Comisión sobre la Declaración de Fe de icm reporte a la Conferencia General de icm 2016



Yüklə 451,7 Kb.
səhifə1/9
tarix14.12.2017
ölçüsü451,7 Kb.
#15689
  1   2   3   4   5   6   7   8   9

Comisión sobre la Declaración de Fe de ICM

Reporte a la Conferencia General de ICM 2016

Saludos de la Comisión sobre la Declaración de Fe de ICM,



Ha sido un placer server en esta Comisión en los dos años pasados. Hemos tenido reuniones mensuales vía Adobe Connect y dos reuniones físicas, una en Chicago, IL en 2014 y una en Dayspring Retreat Center cerca de Ellenton, FL en 2015. Aquí presentamos, algunos logros obtenidos:

  • En Chicago compartimos nuestras jornadas personales de fe y comenzamos el proceso de conocernos, unas personas a otras, en niveles más profundos.

  • También nos reunimos, física o virtualmente y por medio de correos electrónicos con varios teólogos incluyendo:

    • Ken Stone, Chicago Theological Seminary (Estudios Bíblicos)

    • Scott Haldemann, Chicago Theological Seminary (Adoración y Liturgia)

    • Dwight Hopkins, University of Chicago (Teología)

    • Varios estudiantes de CTS y de UChicago

  • Solicitamos reflexiones de algunas personas que han sido miembros de ICM por mucho tiempo, incluyendo:

    • Rev. Elder Troy D. Perry

    • Rev. Elder Dr. Nancy Wilson

    • Rev. Elder Freda Smith

    • Rev. Lee Carlton

  • Creamos dos encuestas, una para individuos y una para Iglesias, para poder tener una idea de lo que era importante, en cuestiones de fe, para aquellos que somos parte de ICM. Obtuvimos cerca de 900 respuestas. ¡Muchas gracias por su participación!

  • También creamos varios boletines pidiendo comentarios y retroalimentación en los siguientes temas: (Estos boletines son incluidos en el Documento que aparece al final de nuestro reporte).

    • Una Reflexión sobre la Mesa Abierta

    • Una Reflexión sobre la Pregunta de Quiénes y Que Somos

    • Una Reflexión sobre la Misión y Liturgia en ICM

    • ¿Qué pasa con el Pecado?

    • Gracia Maravillosa

    • Lecciones Aprendidas

    • Palabras Maravillosas de Vida

    • La Trinidad

    • Inclusión e Identidad

  • Nuevamente, muchas gracias por sus respuestas a los boletines y por continuar reflexionando con nosotros sobre asuntos de fe y creencia.

  • Hablamos con una variedad de Redes de ICM y en otras reuniones, incluyendo:

    • Brite Divinity School

    • The European Network

    • Texas/New Mexico Network

    • North Central US Network

    • All Florida Network

    • MCC Illiana

    • Eastern US Network

    • Iberoamerica/Caribbean Network

    • Australasia Network

    • En varias Iglesias Locales de ICM.

  • En nuestra segunda reunión en Dayspring comenzamos el trabajo de redacción de la propuesta para la Declaración de Fe.

    • Al principio, supimos que no sería posible incluir cada idea sobre Dios, Jesús, el Espíritu Santo, etc. También supimos que no queríamos crear algo que pareciera una lista doctrinal para compras. En lugar de eso, queríamos tratar de crear algo hermoso, posiblemente pudiera ser un poema, o un canto musicalizado, o llegar a crear una obra de arte. Pronto nos dimos cuenta de que una oración podría ser una buena decisión y continuamos nuestro trabajo, teniendo presente esta idea.

    • Por varios días, la mayor parte de lo que ustedes reciben en este reporte fue creado en una atmósfera de oración, discernimiento y diálogo.

  • La Declaración de Fe continúo siendo modificada según recibíamos comentarios y reflexiones de la comunidad, más amplia de ICM, en los siguientes meses.

  • Hemos ofrecido cuatro webinars en inglés y uno en español, sobre la Declaración de Fe para poder recibir más comentarios y retroalimentación.

  • Creamos una página de Facebook para poder publicar los boletines y compartir el desarrollo de nuestro trabajo.

Le comunicamos que cada comentario recibido fue leído por todos y tuvieron un papel crucial en el desarrollo de la Declaración de Fe. Obviamente, no incluimos cada pensamiento o comentario, en la Declaración de Fe, y somos conscientes de que algunos se sentirán desilusionados de que alguna comprensión teológica particular u otras reflexiones se encuentren ausentes. Trabajamos por crear una Declaración inclusiva de la amplia diversidad de ICM mientras permanece real nuestra identidad dentro del Cuerpo de Cristo.

Nuestro reporte incluye varios puntos:



  • Esta carta

  • Un esquema de los potenciales resultados en la Conferencia General

  • La misma Declaración de Fe (la cual es el único elemento a ser votado en la Conferencia General)

  • Un Comentario sobre la Declaración de Fe

  • Una complicación de los Textos Históricos que han formado a ICM

  • Los Boletines de la Comisión creados durante este proceso

Muchas gracias por permitirnos servirles.

Atentamente,

Comisión sobre la Declaración de Fe

Rev. Cathy Alexander

Rev. Elder Hector Gutierrez

Rev. Dr. Karl Hand

Bryce E. Rich

Rev. Dr. Axel Schwaigert

Rev. Elder Dr. Candace R. Shultis, Presidenta

Votar la

DF

Nueva DF está en



Artículo III

.

A





No

Discusión sobre DF

Voto para crear

Depósito para DF

*

SI

FIN



DocumentoEsenciales de ICM

Voto para Mover la DF a MCC CD

Mantener actual

DF en


III

.

A



Nueva DF

Permanece en

III

.

A



No

Nueva DF

Se ubica en MCC CD



No

Borrador de la Declaración de Fe de ICM


con Comentarios
Contenido

Textos Históricos que han formado la Identidad de ICM 28

Introducción


30

Los Credos Históricos 31

El Credo de los Apóstoles (finales del s.II d.C.)
31

El Credo Niceno-Constantinopolitano (381 DC)


32

La Definición de Calcedonia (451 CE)


33

El credo Atanasiano (c. 500 DC)


34

Documentos Históricos de ICM 37

Doctrina, Ritos y Sacramentos de ICM (1970)
37

Doctrina, Sacramentos de ICM (1973)


39

Doctrina, Sacramentos de ICM (1990)


40

Otros Documentos Históricos de ICM 42

Un Triple Evangelio (octubre 6, 1968) 42

En la Encrucijada (septiembre 3, 1972) 42

El Pasto Morado (1972) 44

MCC/NCC – Y el asunto Eclesiológico (1987) 52

Valores Esenciales de ICM (2005) 62

Libros producidos por y acerca de ICM 62

The Lord is My Shepherd and He Knows I'm Gay: The Autobiography of the Reverend Troy D. Perry by Troy D. Perry. (El Señor es mi Pastor y él sabe que soy gay: La Autobiografía del Reverendo Troy D. Perry, por Troy Perry) 62

Don't Be Afraid Anymore: The Story of Reverend Troy Perry and the Metropolitan Community Churches (No tengan miedo nunca más: Historia del Reverendo Troy Perry y las Iglesias de la Comunidad Metropolitana) por Troy D. Perry con Thomas L. P. Swicegood. 62

