EstratEgia NacioNal y PlaN dE accióN Para la coNsErvacióN dE la BiodivErsidad dEl Paraguay 2015-2020
EstratEgia NacioNal y PlaN dE accióN Para la coNsErvacióN dE la BiodivErsidad dEl Paraguay 2015-2020
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Las comunidades rurales, sobre todo las que viven en áreas de baja productividad agrícola, generalmente son
las que poseen una mayor dependencia de la diversidad biológica para su subsistencia. La diversidad biológica
propicia un mayor bienestar de la salud y la nutrición, reduciendo la vulnerabilidad de las poblaciones, con-
tribuyendo al desarrollo de cultivos y ganado, y a la utilización de recursos no agrícolas. Sin embargo, estas
comunidades a menudo deben subordinarse a los intereses de grupos más poderosos, de modo que reciben
menos beneficios derivados de la diversidad biológica y cargan con el costo de iniciativas de desarrollo que
reducen la disponibilidad de estos beneficios (Comisión Europea, DFID y UICN, 2001).
LOS PUEBLOS INDÍGENAS EN EL PARAGUAY
En el Paraguay viven 19 pueblos indígenas pertenecientes a cinco familias lingüísticas. El Censo Indígena del
2002 registró a 85.674 personas (DGEEC, 2002), lo que representa el 1,65% del total de la población del
país.
Los indígenas del Paraguay se caracterizan por la multiplicidad de sus culturas, organización social, estra-
tegias adaptativas y de condiciones sociales de existencia. La realidad de los pueblos indígenas difiere una
de otra, dependiendo, básicamente, de la historia de sus relaciones con grupos externos (MAG/SSERNMA/
GTZ/ENAPRENA, 1995 citado por SEAM 2003).
Si bien la legislación vigente en el Paraguay presenta un marco jurídico favorable a los pueblos indígenas,
no es suficiente para la debida protección de sus derechos si no está acompañada de políticas y acciones
estatales que velen por la aplicación y cumplimiento de las normas a las que el propio Estado se ha obligado
(OEA, 1999). La población nativa recibe un tratamiento paradójico, ya que si bien el Estado paraguayo ha
reconocido la mayor parte de sus derechos, éstos no pueden ser objeto de un ejercicio y usufructo mínimo
por parte de esos pueblos.
En lo que concierne al marco institucional para el tratamiento de la temática indígena, la primera dependen-
cia creada en 1975 fue el Patronato Nacional del Indígena, dependiente del Ministerio de Defensa Nacional
(MDN). Luego de varias reestructuraciones, se crea el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) en 1981 que
desde entonces ejerce funciones de fiscalización y control. En su relacionamiento con los indígenas, el rol
fundamental del INDI es el reconocimiento de la personalidad jurídica de las co-
munidades indígenas y de sus líderes, y la adquisición de tierras para los
mismos con recursos otorgados por la Nación (Prieto y Bragayrac,
1995).
Según la ONG Tierraviva (2002), aunque existe una gran di-
versidad de culturas nativas en el país, ellas comparten nu-
merosos problemas en común. Uno de los principales y
más graves es la dificultad que enfrentan para recuperar
sus territorios geográficos tradicionales. Aunque la le-
gislación actual contempla los derechos de acceso a la
tierra, en la práctica la implementación de la misma dis-
ta mucho de ser la deseada. En la mayoría de los casos,
las autoridades nacionales, en cuyas manos está la posi-
bilidad de aplicarlas, se encuentran identificadas con los
intereses de los propietarios de latifundios que incluyen
territorios indígenas hoy reivindicados.
Los servicios de educación y salud que el Estado propor-
ciona son inadecuados y hasta discriminatorios. Como con-
secuencia, la responsabilidad para la provisión de estos servicios
recae en manos de instituciones privadas, especialmente en las misio-
nes, y varía según los recursos e interés de las mismas. En términos gene-
rales, los indígenas acceden solamente a la educación primaria, y muy pocos pasan el tercer grado de este
nivel. Otros servicios, como los de comunicación, acceso a agua potable y a electricidad, si bien son limita-
dos para toda la población paraguaya, se ven más acentuados cuando se refiere a las comunidades indígenas.
