Biografias



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Genealogía


De acuerdo con la tradición más conocida Orfeo era el hijo de Eagro, rey de Tracia, y de la musa Calíope (Clío en otras versiones). Según otras fuentes su padre no era Eagro, sino Apolo,2 lo cual es más coherente con la devoción de Orfeo por este dios, que es el dios de la música. Orfeo aprendió la música de Lino o de Apolo, que fue también su amante, y quien le entregó su propia lira (fabricada por Hermes del caparazón de una tortuga), como un presente de amor.

La expedición de los Argonautas


A pesar de su origen tracio, Orfeo se unió a la expedición de los Argonautas, en la que marcaba el ritmo de los remeros y protegió a sus compañeros de las Sirenas con su música. Ellas vivían en la isla Antemóesa y cantaban hermosas canciones que atraían a los marineros hacia ellas. Entonces los devoraban. Cuando Orfeo oyó sus voces, sacó su lira y tocó su música, que era más bella que la de ellas, tapándola y ahogándola. Butes fue el único que no pudo resistir los cantos de las Sirenas y se lanzó al mar para nadar hacia ellas, siendo salvado por la diosa Afrodita.

El mito de Eurídice

La historia más conocida sobre Orfeo es la que se refiere a su esposa Eurídice que a veces es conocida como Agriope. Algunas versiones cuentan que mientras huía de Aristeo, u otras que mientras paseaba con Orfeo, fue mordida por una serpiente y murió. En las orillas del río Estrimón, Orfeo se lamentaba amargamente por la pérdida de Eurídice. Consternado, Orfeo tocó canciones tan tristes y cantó tan lastimeramente, que todas las ninfas y dioses lloraron y le aconsejaron que descendiera al inframundo (catábasis). Camino de las profundidades del inframundo, tuvo que sortear muchos peligros, para los cuales usó su música, e hizo detenerse a los tormentos del inframundo (por primera y única vez). Llegado el momento, con su música ablandó también el corazón de Hades y Perséfone, los cuales permitieron a Eurídice retornar con él a la tierra; pero sólo bajo la condición de que debía caminar delante de ella, y que no debía mirar hacia atrás hasta que ambos hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a Eurídice.

A pesar de sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto, incluso cuando pasaban junto a algún peligro o demonio, no se volvía para asegurarse de que Eurídice estuviera bien. Llegaron finalmente a la superficie y, por la desesperación, Orfeo volvió la cabeza para verla; pero ella todavía no había sido completamente bañada por el sol, todavía tenía un pie en el camino al inframundo: Eurídice se desvaneció en el aire, y ahora para siempre.6

Según relata Platón, los dioses del infierno sólo le presentaron una aparición de Eurídice. No le entregaron a su amante porque les parecía que se mostraba cobarde, como buen citaredo, y no tuvo el arrojo de morir por amor, sino que buscó el medio de penetrar con vida en el Hades.



La muerte de Orfeo

Según cuenta Ovidio, Orfeo intentó regresar al inframundo pero Caronte le negó el paso por el río Leteo, así que se retiró a los montes Ródope y Hemo donde estuvo durante tres años evitando la unión amorosa con cualquier mujer, a pesar de que muchas ninfas se le ofrecieron. Los tracios decían que en ese momento inventó la pederastia. Seguía cantando y tocando su lira, lo que provocó que los árboles se conmovieran.8 En ese monte fue cuando fue visto por las Bacantes tracias, que se sintieron despreciadas por él. Apresaron a los animales que lo acompañaban y a él lo apedrearon, lo despedazaron y esparcieron sus miembros. Su cabeza y su lira fueron arrojadas al río Hebro; luego fueron a parar al mar y cerca de la isla de Lesbos una serpiente quiso comerse la cabeza de Orfeo pero Apolo la transformó en roca. Por su parte, Dioniso castigó a las Bacantes convirtiéndolas en árboles. Mientras, el alma de Orfeo reencontró a Eurídice en el inframundo y desde ese momento son inseparables.

