Resumen del Tema 6 Conocimiento y verdad Este … Cuadro Histórico



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Resumen del Tema 6
Conocimiento y verdad
Este …

  1. Cuadro Histórico.


1. Linea realista de matriz tomista:

Aristóteles había revalorizado el sentido, única puerta de acceso al ente real; el conocimiento es un proceso teleológico que mira al núcleo central: la morfé. Sin embargo, ST pone el énfasis en el la ratio entis, no en la eidos. Ésta ilumina todo el proceso intelectual; no anula la forma, sino que la funda. En De Veritate dice que todo conocimiento se produce por asimilación de cognoscente y conocido y esta asimilación corresponde a la adecuación; ens es el primum cognitum y en él se resuelven todas las concepciones; todo se conoce bajo esta ratio, que es previa y distinta de la ratio veri.

Tema de reflexión es la identidad intencional entre el acto de conocer y el acto de ser conocido por parte del sujeto y objeto que es diferente del acto de ser de los dos.
2. Linea cartesiana: La duda metódica y la búsqueda de la certeza

Cartesio: Es el primero que pone el problema en la gnoseología por encima de la ontología en un sentido crítico, padre del racionalismo. Con la duda metódica (hiperbólica) descarta cualquier idea de la que se pueda dudar y la única que resiste a la duda es el cogito. El cogito es tan firme que me permite fundar toda la filosofía (Disc. Met. IV); 1era regla: No tener en mi juicio nada que no sea claro (percepción presente y abierta a la mente) o distinto (percepción que es clara y separada de todas las demás que no se confunde); 2da regla: dividir todo problema en sus partes menores; 3era regla: Llevar el pensamiento de la mas simple; 4 regla: enunciaciones completas y reviciones generales para no tener dejado nada.
3. Linea kantiana: El criticismo y la impostación trascendental

Kant: con el inicio cede mucho al empirismo (todo comienza por la experiencia); pero no todo procede de la experiencia; más aún, lo más importante no es empírico; la experiencia nos dice qué existe, pero no nos dice nada sobre la necesidad de que eso sea así, esto se deriva a priori.

Los criterios seguros de los conocimientos a priori son la necesidad y universalidad; no se puede derivar de la asociación repetida (como proponía Hume); la matemática muestra lo lejos que se puede proceder en el conocimiento a priori prescindiendo de la experiencia, pero esto llevó a Platón a volar como paloma sin examinar los fundamentos.



Juicio analítico es aquél en que el predicado pertenece al sujeto como algo implícitamente contenido en él «todos los cuerpos son extensos» y todos son a priori; en el juicio sintético el predicado está fuera del sujeto, aunque guarde alguna relación con él «todos los cuerpos son pesados»; estos juicios sintéticos proceden de la experiencia y amplían nuestro conocimiento; por lo que el problema general de la razón pura es cómo son posibles los juicios sintéticos a priori; para Hume el a priori era imposible y la MF era una ilusión; pero la matemática pura se demuestra la inconsistencia de este argumento; por lo que para que la MF se posible como ciencia, sin caer en dogmatismo ni escepticismo, la razón debe descubrir cuáles son los objetos que se le pueden ofrecer en la experiencia ya determinar sus límites sin sobrepasar sus fronteras. (KRV, Einleitung A-B).
4. Linea empírica: Locke y Hume

Empirismo:

Locke: conocer es tematizar; comparte con Cartesio el representacionismo y un quid causado quasi-mecánicamente en el intelecto; pero difiere sobre el origen de las ideas y la diferencia sólo de grado entre conocimiento sensible e inteligible. El origen de las ideas es sensación o reflexión y hay ideas simples y compuestas, (ej. “gold” es una idea compleja que sintetiza la idea simple de brillo, amarillo…).

Sólo la extensión – y lo que se sigue (cantidad, número y movimiento) – son capaces de imprimir una semejanza; la cosa ha el power de enviar impulsos que mi intelecto capta como dulce o café, pero que no corresponden con las cosas); yo postulo la sustancia como un sustrato necesario, pero incognoscible; sólo accedemos a la esencia real de las cualidades primarias; de todo lo demás tenemos sólo esencias nominales.



Hume: Quiere fundar una ciencia de la naturaleza humana sobre la base experimental análogo a la que teorizo Bacon, para dar una análisis sistemático de las diversas dimensiones que la constituyen. En su análisis del conocimiento humano, se centra en la naturaleza de las ideas y de las operaciones que cumplimos en nuestro razonamiento. Con su típica división de percepciones en impresiones y en ideas. La distinción está en la vivacidad y fuerza con que llegan al espíritu (una idea nunca tendrá el grado de sensación). No existen ideas inatas por lo que toda idea deriva de una percepción. Hume resuelve la entera realidad en la multiplicidad de las ideas actuales y nada más alla de ellas.
5. Linea idealista1: la búsqueda de una filosofia absoluta en Schellin y Hegel
Idealismo: El idealismo se puede definir como el sistema en la cual la realidad se explica como la realización de alguna idea o principio ideal. El objeto es concebido como un algo inmanente. Hay varios tipos:

        1. Antiguo: distingue la mente humana de las realidades conocidas (cosas) y del principio ideal de esta realidad.

        2. Moderno: no distingue bien la mente humana de la realidad de experiencia. Se divide en

          1. Corriente empírica: sólo existe el yo individual (Hume).

          2. Corriente trascendental formal: además del yo empírico hay un yo trascendental con formas a priori que subjetivamente informan las cosas pensadas (Kant).

          3. Corriente trascendental integral: suprime la cosa en sí como alógica y queda sola un “sujeto absoluto” en continuo devenir pensante, que al pensar, genera la realidad (Hegel).

        3. La tesis idealista señala que sólo conocemos el objeto interno del conocimiento. El objeto es totalmente dependiente de la actividad cognoscitiva del sujeto. El ser del objeto es un ser – conocido, que existe sólo en el acto conciente. Por lo tanto la actividad cognoscitiva precede al ser, lo pone.


