EstratEgia NacioNal y PlaN dE accióN Para la coNsErvacióN dE la BiodivErsidad dEl Paraguay 2015-2020
EstratEgia NacioNal y PlaN dE accióN Para la coNsErvacióN dE la BiodivErsidad dEl Paraguay 2015-2020
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de la composición laboral de las pesquerías lo constituyen las mujeres y los jóvenes (Yanosky, 2009).
La acuicultura cuenta actualmente con unos 1.200 productores que generan aproximadamente 1.500 T/año
de producción. Datos extraoficiales indican que se utilizan apenas del 10% del potencial de los recursos
naturales existentes y las instituciones que realizan asistencia técnica son el Ministerio de Agricultura y Ga-
nadería (MAG), la Facultad de Ciencias Veterinarias (UNA) y la Entidad Binacional Itaipú.
Las pesquerías se encuentran en proceso de franco retroceso por las capturas de peces jóvenes en mayor
proporción que influyen en los datos estadísticos (28.000 T/año 2000) y un rendimiento económico global
en aproximadamente US$ 28.000. La demanda del producto es superior a la oferta actual, considerando el
bajo índice de consumo per cápita (4.5) y el considerable consumo masivo de carne roja y proteínas de
origen vegetal existentes.
Vera y del Castillo (2006) citan las diferentes especies de peces de importancia económica, debido a su
comercialización en el mercado acuarista, y a su comercialización como fuente de alimento en las industrias
pesqueras y para autoconsumo. También son utilizados para la obtención de cuero, aunque este recurso no
es muy explotado. Otra actividad que genera ingresos es la pesca deportiva, donde los peces utilizados son
aquellos de porte grande y que ofrecen resistencia a ser cazados, como el dorado o el chafalote. Algunas
cifras provenientes de la SEAM con volúmenes de comercialización entre 2006 y 2007 se presentan en la
(Tabla 7).
Las especies de peces y el sector pesquero conforman un grupo vulnerable ante el cambio climático. El
cambio climático es una amenaza para la pesca y la acuicultura, basado en los cambios en las temperaturas
y precipitaciones, con el consabido impacto sobre la salinidad, los extremos, en particular los ciclones en al-
gunas regiones y las de peces se transforman. El cambio climático compromete la sostenibilidad y la produc-
tividad de un recurso económico y ambiental decisivo, pero también ofrece oportunidades, especialmente
en la acuicultura.
ANFIBIOS
“De las 81 especies de anfibios que se conocen para el país, se registran en el Paraguay 11 especies de an-
fibios de interés especial o económico.” En la Lista Roja de La UICN 2000, ocho especies aparecen en sus
categorías. Una especie aparece como en peligro (EN), dos en la categoría de casi amenazadas (NT) y cinco
como de preocupación menor (LC). Según UICN 2006, 10 de las especies aparecen en sus categorías. Siete
de ellas en la categoría de no evaluado (NE), dos como casi amenazadas (NT) y una como de preocupación
menor (LC), variando en algunos de los casos las designaciones anteriores de UICN 2000.
En los últimos años, la población de anfibios se ha visto gravemente dañada, en muchos casos con notables
disminuciones poblacionales; sin embargo, en Paraguay se carece de información. Uno de los causantes de
la desaparición en ciertas partes del mundo es un hongo que perjudica seriamente la piel de los anfibios, y
una de las causas responsables de la extensión de esta enfermedad infecciosa es el cambio climático; si no
se controlan de forma abrupta la emisión de gases invernadero a la capa de ozono, los científicos están de
acuerdo en que nos enfrentaremos con la desaparición de más de un tercio de las especies de anfibios del
planeta, lo que llevaría a una gran pérdida de la biodiversidad del planeta. (Yanosky, 2009).
Las especies paraguayas más vulnerables de anfibios ante un cambio climático, como disminución del régi-
men pluviométrico, serían
Limnopmedusa macroglossa, Proceratophryis avelinoi y Crossodactylus schmidti.