En una versión alternativa recogida por Eratóstenes que se remonta a la obra perdida de Esquilo Las basárides, lo que ocurrió fue que Orfeo, al final de su vida, desdeñó el culto a Dioniso, del que antes presidía sus misterios. En cambio consideró a Helios, a quien llamó Apolo, como el principal dios. Por ello, mientras Orfeo se encontraba en el monte Pangeo esperando la salida del sol, Dioniso envió a las Ménades para que lo despedazaran. Pero unas ninfas reunieron sus pedazos y los enterraron en un lugar llamado Libetros, cerca del monte Olimpo. Mientras, su lira fue colocada por Zeus entre las constelaciones.

Otras versiones, recogidas por Pausanias señalaban que Orfeo obligaba a los maridos de las mujeres de Tracia a que lo siguieran en sus viajes. Por eso lo mataron mientras estaban embriagadas por vino y por ello se estableció la costumbre de que los hombres salieran a combatir tras haber bebido. También se contaba que Orfeo había muerto a causa de un rayo enviado por Zeus por haber enseñado a los hombres misterios antes nunca oídos. Otros contaban que cuando Orfeo había viajado al inframundo en busca de Eurídice se volvió para ver si ella le seguía pero no había nadie y se suicidó por pena. Los tracios decían que los ruiseñores que tenían sus nidos encima de la tumba de Orfeo eran mejores cantores que los demás

Por su parte, Higino recoge otras dos tradiciones. La madre de Orfeo, Calíope, había participado como juez en la disputa entre Afrodita y Perséfone por la posesión de Adonis. Por no satisfacer a Afrodita el veredicto, provocó que todas las mujeres tracias se enamoraran de Orfeo hasta tal punto que llegaran a despedazarlo. Otros contaban que la causa había sido que Orfeo había sido el primero en mantener relaciones amorosas con hombres, lo que había supuesto una ofensa para las mujeres.

Según Platón, los dioses impusieron a Orfeo el castigo de morir a manos de mujeres por no haber tenido el arrojo de morir por amor como Alcestis, hija de Pelias, que murió en lugar de su marido.




PITAGORAS- 592 ó 580 a.c

Matemático , Filófoso. Fundó la escuela Pitagórica. Su universo era numérico. Fue famoso durante su estadía en Egipto donde fué iniciado en la Escuela de los Misterios en Egipto. Es conocido como un semidios.

580 a. C. – ca. 495 a. C.) fue un filósofo y matemático griego, considerado el primer matemático puro. Contribuyó de manera significativa en el avance de la aritmética, derivada particularmente de las relaciones numéricas aplicadas a la teoría de la música, la astronomía y la teoría de pesos y medidas. Se interesó también en medicina, filosofía, ética, entre otras disciplinas. Es el fundador de la hermandad pitagórica, una sociedad que, si bien era de naturaleza predominantemente religiosa, formularon principios que influenciaron a tanto a Platón como a Aristóteles, y de manera más general, al desarrollo de las matemáticas y la filosofía racional en Occidente.

Alrededor de 535 a.C., Pitágoras viaja a Egipto, unos años antes de que Polícrates tome el control de Samos. Polícrates había establecido una alianza con Egipto, y existían fuertes lazos entre la ciudad de Samos y Egipto en ese momento. Los recuentos de su estadía allí sugieren que visitó los templos y tomó parte en discusiones con los sacerdotes, iniciándose en los ritos y creencias que luego impondría a la sociedad que fundó en Italia. Se puede mencionar, por ejemplo, el secretismo de los sacerdotes egipcios, el vegetarianismo, no vestir ropas hechas de piel de animal o su empecinamiento en la pureza; fueron todas costumbres que Pitágoras adoptaría. Porfirio señala que Pitágoras aprendió geometría de los egipcios, pero es más probable que hubiese adquirido esos conocimientos a partir de las enseñanzas de Tales y de Anaximandro.


SOCRATES- 470 A.C

Sócrates (470 – 399 a. C.) fue un filósofo griego considerado como uno de los más grandes, tanto de la filosofía occidental como de la universal. Fue el maestro de Platón, quien tuvo a Aristóteles como discípulo; estos tres son los representantes fundamentales de la filosofía griega. La sabiduría de Sócrates no consiste en la simple acumulación de conocimientos, sino en revisar los conocimientos que se tienen y a partir de ahí construir conocimientos más sólidos.

