Plotino 205- 270 y el neoplatonismos Suele denominarse con el término de Nepplatonismo a la nueva oleada de idealismo platónico que surgió en el siglo I en el mundo helenístico y género nuevas formas de pensar y sobre todo terminologías



Yüklə 56,15 Kb.
tarix23.11.2017
ölçüsü56,15 Kb.
#11815


Plotino 205- 270 y el neoplatonismos

resultado de imagen de plotino
Suele denominarse con el término de Nepplatonismo a la nueva oleada de idealismo platónico que surgió en el siglo I en el mundo helenístico y género nuevas formas de pensar y sobre todo terminologías renovadas, que pasaron con frecuencia a los ámbito cristiano que por entonces se afanaba por expresas sus conceptos religiosos y sus creencias.


    Por eso tuvo mucho que ver con las actitudes religiosas y los lenguajes que adoptaron los seguidores del Evangelio y no menos con las herejías o desviaciones que surgieron en diversos lugares.



    Hubo múltiples escuelas neoplatónicas: la de Siria, con filósofos como Jámblico; la de Atenas, con Proclo y Plutarco; la de Alejandría, con Amonio Saccas.



    La última oleada del neoplatonismo se debió a Plotino de Licópolis (203-269), cuyas 54 obras fueron ordenadas y clasificadas por su discípulo Porfirio con el nombre de las "Eneadas" (6 grupos de 9)

    Los primeros Padres cristianos estuvieron muy vinculados con el neoplatonismo de Plotino, especialmente S. Agustín. Tendrían que pasar muchos siglos para que los tintes neoplatónicos fueran renovados por visiones más positivas y optimistas de la vida, de la libertad y de la acción del hombre en este mundo.


El grupo a escuela de Plotino fue lña más significativa en influencia y en trascdenencia para el porvenir. Plotino (en griego, Πλωτίνος; en latín, Plotinus; 205-270) fue un filósofo griego neoplatónico, autor de las Enéadas (Ἐννεάδες; en latín, Enneades).

Aunque Eunapio sostenga que nació en Licón y Suidas asegure que en Licópolis, no se conoce con certeza su lugar de nacimiento. Natural de la provincia romana Egipto, vio la luz hacia el 203 ó 204 d. J. C. En el 232 entró en el círculo de Amonio Saccas (o Sakkas) en Alejandría, de quien también fueron discípulos Orígenes (el pagano), Longino y Erenio. Se embarcó en 242 en la expedición bélica del emperador Gordiano III a Persia con el propósito de conocer la filosofía persa.

Fracasada la expedición y asesinado el emperador, logró dificultosamente refugiarse en Antioquía. Abrió en Roma una escuela (246) donde gozó muy pronto del favor de los más conspicuos personajes de la corte, incluyendo al emperador Galieno y su esposa Cornelia Salonina.


Solía recoger en su casa a niños huérfanos y les hacía las veces de tutor y, aunque personalmente llevaba una vida muy ascética, era de carácter dulce y afectuoso. Era vegetariano, no se casó ni se dejó retratar "para no dar lugar a una sombra de otra sombra" Se le atribuyeron dotes místicas de visionario. Su discípulo Porfirio, autor de su biografía Vida de Plotino y de la sistematización y publicación de su obra central Enéadas, refiere que en los seis años que estuvo con él, Plotino llegó a «aunarse y allegarse con el Dios omnitranscendente» hasta cuatro veces.
Desde el 254 comienza a poner sus obras por escrito. Sus tratados son en total 54 y están ordenados en seis libros de nueve capítulos, resultado de lo cual reciben el nombre de Enéadas. Se considera como uno de los Tratados más sólidos de la Antigüedad, junto a los de Platón y los de Aristóteles. Murió aquejado de una dolorosa enfermedad (lepra) en el 270 d.C. a los 66 años, en Campania.
Definido como Neoplatónico místico, Plotino realiza una nueva fundamentación de la metafísica clásica, tomando caminos más ligados a la mística de raigambre pitagórica y platónica que al camino seguido por Aristóteles.

