cuidadosa elaboración. Los motivos en juego son aquellos que atañen principalmente a la apariencia
y al comportamiento. Las objetivaciones varían su significado cultural a lo largo del tiempo. En una
primera etapa el jurodstvo sigue una continuación de los motivos bizantinos, aunque bien podría ser
esta observación fruto de la dependencia de las formas narrativas de sus patrones bizantinos.
Aspectos como la desnudez del jurodivyj experimentan un decrecimiento o una variación en sus
formas. Los tiempos más antiguos identifican al jurodivyj casi desnudo o vestido con una simple
rubaška, descalzo y con un aspecto harapiento. La etnografía de Pryžov (1996) pone su énfasis en
los motivos escatológicos y no en la desnudez. Estos motivos pueden separarse netamente. La
denudez enlaza de manera directa con la pobreza evangélica, mientras que la suciedad se liga a una
negación radical de la dignidad personal como forma extrema de manifestación ascética. La
suciedad juega un papel extraordinario en la percepción social. La sociedad del siglo XIX, a través
de su fascinación por la monstruosidad, que es percibida como prueba de una naturaleza exótica,
encuentra en los deformados físicos y en las enajenaciones mentales una objetivación cultural del
jurodstvo. La tipificación reside por lo tanto en motivos como la suciedad y la falta de higiene, que
no podían sorprender demasiado en la Rusia medieval, pero sin embargo en el siglo XIX refuerzan
la magia del jurodivyj moderno cubierto de una materia líquida y ennegrecida. La falta de higiene
reaparece en el menologio de Damaskin en casos como el de Blažennij Maksim (Rumjancev) (DA
5) que muestra una verdadera aversión por la limpieza. Sin embargo la desnudez de Maksim se
limita a sus pies descalzos, como prueba su fotografía. Xenia de San Petersburgo (XE 1) muestra
una curiosa variación en cuanto a las vestimentas al introducir la modalidad del travestismo al
vestirse con las ropas de su difunto marido. El motivo, que carece de precedentes en la tradición, es
identificado por la sociedad del momento como una objetivación del jurodivyj.
A lo largo del análisis cualitativo se ha falsado la idea de que la construcción de la realidad
de cada día en un ambiente cultural ruso contiene la tipificación de qué es un jurodivyj, una persona
con cierto comportamiento, vestido con harapos, que camina descalzo en la nieve por calles y
mercados, insultando a la gente por sus pecados, y que éste será fácilmente relacionado con la
tipificación de un loco de Cristo porque estas características son objetivaciones con un significado
cultural, siempre teniendo en cuenta que dichas tipificaciones varían a lo largo del tiempo
transformándose en una continua sintonía entre percepción social y actuación individual del
jurodivyj.
Otro ejemplo de tipificación adaptativa son, citando a Challis y Dewey (1974, 1987a), las
percepciones particulares de las enfermedades mentales en la antigua Rusia y su contribución al
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desarrollo de jurodstvo. La diversidad provista por dichas alteraciones en aspectos como la
comunicación y las emociones son interrelaciones positivas en la construcción del jurodstvo. Las
construcciones en términos de representación y autopercepción están siempre sujetas a la
dependencia de un ambiente histórico y religioso. De este modo, las etnografías de Pryžov (1996) y
algunos de los relatos de Damaskin y de la Pravoslavnaja Enciklopedija sitúan a los jurodivye en
asilos psiquiátricos.
Objetivaciones de gran importancia para el reconocimiento de los primeros jurodivye, como
el sufrimiento de temperaturas extremas o la carencia de techo, se ven suplantadas a lo largo del
tiempo por las capacidades de adivinación, por encima incluso de las capacidades curativas
milagrosas que son un factor clave en otros momentos.
El ejercicio de percepción parte de procesos de evaluación de la realidad que a su vez
dependen de esquemas mentales determinados por las objetivaciones imperantes en cada presente
histórico. De este modo el significado de los motivos relacionados con el jurodstvo varía en grado y
naturaleza condicionando el carácter de las manifestaciones reconocidas como tales.
Pero la percepción es tan solo una cara de la moneda que representa la construcción de la
realidad del día a día. El modelo propuesto como hipótesis de partida contempla que todo jurodivyj,
como miembro de un grupo, interacciona con la sociedad que lo rodea bajo cierto rol. Dicho rol es
reconocido por la sociedad y al mismo tiempo autopercibido y realizado activamente. “Un rol
propio de la sociedad, tiene precedentes en su historia como modelo y es parte de las percepciones
religiosas e históricas que componen su cosmovisión” (Berger y Luckmann 1989, Luhmann 1990).
Por lo tanto encontramos ejemplos en los que los jurodivye se esfuerzan en adaptar su
comportamiento imitando a sus predecesores: los primeros jurodivye imitan las formas bizantinas,
las santas del monasterio de Diveevo (DA 1, DA 2 y DA 3) se suceden las unas a las otras
heredando sus rutinas y formas de vida, Damaskin señala también la relación entre la vita de
Aleksej (DA 8) y su predecesor Simón de Jur'evec (MT 15). Pero el ejemplo más claro de
realización y finalmente manipulación del papel del jurodstvo lo prueban los jurodivye falsos de
Pryžov (PR 5). Las etnografías prueban la posibilidad de manipular los motivos propios del
fenómeno como una mera estrategia. Se trata de un ejercicio voluntario, carente de motivación
religiosa y en muchas ocasiones transitorio. Son muchos los ejemplos que muestran la conveniencia
y la efectividad económica de la actividad mendicante de jurodstvo, así como lo positivo que puede
resultar el fenómeno al ser ligado con una comunidad o institución religiosa. La observación abre
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