Esto le convierte en una de las figuras más extraordinarias y decisivas de toda la historia; representa la reacción contra el relativismo y subjetivismo sofista, y es un singular ejemplo de unidad entre teoría y conducta, entre pensamiento y acción. A la vez, fue capaz de llevar tal unidad al plano del conocimiento, al sostener que la virtud es conocimiento y el vicio ignorancia.

El poder de su oratoria y su facultad de expresión pública eran su fuerte para conseguir la atención de las personas.

Sócrates no escribió ninguna obra porque creía que cada uno debía desarrollar sus propias ideas. Conocemos en parte sus ideas desde los testimonios de sus discípulos: Platón, Jenofonte, Aristipo y Antístenes, sobre todo. Tales testimonios no son convergentes, por lo que no resulta fácil conocer cuál fue el verdadero pensamiento de Sócrates



HIPÓCRATES

NACIÓ EN 460 A.C. EN LA ISLA DE COS (MAR EGEO), Y MURIÓ EN EL AÑO 377 A.C. EN LARISA (TESALIA).

Ningún médico será un verdadero médico si no es astrólogo.

Que ningún metal toque el órgano que está transitando la luna.

Fue un médico griego llamado desde la Edad Media  el Padre de la Medicina. Figura de gran relieve histórico que ya en época griega adquirió carácter mítico. Pertenecía a una familia de médicos-sacerdotes de Asclepio. Viajó por toda Grecia y probablemente por el Próximo Oriente, siendo considerado durante su vida como un gran clínico. Su figura ha sido venerada durante siglos como personificación del médico ideal y como el fundador de la medicina. Su concepción de la medicina, basada en la experiencia y en la observación, nos es conocida por los Aforismos y los tratados que se le atribuyen del célebre Cuerpo hipocrático, conjunto de teorías médicas de la época compiladas por la escuela médica de Cos. Se basan en la teoría de los cuatro humores (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra) y en la fuerza curativa de la Naturaleza. El Cuerpo hipocrático contiene unas cuarenta descripciones clínicas que permiten el diagnóstico de enfermedades tales como el paludismo, las paperas, la pulmonía y la tisis. En los escritos dedicados a las epidemias se establecen relaciones entre la predominancia de ciertas enfermedades y determinados factores climáticos, dietéticos, raciales y ambientales. Conserva vigor como código de la moral médica su famoso juramento. Hipócrates formaba parte del grupo de los "médicos", éstos remontaban sus orígenes hasta el dios fundador de la medicina, el cual era normalmente representado en la escultura griega por una caña rodeada por una serpiente; este símbolo se convertiría más tarde en el Esculapio de los romanos.

Hipócrates sigue siendo el símbolo de todas las cualidades y principios morales inherentes a los médicos. Aún hoy en día se observan sus reglas éticas y se pronuncia el juramento hipocrático, a pesar de los más de dos milenios y medio que nos separan de la existencia del célebre médico. En su tiempo, Hipócrates tuvo conciencia de las dificultades de los médicos para ejercer su profesión.

Su visión de la medicina llegó a ser más que como una ciencia, como un arte y una filosofía. Sus convicciones le llevaron a determinar que "la vida es corta, el camino del arte largo, el instante fugaz, la experiencia engañosa y el discernimiento problemático" (frase escrita en el libro de la ilustración). Así, relacionaba las funciones de nuestro organismo con el equilibro de cuatro elementos: la tierra, el agua, el fuego y el aire, los cuales representaban los humores corporales: la sangre, la flema, la bilis amarilla y la bilis negra; de la armonía en la producción de éstos o de la temperatura, dependía que se conservara la salud o se cayese enfermo.