Habría que partir de la idea de que la filosofía de Plotino es una suerte de Cosmogonía unida a una Física. La forma teórica que asume su discurso es la metafísica. En ese sentido es heredero de Aristóteles, pero sobre todo de Platón.

Doctrina


La propuesta central de Plotino consiste en afirmar que existe una realidad que funda cualquier otra existencia: lo Uno. De un acto de procesión, algunos optan por emanación, surge el nous y el alma. En realidad, el principio básico es solamente lo Uno, mientras que las otras dos hipóstasis y el resto de realidades son derivadas.
Hablar de hipóstasis es una atribución que hace Porfirio, discípulo de Plotino, al pensamiento de su maestro, ya que el término hipóstasis no se encuentra en las Enéadas.

Lo Uno de la teoría de Plotino es indescriptible, ya que es la unidad, lo más grande, hasta tal punto que a veces le denomina el propio autor como Dios, único, infinito. Plotino antes de querer corregir, prefiere guardar silencio que decir algo. Una actitud claramente mística. Como principio y última realidad, esta absoluta trascendencia hace que no existan términos para referirla. Se trata entonces de la Unidad que funda la existencia de todas las cosas. Es ése el centro de toda su doctrina. El Uno está más allá del Ser y, por lo tanto, no hay ninguna definición que describa positivamente al Uno y opta por la vía negativa. Elude su comprensión porque la considera imposible según la modalidad humana de conocer.

La siguiente realidad o hipóstasis es el nous. No hay una traducción adecuada pero algunos autores lo identifican con espíritu, mientras que otros prefieren hablar de Inteligencia, mas esta vez no con un sentido místico sino intelectual. En la explicación del "nous" Plotino parte de la semejanza entre el Sol y la Luz. El Uno sería como el Sol y la Luz como el nous. La función del nous como luz es la de que el Uno pueda verse a sí mismo, pero como es imagen del Uno, es la puerta por la que nosotros podemos ver al Uno.

Plotino afirma que el nous es observable simplemente aplicando nuestras mentes en dirección opuesta a nuestros sentidos. Este concepto está tomado de la noción de dialéctica de La República donde un proceso similar se dice que conduce a la visión de la forma del Bien, no del Bien mismo.
El "nous" se puede, y muy probablemente se debe, entender como "la inteligencia pura". El "nous" procede de "lo uno" no a voluntad porque "lo uno" es "más que perfecto" que no puede tener voluntad, está mucho más allá; y todo lo que procede de "lo uno" es un especie de "desparramarse", en el acto de hacerse a sí mismo que es "lo uno"; por tanto la analogía del sol y la luz deben entenderse como una mera imagen para dar una idea de cómo "emana la luz" del sol; resulta más ilustrativo pensar "el despliegue de un círculo a partir de su centro".
La tercera realidad o hipóstasis es el alma la cual es de naturaleza doble. En un extremo está ligada al nous y tira de él. En el otro extremo se asocia con el mundo de los sentidos, del cual es creadora (o, mejor, plasmadora). Por tanto Plotino considera a la Naturaleza como el resultado de una procesión que va "hacia abajo" desde el alma.
Sobre la inmortalidad, Plotino adopta el criterio expuesto en el Fedón. El alma del hombre es una esencia, y como tal es inmortal, pero afirma que tiende a fundirse con el nous y por consiguiente pierde su personalidad.

Aunque Plotino presentaba sus enseñanzas como comentarios a la obra de Platón, su aportación trasciende el ejercicio de lectura y acaba generando un corpus peculiar aunque de clara resonancia platónica. Así, su doctrina responde a la demanda de espiritualidad y universalismo propia de la época a través de una síntesis del racionalismo griego y el pensamiento oriental.

