esta es la enseñanza de la justicia de Cristo. El tema de la justicia por la fe. Ahora hermanos, ¿cuándo nos llegó este mensaje de la justicia de Cristo a nosotros como pueblo adventista? Y la estenógrafa dice, entre paréntesis, uno o dos de la audiencia responden, hace tres o cuatro años atrás. Y el Pr. Jones pregunta, ¿tres o cuatro? Sean específicos. Y la congregación a coro responde, cuatro años. Eso fue en el 93, o sea en Enero del 93. Cuatro años y dos meses. Si, dice el Pr. Jones. Hace cuatro años que Dios nos mandó este mensaje. ¿Y dónde fue que Dios nos mandó este mensaje? Y la congregación responde, en Minneapolis. Y ahora el Pr. Jones dice, ¿y qué fue lo que nuestros hermanos rechazaron en Minneapolis? Alguien en la congregación responde, la Lluvia Tardía. Y el Pr. Jones dice, ¿qué era el mensaje que Dios nos envió en Minneapolis? El testimonio del Espíritu de Profecía nos ha dicho claramente, y la hermana White estaba sentada en la congregación cuando el pastor estaba predicando, ella estaba sentada ahí, y el Pr. Jones dice, el testimonio del Espíritu de Profecía nos ha dicho que lo que nuestros hermanos rechazaron en Minneapolis, fue el derramamiento del Espíritu Santo, la Lluvia Tardía. Comenzaron a caer las primeras gotas de esa lluvia, pero fue parada. ¿Qué fue lo que nuestros hermanos en posiciones de autoridad rechazaron en Minneapolis? Y escuchen esa frase. El Pr. Jones predicando en presencia de la hermana White. Ustedes saben que la hermana White aceptó ese mensaje de la justificación por la fe con todo el corazón. Y el Señor le mostró que Dios, Jesús y el Espíritu Santo habían descendido en Minneapolis para dar ese mensaje al pueblo a través del Pr. Waggoner y Jones. Y ella aceptó ese mensaje con todo corazón y comenzó a proclamarlo. Pero ahora vamos a ver la historia.

Los hermanos dirigentes en su gran mayoría se levantaron contra la predicación de ese mensaje. Y bloquearon la predicación. Y no querían que Waggoner y Jones predicaran ese mensaje. Y ellos iban, porque iban invitados de una Iglesia y de otra para predicar, y los hermanos dirigentes les bloqueaban, para que no fuesen a predicar ese mensaje. Hermanos, fue algo tremendo lo que sucedió. Aquí esta toda la historia. Les voy a contar un poquito más. Y la hermana White, cuando vio que se estaban oponiendo a ese mensaje, suspendió todo lo que ella tenía que hacer, y estaba escribiendo el libro Patriarcas y profetas en esa época, y suspendió la escritura del libro, para ir a los lugares donde el Pr. Waggoner y Jones eran invitados, y ella predicaba un mensaje y el Pr. Waggoner predicaba otro, y ella predicaba otro y el Pr. Jones predicaba otro. Hicieron un trío, y por todas partes eran invitados a predicar este mensaje, y los hermanos, el pueblo estaba encantado. Decían amen y el Espíritu Santo se comenzaba a derramar. Pero los hermanos dirigentes se levantaron en contra. No solamente le prohibieron a Waggoner y a Jones predicar. ¿Saben lo que hicieron? Y hermanos, esto no es ningún secreto. Porque esto es historia de la Iglesia Adventista. Tomaron un voto para enviar a la hermana White lejos. La desterraron a Australia. Para que ya no tuviese influencia en las Iglesias aquí en Estados Unidos. Mandaron al profeta del Señor al destierro, a Australia, donde pasó 10 años. Y eso es parte de la historia de nuestra Iglesia. En rechazo contra ese mensaje.