Friedrich Wilhelm Joseph Schelling (1775-1854 Württemberg - suiza): La primera de las obras, que correspondería a su juventud influida por Fichte, estaría en torno a 1795, año en que publica Del Yo como principio de la filosofía o Sobre lo incondicionado en el saber humano (Vom Ich als Princip der Philosophie oder über das Unbedingte im menschlichen Wissen), probablemente el escrito más relevante de esta fase inicial de su producción filosófica. Distinguiríamos, además, una segunda etapa donde su interés se centra en la filosofía de la naturaleza y que se inicia alrededor de 1796, cuando se traslada a estudiar a la Universidad de Leipzig. En 1800 se sitúa el periodo donde expone su filosofía trascendental y cuya obra representativa es el Sistema del idealismo trascendental (System des transzendentalen Idealismus), uno de sus ensayos más importantes y logrados, tanto en la forma como en el contenido. Posteriormente vendría la fase llamada de la identidad, que llegaría hasta 1809, fecha en la que se inicia una época conocida como de la libertad, y cuyo texto paradigmático son las Investigaciones filosóficas sobre la esencia de la libertad humana y los objetos con ella relacionados (Philosophische Untersuchungen über das Wesen der menschlichen Freiheit und die damit zusammenhängenden Gegenstände). Finalmente podríamos hablar de dos fases más; la primera de ellas la situaríamos en los años donde se redactan las diversas versiones de Las edades del mundo (Die Weltalter) (1811–1815), y la segunda estaría dominada por la distinción entre filosofía positiva y filosofía negativa, llegando hasta 1854, año de la muerte de este pensador.

El espiritu subjetivo


Hegel2 (1770-1831 Stuttgart-Berlin): Las obras de Hegel tienen fama de difíciles por la amplitud de los temas que pretenden abarcar. Hegel introdujo un sistema para entender la historia de la filosofía y el mundo mismo, llamado a menudo “dialéctica”: una progresión en la que cada movimiento sucesivo surge como solución de las contradicciones inherentes al movimiento anterior. Por ejemplo, la Revolución francesa constituye para Hegel la introducción de la verdadera libertad a las sociedades occidentales por primera vez en la historia.

Sin embargo, precisamente por su novedad absoluta, es también absolutamente radical: por una parte, el aumento abrupto de violencia que hizo falta para realizar la revolución no puede dejar de ser lo que es, y por otra parte, ya ha consumido a su oponente. La revolución, por consiguiente, ya no tiene hacia dónde volverse más que a su propio resultado: la libertad conquistada con tantas penurias es consumida por un brutal Reinado del Terror. La historia, no obstante, progresa aprendiendo de sus propios errores: sólo después de esta experiencia, y precisamente por ella, puede postularse la existencia de un Estado constitucional de ciudadanos libres, que consagra tanto el poder organizador benévolo (supuestamente) del gobierno racional y los ideales revolucionarios de la libertad y la igualdad. "En el pensamiento es donde reside la libertad".

En las explicaciones contemporáneas del hegelianismo —para las clases preuniversitarias, por ejemplo— la dialéctica de Hegel a menudo aparece fragmentada, por comodidad, en tres momentos llamados “tesis” (en nuestro ejemplo, la revolución), “antítesis” (el terror subsiguiente) y “síntesis” (el estado constitucional de ciudadanos libres). Sin embargo, Hegel no empleó personalmente esta clasificación en absoluto; fue creada anteriormente por Fichte en su explicación más o menos análoga de la relación entre el individuo y el mundo. Los estudiosos serios de Hegel no reconocen, en general, la validez de esta clasificación[cita requerida], aunque probablemente tenga algún valor pedagógico (véase Tríada dialéctica).

El historicismo creció significativamente durante la filosofía de Hegel. De la misma manera que otros exponentes del historicismo, Hegel consideraba que el estudio de la historia era el método adecuado para abordar el estudio de la ciencia de la sociedad, ya que revelaría algunas tendencias del desarrollo histórico. En su filosofía, la historia no sólo ofrece la clave para la comprensión de la sociedad y de los cambios sociales, sino que es tomada en cuenta como tribunal de justicia del mundo.



La filosofía de Hegel afirmaba que todo lo que es real es también racional y que todo lo que es racional es real. El fin de la historia era, para Hegel, la parusía del espíritu y el desarrollo histórico podía equipararse al desarrollo de un organismo, los componentes trabajan afectando al resto y tienen funciones definidas. Hegel dice que es una norma divina, que en todo se halla la voluntad de Dios, que es conducir al hombre a la libertad; por ello es panteísta. Justifica así la desgracia histórica: toda la sangre y el dolor, la pobreza y las guerras son "el precio" necesario a pagar para lograr la libertad de la humanidad.
6. Linea fenomenologica: Husserl3
Edmund Gustav Albrecht Husserl Husserl (1859-1938 Austriaco)

a) Filosofía de la aritmética


Lo que Husserl pretende en su Filosofía de la aritmética es analizar desde dos perspectivas los conceptos aritméticos como el número, las relaciones, etc. La primera perspectiva es psicológica: resalta el modo de darse intuitivo de los conceptos aritméticos (como el número, la relación, etc.), esto es, la forma en que los captamos en la experiencia; la segunda perspectiva es lógica: pretende la fundamentación objetiva de estos mismos conceptos. A propósito de los números naturales, Husserl enunciará lo siguiente:

  • 1) Sólo se predican de conjuntos de objetos.

  • 2) Son relativos, pues se predican según la variación de los conjuntos de objetos. (Al cambiar éstos, cambia también el número que se predica de ellos).

  • 3) Al enumerarlos nos percatamos de su sucesión temporal, lo que significa que no los captamos todos de forma simultánea.

  • 4) Los números son irrepetibles, pues cada uno guarda su propia identidad.