Un grave problema que deben afrontar los indígenas es la discriminación de la sociedad envolvente. A los
indígenas, en la práctica, no se los toma en cuenta como integrantes del Estado paraguayo. El hecho de ser
indígena, dentro de una visión clasista y etnocéntrica, implica ser del estrato más bajo de la sociedad. El
proceso de alienación cultural es igualmente alarmante fundamentalmente a través de las misiones, puesto
que su injerencia e imposición de sus doctrinas han causado graves consecuencias en las distintas etnias. En
varias misiones, en distintas etapas y momentos, se ha prohibido el uso del idioma, los bailes, el chamanismo,
las pautas sexuales y otros aspectos íntimamente relacionados a la cultura y estilo de vida propios.
La protección de los derechos intelectuales sobre conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas es
una tarea de gran importancia que aún se encuentra pendiente en el Paraguay.
La acelerada deforestación y otras formas de degradación ambiental como la erosión, la contaminación
de los cuerpos de agua, la disminución del acceso a animales silvestres y peces, de los que muchas de las
comunidades indígenas son altamente dependientes, acarrean graves problemas socioeconómicos para los
mismos. La última década se caracterizó por una indiscriminada tala de árboles en las comunidades indíge-
nas, que terminaron vendiendo la madera a precios considerados irrisorios. Esta venta encarada por algunos
líderes indígenas es consecuencia de las presiones de los madereros, así como de las severas carencias que
sufren la mayoría de las comunidades indígenas (Tierraviva, 2002 citado por SEAM, 2003).
RIQUEZA Y ESTADO DE CONSERVACIóN DE LAS ESPECIES DEL PARAGUAY
Paraguay es un país altamente biodiverso, es un ecotono por su posición central en Sudamérica, que le otor-
ga un mosaico de ambientes. Sin embargo, por esa misma razón es un área de bajoendemismo (Spichiger
et
al. 2004). El Paraguay no cuenta con un inventario completo de las especies de fauna y flora que habitan su
territorio, razón por la cual los registros cuantitativos son todavía aproximados. Los vertebrados constitu-
yen el grupo mejor conocido para el país, seguido de las plantas vasculares. Las Áreas Silvestres Protegidas
tanto públicas como privadas, destinadas a la conservación de la biodiversidad, se presentan en la Figura 5.
La determinación de los estados de conservación de las especies conocidas de nuestro país se inició en los
años ochenta con el Centro de Datos para la Conservación (CDC) que actualmente funciona sin todo su
verdadero potencial en la SEAM, generándose los documentos “Flora Amenazada del Paraguay” y la “Fauna
Amenazada del Paraguay” publicados en 1994 y 1998. Estos documentos fueron revisados por expertos
de cada especialidad y en el año 2006 la SEAM emitió las Resoluciones: N° 524 “Por la cual se aprueba el
listado de las especies de flora y fauna amenazadas del Paraguay”; N° 2242 “Por la cual se aprueba el listado
de las especies protegidas de la vida silvestre amenazadas de extinción” y N° 2243 “Por la cual se actualiza el
listado de las especies protegidas de la vida silvestre en peligro de extinción” y la Res. 2531/06 que modifica
el art. Nº 1 de la Res Nº 2242 para permitir el aprovechamiento comercial de las especies en peligro de
extinción, siempre y cuando cuenten con planes de manejo aprobados por la autoridad competente y sus
correspondientes licencias Ambientales. A partir de estos documentos, algunas especies que previamente
se consideraban en la categoría de “peligro de extinción”, pasaron a ser aprovechadas de manera susten-
table; por ejemplo, el palo santo
(Bulnesia sarmentoi) listado en la Res. 2243 como “especie en peligro de
extinción”, se exporta como esencia y cilindros a distintos destinos en el mundo, según datos proporcio-
nados por la Dirección de Vida Silvestre en 7 años, de 2009 al 2015 se exportaron 7.711,78 toneladas de
extracto y madera de esta especie.
Existen distintas estimaciones sobre la riqueza y estado de conservación de las especies de fauna y flora del
país, que varían de acuerdo a las metodologías o categorizaciones utilizadas para determinar estados de vul-
nerabilidad. El MNHPN (2015) ha proveído a la Dirección de Vida Silvestre de la SEAM las siguientes cifras
que muestran el estado del conocimiento de la biodiversidad paraguaya, a saber: con respecto a los verte-
artesanías paraguayas
Foto: lourdes gonzalez soria