Ahora, ¿por qué? Ah, porque decían que esa era una nueva luz. ¿Que desde cuándo? Que si se predicaba mucho a Cristo, pues entonces la gente no iba a querer guardar la ley. Escuchen lo que dice la mensajera del Señor. Carta 2 de 1892. La escribió el primero de Enero de 1892. Dice, nunca antes he visto entre nuestro pueblo una determinación tan firme y una negación tan fuerte, a aceptar y recibir la luz que Dios manifestó en Minneapolis. Nunca antes ella había visto una determinación tan fuerte y una decisión tan firme a rechazar la luz que Dios mandó en 1888.

Carta 24 de 1892. Nuestros hermanos dirigentes no sabían o no quisieron aceptar que Dios había enviado estos dos pastores jóvenes, a traer un mensaje especial para ellos. Y los trataron con ridículo y rechazo.

Escuchen esta otra carta. Serie A, número 6, página 19. Esto está en los Documentos de 1888. Libros que se publicaron al cumplir los 100 años de ese gran evento. Los publicó el White Estate. Se llama los Materiales de 1888. Dice así, esta es la hermana White describiendo, nuestros hermanos dirigentes dijeron, esto es pura excitación, no es el Espíritu Santo, no son los chaparrones de la Lluvia Tardía que están cayendo del cielo. Así fue como sus corazones se llenaron de duda y no recibieron el Espíritu Santo porque tenían celo en sus corazones, contra los que predicaban la verdad. Tenían acidez en su corazón, contra estos pastores jóvenes que daban el mensaje de Dios. Decían en su corazón, ¿por qué habría de pasarnos por alto el Señor a nosotros, hombres de experiencia, para traer el mensaje a través de estos obreros sin experiencia? Declararon en su corazón y en su alma y por palabras, que las manifestaciones del Espíritu Santo eran fanatismo. Los llamaron fanáticos y separatistas. Se pararon como una roca. Las ondas de la misericordia divina estaban fluyendo todo a su alrededor. Pero sus corazones estaban duros y resistieron la obra del Espíritu Santo. Todo el universo del cielo fue testigo de la manera horrenda con que el pueblo adventista trató a Jesús en 1888, en la persona del Espíritu Santo. Así como el Sanedrín, los dirigentes del pueblo de Dios trataron a Cristo cuando estuvo en esta tierra, así los hermanos dirigentes trataron al Espíritu Santo cuando Él lo envió en representación suya. Si Cristo se hubiera aparecido en persona, lo hubieran tratado igual que como lo trataron los judíos, cuando fue condenado por el Sanedrín. Nuestros hermanos resistieron la obra del Espíritu Santo. Agraviaron el Espíritu de gracia. Y la Lluvia Tardía que había comenzado a caer, se paró. Porque el Espíritu Santo se agravió, se entristeció y se regresó de donde había sido enviado.

Hermanos, ustedes se dan cuenta lo que estamos leyendo. ¿Ustedes captan lo que estamos leyendo en este momento? Por eso la hermana White dice, el Señor me instruyó que diga, que la terrible experiencia en la Conferencia de Minneapolis, es el capítulo más triste de la historia de los creyentes en la verdad presente. Rechazaron al Espíritu Santo, porque tenían celo contra los pastores que lo predicaban. Rechazaron el Espíritu Santo que Jesús les había enviado, para prepararlos para la venida del Señor. Dice la hermana White que Dios había traído al pueblo adventista las fronteras mismas de Canaán. Y el plan de Él, era que entrasen a poseer la tierra. Y al igual que antaño, el pueblo de Israel rechazó los mensajeros.

Se acuerdan del pueblo de Israel que había dos hombres que se pararon a hablar, que se llamaban Josué y Caleb. Y dijeron, es verdad que la nación está habitada por gigantes. Es verdad que es peligroso. Es verdad que todo lo que han dicho los espías es cierto. Pero hay un Dios en los cielos que puede darnos la victoria. Para nosotros es imposible, pero para con Dios todo es posible. Ese es el mensaje de la justificación por la fe. Que nosotros no podemos vivir una vida santa, pero que con Cristo todo es posible. Que poniendo los ojos en Jesús, podemos obtener la victoria y salir victoriosos para estar preparados para la venida del Señor.