En resumen, Filosofía de la aritmética muestra el primer intento de Husserl por fundamentar el edificio de las matemáticas. La contribución de Filosofía de la aritmética tendrá ecos en la publicación en 1900-1901 de las Investigaciones lógicas. Así pues, este texto es un antecedente de uno de los proyectos más importantes del siglo XX: La fenomenología trascendental.

b) Fenomenología trascendental


Husserl es el fundador de la fenomenología trascendental, que es ante todo un proyecto de renovar a la filosofía para hacer de ella una ciencia estricta y una empresa colectiva. Como forma de entender la filosofía, la fenomenología asume la tarea de describir el sentido que el mundo tiene para nosotros antes de todo filosofar.[1] Para cumplir con esta tarea parte de un método y de un programa de investigaciones. En lo que se refiere al método, se vale de la reducción eidética, la reducción trascendental y el análisis intencional para explicitar el sentido del mundo en tanto que mundo (o del ser en tanto que ser) y de las cosas en él, así como para exponer las leyes esenciales inherentes a nuestra consciencia del mismo. En todas las obras sistemáticas publicadas por Husserl consta un bosquejo de su programa, y parte de él comprende la fundamentación última de las ciencias empíricas (o ciencias de hechos, como la biología) y de las ciencias eidéticas (o ciencias de esencias, como la geometría), así como la elucidación de lo mentado en sus conceptos.

Muchos de los conceptos y las tesis de la fenomenología trascendental sólo pueden ser comprendidos a cabalidad tras la ejecución de la reducción trascendental y tras el esfuerzo por entender a qué se refieren a partir de la experiencia propia. Este es uno de los sentidos del llamado a ir a las cosas mismas, en contraposición a quedarse en meras construcciones de palabras y castillos en el aire. Uno de los conceptos centrales de la fenomenología trascendental es el de intencionalidad, que procede de la tradición escolástica y en última instancia del concepto aristotélico de “logos”. []Otro de sus conceptos fundamentales es el de evidencia o intuición, que es una ampliación del concepto de percepción y que se refiere a una verdad más originaria que la proposicional: esta verdad es la de lo que aparece.


7.Linea histórico escencia: heidegger

Heidegger (1889-1976 Alemán). El problema no es si se trata de una verdad artística, práctica, económica, científica o de fe, sino qué cosa caracteriza toda verdad en cuanto verdad. Pero, al preguntarnos por su esencia, ¿no terminamos por preguntarnos por lo más in-esencial, abstracto e irreal? R/ el “buen sentido” no tiene cómo responder sino apelando a la obviedad; el sentido común dice eine wahre Freude en cuanto es real y pura y llama falso al contrario. Pero lo decimos principalmente sobre nuestros Aussagen (asertos); en esta obviedad se acepta la verdad como adequatio rei et intellectus y la correspondencia que implica la Vorstellung; por ello se ha considerado como Anwessende & Seiendes. Todo nuestro comportamiento está abierto (öffenständig) al ente; sin embargo, conocer (= actividad volitiva) es sein lassen y yendo continuamente contra nuestra tendencia representativa para conocer el Sein que vive en la casa del ente.
8.Notas sobre la situación actual; diagnósticos y propuestas de la Fides et Ratio:

Fides et Ratio: Encíclica del papa Juan Pablo II (1987)


II. Cuadro Sistemático.
1. ¿En que consiste el problema critico4? ¿Se trata de un problema legitimo o de un pseudo problema? ¿Qué impostación se debe dar a este problema? ¿Sobre qué bases es posible resolverlo?:

Históricamente la actitud crítica surge de manera especial en la filosofía moderna al momento de someter todos nuestros conocimientos a la duda universal. La filosofía moderna es, en buena parte, la historia del esfuerzo por conseguir una absoluta extención de supuestos. Pero se trata de un empeño fracasado. «El prejuicio básico de la Ilustración es el prejuicio contra todo prejuicio y con ello la desvirtuación de la tradición»5; Su legitimidad se conoce a la luz de la crítica natural como conveniente a la naturaleza del hombre y se supone incluso en la posición opuesta si philosophandum est… Pretende examinar el valor de nuestros conocimientos espontáneos a partir de las verdades conocidas naturalmente. Parte de un pre-conocimiento confuso. Es doblemente reflexivo. Explicita de facto lo que ya está resuelto de iure. Perfecciona el conocimiento y la ciencia metafísica, pero es interno a la metafísica ¿En qué consiste? ¿Puede el hombre conocer la verdad con certeza? Éste es el problema central ya que todos se reducen o derivan de éste y da sentido a la investigación. Por ejemplo cuando se pregunta cuál es la naturaleza del estado de la mente respecto a la verdad/ puede el hombre conocer la verdad críticamente. Se trata de un problema en sentido amplio y, por ello, se resuelve declarativamente (reconociendo que es concreto, inmediato y natural) y defensivamente. R/. El estado de la mente que se plantea el problema crítico es conscientemente examinativo y, en sentido amplio, inquisitivo fundado en certezas espontáneas, legítimas y orientado por naturaleza a una certeza refleja. Pasa por la fase descriptiva, crítica y resolutiva.




2. Confrontación entre realismo y escepticismo ¿Qué solución da el escepticismo al problema del conocimiento6? ¿Cuáles es la fuerza verificativa de la solución prevista frente al escepticismo?:

Aunque partamos de la afirmación del ente real y de la validez de nuestros conocimientos, en un examen sobre los mismos, surgen diversas dificultades. En particular, el problema del error y de la ilusión, así como la diversidad de opiniones humanas y las contradicciones entre diversas filosofías.



El escepticismo: argumenta desde la diversidad de opiniones, el ideal de la atarxia y la imposibilidad de confiar en una facultad falible. Sin embargo, como hecho psicológico es imposible. Si se considera como doctrina implica contradicción, ya que niega algo; la falibilidad del intelecto y los sentidos se da per accidens y por influjo externo (la voluntad). Sus conceptos y doctrinas son más complicados que la sencillez del ab actu y lo profesan con certeza. El relativismo, si es absoluto, se reduce al escepticismo; ciertamente conocemos en una relación, pero lo que conocemos no depende de nosotros, captamos las cosas en su propia realidad. El relativismo de Protágoras antropocéntrico es válido en cuanto “quidquid recipitur ad modum recipientis recipitur”, pero no se debe negar el “quid”. El hombre es medida de todas las cosas en cuanto al modo de conocer, solamente. El relativismo de Gorgias es una inversión nihilista de Parménides: ya que se atribuye al uno algo que no es el uno, todo es falso.