Our Tribe: Queer Folks, God, Jesus, and the Bible (Nuestra Tribu: Comunidad Queer, Dios Jesús y la Bíblia) por Nancy L. Wilson. 63

Cantos 63

"For those tears I died" 64

"I'm not afraid anymore" 64

"Our God is like an eagle" (When Israel camped in Sinai) 64

"We are singing for our lives" 64

"We are the Church Alive" 65

"Children of the Rainbow Promise" 65

"Once we were not a people" 65

"Joyful people, come and worship" 66

"The body of Christ, the bread of heaven" 66

"Bring many names" 66

Otras Lecturas 66

"Cántico del Sol" – San Francisco 67

Institución de Calvino 67

Los Institutos son la primera gran obra de la protestante Teología Sistemática, rivalizando de Aquino Suma Teológica del libro de texto clásico del pensamiento cristiano. La primera edición fue escrita en 1536, dirigida al rey Francisco I de Francia, en defensa de los hugonotes (protestantes franceses), que fueron sometidas a la creciente persecución bajo su reinado. Calvin buscó que las iglesias protestantes fueron fundadas en creencias ortodoxas, y no rechazaron la autoridad civil. Este escrito incidental, sin embargo, fue aclamado rápidamente como un nuevo y único sistema de pensamiento cristiano, y la demanda de Sepharose para una edición más a fondo. La última edición en 1559 era cinco veces la longitud de la primera edición, y su primer capítulo, se refiere a la relación entre el ser humano y el conocimiento divino es famoso como una profunda declaración de método teológico de un pensador humanista en el período moderno temprano. 67

Los 39 Artículos 67

Sermón #16 de John Wesley 67

"Ain't I a Woman" de Sojourner Truth 68

La Declaración de Barmen 68

"Carta desde la Cárcel de Birmingham" del Reverendo Doctor Martin Luther King, Jr. 68

La Teología de la Liberación, Historia, políticas y salvación de Gustavo Gutiérrez 68

Encarnación: Un acercamiento a la sexualidad y a la Teología Cristiana de James B. Nelson 69

Original Blessing: A Primer in Creation Spirituality Presented in Four Paths Twenty-six Themes and Two Question (Bendicion original: una primera creación espiritual presentada en cuatro caminos, veintiseis temas y dos cuestiones) por Matthew Fox. 69

Take Back the Word: A Queer Reading of the Bible. Editado por Robert E. Goss y Mona West. 69

The Queer Bible Commentary. Editado por Deryn Guest, Robert E. Goss, Mona West, y Thomas Bohache. 69

Este se compone de muchos diversos ensayos, de miembros de ICM, clérigos y laicos. Cada ensayo aborda la tarea teológica en una clave "queer" preguntando qué tipo de teología que hemos hecho y estamos haciendo en ICM debido a nuestras experiencias de opresión, la marginación, la tolerancia, y bienvenida (provisional) dentro del cristianismo. Los cuatro editores aportan diferentes perspectivas; todos son teólogos que han publicado y son clérigos de ICM y han servido como pastores, maestros y funcionarios de la denominación. El tema que ha inspirado esta colección es la práctica de la comunión abierta, el primer articulado por nuestro fundador, el Rev. Troy Perry Elder, y ahora se expresa todos los domingos en ICM en todo el mundo. Los contribuyentes ven la tarea teológica de bienvenida en ICM a más y más personas de las sexualidades divergentes, las identidades de género, teologías y expresiones eróticas de la "mesa" con el fin de hablar de nuestra experiencia de Dios más plenamente. 70

Declaraciones de Fe Adicionales utilizadas por algunas Congregaciones de ICM. 70

Confesión de Fe Inclusiva (Un Credo Cristiano de Indonesia) 70

El Credo Nuevo (de la Iglesia Unida de Canadá) 72

Los Ocho Puntos del Cristianismo progresista (versión del 2003) 73

Declaración de Fe de la Iglesia Unida de Cristo 75

Siete Principios del Universalismo Unitario 75

Apéndice I – Mandato de la Comisión de la Declaración de Fe de ICM. 98

Autorización de la Moción en la Conferencia General 2013 98

Acta Constitutiva de la Comisión de la Declaración de Fe de ICM por la Junta de Gobierno 98

Propósito y Resultados esperados de la Comisión 98

Miembros de la Comisión: 98

Proceso y Tiempos de la Comisión 99

Mutuas responsabilidades con la Junta de Gobierno 99

Recursos para la Comisión de la Declaración de Fe de ICM 99

Apéndice II – Miembros de la Comisión 100

Apéndice III – Otros colaboradores 103

Descripciones selectas bajo la categoría de Otras Lecturas 103

Descripción de los Cantos 104



BORRADOR de la Declaración de Fe de ICM


Declaración de Fe de ICM
Preámbulo

La Iglesia de la Comunidad Metropolitana es un capítulo en la historia de la Iglesia, Cuerpo de Cristo. Somos personas en una jornada, aprendiendo a vivir en nuestra espiritualidad, mientras afirmamos nuestros cuerpos, nuestros géneros, nuestras sexualidades. No todas las personas creemos exactamente lo mismo. Y aun en medio de la diversidad, construimos una comunidad, enraizada en el amor radicalmente inclusivo de Dios hacia todas las personas. Somos parte de una conversación en curso en asuntos de creencia y fe, formada por la Escritura y los credos históricos, construimos sobre quienes nos precedieron. Nuestro capítulo comienza cuando Dios nos dice: "Vengan, vean y prueben”.


Nuestra Fe

"Vengan, vean y prueben”. Jesucristo, tú invitas a todas las personas a tu mesa abierta. Tú nos haces tu pueblo, una comunidad amada. Tú restauras el gozo de nuestra relación con Dios, incluso en medio de la soledad, de la desesperación y de la degradación. Somos personas únicas y cada una forma parte del todo, del sacerdocio de todos los creyentes. Bautizadas y llenas de tu Santo Espíritu, tú nos empoderas para ser tu presencia sanadora en un mundo herido.


Esperamos ver tu Reino en la tierra, así como en el cielo, mientras trabajamos por un mundo donde todas las personas tengan lo necesario, cesen las guerras y toda la creación viva en armonía. Reconocemos tu encomienda a toda la humanidad del cuidado de la tierra, del mar y del aire. Por lo tanto, activamente resistiremos los sistemas y las estructuras que están destruyendo tu creación.
Junto con toda la creación, te adoramos—cada tribu, cada lengua, cada pueblo, cada nación. Te conocemos con muchos nombres, Dios Trino, más allá de la comprensión, revelado en Jesucristo, quien nos invita a la fiesta.

Amén.


Comentario sobre el
BORRADOR de la Declaración de Fe de ICM

Introducción

La nueva Declaración de Fe y esta guía que lo acompaña, están pensadas, para ser parte de la apertura constante a la conversación dentro de ICM, sobre nuestra fe y creencias. ICM ha sido un paraguas, bajo el cual, las personas de muy diversas perspectivas teológicas, han encontrado un hogar. Esperamos que las ideas que encuentres aquí, que han sido elegidas cuidadosamente y en oración, puedan fomentar las conversaciones, que nos llevarán a los bordes de crecimiento que cada una de nosotras tiene, teológica y personalmente. Creemos que cuando estamos abiertas a las posibilidades, el Espíritu Santo nos llevará a nuevos y emocionantes lugares, en nuestra experiencia de lo divino.