Hipócrates de Cos (en griego: Ἱπποκράτης, Cos, c. 460 a. C. - Tesalia c. 370 a. C.) fue un médico de la Antigua Grecia que ejerció durante el llamado siglo de Pericles. Es considerado una de las figuras más destacadas de la historia de la medicina y muchos autores se refieren a él como el «padre de la medicina»1 2 3 en reconocimiento a sus importantes y duraderas contribuciones a esta ciencia como fundador de la escuela que lleva su nombre. Esta escuela intelectual revolucionó la medicina de la Antigua Grecia, estableciéndola como una disciplina separada de otros campos con los cuales se la había asociado tradicionalmente (notablemente la teúrgia y la filosofía), convirtiendo el ejercicio de la medicina en una auténtica profesión.4 5

Sin embargo, suelen entremezclarse los descubrimientos médicos de los escritores del Corpus hippocraticum, los practicantes de la medicina hipocrática y las acciones del mismo Hipócrates, por lo que se sabe muy poco sobre lo que el propio Hipócrates pensó, escribió e hizo realmente. A pesar de esta indefinición, Hipócrates es representado a menudo como paradigma del médico antiguo. En concreto, se le atribuye un gran progreso en el estudio sistemático de la medicina clínica, reuniendo el conocimiento médico de escuelas anteriores y prescribiendo prácticas médicas de gran importancia histórica, como el juramento hipocrático y otras obras.

Hipócrates es considerado el primer médico que rechazó las supersticiones, leyendas y creencias populares que señalaban como causantes de las enfermedades a las fuerzas sobrenaturales o divinas.19 Los discípulos de Pitágoras lo consideraban el hombre que unió la filosofía y la medicina.20 Separó la disciplina de la medicina de la religión, creyendo y argumentando que la enfermedad no era un castigo infligido por los dioses, sino la consecuencia de factores ambientales, la dieta y los hábitos de vida. De hecho, no hay ni una sola mención a una presunta enfermedad mística en todo el Corpus hipocrático.21 22 Pese a estos avances, Hipócrates trabajó con muchas convicciones basadas en lo que hoy en día se sabe que era una anatomía y una fisiología incorrectas, como por ejemplo la creencia en los cuatro humores.23 24 25

Las escuelas de medicina de la Grecia Clásica estaban divididas en dos tendencias fundamentales respecto a cómo se tenían que tratar las enfermedades. Por una parte, la escuela de Cnido se concentraba en el diagnóstico, mientras que la de Cos se centraba en el cuidado del paciente y el pronóstico. En general, la medicina de la época de Hipócrates desconocía muchos aspectos de la anatomía y la fisiología humanas, a causa del tabú griego que prohibía la disección de cadáveres.19 Por lo tanto, las enseñanzas de la escuela cnidia, que tenían una gran valía en el tratamiento de enfermedades comunes, no eran capaces de determinar qué provocaba enfermedades con síntomas poco conocidos.26 Por su parte, la escuela hipocrática o de Cos tuvo más éxito aplicando diagnósticos generales y tratamientos pasivos y fue capaz de tratar enfermedades de manera eficaz, lo que permitió un gran desarrollo en la práctica clínica.27 28

La medicina hipocrática y su filosofía se alejan bastante de la medicina actual, en la que el médico busca un diagnóstico específico y un tratamiento especializado, tal como lo promovía la escuela de Cnido. Este cambio en el pensamiento médico desde el tiempo de Hipócrates ha provocado que el médico de Cos recibiera duras críticas a lo largo de los últimos siglos, siendo la pasividad del tratamiento hipocrático el objeto de algunas denuncias especialmente críticas; por ejemplo, el médico francés M. S. Houdart se refirió al tratamiento hipocrático como «una meditación sobre la muerte».29

Hipócrates empezó a clasificar las enfermedades en agudas, crónicas, endémicas y epidémicas, y a utilizar términos como «exacerbación», «recaída», «resolución», «crisis», «paroxismo», «pico» y «convalecencia», términos que todavía tienen un uso destacado en la práctica médica.35 54 Otras de las grandes contribuciones de Hipócrates son sus descripciones acerca de la sintomatología, el tratamiento quirúrgico y el pronóstico del empiema torácico, una supuración del revestimiento de la cavidad torácica. Sus enseñanzas todavía son relevantes para los estudiantes de neumología y cirugía de hoy en día.55 Hipócrates fue el primer cirujano torácico de quien se tiene constancia y sus descubrimientos todavía son válidos en su mayoría.55