Tipos de escepticismo



  • Universal: sobre la cognoscibilidad de todo juicio en general

  • Parcial: sólo sobre algunos juicios

  • Absoluto: en todo tiempo y para cualquiera

  • Relativo: en el estado actual del escéptico

  • Teórico: como teoría gnoseológica que cuestiona la certeza

  • Práctico: con el fin de salvar al hombre de la agitación de las opiniones cambiantes.

Aristóteles explica que el PC es anhipotético (MF IV, 3-4); critica la apaideusía; usa la redargutio (basta que hable, si no es una planta); quien niega el PC niega la ousía y el tthe dejando sólo el accidente (lq el hombre es no es blanco) y no se puede proceder al infinito sin llegar a la sustancia; todas las cosas (trirreme, muro, hombre) serían una sola.

S. Agustín critica el escepticismo como hecho psicológico si me engaño soy; no puedo dudar de que soy, conozco y amo.

Ante esta actitud, un realista responde que ni el error ni la diversidad de opiniones son razón para cuestionar el valor de nuestro conocimiento. Eso sí, tales constataciones nos obligan a examinar nuestro conocimiento más de cerca para ver cómo se puede explicar el error. Pero antes de aclarar el tema del error, hay que aclarar el tema de la verdad.
3. ¿Qué se quiere decir con analogía de la verdad? ¿Cuál es la relación que existe entre los diversos modos de entender la verdad y cuál de ellos funcionan como perno?:

La verdad ontológica es incoativa para la verdad lógica (= formal: adequatio…) y ésta da como fruto la verdad fenoménica; (la verdad lógica se llama también verdad formal para distinguirla de la verdad material que es la que se da en el concepto).



Ahora ¿cuál es el primum? La verdad lógica es el primum porque es la que se da en el juicio; conoscere adequationem est veritatem conoscere; la verdad del entendimiento es más principal que la de las cosas por que en el entendimiento es donde se da la completa ratio veri. En efecto, la plenitud de toda operación consiste en su término, y verum en cuanto conocido debe adecuarse al alma; verum es convertible con ens pero de manera distinta: segun la cosa es convertible predicamentalmente; según el entendimiento es convertible consecuencialmente.

Verum se da primero en el entendimiento componens et dividens que en la simplex apprehensio porque la verdad y falsedad están en el juicio; en la primera operación, el entendimiento no tiene algo que pueda adecuarse a la cosa; pero se puede hablar de verdad de la definición en cuanto comporta una composición verdadera o falsa (DV 1,3 & ST, 16, 1).

Adequatio es identidad a nivel de contenidos noéticos formales (no identidad metafísica); esta identidad excluye el problema del puente porque no hay intermedio; cognoscens in acut est cognitum in actu; la gateidad es la misma en el gato que la que yo conozco; pero el acto del la gateidad del gato y mi acto cognitivo son distintos (contra todo idealismo).

4. ¿Es necesario llegar al intelecto divino para asegurar la verdad filosófica? Confrontar la visión tomista, cartesiana, agustiniana y haidegeriana sobre el argumento:

S. Agustín: “Dios es la única verdad según la que juzgamos”, “ Nada es más eterno que la verdad del círculo y de 2+3”,estas verdades valen sólo en la mente de Dios porque ninguna verdad creada es eterna.

S. Anselmo: “Como hay un tiempo, hay una verdad” SC se refiere a las cosas verdaderas en comparación con el intelecto divino; “Toda verdad recibe su significado de la mente divina” SC además de la verdad en cuanto orden al intelecto divino, las cosas tienen una verdad especial según su manifestación al intelecto.

S. Tomás: Unaquaeque res dicitur vera absolute, sec ordinem ad intellectum a quo dependet. Las cosas guardan una relación esencial con el intelecto que las causa; vale para el artificio y para la cosa natural (constituta inter duos intellectus: uno que la mide y otro que es medido); por lo tanto la verdad de las cosas consiste en su adecuación con el intelecto divino (ST 16, 1); Verum se halla en el intelecto divino en grado máximo porque no sólo se adapta, sino que es su mismo entender y es causa y medida de todo.

Cartesio: el cogito se reconoce imperfecto “y me pregunté cómo había aprendido a pensar; evidentemente fue por una naturaleza más perfecta y si tengo la idea más perfecta, no puede proceder de mí, sino de Dios […]. Seguí mi indagación y me di cuenta de que había un espacio infinitamente extenso con una evidencia tan cierta como la evidencia de Dios mismo; a los que no creen en Dios les preguntamos cómo saben que sus pensamientos no son tan falsos como sueños y nada pueden responder que no presuponga la existencia de Dios.”

Heidegger: La certeza es el estado de la mente que se adhiere firmemente sin ningún temor a una verdad. Aunque está estrechamente ligada con ella, no se identifica con la verdad. Los puntos clave Primariamente es algo subjetivo, Evidencia, Criterio de la verdad, Evidencias objetivas, Evidencia mediata.

5. Que significa el término adecuación:

Adequatio: por adequatio se entiende una identificación intencional entre entendimiento y ser en la que el ser rige al entendimiento y no a la inversa. El entendimiento se con-forma con la cosa; adquiere la misma forma. La conformación del entendimiento con la cosa entendida no es un simple «parecido» más o menos relevante. El entendimiento adquiere la misma forma que la cosa entendida tiene ya en sí propia. Se trata de una identificación por cuya virtud lo entendido y el entendimiento se hacen «intencionalmente» una misma cosa. «Se ajusta a la verdad el que piensa que lo separado está separado y lo junto está junto, y yerra aquel cuyo pensamiento está en contradicción con las cosas»7. La verdad es la conformidad del cognoscente en acto con lo conocido en acto. En esta adequatio se da una doble causalidad: la del ente que naturalmente se manifiesta al intelecto y la del intelecto que asimilándose al ente activamente lo capta, lo desmaterializa y lo despliega. Ambos hacen la verdad que causa el conocimiento.