La hermana White dice, que el odio que se despertó contra ellos fue terrible. Dondequiera se hablaba mal de ellos. No les permitían los púlpitos para predicar. Y fue tan tremendo hermanos, lo que sucedió, y con tristeza digo esto, que los dirigentes de aquella época, trataron de tal manera a Waggoner y a Jones, que prácticamente los empujaron a la apostasía. Y el capítulo más triste de la historia de la Iglesia Adventista, termina con el Pr. Waggoner y Jones abandonando las filas del pueblo adventista. Retirándose del ministerio. Porque fue tan agria la manera como fueron tratados.

Ahora la hermana White había dicho antes que ellos se saliesen, aún si los mensajeros que trajeron el mensaje de justificación por la fe terminan fuera de este movimiento, todavía eso no quiere decir que la verdad que ellos predicaron no sea la verdad. Ellos podrán salir, pero el mensaje que Dios les dio, es el mensaje verdadero. El mensaje de la justificación por la fe. Y tristemente, eso se cumplió. No es para excusar al Pr. Waggoner y Jones, porque ese mensaje de justificación por la fe debiera haberlos llevado a confiar más en Jesús. No es para excusarlos que digo esto. Pero la persecución que se desató contra ellos, no de los hermanos, porque los hermanos los amaban y querían escuchar el mensaje, pero de los compañeros en el ministerio, de los dirigentes, fue tan terrible y tan duro, que agriaron la vida de esos mensajeros del Señor. Y terminaron fuera del movimiento adventista.

Estas cosas se escribieron para nuestra admonición. Para que aprendiendo de las lecciones del pasado, no repitamos la historia. TM: 361. Esto está describiendo lo que pasó en 1888 y los años subsiguientes. Escuchen. El poder despótico se ha desarrollado como si el cargo hubiera convertido a los hombres en dioses. Me hace temer y debe producir temor. Es una maldición dondequiera se lo ejerza y quienquiera lo ponga en práctica. Este enseñoreamiento de la heredad de Dios creará un resentimiento tan grande hacia la conducción humana, que producirá un estado de insubordinación en el pueblo. La gente está descubriendo que los hombres que ocupan altos cargos de responsabilidad, no puede confiárseles la tarea de moldear y modelar las mentes y los caracteres de otros hombres. El resultado será que perderán la confianza aún en la conducción de hombres fieles. Hermanos, Dios tiene hombres fieles al frente de Su obra en todos los niveles de la Iglesia. Pero cuando hay algunos que se aprovechan despóticamente de sus puestos y se enseñorean de la grey del Señor, esto hace que hermanos sinceros y humildes hasta pierdan la confianza en los hombres fieles que Dios tiene para dirigir Su obra.



