La Misión
De La Iglesia
F-1.04
F-1.0401–F-1.0404
Libro de Orden 2017/2019
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F-1.04 A
PERTURA A LA GUÍA DEL
E
SPÍRITU
S
ANTO
F-1.0401 Continuidad
y
cambio
La forma presbiteriana de gobierno presentada en la Constitución de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.)
está enraizada en la Escritura y edificada alrededor de las marcas de la verdadera Iglesia. En todas las
cosas está sujeta al Señor de la Iglesia. En el poder del Espíritu, Jesucristo atrae a comunidades que
adoran y a personas creyentes a la actividad soberana del Dios trino en todos los tiempos y lugares. La
Iglesia pone sus ojos en Jesucristo, quien va adelante y quien nos llama a seguirlo, mientras busca
reforma y renovada dirección. Unidos/as con Cristo en el poder del Espíritu, la Iglesia busca «no ser
conformada a este siglo, sino ser transformada por medio de la renovación de su entendimiento, para que
podamos entender cuál es la voluntad de Dios agradable y perfecta» (Romanos 12.2).
F-1.0402 Ecumenicidad
El sistema
de gobierno presbiteriano, en la Constitución de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.), está
establecido a la luz de la Escritura, pero no es considerado como esencial para la existencia de
la Iglesia
cristiana ni requerido para todo el pueblo cristiano.
F-1.0403 Unidad en la diversidad
«Ya que al unirse a Cristo en el bautismo, han quedado revestidos de Cristo. Ya no importa el ser
judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer; porque unidos a Cristo Jesús, todos ustedes son uno solo.
Y si son de Cristo, entonces son descendientes de Abraham y herederos de las promesas que Dios le hizo»
(Gálatas. 3:27–29).
La unidad de las personas creyentes en Cristo se refleja en la rica diversidad de la membresía de la
Iglesia.
En Cristo, por el poder del Espíritu, Dios une a las personas a través del bautismo
independientemente de la raza, origen étnico, edad, género, discapacidad, áreas geográficas, o
convicciones teológicas. No hay lugar en la vida de la iglesia para discriminación en contra de ninguna
persona. La Iglesia Presbiteriana (EE.UU.) garantizará la plena participación y representación en su
adoración, gobierno y vida emergente de todas las personas o grupos dentro de su membresía. A ningún
miembro se le negará la participación o representación por ninguna razón excepto por razones expuestas
en esta Constitución.
F-1.0404 Apertura
En Jesucristo, quien es el Señor de toda la creación, la Iglesia está llamada a una nueva apertura a la
misión de Dios en el mundo. En Cristo, el Dios trino atiende a la persona más pequeña entre nosotros/as,
sufre la maldición
del pecado humano, levanta a una nueva humanidad, y promete un nuevo futuro para
toda la creación. En Cristo, la membresía de la Iglesia comparte con toda la humanidad las realidades de
ser criaturas, de la pecaminosidad, del quebrantamiento y del sufrimiento, así como también el futuro
hacia el cual Dios les acercando. La misión de Dios no sólo le concierne a la Iglesia sino también a la
gente de todas partes y a toda la creación. En su participación en la misión de Dios, la Iglesia
Presbiteriana (EE.UU.) está llamada a:
una nueva apertura a la actividad soberana de Dios en la Iglesia y en el mundo, a una obediencia más
radical a Cristo, y a una celebración más gozosa en la adoración y en el trabajo;una nueva apertura
con su propia membresía, convirtiéndose en hecho así como en fe en una comunidad de mujeres y
hombres de todas las edades, razas, etnias y condiciones mundanales, hechos/as uno en Cristo por el
poder del Espíritu, como señal visible de la nueva humanidad;
F-1.04
Las Bases
del Gobierno Presbiteriano
F-1.0404
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Libro de Orden 2017/2019
una nueva apertura para ver tanto las posibilidades como los peligros de sus formas institucionales
con el fin de asegurar la fidelidad y la utilidad de estas formas para la actividad de Dios en el
mundo; y
una nueva apertura a la continua reforma de la Iglesia ecuménica por parte de Dios, para que pueda
ser más efectiva en su misión.