La verdad de los sentidos se da de manera distinta: en el entendimiento está como consecuencia del acto de entender (cuando retorna sobre su propio acto, conoce su adecuación); en el sentido, se da en cuanto su juicio versa sobre la realidad como es, pero no conocida por el sentido mismo, pues las potencias sensitivas no retornan sobre sí mismas; por lo tanto el sentido no conoce la adecuación. (DV 1,9)

El error se da per accidens, por influjo de la voluntad y nunca es inicial; el error no se conoce sino en oposición a la verdad; res non fallunt per se quia non ostendunt aliud quam suam speciem, sed fallunt per accidens en cuanto dant occasionem ad falsitatem. En los sentidos no hay falsedad (como no sea por indisposición del órgano); en el sensible común y per accidens, cabe un falso iudicium porque no se refiere a las cosas en modo directo; pueden engañar circa rem, no circa ipsum sentire. Intellectus Semper est rectus (no puede fallar en el acto de conocer la species que lo informa, aunque puede fallar respecto a lq es accidental o derivado de ella: circa quod quid est intellectus non decipitur, in componendo et dividendo decipi potest).
6. ¿Qué valor tiene el hecho del error en la sede de filosofia del conocimiento ¿Se trata del problema inicial al cual le corresponde la impostación de fondo o bien se trata de un dato que puede encontrar una solución particular?:

El error consiste en afirmar lo falso como verdadero.

No es lo mismo ignorancia y error. Ignorancia es la privación de un conocimiento para el que se posee naturalmente aptitud. El error consiste, en cambio, en hacer un juicio falso acerca de lo que se ignora.

La falsedad, al igual que la verdad, se da propiamente en el entendimiento y solo puede ser formalmente falso el juicio del mismo. Se puede decir que se da también en las cosas, pero no a un nivel ontológico, pues toda cosa es igual a sí misma. Hay cosas que ―para un sujeto determinado― parecen lo que no son y por tanto dan ocasión al error (ejemplo de una moneda falsa).

Para el entendimiento que está naturalmente ordenado a la verdad, la falsedad es un mal. Toda estimación falsa procede del defecto de algún principio del conocer. En el hombre suele ser por un defecto en el razonamiento. En cuanto tal, la simple aprehensión no puede fallar, pues esta se sigue del intelecto agente que siempre está en acto, y lo que siempre está en acto no puede fallar. El error se da más bien en lo que está en potencia. Pues de esa potencia puede pasar a la perfección o a la privación. Como todo mal, el error no se da per se, sino per accidens. Es una privación. Nadie conoce propiamente lo falso sino que no conoce lo verdadero.

La inteligencia por sí misma no se equivoca. Así como una cosa tiene el ser por su forma, así también la facultad cognoscitiva tiene el acto de conocer por la similitud de la cosa conocida. Ahora bien, una cosa natural no puede fallar con respecto al ser que le corresponde por su forma, si bien pueden fallarle algunas cosas accidentales o complementarias (un hombre puede no tener piernas pero no puede dejar de ser hombre).

La vista no se engaña respecto a lo sensible propio aunque puede engañarse respecto a los sensibles comunes y a los per accidens. De igual manera, el intelecto al conocer una cosa no yerra acerca de lo que es, pero se puede engañar el intelecto en el acto de componer y dividir (juzgar) porque puede atribuir a la cosa ―cuya esencia conoce― algo impropio u opuesto a ella.

La causa del error: la falsedad, que es una privación, no tiene causa eficiente, sino defectiva. En cambio, el error, en cuanto que es un juicio, requiere una causa eficiente. La causa propia del error es la voluntad. Cuando la voluntad mueve al intelecto al asentimiento sin que este cuente con una evidencia suficiente para ello. Tal influjo de la verdad se puede deber otros intereses, al influjo de las pasiones, a la precipitación, etc.


7. ¿Existe un criterio de la verdad? ¿Cuál es? ¿Cómo se coloca este criterio en el confronto con otras ideas? (Criterio empirístico, criterio materialista, criterio trascendental y criterio de la verificación):

Evidencia o criterio de la verdad:



      1. Significado: La palabra "evidencia" está tomada del lenguaje ordinario, del sentido de la vista. Algo evidente es algo que se ve a la primera ojeada.

        1. Evidencia no es sinónimo de inconcebible (eso sirve para los primeros principios,
          pero no para la evidencia sensible: es evidente que tengo frío y, sin embargo, puedo pensar la frase contraria). Tampoco es sinónimo de indudable (de hecho, Pirrón y su escuela dudan de toda evidencia; al mismo tiempo, hay errores que se tienen por certezas y, lógicamente, no se duda de ellos).

        2. Evidencia es la claridad con que un objeto aparece a una facultad del conocimiento y que le fuerza al asentimiento. Es, por tanto, una propiedad, del objeto. A la evidencia corresponde, en el sujeto, la intuición (también tomada del sentido de la vista) que se opone a discurso.

      2. Tipos de evidencia (inmediata): a cada uno de ellas corresponde en el sujeto una intuición.

        1. Evidencia sensible: para cada sentido es evidente su propio objeto (está ordenado, por naturaleza, a percibirlo).

        2. Conciencia de sí mismo.

        3. Evidencia de las esencias abstractas: para el entendimiento es evidente su propio objeto: la quididad de la cosa.

        4. Juicios evidentes: en algunos juicios la relación entre el S y el P aparece evidente al que los comprende (el predicado se halla incluido en la noción del sujeto).

* N.B. Ahora bien, un juicio evidente en sí mismo (quoad se) puede que no lo sea para nosotros (quoad nos) porque no comprendemos el significado de los términos.