En estos casos, el problema sería que son especies muy raras, asociadas a ambientes que están sufriendo
alteraciones; y si a esto se le suman los problemas de sequía, podría significar la extinción de estas especies,
al menos a nivel nacional (Yanosky, 2009).
También algunas especies que son casi completamente acuáticas, como las que antiguamente se agrupaban
en la familia
Pseudidae: Pseudis limellum, Pseudis occidentalis y Pseudis platenses, pueden sufrir mucho si
bajan las lluvias que alimentan los estanques y pozos naturales y artificiales en donde pasan el 98% de su vida.
Algunas especies, como
Argenteohyla siemersi, Dendropsophus elianeae, Dendropsophus jimi, Dendrop-
sophus melanargyreus y Scinax similis tienen distribución marginal en el Paraguay. Si es que llegan a tener
una retracción de la distribución a causa del cambio climático, llevaría a la extinción local (Yanosky, 2009).
REPTILES
De las 171 especies de reptiles conocidos para el Paraguay, se registran 73
especies de interés especial o económico amenazadas a nivel global,
casi amenazadas, de comercio controlado, de interés cinegético,
gastronómico, mercado de mascotas. Veinticinco de ellas (una
es una subespecie) se encuentran en el Apéndice II de La
Convención Internacional de Especies Amenazadas de
Flora y Fauna (CITES) y 1 en el Apéndice I, de dicho
Acuerdo. En la Lista Roja de Especies Amenazadas de
la IUCN 2000, aparecen cuatro especies, dos con es-
tatus de Vulnerable y dos con estatus de Casi Amena-
zadas (NT). Cacciali et al. (2007) citada por Yanosky
(2009) descubrió recientemente una nueva especie
de serpiente para el país, lo que demuestra la falta de
conocimiento de muchas especies que seguramente
se habrán perdido por la fragmentación del hábitat.
Esta nueva especie de serpiente fue descubierta en el
Bosque Atlántico del Alto Paraná, y dos ejemplares más
están siendo estudiados por tratarse también de posibles
nuevos registros (Yanosky, 2009).
En cuanto a los reptiles, las tortugas no se verían muy afectadas,
por los efectos del cambio climático. Las tortugas de agua, al igual que
los Ceratófridos, pueden soportar periodos muy prolongados de sequía.
Sería un problema pero a muy largo plazo. No muy inmediato. Los caimanes podrían
sufrir más,
porque no aguantan mucho tiempo fuera del agua, pero sus poblaciones por el momento son muy grandes.
Un problema bastante serio sería para
Dracaena paraguayensis, ya que tiene una dieta muy específica (ca-
racoles de agua), y si es que por la falta de lluvia escasea su alimento, ese puede ser un factor limitante de
su supervivencia. (Yanosky 2009).
Dos especies de teju guazu, el negro
(Salvator merienae) y el rojo (Salvator rufescens), son cazados para el
aprovechamiento de su piel, según Mieres (2002) citado por Yanosky (2009), para surtir al tráfico de pieles
silvestres. El teju guazu se encuentra entre las especies de reptiles más explotadas en el mundo. Durante la
década de los ‘80, la cosecha anual promediaba 1.9 millones de cueros, y los cupos actuales para la Argentina
y Paraguay son un millón y tres cientos mil, respectivamente. El precio de estos cueros oscila entre los Gs.
7.000 y 10.000, máximo de US$ 2 por cuero (Yanosky, 2009).
AVIFAUNA
Se registraron para el Paraguay, un total de 716 especies de aves, aunque existe alguna discordancia entre los
expertos y la cifra oficial. En el Paraguay se registran 209 especies de aves de interés especial o económico:
amenazadas a nivel global, casi amenazadas, de comercio controlado, de interés cinegético, gastronómico,
mercado de mascotas. De ellas, 105 se encuentran incluidas en el Apéndice II de CITES y 15 en el Apéndice
I. En La Lista Roja de especies Amenazadas de la UICN 2009 de Birdlife hay 60 especies de las cuales cinco
se encuentran dentro de la categoría de nivel crítico de extinción (CR), seis en peligro (EN), 32 casi ame-
thamnodynastes chaquensis
Foto: andrea caballero gini