Plotino defiende un monoteísmo, pero a diferencia del cristianismo, que propone un Dios personal, afirma la absoluta negatividad de Dios, al que llama «lo Uno», y del que no es posible predicar ningún atributo, pues ello conllevaría limitación y por tanto imperfección. Lo Uno es causa de todo lo demás, pero no como resultado de su voluntad, sino como efecto necesario de su absoluta perfección; lo Uno genera por emanación, sin pérdida de la propia sustancia, y lo producido se estructura en sucesivos grados de imperfección (Inteligencia, Alma) hasta llegar al grado más bajo, la materia, pura privación y antítesis absoluta de lo Uno.

Sin embargo, la materia aún refleja lo Uno, su fuente, y trata de retornar a él, en un movimiento de signo inverso que es igualmente necesario. El hombre, integrado en este movimiento de retorno a lo Uno, debe evitar el autoengaño en que ha caído al entregarse a la pluralidad de los objetos y acciones, y buscar la verdad en sí mismo y en la negación de todo objeto y mediación, incluido el propio yo, por lo que la doctrina de Plotino deriva en una contemplación de índole mística.


Posible sarcófago de Plotino
Porfirio de Tiro.232-304


Porfirio (Del griego Πορφύριος y del latín Porphyrius Tyrius, Batanea de Siria o Tiro c. 232 – Roma 304 d. C.) fue un filósofo neoplatónico griego discípulo de Plotino. A él le debemos la sistematización y publicación de la obra de PlotinoEnéadas— y su biografía —Vida de Plotino—.

Contribución


En su obra Introductio in Praedicamenta, un comentario de la obra Categorías de Aristóteles, Porfirio describe cómo las cualidades atribuidas a las cosas pueden ser clasificadas, rompiendo con el concepto filosófico de substancia como una relación de género/especie. De esta manera, puede incorporar la lógica aristotélica al neoplatonismo, especialmente la doctrina de las categorías del ser interpretada en los términos de las entidades

El Isagoge, traducción al latín de esta obra realizada por Boecio, se convirtió en un libro de texto básico en las escuelas medievales, creándose el marco para el desarrollo filosófico-teológico medieval de la lógica y el problema de los universales.

En los libros de texto medievales el Arbor porphyriana (Árbol de Porfirio) ilustra su clasificación lógica de la substancia. Para Porfirio los conceptos se subordinan partiendo de los más generales a los más simples.
El Arbor porphyriana (Árbol de Porfirio) inició el Nominalismo que se podría decir que es una especie de antecesor de las modernas clasificaciones taxonómicas. Un ejemplo del Arbor porphyriana sería este:

  • Substancia - Puede ser corporal o incorporal

    • Cuerpo- Puede ser animado o inanimado

      • Viviente - Puede ser sensible o insensible

        • Animal - Puede ser racional o irracional

          • Racional – El hombre

También destaca por su obra Adversus Christianos que constaba de 15 libros, aunque sólo se conservan algunos fragmentos. En ella refutaba la doctrina cristiana centrándose sobre todo en la cuestión de la divinidad de Jesucristo.

En sus consejos de filosofía práctica promueve la abstinencia de alimentos de origen animal exponiendo estas ideas en las obras De Abstinentia y De Non Necandis ad Epulandum Animantibus.

Escribió sobre astrología, religión, filosofía y teoría musical. Aparte de la biografía de su maestro Plotino, también escribió sobre la vida de Pitágoras (Vita Pythagorae).