La escuela hipocrática de medicina describió correctamente las enfermedades del recto y su tratamiento, a pesar de la pobre teoría médica desarrollada hasta entonces.56 Por ejemplo, las hemorroides, que aunque se creía que eran provocadas por un exceso de bilis y flema, eran tratadas por los médicos hipocráticos con técnicas relativamente avanzadas.57 La cauterización y la escisión son descritas en el Corpus hipocrático, junto con los otros métodos más recomendados en la actualidad:58 ligar las hemorroides con una pequeña tira de caucho impidiendo la llegada del flujo de sangre y secarlas con una plancha caliente. También se sugieren otros tratamientos, como la aplicación de diversos ungüentos.59 60 Hoy en día, el tratamiento de las hemorroides «todavía incluye la quemadura, el estrangulamiento y la escisión».56 Además, algunos de los conceptos fundamentales de la proctoscopia descritos en el corpus todavía son útiles,56 57 como, por ejemplo, el uso del espéculo rectal,57 considerada la referencia más antigua conocida a la endoscopia
PLATON – 428 a.c.Platón (en griego: Πλάτων ) (ca. 428 a. C./427 a. C. – 347 a. C.) fue un filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles. Su influencia como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía, de la que se ha dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina gracias a sus trabajos.

La caracterización general más segura de la tradición filosófica europea es que consiste en una serie de notas al pie a Platón.

Entre sus obras más importantes se cuentan: la República en la cual elabora la filosofía política de un estado ideal; el Fedro, en el que desarrolla una compleja e influyente teoría psicológica; el Timeo, un influyente ensayo de cosmogonía, cosmología racional, física y escatología, influido por las matemáticas pitagóricas; y el Teeteto, el primer estudio conocido sobre filosofía de la ciencia.

Fue fundador de la Academia de Atenas, donde estudió Aristóteles. Participó activamente en la enseñanza de la Academia y escribió sobre diversos temas filosóficos, especialmente los que trataban de la política, ética, metafísica, antropología y epistemología. El conjunto de las obras más famosas de Platón se han denominado Diálogos, debido a su estructura dramática de debate entre interlocutores, si bien varios epigramas y cartas suyos también han perdurado.



ARISTOTELES – 384 A.C.Aristóteles (en griego antiguo Ἀριστοτέλης, Aristotélēs) (384 a. C. – 322 a. C.)1 2 fue un filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia cuyas ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios.1 2 3

Aristóteles escribió cerca de 200 tratados (de los cuales sólo nos han llegado 31) sobre una enorme variedad de temas, incluyendo lógica, metafísica, filosofía de la ciencia, ética, filosofía política, estética, retórica, física, astronomía y biología. Aristóteles transformó muchas, si no todas, las áreas del conocimiento que tocó. Es reconocido como el padre fundador de la lógica y de la biología, pues si bien existen reflexiones y escritos previos sobre ambas materias, es en el trabajo de Aristóteles donde se encuentran las primeras investigaciones sistemáticas al respecto.

Su conocimiento fue tomado de la escuela de Alejandría en Egipto por lo que se cree que también fue iniciado en la escuela de los MIsteios en Egipto.

Entre muchas otras contribuciones, Aristóteles formuló la teoría de la generación espontánea, el principio de no contradicción, las nociones de categoría, sustancia, acto, potencia, etc. Algunas de sus ideas, que fueron novedosas para la filosofía de su tiempo, hoy forman parte del sentido común de muchas personas.

Aristóteles fue discípulo de Platón y de otros pensadores (como Eudoxo) durante los veinte años que estuvo en la Academia de Atenas luego fue maestro de Alejandro Magno en el Reino de Macedonia, y finalmente fundó el Liceo en Atenas, donde enseñó hasta un año antes de su muerte.
CALIMACO -(Cirene, actual Libia, h. 310 a.C.-Alejandría, Egipto, h. 235 a.C.)

Poeta y erudito alejandrino. Maestro en Eleusis, recibió el encargo de ordenar la biblioteca de Alejandría. La gran erudición que demostró en esta labor se hace evidente en las notas que acompañaban la clasificación y ordenación de los autores, un trabajo que ha sido de gran valor para los posteriores estudios bibliográficos y literarios realizados sobre el período clásico. De su obra poética se han conservado algunos fragmentos, seis Himnos y 63 epigramas, así como un breve poema épico, Hecale, con el que se reafirmó en su particular concepción de la epopeya, sobre la cual polemizó con Apolonio de Rodas, discípulo suyo. Su obra más conocida es el poema La cabellera de Berenice, que ha llegado a nosotros, sin embargo, no en su versión original, sino a través de una imitación de Catulo.



