Situación de la mujer en la Grecia Clásica



Yüklə 20,2 Kb.
tarix26.08.2018
ölçüsü20,2 Kb.
#64437

Situación de la mujer en la Grecia Clásica

Las mujeres y la ciudad de Atenas

  • La mujer de época clásica se halla en una situación de inferioridad política y legal. La situación, sin embargo, es dudosa:

  • Unos opinan que las mujeres eran respetadas y gozaban de libertad.

  • Otros piensan que eran objeto de desprecio y que vivían recluidas.

  • Parece que la imagen divergente que se tiene de las mujeres depende de las fuentes en que uno se base: no es lo mismo la mujer de la tragedia que la mujer que aparece en la comedia.

  • En el ámbito social, las mujeres parecen tener más obligaciones que derechos:

  • Producción de legítimos herederos para la familia.

  • En las familias que no tenían hijos varones la mujer tenía la obligación de perpetuar el οἶκος (la casa, la familia); de hecho, la mujer formaba parte de la propiedad familiar y recibía, por ello, el nombre de ἐπίκληρος, literalmente “sobre el cleros” (κλῆρος = lote, parte de una herencia). Merced a los hijos tenidos con su marido, que debía ser el pariente más cercano, la herencia familiar pasaba a éstos.

  • Si dicho pariente más cercano estaba ya casado, podía divorciarse. Esto sobre todo se hacía si la herencia que podía transmitir la epíkleros era importante.

  • Conclusión: en Grecia Clásica no sólo los hombres son capaces de transmitir la herencia familiar.

Dote, matrimonio y divorcio

  • Dote

  • Matrimonio y maternidad son las obligaciones principales de la mujer.

  • Las mujeres estaban siempre bajo la tutela o tutoría de un varón, sea su padre o su marido, o el pariente varón más cercano.

  • El padre tenía obligación de dotar a su hija, dado que iba a convertirse en una carga para su futuro esposo.  Un padre no podía tener más hijas de las que podía dotar, y la dote debía al menos alcanzar el status económico del padre, para asegurar la manutención de la hija por sí misma, sin tener que provocar dependencia de su marido.

  • La dote era un bien intocable: sólo se utilizaba para el mantenimiento de la esposa.

  • Si el marido fallecía, la dote pasaba a la custodia de los hijos o de los tutores de éstos, si eran menores de edad.

  • Si la mujer no tenía hijos, la dote retornaba a su origen: padre, tutores primitivos o sus herederos.

  • Si había divorcio, el marido debía devolver la dote a los anteriores tutores de la ex-mujer.

  • Si el marido fallecía, una viuda que además de su dote tenía la herencia de su marido,  era un reclamo interesante para segundas nupcias.

  • Esponsales

  • El matrimonio se acordaba entre tutor y futuro tutor.

  • La mujer estaba obligada a casarse con quien su tutor había elegido.

  • Era posible que los futuros esposos no se hubieran visto nunca antes de los esponsales.

  • La finalidad del matrimonio era la procreación.

  • La edad de la novia rondaba los 14 años, casada con un hombre de sobre 30. La esperanza de vida de los hombres era de 40 ó 45 años. En esos pocos años de convivencia se podían engendrar 3 ó 4 hijos.

  • La novia debía ser virgen.

  • Los maridos solían dejar arreglado el matrimonio de sus esposas con otros maridos, en caso de prever la muerte o en caso de divorcio.

  • El divorcio era fácil de obtener. El marido podía echar a su mujer de casa. La mujer debía obtener la mediación de otro hombre para llevar su demanda ante el arconte.

  • En caso de divorcio, los hijos quedaban con el padre, dado que formaban parte de la casa.

  • Una divorciada o una viuda eran libres para volverse a casar y tener hijos.

  • La mujer es considerada sólo una portadora del embrión. El óvulo femenino era desconocido, pero no el semen del varón, que era considerado el principio activo de la procreación.

Medidas de control de la natalidad y de la calidad de la natalidad

  • La mujer no era del todo denostada:

  • Se prohibía el matrimonio entre hermanos de la misma madre, pero no entre hermanos del mismo padre, lo que implica dar importancia al papel de la mujer como engendradora.

  • El decreto de Pericles del 451-450 a. C. considera como ciudadanos sólo a los hijos de padre y madre ciudadanos. Este decreto se promovió para regular la natalidad, el número de demandas de ciudadanía que provocó un incremento exacerbado de la población con derechos plenos.