Pero el Señor suscitará obreros que se darán cuenta que sin la ayuda especial de Dios no son nada. Dios se va a encargar de enderezar Su Iglesia hermanos. No desconfiemos, porque este movimiento está en las manos de Dios. Sigue diciendo, el espíritu de dominio se extiende, esto se escribió en 1892, a los presidentes de nuestras Asociaciones. Si un hombre confía en sus propias facultades y trata de ejercer dominio sobre sus hermanos, creyendo que está investido de autoridad para hacer de su voluntad el poder dominante, el procedimiento mejor y el único seguro consiste en quitarle el puesto, para que no se haga un gran daño a él mismo y pierda su propia alma y ponga en peligro el alma de los otros. Todos vosotros sois hermanos. Esta disposición a dominar sobre la heredad de Dios, causará una reacción, a menos que estos hombres cambien de conducta. Los que ocupan puestos de autoridad deben manifestar el espíritu de Cristo. Deben tratar como Él lo haría con cada caso que requiera atención. Deben estar imbuidos del Espíritu Santo. El cargo no engrandece a un hombre ni una jota o una til, a la vista de Dios. Sólo valora el carácter. La bondad, la misericordia y el amor de Dios fueron proclamados por Cristo. Este era el carácter de Dios. Cuando los hombres que profesan servir a Dios ignoran el carácter paternal del Señor, y se apartan del honor y la justicia al trabajar con sus semejantes, Satanás se alegra porque él les inspiró sus atributos. Están en las mismas huellas del romanismo. Y entonces dice la mensajera del Señor, y escuchen en el contexto de 1888 cuando esto se escribió, aquellos a quienes se pide que revelen los atributos del carácter del Padre, se salen de la plataforma bíblica y con su propio juicio humano inventan reglas y resoluciones para forzar la voluntad de otros, los proyectos para forzar a los hombres a seguir las prescripciones de otros hombres, están instituyendo un orden de cosas que pasa por alto la simpatía y la tierna compasión, y ciega los ojos a la misericordia, a la justicia y al amor de Dios. La influencia moral y de la responsabilidad personal son pisoteadas. La justicia de Cristo por la fe, el mensaje de la justificación, ha sido ignorada por algunos, porque es contraria a su espíritu y a toda la experiencia de su vida. Mandar, regir, ha sido su procedimiento. Satanás ha tenido la oportunidad de manifestarse. Cuando alguien que profesa ser representante de Cristo persiste en tratar duramente a los hombres, se está refiriendo a Waggoner y a Jones, colocándolos en lugares difíciles, quienes resultan así oprimidos, o bien quebrantarán toda cadena de opresión o serán inducidos a considerar a Dios como un Señor duro. A decirle, Señor, pero si nosotros estamos predicando lo que Tu nos diste y mira como nos tratan. ¿Por qué Tu permites esto? O se rebelan. Albergan sentimientos duros contra Dios y el alma es enajenada de Él tal como Satanás planeó que ocurriera. Esta dureza de corazón de parte de hombres que pretenden creer la verdad es achacada por Satanás a la influencia de la verdad misma. Y así los hombres llegan a disgustarse con la verdad y se apartan de ella. Esto lo escribió más de 10 años antes que el Pr. Waggoner y Jones se saliesen de la Iglesia. Les dice, esa dureza con que ustedes los están tratando, hace que su alma se sienta y se disgusten con la verdad y se aparten de ella. Por esta razón, no debe tener un cargo de responsabilidad en nuestras instituciones ningún hombre que piense que no importa si él tiene un corazón de carne o un corazón de acero. Los hombres creen que están manifestando la justicia de Dios, pero no rebelan Su ternura y el gran amor con el cual Dios nos ha amado. Su invención humana que se origina en los artificios de Satanás aparece suficientemente justa a los ojos cegados de los hombres, porque es inherente a su naturaleza. Una mentira creída y practicada llega a ser verdad para ellos.

Hermanos, ¿saben lo que hicieron? Levantaron falsos testimonios contra estos mensajeros del Señor. Y tanto dijeron la mentira, que después la llegaron a creer. Así se realiza el propósito que tienen los agentes satánicos, es a saber, que los hombres lleguen a esas conclusiones por obra de los inventos de sus propias mentes. Y podría seguir leyendo hermanos este libro. Testimonios para Ministros. Se escribió, todo lo que está aquí, entre los años 1.890 y 1.896. Los años que siguieron al capítulo más triste de la historia del movimiento adventista. Ahora, yo les puse el escenario. Comenzamos hablando de historia. Comenzamos hablando de la ley dominical, y lo que estaba sucediendo en el mundo. Y luego llegamos a 1.888 y el mensaje que Jesús mandó para preparar un pueblo para estar listo para Su venida. Hermanos, 100 años más tarde el Señor nos vuelve a traer a Cades-Barnea.