      1. También existe la evidencia mediata, es decir, la que proviene de una demostración. De hecho, algunos la llaman evidencia participada, pues la demostración consiste en hacer ver cómo una proposición se deriva necesariamente de una verdad inmediata.


8. ¿La verdad8 es absoluta o contingente? ¿Temporal histórica o eterna? ¿Es exhaustiva o puede siempre progresar?: Cf. Parte Sistemática y tema 10

9. ¿Cuáles serían los principales datos de la filosofia perenis acerca del conocimiento de la verdad ?: Cf. Parte Sistemática

Analogía de verdad, fundamento ontológico, identidad formal (con la adequatio), y la critica de fundamentación contra la problemática.




(De veritatae Q1; 1-3)


En este momento llegamos al punto central de este tema preguntándonos ¿qué es la verdad? En esto, seguiremos la las ideas expuestas por Santo Tomás en la primera cuestión del De Veritatae. Hay que decir, naturalmente, que “verdad” se dice en diversos sentidos.

Primer artículo: ¿Qué es la verdad?

Como decíamos, un realista afronta esta cuestión, no desde el pensamiento sino desde el ente real. Lo primero que la mente humana conoce es ens; id quod est; una esencia con un acto de ser. La pregunta sobre la verdad, por lo tanto, es, ¿Cómo, de un ente, llegamos a la verdad?9 Desde este punto de vista, Sto. Tomás en el primer artículo comienza distinguiendo la noción de ente con las demás nociones trascendentales entre las cuales se encuentra la noción de verum. Esta noción agrega a «ente» una relación con el intelecto; inteligibilidad. Aunque es de la misma extensión que ente, verum no coressponde al ente considerado en modo absoluto sino en relación con una mente que sea capaz de conocer todos los entes. Verum, hace referencia a y presupone el intelecto.

Hecha esta distinción, Santo Tomás elenca diversas definidciones de verdad dividiéndolas en tres grupos:


  1. Según aquello que precede y funda en el intelecto la razón de verdad (verdad-entidad).

    1. Verum est id quod est: Lo verdadero es lo que es.

    2. Y Avicena, en su Metafísica": La verdad de cada cosa es la propiedad de su ser que se le ha asignado

    3. . Y otros 34 lo definen así: Lo verdadero es la indivisión del existir y de lo que es.

  2. Según aquello en lo que consiste formalmente la razón de lo verdadero.

    1. Dice, así, Isaac'que la verdad es la adecuación de la cosa y del entendimiento.

    2. Y Anselmo, en el libro De veritate36: La verdad es la sola rectitud perceptible por la mente (esta rectitud expresa cierta adecuación).

    3. El Filósofo, por su parte, dice, Metafísica IV37, que los que definimos lo verdadero decimos que es cuando se dice que es lo que es y no es lo que no es.

  3. Por el efecto seguido.

    1. Y así dice Hilario 38: Lo verdadero es lo declarativo y manifestativo del ser.

    2. Y Agustín, en el libro De vera religione 39: La verdad es aquello por lo que se muestra lo que es.

    3. Y en el mismo libro 40: La verdad es aquello por cuya conformidad juzgamos de las cosas inferiores.

Segundo artículo: Si la verdad se encuentra en el intelecto antes que en las cosas

Estableciods los diversos sentidos principales en que se entiende “verdad” ahora hay que encontrar el principio ordenador; el princeps analogatum. Esto lo hace S. Tomás en el segudo artículo preguntándose si la verdad se da primero en el intelecto o en las cosas.

No se está buscando la causa de la verdad sino aquello de lo que primeramente se debe decir que es verdadero; el princeps analogatum; lo que primeramente contenga la noción completa de verdad. No es necesario que el princeps coincida con la causa. De igual modo se dice «sano» propiamente del animal y por analogía de la medicina que es causa de la salud en el animal.

Ahora bien, todo movimiento de la facultad cognoscitiva termina en el alma (a diferencia de los movimientos de la facultad apetitiva que termina en las cosas apetecidas). Y así como verum se dice en orden al intelecto, verum y falsum están en la mente. Las cosas, en cambio, no se dicen verdaderas sino en cuanto adecuadas al intelecto. Por lo tanto, verdad se encuentra en primer lugar en la mente y en segundo lugar en las cosas.

Hay que notar, sin embargo, que las cosas se relacionan de modo diverso al intelecto especulativo y al intelecto práctico; como también al intelecto humano y al intelecto divino.


  • El intelecto divino es medidor y no medido;

  • La cosa natural es medidora [del intelecto humano] y medida [por el intelecto divino];

  • El intelecto humano (especulativo) es medido y no medidor de las cosas naturales… solo de las artificiales (intelecto práctico).

Por lo tanto, la cosa natural se dice verdadera:

Por adecuación al intelecto divino: en cuanto realiza aquello hacia lo cual se encuentra ordenada por parte del intelecto divino. Así podemos entender la definición del primer grupo: La verdad de cada cosaes la propiedad de su ser que le ha sido asignado.(P. Izq Labeaga: es una analogía de atribución intrínseca; una atribución metafísica intrínseca; en el orden del ser)

Por adecuación al intelecto humano: en cuanto es capaz de dar una verdadera estimación de sí. En cambio se dicen falsas aquellas cosas capaces de aparecer como aquello que no son. (P. Izq. Labeaga: es una analogía de atribución extrínseca; denominativa).

En primer lugar, la noción de verdad se aplica a la cosa según su relación con el intelecto divino y luego según su relación con el intelecto humano.


Recapitulando (q1,a4 : La verdad se encuentra en el intelecto humano y en el intelecto divino en sentido propio ―como la salud se encuentra en sentido propio en el animal. En las demás cosas, la verdad se encuentra en relación al intelecto ―como la salud se predica de otro en cuanto produce o conserva la salud del animal. Por lo tanto:

  • La verdad en sentido propio y originario existe en el intelecto divino.