  • Aparte del decreto de Pericles, otros sistemas de control de la natalidad son: homosexualidad, sexo anal, usar los servicios de prostitutas o esclavas o rechazar a las mujeres, el aborto.

  • En período de guerra, en los que la natalidad descendía y se hacía necesario reponer la ciudadanía, los hombres podían tener relaciones legitimadas con más de una mujer.

Las mujeres y el trabajo

  • Contra el trabajo agrícola de las mujeres en el campo, en la ciudad las mujeres trabajaban en el interior de la casa, eran poco visibles en las calles (y debían serlo) y su trabajo era poco valorado. Las mujeres no se ocupan de la compra en general probablemente por dos razones:

  • Se las considera poco formadas para realizar transacciones económicas.

  • El mundo del comercio era un mundo masculino y las mujeres tenían vetado el trato con el otro sexo, excepto con sus maridos legítimos.

  • Las mujeres no podían comprar ni vender tierras, pero sí podían adquirir propiedades a costa de su dote, como donación por herencia.

  • Se da el caso de que algunas mujeres podían enriquecerse con sus actividades comerciales, pero eran excepciones.

  • Hay grandes diferencias entre las tareas de las mujeres de clases superiores y las de clases inferiores. Las primeras supervisan los trabajos de los esclavos, las segundas trabajaban en las labores de mantenimiento de la casa. Era este un trabajo poco apreciado o despreciable –propio de esclavos- que hacía que las mujeres también lo fueran.

  • Ocupaciones de las mujeres: atender y guardar la casa y sus bienes (así como la despensa), ocuparse de los hijos, confeccionar ropa, preparar alimentos, hacer de aguadoras (este era un trabajo particular de esclavas, porque suponía exponerse fuera de casa).

  • Las mujeres de clases pobres no tenían más remedio que emplearse también fuera de casa, haciendo para otros las mismas labores domésticas. Podían dedicarse también a vender sus propios productos. Esta era la situación más degradante.

Educación

  • La política y la administración se ejercida sólo por hombres y para esto se les educaba en retórica. Para la guerra recibían educación física.

  • A las mujeres se les exigía silencio y sumisión. La única formación que recibían era la de las tareas domésticas por sus madres.

  • Dada la escasa formación de las mujeres y la gran diferencia entre los esposos, la actitud con el sexo femenino tendía a ser paternalista: la mujer era siempre considerada una menor.

Religión

  • En Atenas había tres cultos en los que las mujeres adquirían un protagonismo especial: a) Panateneas, b) misterios de Eleusis, c) las Tesmoforias.

  • Panatenas. Celebradas en honor de la diosa Atenea, las mujeres procesionaban junto con los hombres, jóvenes vírgenes llevaban cestos sagrados. Durante todo el año, las mujeres habían tejido un nuevo manto para la estatua de la diosa, que era ahora librado.

  • Misterios de Eleusis.  Fiestas en honor de Deméter y su hija Perséfone, representan la muerte y resurrección de los granos y frutos de la tierra, con los que se alimenta el hombre.

  • Las Tesmoforias. Festival en honor de Deméter, reservado exclusivamente para mujeres –los hombres ricos sólo intervenían para sufragar los gastos del festival-. Esta fiesta tenía como objetivo propiciar el crecimiento de las semillas, durante el otoño.

La vida privada

  • Hombres y mujeres vivían vidas separadas.

  • Los hombres pasaban la mayor parte del tiempo en lugares públicos, pero las mujeres respetables permanecían recluidas en casas, que por lo general eran insalubres.

  • Las mujeres de baja condición no podían quedarse en casa, sino que tenían que salir a solventar cosas de la vida cotidiana, lo que era socialmente degradante, pero permitía hacer cierta vida con otras mujeres.

  • En el interior de las casas, hombre y mujer vivían por separado. Si la casa tenía dos plantas, la mujer ocupaba la de arriba con las esclavas. En caso contrario, ocupaba las habitaciones más apartadas de la calle.

  • Esclavos y esclavas residían de forma separada para evitar la procreación, sólo posible bajo autorización del dueño.

  • No se sabe con seguridad si las mujeres asistían a las representaciones teatrales (los actores de las tragedias y comedias eran todos varones disfrazados de mujer en caso necesario por el personaje).

  • Vestidos.

  • El vestido femenino sirve para ocultarse de las miradas de extraños.

  • ἱμάτιον (himation) es una especie de chal que cubre la cabeza

  • Los zapatos eran mas bien sandalias de tiras. Algunas podían tener plataforma.