En la historia del cristianismo, las declaraciones de fe a menudo, han tomado la forma de un documento creado para su uso externo —una lista de proposiciones que se presentan ante el mundo. A menudo incluyen explicaciones largas, citando referencias a las Escrituras y a las enseñanzas de los primeros escritos cristianos o a los fundadores de una tradición particular.

Para nuestra revisión de la Declaración de Fe, hemos optado por renunciar a una larga lista de puntos, a favor de una declaración más corta, que pueda ser utilizada en los servicios de adoración.

La nueva Declaración de Fe está escrita en forma de oración. Hemos hecho esto por dos razones. En primer lugar, ICM está comprometida con el uso de un lenguaje no sexista en referencia tanto a la humanidad y a Dios. Al principio de nuestro trabajo, tuvimos problemas, con el difícil fraseo que resultaba de nuestros esfuerzos, para evitar los pronombres de género, en nuestras repetidas referencias a Dios. Al pasar de hablar sobre Dios o de personas específicas de la Trinidad en la tercera persona (por ejemplo, él, ella, ello), un movimiento para hablar con ellos en la segunda persona (tú) alivió este problema. La segunda razón era que una vez que hicimos el cambio inicial, reconocimos que una oración, ofrecida en comunidad, transformó la Declaración de Fe, de una lista de proposiciones acerca de Dios, en una comunicación íntima con Dios.

Acerca del nombre "Declaración de Fe"



Aunque ICM ha utilizado el nombre de " Declaración de Fe " desde hace mucho tiempo, el lenguaje que ha existido en los Estatutos en nuestros primeros 46 años, en realidad no contiene esta frase. La nueva Declaración de Fe incorpora estas palabras como título oficial

Preámbulo

El preámbulo establece el escenario para nuestra nueva Declaración de Fe. Nos recuerda, brevemente, los orígenes de ICM y nuestro papel dentro de la Iglesia Universal.

La Iglesia de la Comunidad Metropolitana es un capítulo en la historia de la Iglesia, Cuerpo de Cristo.



Iglesias de la Comunidad Metropolitana. Hemos optado por utilizar Iglesia de la Comunidad Metropolitana, porque es más indicativo de la forma en que somos conocidos, en lugar de nuestro nombre legal de Fraternidad Universal de Iglesias de la Comunidad Metropolitana.

Es un capítulo en la historia de la Iglesia. Reconociendo que somos un capítulo, honramos la comprensión de que ICM es parte de la gran historia de la Iglesia. Nosotros reconocemos la gran “nube de testigos” (Hebreos 12:1) que vinieron antes de nosotros, incluso al hacer nuestras propias contribuciones y promover a las nuevas generaciones. Reivindicamos nuestro lugar, en el continuo acontecer de las comunidades de fe encargadas de difundir el amor de Dios, siempre que afirmemos la vida y conexión de la comunidad.

Cuerpo de Cristo. Una imagen imponente de la Iglesia, sobre todo en las primeras cartas indiscutibles de Pablo (por ejemplo, 1 Corintios 12:27; Romanos 12:4-5), el Cuerpo de Cristo es la presencia física de Jesús en el mundo. Como Cuerpo de Cristo, continuamos la misión de Jesús a través del ministerio de la mesa, de la palabra, de la acción profética y de la curación, y lograr la reconciliación entre las personas y Dios.

Como cuerpo, vivimos en solidaridad unas personas con otras. El cuerpo tiene muchas partes, cada una participa en el dolor y la alegría de las demás. Las diferentes partes tienen funciones diferentes, y a cada una se le da, igualmente, el único honor (1 Corintios 12:12-31).

Somos personas en una jornada, aprendiendo a vivir en nuestra espiritualidad, mientras afirmamos nuestros cuerpos, nuestros géneros, nuestras sexualidades.



En una jornada. La palabra jornada nos recuerda el Éxodo, cuando el pueblo de Israel dejó la esclavitud en Egipto para viajar a través del desierto en su camino hacia la Tierra Prometida.

Muchas personas vienen a ICM desde lugares de mucho dolor. Nosotros reconocemos nuestras raíces en las buenas nuevas de la liberación para todo el pueblo de Dios, y nos movemos en la fe, hacia la promesa de Dios, por la integridad. Como las personas unidas en la historia del Éxodo, las personas de ICM vienen de diferentes antecedentes. No todas las personas creemos exactamente las mismas cosas, sin embargo, encontramos la comunidad en medio de nuestra diversidad.

En nuestras interacciones de unas personas con otras, y en nuestro encuentro con Dios, somos trasformadas. La imagen de una jornada, describe este proceso en desarrollo. Aún no hemos llegado a nuestro destino. Somos un trabajo en progreso. Todavía estamos pensando, cómo funcionará nuestra vida, juntas. Estamos abiertas a nuevas experiencias y al movimiento del Espíritu de Dios en medio de nosotras, en la Iglesia y en el mundo.

Aprendiendo a vivir en nuestra espiritualidad. Para muchos, la espiritualidad es una evolución progresiva y a veces revolucionaria. Con el tiempo, algunos mensajes teológicos han separado cuerpo y alma o espíritu. Algunos de los primeros teólogos de la iglesia dieron la supremacía al alma sobre el cuerpo, no sólo en términos de la finitud del cuerpo, sino también en términos de los decretos rigurosos sobre sexo, sexualidad, castidad, virginidad, relaciones y matrimonio.

Reconocemos los muchos y variados viajes individuales, congregacionales y expresiones de la espiritualidad encarnada que conforman ICM. Como iglesia, nos esforzamos por crear un espacio afirmando la vida con mensajes sobre creatividad, amor y el Espíritu de Dios. Trabajamos para reconocer la dignidad y el valor de cada persona como ser creado, física y espiritualmente, a imagen de Dios.



Afirmando nuestros cuerpos, nuestros géneros, nuestras sexualidades. Algunos en la comunidad de ICM han recibido mensajes, sobre la separación, de los diversos aspectos de la identidad personal, de la espiritualidad. La típica pregunta que con frecuencia es internalizada es, ¿Puede alguien ser miembro de la comunidad LGBTQIA o gay y cristiano? Las respuestas a esta pregunta, han tenido diferentes impactos sobre los individuos y las comunidades en ICM.

Así como hay muchas expresiones de espiritualidad en ICM, hay muchas expresiones sobre el sexo y la sexualidad. Viviendo en nuestra espiritualidad y nuestro ser pleno, también significa tener conversaciones complicadas de vez en cuando sobre la identidad de género, la expresión sexual, las sexualidades, la ética sexual, las normas sociales y las construcciones que han tenido dañinos impactos en nuestras vidas, o las vidas de aquellos que forman parte de nuestra comunidad.

Aun cuando ICM se fundó en un momento de gran desafío para la comunidad LGBTQIA, no todas las personas tienen la historia de dolor, de la represión sexual y de la marginación. Esto, junto con la Declaración de Fe, nos invita a una conversación sana sobre la ética sexual, los valores, las teologías de género y la sexualidad; convicciones sobre la expresión y las prácticas sexuales, en las que creemos que Dios está obrando dentro de nuestra espiritualidad individual. Es en este “vivir” y “afirmar”, que también nos llevó a investigar, examinar y hablar sobre cómo la Imagen de Dios (Imago Dei) puede reflejarse en nuestros cuerpos, en nuestra sexualidad, en nuestras expresiones sexuales, en nuestras identidades de género, cuando vivimos en integridad.