Obras de Porfirio


  • Vita Plotini (Vida de Plotino)

  • Vita Pythagorae (Vida de Pitágoras)

  • De abstinentia ab esum animalum (De la abstinencia de comida de origen animal)

  • De antro nympharum (De la caverna de las Ninfas)

  • Ad Marcellam (Carta a Marcela)

  • In Platonis Timaeum commentaria (Comentarios al Timeo, de Platón)

  • Περι Αγαλματων (De las estatuas)

  • Adversus christianas (fragmentos) (Contra los Cristianos)

  • Historia philosophiae (fragmentos)

  • Introductio in praedicamenta

  • In Aristotelis categorías expositio per interrogationem et responsionem (Exposición de las Categorías, de Aristóteles, por pregunta y respuesta)

  • De philosophia ex oraculis (De la Filosofía de los Oráculos)

  • Epistula ad Anebonem (Carta a Anebo)

  • De non necandis ad epulandum animantibus

  • Introductio in tetrabiblum Ptolemaei

  • In Platonis Parmenidem commentaria (fragmentos)

  • Sententiae ad intelligibilia ducentes

  • Chronica (fragmentos)

  • On the harmonics of Ptolemy

Ideas de Porfirio

El mérito de Porfirio, como filósofo, consiste principalmente en haber interpretado y aclarado el pensamiento, con frecuencia oscuro y ambiguo, de su maestro, contribuyendo por este camino a difundir y hacer popular entre los hombres de letras la Filosofía de Plotino. El asiento y el origen del mal, según Porfirio, no reside en el cuerpo o la materia, sino en las fuerzas y apetitos inferiores del alma, en la adhesión de la misma a las cosas sensibles con las cuales se encuentra unida (copulati vero sumus naturae sensibili) y como ligada, no obstante que nuestra alma, considerada en sí misma y en su estado anterior a la unión con el cuerpo, es una esencia intelectual, pura y exenta de sentidos: Eramus enim et adhuc sumus intellectuales essentiae, purae ab omni sensu naturaque irrationali viventes.

La felicidad suprema, última y verdadera del hombre, o, si se quiere, del alma, no consiste en la acumulación de conocimientos y posesión de muchas ciencias, sino en la contemplación intuitiva y superior del Ser absoluto, uno y verdadero, por medio del cual y en el cual se establece unidad o identificación unitiva entre el alma que contempla y el término de la contemplación, entre el sujeto inteligente y el objeto inteligible.

El camino y los medios para preparar y conseguir esta unión con el Inteligible uno, supremo e infinito, es la mortificación, el olvido y como la muerte de los apetitos materiales y afecciones de los sentidos (per extenuationem quamdam, et, ut dixerit aliquis, per oblivionem, mortemque affectuum), la abstracción perfecta y pura del cuerpo con todas las cosas materiales y sensibles; porque así, y sólo así, podemos llegar a la unión íntima con Dios, Ser purísimo, simplicísimo y separado de toda materia: Non aliter, inquam, Deo copulari possumus, quam per purissimam abstinentiam.

A medida que el hombre asciende en este camino de virtuosa mortificación; a medida que se perfecciona por medio de esas purificaciones intelectuales y morales, puede llegar y llega a tal estado de perfección, aun en la vida presente, que se transforma en cierto modo en un ser casi divino y superior hasta a los malos genios o demonios, entra en comunicación con los genios buenos o dioses inferiores, conoce las cosas ocultas y futuras, y, a fuer de verdadero filósofo y sacerdote de Dios, siente, conoce y posee a Dios ya desde la vida presente (2), sin perjuicio de la unión identificativa con el Unum después de la separación de la muerte.

En conformidad y relación con esta doctrina, Porfirio admite en principio, y bajo ciertas reservas, la teurgia; aboga por casi todas las supersticiones del culto politeísta; reconoce el comercio de los hombres, no sólo con los genios o dioses inferiores, sino con las
almas de los difuntos, añadiendo que éstas pueden ser evocadas, que permanecen en ocasiones cerca de los cuerpos y de los sepulcros, que pueden aparecer y manifestarse bajo diferentes formas


Decia, finalmente, que las almas y los demonios obran en las operaciones de los encantadores, en los sortilegios, vaticinios (quibus sane malefici saepius abutuntur ad ministerium suum efficiendum) y demás maneras de comunicación con  los espíritus, operaciones y maneras de comunicación representadas en lo antiguo por los oráculos, las brujerías y las posesiones demoníacas, y en nuestros días por las prácticas y supersticiones espiritistas.