F-2.01–F-2.04
Libro de Orden 2017/2019
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C
APÍTULO
D
OS
L
A IGLESIA Y SUS CONFESIONES
F-2.01 El propósito de las declaraciones confesionales
La Iglesia Presbiteriana (EE.UU.) declara su fe y da testimonio de la gracia de Dios en Jesucristo a
través de sus credos y confesiones en el
Libro de Confesiones. En estas declaraciones confesionales la
iglesia declara a su membresía y al mundo quién es y qué es, qué es lo que cree y qué está resuelta a
hacer. Estas declaraciones identifican a la iglesia como una comunidad de personas
identificadas por sus
convicciones, así como por sus acciones. Ellas guían a la iglesia al estudio e interpretación de las
Escrituras, resumen la esencia de la tradición cristiana reformada, dirigen a la iglesia en la preservación
de la sana doctrina, y equipan a la iglesia para su trabajo de proclamación. Ellas sirven para fortalecer el
compromiso personal y la vida y el testimonio de la comunidad de creyentes.
Los credos y las confesiones de esta iglesia surgieron en respuesta a circunstancias específicas dentro
de la historia del pueblo de Dios. Estos claman la verdad del evangelio en los momentos en donde sus
autores percibieron que esa verdad estaba en peligro. Estos son el resultado de la oración, reflexión y
experiencia dentro de una tradición viva. Estos apelan a la verdad universal del Evangelio expresando
aquella verdad dentro de las suposiciones sociales y culturales de su tiempo. Estos afirman una tradición
de fe en común, mientras que,
de vez en cuando, están en tensión los unos con los otros.
F-2.02 Las declaraciones confesionales como normas subordinadas
Estas declaraciones confesionales son normas subordinadas en
la iglesia, sujetas a la autoridad de
Jesucristo, la Palabra de Dios, según el testimonio que dan de Él las Escrituras. Aunque las normas
confesionales están subordinadas a las Escrituras, estas, sin embargo, son normas. Ellas no han sido
suscritas o redactadas superficialmente, ni deben ser ignoradas o descartadas. La iglesia está
preparada para instruir, aconsejar y aun para disciplinar a quien siendo ordenado/a rechaza
seriamente la fe expresada en las confesiones. Más aún, el proceso para cambiar las confesiones de la
iglesia es deliberadamente exigente, requiriendo un alto grado de consenso en toda la iglesia. Sin
embargo, la iglesia, en obediencia a Jesucristo, está abierta a la reforma de sus normas doctrinales así
como a las de gobierno. La iglesia afirma que
Ecclesia reformata, semper reformanda, secundum
verbum Dei esto es, «La iglesia reformada, siempre siendo reformada de acuerdo a la Palabra de
Dios», en el poder del Espíritu.
F-2.03 Las confesiones como declaraciones de fe de la Iglesia universal
En sus confesiones, la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.) da testimonio de la fe de la Iglesia universal.
Las confesiones expresan la fe de la única, santa Iglesia católica y apostólica al reconocer las Escrituras
canónicas y la formulación y adopción de los credos ecuménicos, especialmente el Credo Niceno y el
Credo de los Apóstoles con sus definiciones del misterio del Dios Trino y la encarnación
de la eterna
Palabra de Dios en Jesucristo.
F-2.04 Las confesiones como declaraciones de fe de la Reforma Protestante
En sus confesiones, la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.) mantiene las afirmaciones de la Reforma
Protestante. El foco de estas afirmaciones es el redescubrimiento de la gracia de Dios en Jesucristo, según
es revelada en las Escrituras. Las consignas protestantes –sola gracia, sola fe, sola Escritura- incorporan
principios de entendimiento que continúan guiando y motivando al pueblo de Dios en la vida de fe.