No todas las personas creemos exactamente lo mismo. Y aún en medio de la diversidad, construimos una comunidad, enraizada en el amor radicalmente inclusivo de Dios hacia todas las personas.

Parecen frases simples. Pero todavía tocan la esencia de ICM. Somos personas con diversos tipos de fe. No se espera que todas las personas suscriban cada afirmación en la Nueva Declaración de Fe. Como iglesia y como comunidad, no esperamos uniformidad en nuestra fe. En su lugar, celebramos nuestra diversidad, junto con los desafíos y las tensiones que esto trae.



No todas las personas creemos exactamente lo mismo. Los credos, las declaraciones de fe y los dogmas, se han utilizado tradicionalmente como cercas y garantías, contra todos lo que son diferentes. Se construyeron como muros contra los extranjeros, contra lo peligroso y contra lo nuevo. A menudo, sin embargo, tales declaraciones sólo han contribuido a mantener al pueblo alineado. La Declaración de Fe de ICM no pretende ni una cosa, ni la otra. La Declaración de la Fe de ICM, no pretende construir una valla que nos mantenga a nosotras dentro y a las demás personas fuera. ICM reconoce el hecho de que hay riqueza en la diversidad y que esta nos fortalece.

Y aún en medio de la diversidad, construimos comunidad. La Declaración de Fe no es la respuesta final a todas las preguntas y las discusiones, sino un paso en nuestra conversación. Esperamos que puede ser una roca para construir la comunidad, formada y reformada por la norma del amor radicalmente inclusivo de Dios. Practicamos y vivimos esto en cada servicio de adoración: juntos celebramos una mesa abierta con Comunión Santa, en el conocimiento de que la hermana o el hermano que están junto a nosotros, tengan una comprensión diferente de lo que suceda, exactamente en la mesa. Y, aun así, tenemos la experiencia de comunidad con Dios y con los demás en esta diversidad.

Enraizada en el amor radicalmente inclusivo de Dios hacia todas las personas. El amor radical de Dios no podemos contenerlo, no tenemos poder sobre él, ni siquiera podemos limitarlo. En el amor Dios nos atrevemos a decir: Así es como describimos nuestra fe, en este momento de nuestra historia, junto a nuestra jornada colectiva. Consolidamos los lazos de nuestra comunidad, sabiendo que nuestras profesiones individuales de fe pueden ser diferentes, más o menos detalladas, más profundas, más amplias, desafiantes, a veces aterradoras, frescas, sorprendentes y a veces, redactadas de una forma muy tradicional. Sin embargo, siempre nos mantuvimos en el amor de Dios. O, como se formuló en la Reforma: En lo esencial, unidad; en lo dudoso, libertad; en todo, caridad.

Somos parte de una conversación en curso en asuntos de creencia y fe, formada por la Escritura y los credos históricos, construimos sobre quienes nos precedieron.





Conversación en curso. Dentro ICM compartimos una fuerte convicción de que, al hablar de la fe, no todo se ha dicho. Siempre es posible profundizar más, para lograr una mejor comprensión de nuestras creencias. Estamos abiertos al diálogo franco y respetuoso entre las diferentes perspectivas. Así como reconocemos que ICM es un capítulo más en la historia cristiana, compartimos una profunda creencia de que nuestra comprensión de Dios, en nuestras historias, siempre se está desarrollando en una conversación en curso. Honramos a las personas de nuestra propia tradición, de ICM, que han expresado su fe y creencias, tanto en palabras y acciones. Y continuamos hoy construyendo, sobre esta tradición inclusiva.

Formada por las Escrituras. Los miembros de ICM provienen de una variedad de tradiciones que reconocen diferentes cánones de la Escritura. Aquellos con raíces en tradiciones protestantes históricas, tienen menos libros en sus Biblias, que los católicos romanos o que diversas comunidades ortodoxas orientales. Además, las diversas traducciones, en las lenguas modernas, están hechas de una gran variedad de tradiciones del manuscrito. Algunos basan sus colecciones del Antiguo Testamento en el hebreo del texto Masorético, mientras que otros utilizan la Septuaginta y otras traducciones griegas; producidas por los primeros judíos que hablaban en griego en la Diáspora y más tarde adaptado por el griego hablado por los cristianos. Esto hace que tengamos una rica y diversa experiencia de la Escritura en las congregaciones de ICM alrededor del mundo.

Las congregaciones de ICM continúan leyendo la Biblia, actualmente. Y un número creciente de congregaciones e individuos, también valoran un canon abierto, que incluye lecturas sabias, de una gran variedad de tradiciones religiosas y escritores contemporáneos.



Los credos históricos. La original Declaración de Fe de ICM, afirma que se mueve en la corriente principal del cristianismo. Y esta frase podría leerse, como un intento de ICM de encajar en el paisaje religioso de América del Norte, en los comienzos de ICM; la Fe, la Fraternidad, la Gran Comisión decían lo siguiente:

El moverse en “la corriente principal del cristianismo” no significa aceptar el statu quo de la iglesia cristiana como existe hoy en los Estados Unidos, o en otros lugares; sino el llegar a la plenitud de la tradición y la historia del cristianismo, y la plenitud de la experiencia cristiana en todo el mundo, entre todas las personas, y la plenitud de las diversas imágenes bíblicas y temas disponibles para nosotros1.

Los credos históricos, mencionados en las muchas iteraciones de las declaraciones de fe de ICM, son parte de la plenitud que Bull describe en su libro.

Sin importar si estamos de acuerdo o no, muchas personas fuimos formadas por los credos históricos. Esta misma dinámica de atracción y lucha, caracteriza la formación y el desarrollo colectivo como ICM. Versiones anteriores de la Declaración de Fe de ICM, enumeran específicamente, el Credo de los Apóstoles, el Credo Niceno y el Credo de Atanasio que tienen especial importancia. (Los tres figuran en la tercera sección de esta guía).

Nuestra adopción y posterior rechazo del Credo de Atanasio, es un ejemplo particularmente claro, de la corriente que forman los credos históricos y nuestro rechazo contra ellos. Durante una de las primeras Conferencias Generales, los delegados añadieron el Credo Atanasiano a la lista de los credos históricos reconocidos en los Estatutos. Pero cuando los delegados regresaron a sus casas y leyeron el texto completo del Credo de Atanasio, encontraron que su declaración no puede ser aceptada plenamente desde nuestras convicciones. Como resultado, el Credo de Atanasio fue quitado de la lista de credos históricos, en los Estatutos, poco tiempo después.

En la actualidad, los credos históricos continúan formando a ICM, de varias maneras. Mientras que algunos miembros del ICM profesan la fe completa, en estas formulaciones históricas de la fe cristiana; otros rechazan algunas de las declaraciones contenidas en ellos. Como una denominación no confesional, no es obligatorio que los miembros o amigos de las congregaciones de ICM, manifiesten su completa aceptación a las expresiones, dentro de los credos. Preferimos alentar el diálogo abierto y respetuoso en torno a estos puntos, más finos, de la tradición cristiana.



Quienes nos precedieron. Honramos los dos milenios de pensamiento y reflexión teológica de nuestra historia compartida dentro de la Iglesia, así como la actividad continua del Espíritu Santo que guía a las generaciones a re-imaginar la fe y la creencia.