  • La verdad en sentido propio pero secundario, en el intelecto humano.

  • La verdad en sentido impropio y secundario, en las cosas.


Tercer artículo: Si la verdad está solamente en el intelecto que compone y que divide (en el juicio)

Decíamos que la verdad consiste en la adecuación entre la cosa y el intelecto. Pero nada se adecúa a sí mismo; la igualdad es propia de cosas distintas. Por lo tanto, la noción de verdad en el intelecto surge cuando el intelecto comienza a tener algo que le es propio, cuando comienza a tener algo que la cosa fuera no tiene pero que le corresponde, de modo tal que entre los dos se pueda establecer una relación.

El intelecto que forma la quididad de la cosa tiene solamente una similitud de la cosa que existe fuera del alma, como también el sentido en cuanto recibe la especie sensible. En cambio, cuando comienza a juzgar de la cosa aprehendida, entonces el mismo juicio del intelecto es algo propio del intelecto que no se encuentra fuera de la cosa; y cuando se adecúa a aquello que está en la cosa, entonces se dice que el juicio es verdadera. Cuando juzga, el intelecto dice de una cosa lo que es, o no es, este es justo el acto del intelecto que compone y que divide. Por lo tanto, la verdad se encuentra principalmente en el intelecto que compone y que divide.

Por analogía, una quiddidad o definición también se puede decir verdadera o falsa en razón de la composición verdadera o falsa. Si la definición verdaderamente corresponde a la cosa o si la composición implicada en la definición no es contradictoria.

Por lo tanto, Verdadero se dice:


  1. Primariamente de la composición o división del intelecto

  2. Secundariamente de las definiciones de las cosas en cuanto implican una composición verdadera o falsa

  3. De las cosas en cuanto se adeqúan al intelecto divino o son capaces de adecuarse al intelecto humano

  4. Del hombre en cuanto puede escoger cosas verdaderas o cumple una valutación de sí o de los otros que sea verdadera o falsa en base a aquello que dice o que hace

*Las palabras se dicen verdaderas al mismo modo de los conceptos que significan.

Octavo artículo: Si la verdad está en los sentidos

A los argumentos anteriormente dados a favor del juicio como el lugar primario de la verdad, agrega que el intelecto conoce la verdad en cuanto reflexiona sobre sí mismo; en cuanto cumple la reditio completa. S. Tomás ofrece este argumento para mostrar que no se puede decir propiamente que la verdad se encuentre en los sentidos. Se puede extender el discurso al proceso de la simple aprehensión, pues el sujeto cobra consciencia de sí mismo en el momento del juicio, no en el de la aprehensión. Ofrece la siguiente argumentación:

La verdad está en el intelecto como consecuente de la operación del intelecto en cuanto el juicio de la cosa es de la cosa en cuanto es. En el mismo acto, el intelecto conoce la cosa, conoce el propio acto, conoce la proporción entre la cosa y el propio acto, conoce su propia naturaleza a la cual corresponde conformarse a las cosas: por lo tanto, el intelecto conoce la verdad en cuanto reflexiona sobre sí mismo.

Lettura heideggeriana



El asentimiento

Dice Santo Tomás: «Se deben considerar dos actos de la razón: uno por el que se aprehende la verdad sobre algo (…); y el otro es el acto por el que la razón asiente a aquello que aprehende»10. El asentimiento se inscribe en la dimensión reflexiva de la verdad.

A veces es inevitable: es el caso en que la proposición es evidente, por su claridad propia, como sucede con los primeros principios. Pero hay otras ocasiones en las que la proposición no es de suyo evidente, ya que la relación entre el sujeto y el predicado no aparece claramente; entonces puede darse el asentimiento o también puede rehusarse, o al menos suspenderse. De estas diversas tesituras del asentimiento ante el contenido proposicional provienen, justamente, los diversos estados de la mente ante la verdad: la certeza, la duda, la opinión y la fe. Se produce, en cambio, el error cuando se asiente a una proposición que no es conforme con la realidad.

Certeza:

Es el estado de la mente que se adhiere firmemente sin ningún temor a una verdad. Aunque está estrechamente ligada con ella, no se identifica con la verdad.



  • Primariamente es algo subjetivo. De manera secundaria ―por analogía de atribución― puede llamarse también «certeza» a la evidencia objetiva que fundamenta la certeza como estado de la mente.

  • Evidencia: la presencia de una realidad como inequívoca y claramente dada: el hecho de que lo conocido se halle ante el cognoscente en su misma realidad, de que esté presente la realidad misma.

  • Criterio de la verdad: los autores modernos, más que la verdad en cuanto tal, buscan la certeza del conocimiento de la verdad. Así, al comenzar sus reflexiones desde el pensamiento, siempre buscan un criterio a la luz del cual discernir la verdad de los diversos pensamientos que encuentran en la mente. Un realista, en cambio, parte desde el ser. Espontáneamente se encuentra cierto sobre muchos de sus conocimientos. En un momento de reflexión, advierte que esto es gracias a la evidencia objetiva de tantas realidades. La evidencia constituye el único fundamento suficiente de la certeza (salvo en el caso de la fe). Así como la verdad se basa en el ser de la cosa, la conciencia de la posesión de la verdad se basa en la patencia objetiva de la realidad. Es verdad que uno puede estar en un estado subjetivo de “certeza” asintiendo ante una falsedad. Esto se da cuando se asiente sin la presencia de una evidencia objetiva. Propiamente no se puede llamar certeza sino que habría que precisar que se trata de una “certeza subjetiva.”

El establecimiento de un supuesto fundamento (criterio) de carácter subjetivo para la certeza incurriría en un círculo vicioso, como es el caso del criterio cartesiano de la claridad y distinción de las ideas [es por esto que Descartes tiene que acudir a Dios para fundamentar la validez de su conocimiento].

  • Evidencias objetivas: Las primeras evidencias objetivas que necesariamente llevan al asentimiento son los primeros principios. En primer lugar el principio de no contradicción (PNC): el conocimiento humano más cierto y la causa de la certeza de los demás conocimientos que por él se iluminan.