  • Las mujeres se depilaban, usaban cosméticos para blanquear la piel. La mujer morena lo era por tener que salir al sol, es decir, fuera de casa a trabajar.

  • Los peinados podían llegar a ser muy complejos.

  • La mortalidad de las mujeres era grande, sobre todo en el período de maternidad.

  • Las niñas eran mal nutridas, a diferencia de lo que ocurría en Esparta, que nutría igual a hombres que a mujeres.

  • Autores como Jenofonte, Platón y Aristóteles están a favor de que la mujer realice ejercicio físico, para reducir el riesgo físico ante la maternidad.

Sexualidad.

  • La sexualidad femenina se halla regulada por ley desde Solón (s. VI a. C.).

  • Dado que la finalidad del matrimonio era procrear hijos legítimos, el adulterio se convierte en un delito público –existía el peligro de otorgar derechos civiles a quien no era realmente un ciudadano de pleno derecho; además podía ocurrir que la herencia familiar fuera a quien no le correspondía por sangre-.

  • El hombre que era parte en el adulterio también era considerado culpable del mismo.

  • La pena por violación era menor que por seducción, que era considerada un delito grave, dado que implicaba una intención duradera en el tiempo y el posible acceso del seductor a los bienes de la familia.

  • El marido de una mujer adúltera o violada se veía forzado a divorciarse y tenía derecho a matar al seductor.

  • La mujer acusada no podía participar en ceremonias públicas y llevaba una mancha difícil de borrar.

  • La mujer estaba siempre bajo sospecha, dado que era una mercancía fácilmente transferible entre familias.

  • Por ley, en un matrimonio sin hijos, el marido debía mantener relaciones sexuales con su mujer al menos tres veces al mes (procreación – finalidad del matrimonio).

  • Una vez alcanzada la cota de dos o tres hijos, lo habitual era que el marido ya no mantuviera relaciones con su esposa, sino con sus amigos o con prostitutas.

  • Si bien la sociedad griega consentía la relación afectiva y sexual entre hombres, las condiciones sociales de la Atenas clásica no favorecía las relaciones sexuales entre mujeres.

Prostitutas

  • Los burdeles fueron una forma de incentivar aún más la afluencia de gentes a Atenas y de promover el comercio.

  • Ejercían la prostitución tanto esclavas como mujeres libres. Las esclavas podían así comprar su libertad. Las mujeres libres tenían una ganancia adicional. De hecho, las prostitutas eran las únicas mujeres en Atenas que podían ejercer un control independiente sobre sus ganancias.

  • Las hijas de las prostitutas solían continuar la profesión de sus madres, que las alentaban e iniciaban en el oficio.

  • Las prostitutas tenían que estar registradas y pagar un impuesto particular. Había diversas categorías: las de más alta posición se llamaban heteras. Muchas tenían formación cultural, lo que era especialmente valorado por los hombres: la extranjera Aspasia, empezó como hetera y acabó como esposa del estadista Pericles.

  • Los hombres podían además de utilizar prostitutas, servirse de las esclavas. Era la mejor forma de iniciarse en el sexo, dado que el matrimonio se retrasaba hasta los treinta –en general por las obligaciones militares- y la finalidad del mismo era la pura reproducción familiar.

  • La violación o seducción de una concubina (mujer con la que un hombre vivía sin estar casado con ella) conllevaba las mismas penas que si se tratara de un matrimonio.

  • Los hijos nacidos de un concubinato no podían ser considerados ciudadanos como los hijos legítimos nacidos de un matrimonio entre atenienses.

Conclusión: pese a que desde nuestra perspectiva la situación de la mujer en la Grecia Clásica pueda parecer deplorable, no estamos en condiciones de afirmar que vivieran como unas desgraciadas. Las mujeres tenían leyes que las protegían; podían ser independientes económicamente, merced a las dotes. En cuanto al matrimonio, no se puede descartar que no hubiera sentimientos amorosos en el seno de la pareja. El hecho de que no sepamos de caso alguno en el que una mujer casada y recluida en su casa quisiera convertirse en hetera, y si el caso contrario, aboga en favor de un estatus de la mujer considerado aceptable, dentro de los márgenes culturales de la propia Grecia.
Yüklə 20,2 Kb.

Dostları ilə paylaş:




Verilənlər bazası müəlliflik hüququ ilə müdafiə olunur ©genderi.org 2024
rəhbərliyinə müraciət

    Ana səhifə