Nuestro capítulo comienza cuando Dios nos dice: “Vengan, vean y prueben”.





Capítulo. El prefacio de nuestra Declaración de Fe es el reconocimiento de que ICM no es la totalidad de la Iglesia. Nuestra pretensión es modesta. Nos ubicamos, dentro de la trayectoria de un arco mayor, el de la Iglesia en la historia humana. Nuestro capítulo comienza, concretamente, en octubre de 1968.

Nuestra Fe

"Vengan, vean y prueben”. Jesucristo, tú invitas a todas las personas a tu mesa abierta.





"Vengan, vean y prueben". En el Evangelio de Juan, Jesús llama a sus nuevos discípulos, como Felipe y Natanael con las palabras “vengan y lo verán” (Juan1:39). En contraste con la invitación de los Sinópticos “Síganme” y evocando al Salmo 34:8 el cual nos invita a “probar y ver la bondad del Señor”, esta frase es una invitación a experimentar a Cristo personalmente. Por otra parte, la invitación a probar y ver recuerda nuestra forma de realización—de un don de Dios, que muchas personas, dentro de nuestra tradición, se encuentran todavía, en el proceso de recuperación

Jesucristo. En los últimos doscientos años, los especialistas han desarrollado una distinción entre “el Jesús histórico” y “el Cristo de la fe”. El primero, a medida que lo seguimos descubriendo con cada nueva generación, es una figura oscura que tiende a tomar los atributos de los que tratan de describirlo. Esto último, a veces se convierte, en una abstracción que puede ser difícil de identificar. Hemos optado deliberadamente por no separar estos dos nombres, reconociendo que sólo mediante la celebración de la tensión entre las dos facetas, verdadero Dios y verdadero hombre, somos capaces de encontrar a Dios a través de Jesucristo

Mesa Abierta. Desde los mismos inicios de la historia de ICM, en un servicio de adoración en la sala de su casa, aquel domingo en 1968, el Reverendo Troy Perry ofreció una mesa abierta. Nuestra comprensión de la mesa abierta ha evolucionado a través del tiempo, para admitir generalmente que absolutamente todas las personas son bienvenidas. Esta manera de entender la radical hospitalidad de Dios, ha superado incluso a nuestros Estatutos, que en su texto todavía contiene condiciones que están en desacuerdo con nuestra práctica. Reconocemos que nos somos la única Iglesia que ofrece, actualmente, una mesa abierta, pero esta ha sido nuestra práctica desde el nacimiento de ICM. El ofrecer una mesa abierta está en nuestro ADN distintivo. En cada servicio de adoración, en los distintos rincones del mundo, donde ICM está presente, proclamamos que no es la mesa de ICM, sino la mesa de Jesús, el Cristo, y que todas las personas son bienvenidas a participar.

Tú nos has hecho tu pueblo, una comunidad amada.





Comunidad Amada. La noción de “Comunidad Amada” utilizada aquí, es una referencia a la frase atribuida al Rev. Dr. Martin Luther King Jr. y retomada por muchas otras personas. El Centro King señala que el uso del término, del Rev. King, ha llegado a representar una comunión más amplia de búsqueda de la justicia, de las personas no violentas, que tienen igualdad en su esencia. ICM también tiene este sentido de una Comunidad Amada—de una visión global, en la cual todas las personas puedan compartir la riqueza de la tierra. En la Comunidad Amada, la pobreza, el hambre, la falta de vivienda ya no serán toleradas, porque los estándares internacionales de la decencia humana, no lo permitirán. El racismo, junto con todas las demás formas de discriminación, la intolerancia y el prejuicio, serán reemplazados por un espíritu inclusivo de afinidad.

Una expresión de amor ágape en la Comunidad Amada es el comportarse justamente, no para cualquier grupo oprimido, sino para todas las personas. Como el Dr. King dijo a menudo, "La injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia de cualquiera". El sentido es que la justicia, no podía ser repartida a los individuos o grupos, sino que es el derecho de nacimiento de cada ser humano en la Comunidad Amada.

Tú restauras el gozo de nuestra relación con Dios, incluso en medio de la soledad, de la desesperación y de la degradación.

Tú restauras el gozo de nuestra relación con Dios. Basado en el lenguaje del Salmo 51:12, la nueva Declaración de Fe incluye el lenguaje que invoca la plenitud y comunión con Dios, y de uno con otros. Reemplazamos la palabra salvación del Salmo con la frase “relación con Dios”. Reconociendo que no es la mejor forma de englobar toda la gama de significados de la salvación, hemos hecho el cambio en respuesta a los comentarios recibidos en una versión anterior de estas notas explicativas. Los encuestados sugirieron que, en nuestro propio tiempo, el lenguaje de la salvación ha sido cooptado por determinados elementos del fundamentalismo religioso cristiano y se ha convertido en un obstáculo para muchos que buscan una relación con Dios.

Nuestras jornadas espirituales son únicas. Algunos interpretan nuestra referencia original a la salvación como una referencia a la doctrina del pecado original. Sin embargo, los miembros de la Comité intentaron ofrecer un lenguaje que incluye varias posibilidades. Las personas que asisten a ICM adoptan una variedad de narrativas de la caída, de la redención y de la providencia divina, incluyendo el Pecado Original (Agustín y la tradición occidental), el Pecado Ancestral (cristianismo del este) y la Bendición Original (espiritualidad de Matthew Fox y de la creación).

También hemos recibido comentarios de personas que afirman no haberse sentido nunca alejadas de Dios. Sin embargo, incluso en nuestras relaciones más íntimas, la mayoría de nosotras experimenta períodos de mayor o menor conexión. Esto también puede ser el caso en nuestra relación con Dios. En consonancia con la imagen de un camino espiritual, la idea de restablecer la relación se refiere a la renovación periódica y al crecimiento, que experimentamos a lo largo de nuestros diferentes caminos.

Incluso en medio de la soledad, de la desesperación y de la degradación. La Declaración de Fe de ICM original incluye la frase, “somos salvados de la soledad, de la desesperación y de la degradación por el don de la gracia de Dios…” En varias conversaciones sobre lo que a las personas les gustaba más de la Antigua Declaración de Fe, escuchamos que esta formulación tenía un significado particular. Optamos por preservarla en la Declaración revisada.

Como la preocupación actual con el lenguaje de la salvación, los autores de la anterior declaración de fe, eran conscientes de las muchas personas que vienen a ICM, que son automáticamente sospechosas de la palabra pecado, porque han sido etiquetados como los pecadores no arrepentidos. Así los escritores de la declaración original de fe, eligieron palabras que describen los efectos del pecado — una fractura de la relación correcta con Dios y con los otros; y una pérdida de la dignidad humana, evitando cuidadosamente palabras que podrían servir como un obstáculo.

Por último, la nueva declaración reconoce, que, aún incluso restaurando la obra de Dios, no nos garantiza una vida libre de todo sufrimiento. Por el contrario, el lenguaje de esta nueva formulación, nos llama a reconocer que Dios está con nosotros, en medio de todo lo que experimentamos, lo bueno y lo malo.

Somos personas únicas y cada una forma parte del todo, del sacerdocio de todos los creyentes.





Somos personas únicas. Cada persona fue creada a imagen de Dios (Imago Dei). Colectivamente somos hijos e hijas de Dios. Como individuos tenemos dones únicos para ofrecer a Dios.