Cuando sale de la atmósfera teúrgica y espiritista, Porfirio ofrece de vez en cuando pensamientos elevados y dignos, como cuando dice que un alma pura y libre de pasiones es el mejor sacrificio que el hombre puede ofrecer a Dios: Apud Deos optima est oblatio, pura mens et perturbationum vacuus animus.



Amonio Saccas, 175-242 iniciador del Neoplatonismo



Amonio Saccas o Amonio Sacas (o también Sakkas; griego: Ἀμμώνιος Σακκᾶς; en latín: Ammonius Saccas; ca. 175 - 242) fue un filósofo de Alejandría del siglo III considerado con frecuencia como fundador del neoplatonismo.
Su sobrenombre procede del trabajo de cargador que realizaba en su juventud en el muelle, "cargador de sacos" (en griego sakkas o sakkuforos). Según parece, fue educado en el cristianismo y luego abrazó el paganismo. Su influencia se debió al ejemplo de su vida y a sus enseñanzas, las cuales son difíciles de conocer directamente pues no dejó nada escrito. Se limitaba a transmitir sus doctrinas verbalmente, enseñando la filosofía con cierto misterio, encargando a sus discípulos el secreto. A este filósofo se le llegó a llamar «instruido por Dios», y sus discípulos Plotino, Longino y Erenio le tenían por «teodidacto».
También fueron sus discípulos Teodosio, Orígenes (el pagano), Hierocles y Casio Dionisio Longino. Algunos autores piensan que también estudió con Amonio Orígenes el cristiano, pero no hay datos claros sobre este punto. De este autor no se sabe mucho, solo se sacan conclusiones del hecho de que fuera citado por otros autores. Al parecer vivió entre el final del siglo II y principios del siglo III. La palabra Saccas y Plotini magister representan una interpolación pues donde Ammonius es mencionado junto con otros gramáticos no se trata necesariamente del filósofo alejandrino sino de un gramático.
Sobre Ammonio Saccas se conservan testimonios de Porfirio, Eusebio de Cesárea, Nemesio de Emesa y Teodoreto. El examen comparativo de estos testimonios permite sacar las siguientes conclusiones:

  1. La enseñanza de Ammonio en Alejandría duró al menos unos cincuenta años, es decir desde la época de Cómodo (muerto en el 192) hasta su muerte (alrededor del 242), año en que comenzó la expedición a Persia de Gordiano III, a la que se unió Plotino.

  2. Orígenes, cristiano, acudió a la escuela de Ammonio cuando éste era cristiano.

  3. Ammonio fue en su origen cristiano, pero renegó de su fe para abrazar la filosofía griega (Porfirio dice: que antes fue pagano).

  4. La existencia del Tratado sobre la relación de Moisés y de Jesús del que habla Eusebio puede explicarse suponiendo que fue compuesto por Ammonio en sus años de juventud, antes de su “apostasía”, o por un homónimo autor cristiano.

  5. No se puede excluir que Ammonio sintiera un gran interés por las religiones orientales y sobre todo por la persa, que habría trasmitido por lo menos algunos de sus discípulos; el hecho de que tanto Plotino como Antonio, ambos discípulos de Ammonio, se interesasen por la religión persa no parece ser una mera coincidencia.

  6. En sus lecciones, Ammonio intentó conciliar el pensamiento de Platón con el de Aristóteles, siguiendo así la orientación “ecléctica” característica de Antíoco de Ascalón y del “platonismo medio” reanudado por Plotino y Porfirio.

Yüklə 56,15 Kb.

Dostları ilə paylaş:




Verilənlər bazası müəlliflik hüququ ilə müdafiə olunur ©genderi.org 2024
rəhbərliyinə müraciət

    Ana səhifə