APOLONIO DE TIANA 16 a.c.

Apolonio nació en Tiana, Capadocia, alrededor del año 16. Desde niño exhibió excepcionales poderes mentales siendo enviado luego a Tarso para perfeccionarse. Habiendo superado a sus maestros se fué a Aegae donde se reunió con los sacerdotes del templo de Asclepio, realizando numerosos milagros de curación. Introducido a las doctrinas pitagóricas practico su voto de silencio, viajando luego a Antioquía donde enseñó en el Templo de Apolo. Realizó extensos viajes por Babilonia, India, Grecia y Roma. Habría llegado a los Himalayas.

Filóstrato, su biógrafo, lo describe como un taumaturgo, dotado de poderes extraordinarios. Entendía todas las lenguas, incluso, según la tradición, el lenguaje de los animales.

Ejerció considerable influencia sobre el Imperio Romano a través de cinco de sus emperadores: Nerón, Vespasiano, Tito, Domiciano y Nerva. Cuando Nerón decretó la prohibición a los filósofos para permanecer en Roma, fué llevado a juicio. Habiéndose preparado un largo escrito con acusaciones, fué llevado al tribunal. La tradición nos cuenta, que al abrirse el rollo para su lectura las palabras desaparecieron súbitamente.

Este Apolonio a quien el Conde de Gabalais atribuye un origen tan curioso nació en Triana cuatro años antes que Jesucristo.  Neopitagórico convencido, no comía carnes ni ciertas hierbas y se abstenía de beber vino. En el curso de sus numerosos viajes (Italia, India, Babilonia, Etiopía, España) había realizado extraordinario prodigios. Taumaturgo, hubo de devolver la vida a una muchacha joven. Se ha comparado muchas veces con J.C., siendo ambos profetas y taumaturgos, pero uno permaneció pagano en tanto que el otro se convirtió en fundador de una nueva religión triunfadora.

Según la leyenda, Apolonio murió a los cien años. Otros dicen que desapareció y voló al cielo, reencarnándose después, hacia el siglo XII bajo la forma del gran alquimista Artephius. La vida de Apolonio de Triana ha sido relatado por Filostrato (siglo II después de J.C.).


No hay muerte de nadie, sino sólo en apariencia, así como no hay nacimiento de ninguno, salvo en lo exterior. El cambio de ser a  devenir parece ser nacimiento. El cambio de devenir a ser, parece ser muerte, mas en realidad ninguno realmente nace, así como ninguno realmente muere. Es simplemente el hacerse visible y luego invisible; la primera por la densidad de la materia, y la última por la sutileza del Ser, Ser que es siempre el mismo, siendo su único cambio el movimiento y el reposo.”

Apolonio de Tiana (Tiana, Capadocia, 3 a. C.Éfeso, ca. 97[1] ) fue un filósofo, matemático y místico griego de la escuela pitagórica.

Debió de nacer Apolonio en Tiana (ciudad de la Capadocia, actualmente llamada Kiz Hissar -Kemerhisar-, a 3 kms al sudoeste de Nigde), en los primeros años de la era cristiana.[2] Pretendía descender de los antiguos fundadores de Tiana; era un niño prodigio, y cuando, a la edad de catorce años fue llevado a estudiar con Eutidemo, profesor de retórica en Tarso, sintió tal disgusto al ver la relajación de costumbres de aquella ciudad, que consiguió que su padre le permitiera trasladarse a un pueblo vecino.

Siguiendo el ejemplo de la mística de Pitágoras, cuyas doctrinas había abrazado, sólo se alimentaba de legumbres, se abstenía del vino y de las mujeres, daba sus bienes a los pobres y vivía en los templos. Su género de vida y su lenguaje sentencioso y oscuro hicieron tal impresión que no tardó en verse rodeado de numerosos discípulos. Se dice que fue admirado por los brahmanes de la India, los magos de Persia y los sacerdotes de Egipto. En Hierápolis, en Éfeso, en Esmirna, en Atenas, en Corinto y en otras grandes poblaciones de Grecia, Apolonio apareció como preceptor del género humano, visitando los templos, corrigiendo las costumbres, por ejemplo los sacrificios de animales para los dioses, y predicando la reforma de todos los abusos.