El Salmista escribe, "yo te doy gracias por tantas maravillas, prodigio soy, prodigios son tus obras. Mi alma conocías cabalmente" (Salmo 139:14). Cada persona tiene un potencial, y cada persona tiene algo que puede ser ofrecido a Dios.



Sacerdocio de todos los creyentes. En ICM creemos en el sacerdocio de todos los creyentes. Con esto queremos decir que, en el Cuerpo de Cristo, todas las partes son igualmente importantes, y todas tienen una conexión directa con Dios. Nuestros Pastores y Elders son servidores de la comunidad, pero no son intermediarios entre la humanidad y Dios

Un sacerdocio de todos los creyentes implica que toda aquella persona que esté dispuesta y bien informada, puede cumplir con un servicio en la iglesia. Esto incluye expresamente todas las funciones en nuestros servicios de adoración, incluyendo la administración del Bautismo y presidir durante la Santa Comunión. Si bien estamos de acuerdo, en general ecuménicamente hablado, con respecto al Bautismo con muchas tradiciones sacramentales y no sacramentales, nuestra práctica de empoderar la presidencia de laicos en la Santa Comunión, es única entre las tradiciones sacramentales. Basamos nuestras prácticas en las tradiciones, tanto de las Escrituras hebreas como en el Nuevo Testamento.

Bautizadas y llenas de tu Santo Espíritu, nos empoderas para ser tu presencia en un mundo herido.



Bautizadas. ICM mantiene que el Bautismo es un sacramento, un acto que confiere la gracia de Dios en los individuos que lo reciben. Como denominación, reconocemos muchas formas de bautismo (por ejemplo, por inmersión, aspersión o derramando agua) y ofrecemos este sacramento tanto a adultos como infantes. Algunos de nuestros miembros provienen de tradiciones que no incluyen el bautismo con agua, pero reconocen el bautismo espiritual. Como Denominación hemos elegido vivir en esta tensión.

Llenas. El Día de Pentecostés (Actos 2:1-4, cf.4:8, 13:52, etc.), Pedro y sus discípulos reunidos en la habitación del primer piso fueron llenos del Espíritu Santo. Ellos habían sido un grupo de discípulos temerosos, confundidos, bien intencionados, que no habían entendido la razón del ministerio de Jesús, y que huyeron cuando Jesús fue arrestado. Cuando fueron llenos del Espíritu, se convirtieron en una fuerza imparable y valiente, que transformó el pequeño movimiento de Jesús, en una religión mundial. Cuando estaban en problemas, necesitados de un milagro, sufriendo detenciones arbitrarias, o estaban siendo torturados o condenados a muerte, tanto por las turbas como por las autoridades gubernamentales; el Espíritu les llenaría en cada momento que lo necesitaban, con el suministro del poder. Esta promesa y poder, nosotros afirmamos, también está disponible para ICM.

Espíritu Santo. La tradición sinóptica recuerda la venida del Espíritu Santo el Día de Pentecostés (Actos 2), mientras que el Evangelio de Juan afirma que el don del Espíritu Santo Jesús lo ofreció durante su visita en la habitación, donde estaban reunidos el día de la Resurrección. El Espíritu Santo es conocido con varios nombres: el Paráclito, Abogado, Consolador, Dador de Vida. La tradición cristiana nos enseña que el Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Trinidad. (Consultar más abajo).

Empoderar. Por medio del Bautismo y llenos del Espíritu Santo, no solamente llegamos a ser miembros de la Iglesia. Más bien, estamos equipados con los dones espirituales y con el encargo de difundir el amor de Dios en el mundo. Esta convocatoria se extiende más allá de los Elders, clérigos y líderes, a cada uno de los miembros.

Mundo Herido. En el principio Dios llamó a la creación y todo lo que es "bueno". Sin embargo, sabemos que la creación y la humanidad no viven plenamente en la bondad de esta intención. En muchos lugares y muchas veces el mundo se ha visto afectado. Ha habido muchos intentos de explicar por qué sucede de esta forma. Muy a menudo los intentos conducen a la acusación y al culpar a los demás o a uno mismo.

No hemos intentado formular otra explicación o una comprensión particular de pecado. En su lugar, entendemos, que es la tarea de la Iglesia y de todos los que viven en ella, el ser presencia de Cristo en el mundo. Como esta presencia, trabajamos hacia la curación de la herida, de la reconciliación de lo resquebrajado y de la proclamación del amor de Dios para todo el mundo

Esperamos ver tu reino en la tierra, así como en el cielo, y trabajaremos por un mundo donde todas las personas tengan lo necesario, cesen las guerras y toda la creación viva en armonía.

Los credos históricos están escritos en respuesta a las cuestiones candentes de su tiempo particular. El segundo párrafo de la Declaración de Fe responde a los problemas de nuestro tiempo. Se trata de una visión escatológica, una imagen de la venida del reino de Dios. La Teología de la Liberación nos enseña a no quedarnos simplemente sentados de brazos cruzados, esperando que se solucione en la otra vida. Más bien, luchamos en el aquí y ahora, incluso mientras oramos por la venida del Reino de Dios



En la tierra, así como en el cielo. Esta frase de la oración que Jesús enseñó a sus discípulos, que se ha presentado como un resumen de la vida y de las enseñanzas de Jesús. Tertuliano llama esta oración "un epítome del Evangelio", o "el evangelio en resumen". Se compone de dos secciones. Uno se refiere al mundo de arriba: nombre, reinado, y la voluntad de Dios. El otro se refiere a tres realidades terrenas: el pan, la deuda y los juicios. La oración de Jesús pide a Dios que derrame la gracia del cielo en las experiencias cotidianas, sencillas, relacionadas con la supervivencia material, hasta que la tierra se vea como el cielo. Con la adopción de este lenguaje, ICM se distancia de las teologías que dejarían la tierra para que se vaya " al infierno", mientras que la Iglesia se escapa al cielo. La visión de Jesús es más amplia: una reunificación definitiva del cielo y de la tierra, porque "la morada de Dios estará con los mortales" (Apocalipsis 21:3).

Todas las personas tengan lo necesario. En la oración que Jesús enseñó a sus discípulos, que se proclama en toda la Iglesia, pedimos: Danos hoy nuestro pan de cada día. No pedimos por riqueza y tesoros, sino por lo que se necesita para sostenernos cada día. Y nosotros lo pedimos, no sólo para nosotros, sino para todos los seres humanos en el mundo. Por consiguiente, esta frase es doble. Es una visión profética de un mundo justo, en el que cada ser humano tiene igual acceso a todos los recursos y todos los recursos se comparten por igual y justamente. También es el llamado que hemos escuchado como una iglesia para trabajar por un mundo de justicia, donde de hecho, todo el mundo tiene lo suficiente.

Cesen las guerras. Para vivir en el mundo por venir, estamos llamados a participar activamente en nuestra iglesia y sus recursos hacia la paz en la tierra, a todos los niveles de la sociedad humana. Como cristianos, estamos llamados a traer un final pacífico a las guerras de este mundo, no solo entre las naciones y los estados, sino también entre las religiones, tribus, familias e individuos. Este trabajo puede ser político, pero comienza con las personas que viven en paz unas con otras.