Dice la mensajera del Señor, si todos hubiesen trabajado unidos, CS: 511, en la obra, proclamando en el poder del Espíritu Santo el mensaje del tercer ángel, el Señor habría actuado poderosamente por los esfuerzos del pueblo adventista. Raudales de luz habrían sido derramados sobre el mundo, años haría que los habitantes de la tierra habrían sido avisados, la obra final se habría consumado y Cristo ya habría venido para redimir a Su pueblo. Esto lo escribió en el año 1.888. No era la voluntad de Dios que Israel peregrinase durante 40 años en el desierto. Lo que Él quería era conducirlo a la tierra de Canaán, establecerlo allí como pueblo santo y feliz. Pero no pudieron entrar por causa de incredulidad. Perecieron en el desierto a causa de su apostasía y otros fueron suscitados para entrar en la tierra prometida. Y ahora escuchen. Así mismo no era la voluntad de Dios que la venida de Cristo se dilatara tanto, y que el pueblo permaneciese por tantos años en este mundo de pecado e infortunio. Pero la incredulidad, lo separó de Dios. Como se negaran a hacer la obra que les había sido señalada, otros fueron llamados para proclamar el mensaje. Por misericordia para con el mundo Jesús difiere Su venida para que los pecadores tengan oportunidad de oír el aviso y de encontrar amparo en Él antes que se desate la ira de Dios.

Yo le doy gracias al Señor porque Jesús no vino en la década de 1.890. Pero ese no era el plan de Dios. Aquí dice, no era el plan de Dios. No era la voluntad del Señor que Su venida se dilatara tanto. La gran pregunta hermanos es, ¿y qué de ahora? ¿Y qué de ahora? Han pasado 100 años desde entonces. Y otra vez el mundo se encuentra al margen de un acontecimiento singular. Los poderes políticos, religiosos y económicos del mundo, están llegando a un punto crucial. Las Iglesias se están uniendo en puntos comunes de doctrinas, el espiritismo y los ángeles demoníacos están engañando al mundo entero. El Papado está llegando al clímax y al cenit de su poderío. La pared de división entre la Iglesia y el Estado en esta nación Protestante y Republicana se está viniendo abajo como el muro de Berlín. Se está hablando de un cambio de la Constitución. Y las leyes dominicales están siendo agitadas como nunca se habían agitado, desde hace 100 años hasta aquí.