También se puede hablar de una certeza experimental de captar con los sentidos un hecho que, por lo tanto, también es conocido inmediatamente por la inteligencia. Incluso hay que notar que los primeros principios no son innatos sino que surgen por inducción a partir de estas certezas sensibles. Así, las evidencias sensibles también son evidencias objetivas.

  • Evidencia mediata: hay casos en los que el asentimiento de la mente es requerido por un objeto que no es conocido por sí mismo, inmediatamente, sino por medio de otro. Es lo que sucede con las conclusiones de la ciencia. Se trata de una conclusión alcanzada por medio de un razonamiento que parte de unas premisas ya conocidas (porque son evidentes por sí mismas o porque a su vez se han demostrado).

En este campo de las conclusiones, la certeza puede ser mayor o menor. Ya Aristóteles advertía que «no debemos buscar el mismo grado de certeza en todas las cosas»11. La índole de certeza que se puede esperar depende de la materia que se estudia. Así «en materias contingentes ―como son los hechos físicos y las acciones humanas― basta la certeza de que algo es verdadero en la mayoría de los casos, aunque falle en unos pocos»12.

Sin embargo hay que notar que también en los fenómenos físicos (contingentes) existe también hay verdadera certeza ya que no existe ninguna realidad ―por contingente que sea― que no contenga en sí algo de necesidad13.



Otros estados de la mente:

  • Duda: es el estado en el que el intelecto fluctúa entre la afirmación y la negación de una determinada proposición, sin inclinarse más a un extremo de la alternativa que a otro.

    • Toda duda supone previas certezas. En primer lugar la certeza del principio de no contradicción.

  • Opinión: el asentimiento a la verdad de una parte de la contradicción, con temor de la verdad de la opuesta.

    • La opinión es de suyo una estimación ante lo contingente, es decir, aquello que puede ser y no ser. Como no todo es contingente, no todo es opinable.

  • La Fe: estado en que la voluntad mueve al entendimiento a asentir con certeza, sin miedo a que sea verdad la opinión contraria, basándose en el testimonio y la autoridad de otro.

    • Considerando la razón de conocimiento, la certeza de evidencia es siempre más perfecta. Pero la certeza de fe ―no obstante la oscuridad del conocimiento― puede ser más perfecta en cuanto a la firmeza de la adhesión.

    • Desde un punto de vista sobrenatural, S. Tomás define así la fe: «Creer es el acto del entendimiento que asiente a la verdad divina imperado por la voluntad, a la que dios mueve mediante la gracia»14.




1 Fichte es el espíritu objetivo; Schelling, el espíritu subjetivo; Hegel, el espíritu absoluto. Kant era el alba, ellos son el día: no necesitan el noúmeno.

2 Wikipedia

3 Wikipedia

4 Imposibilidad de una crítica radical: En rigor no es posible criticarlo todo. Si la actitud crítica fuera consecuente y radical , nunca podría detenerse: jamás habría conocimiento alguno cierto, ni normas u orientaciones para actuar. La misma crítica ―por más radical que quiera ser― se realiza siempre desde la aceptación de unos presupuestos. Desde un inicio, la reflexión se desarrolla en el ámbito de una conciencia cierta. Así como una reflexión no podría arrancar de una total carencia de conocimiento consciente, así tampoco podría arrancar de una total carencia de conocimiento cierto, pues no habría posibilidad de reflexionar con certeza. Si de veras se duda que nuestra facultad de conocer sea realmente buena, carece de sentido utilizarla para medir su verdadero valor.

Crítica realista: nosotros afrontamos el problema crítico, no para adquirir certeza sobre el valor de nuestro conocimiento (que espontáneamente ya tenemos), sino para conseguir una doctrina precisa y sistemática sobre el valor del mismo. También, para argumentar contra las múltiples posiciones que han negado tal valor.



El punto de partida, por tanto, no puede ser el pensamiento sino el ente real; lo primero conocido y aquello en lo que todo conocimiento se resuelve. Solo con base en el conocimiento de la realidad el hombre puede conocer el acto con el que conoce las cosas, es decir, reflexionar. No se trata de una crítica radicalizada sino de una crítica en el sentido de discernimiento.

5 GADAMER, Verdad y Método

6 Ante esta actitud, un realista responde que ni el error ni la diversidad de opiniones son razón para cuestionar el valor de nuestro conocimiento. Eso sí, tales constataciones nos obligan a examinar nuestro conocimiento más de cerca para ver cómo se puede explicar el error. Pero antes de aclarar el tema del error, hay que aclarar el tema de la verdad.


7 Aristóteles, Metafísica IX

8 Essa è la verità fondamentale: ogni “altro” concetto e verità sono solo “di-chiarazioni” o “determinazioni” (trascendentali o categoriali) di questi “principi primissimi” della realtà e della mente. Tutto rimane virtualmente contenuto e confussamente visto nell’originario concetto analogo di ente: insieme “semplicissimo” e “complicatissimo”, di minima e di massima comprensione che se concretizza per la aggiunta di qualcosa all’ente che esprimono un modo dello stesso ente, che non è espresso dal nome «ente»(De Verit. q.1 a.1). Questo principio è la luce-legge della mente: Quindi ogni giudizio procede applicando il Principio di contradizione: sotto la luce o la legge di questa «verità archiaka», verità naturale strutturante la mente giudicante, a cui nessuno può sottrarsi sotto pena di ritrovarsi «a-mente». Nel giudizio è necessario cogliere qualcosa come «essendo così» e «non in altro modo», cogliere cioè il Principio di contradizione

9 j.a.izquierdo labeaga, Nove definizione di verità…

10 S.T I-II, q.17, a.6

11 ARISTOTELES, Etica a Nicómaco, I, 1094b 13.

12 S.T., I-II, q96, a.1, ad.3.

13 S.T., I, q.86.

14 S.T. II-II, q2,a.9.

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