Armonía. Aquí expresamos nuestra comprensión de que vivimos en la esperanza y la expectativa de la presencia de Dios en la plenitud de la creación de Dios. Esto no significa simplemente la ausencia de guerra, conflictos, la separación y la injusticia, sino algo más grande. Esta armonía para la que hemos sido creados es Shalom de Dios, la paz más profunda de Dios, que se expresa en el último capítulo del Nuevo Testamento, donde se ve a Dios en medio de una nueva creación y todas las lágrimas son consoladas (Apocalipsis 21). Es la esperanza y la promesa de que un día el león se acueste con el cordero, que no habrá muerte, ni duelo; ni llanto, ni dolor. Es una nueva creación para todas creaturas.

Reconocemos tu encomienda a toda la humanidad del cuidado de la tierra, del mar y del aire.





Tierra, Mar y Aire. En Génesis 1:26, un sacerdote hebreo escribió cómo la humanidad recibió la encomienda del cuidado de la tierra, del mar y del cielo.

Estas tres zonas de la creación no se unen al azar. Las aguas del caos desordenado (hebreo: tohu wabohu) se hacen a mano, en un mundo bueno, por el establecimiento de un cielo (extensión o expansión), en medio del mar caótico en el segundo día; y mediante la unión de las aguas del mar, aparte de la tierra seca en el tercer día. En el quinto día, Dios llenó las aguas y el cielo con las criaturas, y en el sexto día, Dios llenó la tierra seca con los animales y los seres humanos, y en ese momento, nos encomienda la responsabilidad de cuidar de este buen orden.

En ICM afirmamos que la justicia incluye el cuidado de la creación de Dios, y que toda la descendencia de Adán y Eva recibió la encomienda de esta impresionable labor.

Por lo tanto, activamente resistiremos los sistemas y las estructuras que están destruyendo tu creación.



Este punto se deriva de lo anterior sobre la tierra, el mar y el cielo. Si bien estamos encargados de proteger el buen orden de Dios en la creación, "caos desordenado" también tiene sus campeones en forma de tecnologías, fuentes de energía, la contaminación tóxica e intensiva en carbono, y los actos de vandalismo ambiental que dañan el clima. Estos problemas serían mucho menos difíciles de superar si no fuera por los intereses privados y los factores económicos: las economías con fines de lucro y de las empresas con poderosos grupos de presión, que se interponen para ganar mucho, en el corto plazo, del abuso continuo y la explotación de la bondad y la abundancia del mundo

En la crisis ecológica actual, es profético que fue la violencia y la injusticia de los descendientes de Adán y Eva, las que llevaron a la buena creación de Dios a regresar al caos de nuevo, en el momento del gran diluvio (Génesis 6-9). El teólogo bíblico Gerhard von Rad describe el acontecimiento como sigue, “el mar celestial, que está por encima del firmamento, desemboca hacia abajo a través de ventanas enrejadas... Cuando rompe el océano celestial sobre la tierra, y el mar primitivo que está debajo de la tierra, que es refrenada por Dios, ahora liberado de sus ataduras, brota a través de los abismos que son como bostezos en la tierra, entonces hay una destrucción de todo el sistema cósmico”. 2

El autor sacerdotal ciertamente no puede negar el increíble poder creativo y transformador del caos, pero ilustra cómo la violencia y avaricia humanas, pueden dar rienda suelta a su potencial destructivo. La injusticia conduce a la fragmentación, que se observa en mayor escasez, mayor miedo, ansiedad, conexiones superficiales y vistas sesgadas del mundo, de los demás y de nosotros mismos.

Como iglesia, nuestra vocación profética no es sólo para cuidar de la creación en los actos individuales, sino para estar en oposición a cualquier poder injusto, sistémico, que busca ganar con la destrucción de nuestro medio ambiente y la vista sesgada del mundo, de otras personas y de nosotras mismas.

Junto con toda la creación te adoramos—cada tribu, cada lengua, cada pueblo, cada nación.



Adoración. Como Iglesia se nos invita a venir y adorar. En esta frase nos referimos a diferentes tipos de adoración. Nos referimos tanto el momento en que nos reunimos en comunidad y cuando estamos de forma individual ante Dios para cantar, orar y escuchar lo que el Espíritu está diciendo. Estos momentos de adoración en nuestras congregaciones y las reuniones, serán en verdad los lugares y tiempos donde todos pueden participar: Cada tribu, cada lengua, cada pueblo, cada nación. Nuestra adoración será incluyente, abierta a todos los que quieran participar.

También sabemos que, para la vida cristiana, el culto no está reservado solamente para los lugares o tiempos sagrados especiales, separados del resto de nuestra experiencia. Toda nuestra vida, desde la salida del Sol hasta el ocaso (Salmo 113:3) está destinado a ser adoración. Eberhard Jüngel, un teólogo alemán (* 1934), describe esta adoración como la música del futuro que incluye toda la creación: "Es la bienvenida del nuevo ser humano, ya no está bajo el poder de la muerte. ¡Qué tipo de música debería ser! No escrita para flautas y violines, trompetas, órgano, o bajo, sino para el conjunto de la creación, para el suspiro de toda creatura. El mundo entero se une, grandes y pequeños, y hasta con lágrimas, verdaderamente se regocija. Incluso los silentes y duros ladrillos emiten un sonido consistente” 3.



Cada tribu, cada lengua, cada pueblo, cada nación. Esta frase está inspirada en frases similares del libro del Apocalipsis (5:9), en el cual los pueblos de todo el orden creado vienen a adorar al Cordero inmolado todavía triunfante que está sentado en el trono. Esta gran multitud es un símbolo de la Iglesia, que existe en toda la creación. Siempre que el Apocalipsis enfatiza este orden creado holístico, utiliza grupos de cuatro. Esto puede ser para evocar las cuatro direcciones de la brújula: por ejemplo, los cuatro seres vivientes alrededor del trono en Apocalipsis 4:6-8.

En el pensamiento histórico cristiano, esto evoca la "catolicidad" de la Iglesia, referido en el Credo de Nicea. Kat'holos, en griego, significa "de acuerdo con el todo". Algunas tradiciones teológicas reflejan que a menos que la Iglesia sea una, santa, católica y apostólica, no puede ser la Iglesia. Esto implicaría que la Iglesia es no-católica y por lo tanto incompleta cuando sólo representa a una identidad, como un grupo étnico, una orientación sexual o una clase social.

La Comisión eligió estas palabras porque nos desafían como Iglesia. Otras lenguas nos confunden, cuando estamos acostumbrados a escuchar la nuestra propia. Las prácticas culturales nos enfrentan, sobre todo cuando es fácil para las culturas dominantes que exageran injusticias culturales. Por ejemplo, es fácil encontrarnos profundamente preocupados, por la opresión de la mujer en algunos entornos culturales, cuando esas mujeres realmente han sufrido más por el colonialismo que por los roles de género culturales tradicionales.

En muchos sentidos, la frase de la tribu, lengua, pueblo y nación puntualiza nuestras identidades dispares. Una identidad, es una imagen conceptual que se adopta por aquellos creen que son "idénticas" con el Ser; es una auto-imagen que perdura en todos los contextos y los roles que una persona puede encontrar. La identidad puede ser el origen del conflicto; la identidad política puede ser un camino hacia el sectarismo y el conflicto interno cuando la gente promueve los objetivos de la propia identidad del grupo por encima del bien común.