Después de todo esto que les conté que pasó en 1.888 nunca antes, durante todo este tiempo, había sucedido lo que sucede ahora. Fotocopias del periódico. El Nuevo Día de Puerto Rico. Vigente la ley de cierre. ¿Qué es la ley de cierre? La ley dominical en Puerto Rico. Ustedes saben la agitación que hubo hace unos dos años atrás. Cumbre en el Senado por la ley de cierre. Hernandez Agosto busca armonizar criterios con vista a la apertura dominical. Discusión en Puerto Rico. Urgencia senatorial con la ley de cierre. Así se le llama en Puerto Rico a la ley dominical. Ilesa la misa dominical. Boston, porque la Corte estatal en Puerto Rico decidió en contra de la ley dominical. Los Supermercados Seven-Ileven y el pueblo en Puerto Rico, no se cuántos están al tanto de lo que pasó en Puerto Rico. ¿Cuántos saben? Así no necesito contarles. ¿Cuántos saben? ¿A ver? OK. Una o dos palabritas. Se agitó esto, porque los Supermercados Seven-Ileven y el Supermercado El Pueblo en Puerto Rico querían abrir los negocios en horas corridas en domingo, y hay una ley dominical en Puerto Rico que prohibe la apertura de los negocios en domingo. Eso se llevó a la Corte y Fusté, aquí está el artículo, el Juez del Tribunal del primer circuito de Puerto Rico, declaró la ley dominical anticonstitucional. O sea, la Constitución dice que no se puede hacer una ley de carácter religioso. Por lo tanto la ley es anticonstitucional. Esto creó tanto alboroto, que se apeló. ¿Saben quiénes? Católicos y Protestantes se unieron y se dieron la mano en Puerto Rico y levantaron al pueblo para que la ley dominical no se quite en Puerto Rico. Y apelaron la decisión de Fusté y llegó a la Corte Distrital de Boston. Y en la Corte Distrital de Boston, la Corte de Apelaciones, se declaró que la ley dominical no era anticonstitucional. Que esta nación puede tener leyes dominicales, que no son religiosas. Por lo tanto, por decisión de la Corte de Apelaciones de Boston, esto es la Corte Suprema, aquí en los Estados Unidos se declara que la ley dominical es constitucional. Y yo tengo aquí cantidad, todo esto que tengo aquí en la mano, miren, National Sunday Law, ley dominical, apoyen su familia, se necesita un día para la familia. Así les puedo seguir leyendo aquí. Ontario Catholic, los Obispos Anglicanos Católicos se unieron en Ontario para apoyar la legislación dominical en Ontario, capital de Canadá. Y así, todo lo que tengo aquí en la mano, son artículos de periódicos agitando la ley dominical, hermanos. Lo mismo que pasó hace 100 años atrás. No voy a seguir leyendo, pero ahí tengo. Y no solamente allá. Hermanos, el asunto ha trascendido los Estados Unidos. El Mercado Común Europeo en este momento tiene la ley de cierre de los domingos para decidir en las próximas semanas. Si las naciones del Mercado Común Europeo van a respetar la ley de cierre, si el domingo va a ser el día en que no se van abrir los negocios en toda Europa, o si se van abrir. Y eso está en discusión en este momento. Y el Papa está apelando a que se mantenga la santidad del domingo. Aquí tengo el artículo. En Luxemburgo, el Papa, al dar la misa al aire libre, alertó a todos los dirigentes del Mercado Común Europeo que si querían la bendición de Dios para el nuevo proyecto del Mercado Común Europeo, debían respetar el día del Señor. Europa, Inglaterra, lo leímos hace dos noches atrás, y muchos otros lugares del mundo, en las Islas Fiji, la ley dominical está vigente y hay hermanos adventistas en la cárcel actualmente, por la ley dominical. En Filipinas, en otros lugares del mundo, la ley dominical está vigente. Y cuando estuve el año pasado aquí en New Jersey, y prediqué sobre esto hermanos, creo que el hermano Carlos estaba allí, se pararon hermanos de New Jersey diciendo que aquí hay pueblos en nuestro Estado, aquí en New Jersey, que tienen leyes dominicales. Y hasta hermanos que tuvieron que ir a la Corte, ¿se acuerda hermano? Contó un hermano allá que se descompuso el carro, ¿cómo se llamaba el pueblo? En Paramos. Y le pusieron un Ticket por estar arreglando el carro en domingo. Y otro hermano contó que una Iglesia estaba arreglando el techo. Eso fue el año pasado. Vino la Policía y les dijo tienen 10 minutos para dejar de trabajar en domingo o les cerramos la Iglesia. Eso fue en Georgie City hermanos. Eso muestra cuán vigentes están las leyes.

Ahora, ¿por qué todo esto? ¿Qué está tratando de decirnos el Señor en esta noche? Bueno hermanos, yo voy a ver si puedo resumir mi mensaje en pocas palabras. El Señor nos ha traído otra vez al borde de la Canaán celestial. Todos los acontecimientos mundiales señalan que las piezas del rompecabezas están puestas. Que ha llegado el momento en que Dios actúe. El hombre de pecado, el hijo de perdición, el que se sienta y se hace adorar como si fuera Dios, ha entrado en concordato con los principales poderes del mundo. Con los Estados Unidos, ah no traje el artículo hoy, con Rusia, está siendo respetado dondequiera en el mundo. Cada pieza de la profecía está cumpliéndose en este momento. Y la ley dominical, los que estuvieron aquí las noches anteriores, escucharon lo que la Federación Anglosajona está pidiendo a esta nación que haga. Que establezca una ley dominical nacional de parte de los Legisladores de nuestra nación.

¿Cuál es mi mensaje? Hermanos, para que el pueblo adventista pueda estar preparado para lo que viene, y el título de esta semana es


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