Los teólogos queer nos advierten, que las identidades a menudo son explotadas por los regímenes del bio-poder. En lugar de lo que realmente somos, con frecuencia sirven como etiquetas en las que los seres humanos pueden ser agrupados, gestionados y manipulados para fines de construcción de la nación y el consumismo. Muchas identidades están de hecho fundadas en las cosas tóxicas para el florecimiento humano. La gente puede encontrar una identidad en un logotipo ropa de diseñador o una banda popular; lo que implica que el entretenimiento y el consumo conspicuo son el núcleo de lo que son como personas. Otros podrían encontrar una identidad en una forma de patrimonio nacional o cultural, con raíces en el legado del nacionalismo o la superioridad racial. Y otros pueden enorgullecerse de ser un amante esposo y padre, expresando esto en los roles de género masculinos tradicionales que refuerzan la opresión, la sumisión y la pasividad de las mujeres, muchas veces las mujeres han respondido mediante la identificación con los roles sumisos y pasivos que les han sido asignados. ¿Estamos diciendo que estos también son propensos a la redención, o que Dios puede tomar lo que es bueno en estas identidades y renovar en ellas la imagen de Cristo?

La audacia de esta declaración no debe ser subestimada. Creemos con el libro de Apocalipsis que todo el orden creado está sujeto a la redención. Dios puede hablar a través de las barreras del idioma que divide, y puede transformar las culturas que oprimen. Los que visten a la moda, fanáticos, patriarcas, supremacistas y nacionalistas, junto con activistas, adoradores, los artistas, y los rebeldes en última instancia, estarán unidos en la adoración del Cordero que está sentado en el trono.

Dentro de la iglesia, la práctica puesta en Cristo en el bautismo, ofrece el remedio para las divisiones causadas por las identidades de género, nacionales y religiosas. En Cristo estas divisiones son transformados (Gálatas 3:27-28; Colosenses 3:11). Bautismo significa nuestra muerte terrenal a los sistemas de identidad y de nuestra resurrección en Cristo (Gálatas 2:20).

Te conocemos con muchos nombres, Dios Trino, más allá de la comprensión, revelado en Jesucristo, quien nos invita a la fiesta.





Te conocemos con muchos nombres. En las Escrituras, Dios se revela con muchas imágenes y nombres: Elohim, Yahweh, El Shaddai. Pero Dios también se revela en nombres como Roca, Redentor, Fuerza y Fortaleza. En los Evangelios, Dios se revela en Jesucristo, cuyo nombre Jesús (Yeshua en hebreo) significa "Yahvé salva" o " Yahvé entrega". Cuando fomentamos relaciones genuinas con nuestros vecinos, tomarse el tiempo para realmente escuchar las historias de los demás, escuchamos del encuentro con Dios bajo otros nombres. Nuestras interacciones con otras tradiciones religiosas y las historias compartidas por los miembros y amigos de ICM confirman que Dios sigue manifestándose en lugares inesperados.

A través de nuestras interacciones con otras tradiciones religiosas y los relatos, de amigos y miembros de ICM, que han experimentado a Dios en muchos lugares, sabemos que nuestro Dios es promiscuo, que se asocia indiscriminadamente con aquellos que buscan el encuentro con lo Divino. Cuando nos permitimos el tiempo para escuchar, en auténtico encuentro con nuestros vecinos, nos encontramos escuchando muchas otras experiencias de la gracia de Dios, que ha aparecido bajo una serie de otros nombres también



Dios Trino. En la base de la Teología Cristiana se encuentra la Trinidad, la paradójica Tri-unidad de tres personas (tradicionalmente llamado Padre, Hijo y Espíritu Santo) que comparten todas las cosas en común en su naturaleza y actividad (por ejemplo, la co-creación, co-redención, co-sustento), sin embargo, son distintos entre sí como se revela en sus relaciones únicas. La Primera Persona, ingénito (sin origen); la Segunda Persona unigénito (procedente de la Primera, fuera del tiempo); la Tercera Persona (que procede del primero). ICM surge de una larga tradición dentro de la Iglesia que se ha encontrado con lo Divino en Jesucristo y en el movimiento del Espíritu Santo. Es por el propio ejemplo de Jesús y el Espíritu de adopción que nosotros, también, somos capaces de acercarnos a Dios como Abba, Padre, Madre, y el origen de todos nosotros.

Más allá de la comprensión. Aunque reconocemos la actividad de Dios en nuestro mundo y a lo largo de toda la creación, confesamos que, en nuestro entendimiento limitado, no podemos comprender la plenitud de quién es Dios. Pero esto no nos impide explorar nuestra relación con Dios, tanto en lo personal como en comunidad, como miembros de la Iglesia. Nos resistimos a la respuesta fácil que sugiere que en nuestra ignorancia no podemos decir nada en absoluto. Y tenemos nuestras descripciones de Dios en tensión con la realidad de que todo lo que podemos decir se encuentra cerca de una descripción completa y exacta.

Revelado en Jesucristo. ICM se ubica a sí misma dentro de la trayectoria de la Iglesia Cristiana. El corazón de la fe cristiana es la revelación de Jesucristo, la imagen visible del Dios invisible (Colosenses 1:15). Jesús dijo a sus primeros discípulos que verlo y conocerlo era conocer al Creador (Juan 14:7-11). Al ver las actividades terrenales de Jesús, llegamos a conocer la voluntad y la actividad de Dios en el mundo.

Al afirmar la revelación de Dios a través de Jesucristo, no estamos sugiriendo que tenemos un monopolio de la verdad o el acceso exclusivo a Dios. Nuestras congregaciones incluyen muchos miembros y amigos que afirman identidades múltiples. Ellos encuentran valor espiritual en otras tradiciones y expresiones de la espiritualidad, además de la fe cristiana.

ICM también tiene una larga historia de cooperación interreligiosa. Desde nuestro primer servicio de adoración que hemos atraído hermanos y hermanas judíos. En nuestros primeros años apoyamos sus esfuerzos para formar Templos de la Comunidad Metropolitana, donde los judíos podría adorar a Dios según los principios de su fe, así como nosotros continuamos a compartir espacios y cooperar en temas sociales. Continuamos un trabajo similar en la actualidad con los musulmanes de Asia oriental y están presentes en nuestras oportunidades en las comunidades locales en todo el mundo. A pesar de que respetamos y afirmamos nuestras relaciones, nuestra propia identidad permanece firmemente arraigada en la revelación de Jesucristo.

Quien nos invita a la fiesta. Regresamos al punto con el que iniciamos: la mesa preparada para nosotros por Jesucristo. En nuestra diversidad, encontramos unidad como comensales invitados a la mesa.

Nuestra comunidad toma muchas formas. Recordamos las palabras de la Escritura en la Última Cena. Aquí, también vemos la fiesta de boda presentada en Apocalipsis 19.

En la tradición de ICM es esa fiesta la que celebramos en cada servicio de adoración. Hacemos esto para ofrecer la bienvenida a aquellas personas que han sido excluidas de la participación en la Santa Comunión en otras iglesias dentro del Cuerpo de Cristo. También lo hacemos, para mantenernos siempre en la mente, de la promesa que Jesucristo une en esta comida.


Yüklə 451,7 Kb.

Dostları ilə paylaş:
  1   2   3   4   5   6   7   8   9




Verilənlər bazası müəlliflik hüququ ilə müdafiə olunur ©genderi.org 2024
rəhbərliyinə müraciət

    Ana səhifə