Quiso ser admitido en los misterios de Eleusis, pero a cambio fue tratado como un mago y se le prohibió la entrada en ellos. Este interdicto no le fue levantado sino cuando ya estaba en los últimos días de su vida. En Roma, a donde según su expresión había ido para ver "qué especie de animal era un tirano", condenó el uso de los baños públicos. También se dice que hizo milagros. Al pasar delante de él el féretro de una doncella de una familia consular, se acercó a ella, pronunció algunas palabras místicas y la doncella se levantó y se fue caminando hacia la casa de sus padres. Éstos le ofrecieron una crecida suma, pero él la aceptó sólo para dársela como dote a la doncella. Un día, encontró una multitud que aterrada miraba un eclipse de sol en medio de una fuerte tormenta. Apolonio miró al cielo y dijo en tono profético: "Algo grande sucederá y no sucederá". Tres días después cayó un rayo en el palacio de Nerón y derribó la copa que el Emperador se llevaba a los labios. El pueblo creyó ver en aquel incidente el cumplimiento de la profecía de Apolonio.



Vespasiano, que le había conocido en Alejandría, le miraba como hombre divino y le pedía consejo. Habiendo cantado un día Nerón en un teatro en los juegos públicos, Tigelino preguntó a Apolonio qué pensaba del Emperador: "Le hago mucho más favor que tú, respondió el filósofo; tú le crees digno de cantar; yo de callarse". El rey de Babilonia le pedía un medio de reinar con tranquilidad. Apolonio se limitó a contestarle: "Ten muchos amigos y pocos confidentes". Luego habiendo sorprendido a un esclavo eunuco con la concubina de dicho rey, el príncipe preguntó a Apolonio cómo castigaría al culpable. "Dejándole la vida"", contestó el filósofo. Y como el rey se mostraba sorprendido, añadió: "Si vive, su amor será el mayor de los suplicios".

En el reinado de Domiciano, Apolonio fue acusado de magia, encerrado en un calabozo, después de haberle hecho cortar el pelo y las barbas, y allí cargado de grillos y cadenas. Desterrado después por el mismo Emperador, murió al poco tiempo, lo cual no fue obstáculo para que a su muerte se le erigieran estatuas y se le hicieran honores divinos. Éfeso, Rodas y la isla de Creta pretenden poseer su tumba, y Tiana, que le dedicó un templo, obtuvo en memoria suya el título de ciudad sagrada, lo que le daba el derecho de elegir magistrados.



Lampridio asegura que el emperador Alejandro Severo tenía en su oratorio entre los retratos de Jesús, Abraham y Orfeo, el de Apolonio; Vopisco, en su Vida de Aurelio, que hace de él grandes elogios, dice que debe honrársele como ser superior.

Hasta el siglo V, la reputación de Apolonio se mantuvo viva aun entre los cristianos. Prueba de ello es que León, ministro del rey de los visigodos, invitó a Sidonio Apolinar, obispo de Auvernia, a que le tradujera la vida del filósofo escrita por Filóstrato. El obispo escogió el ejemplar más correcto y sobre él hizo su traducción que remitió al ministro con una carta en que ensalza las virtudes del filósofo; diciendo que para ser perfecto sólo le faltaba haber sido cristiano. Al parecer, el descrédito otorgado a él fue causado por sus mismos discípulos que, queriendo realzar el mérito de su maestro, le han presentado como un impostor atribuyéndole milagros y profecías que le colocan a la altura de los embaucadores vulgares. La vida que posteriormente escribió Filóstrato está tomada de otra debida a uno de los compañeros de Apolonio, llamado Damis.



Jacques Bergier , en su libro Les Livres Maudits, dice: "El lector podría preguntarme de dónde he sacado la idea de que obras pertenecientes a civilizaciones muy antiguas se encuentren en la India. Esta idea no es nueva; fue introducida en Occidente por un personaje tan fantástico como Apolonio de Tiana... Apolonio de Tiana impresionó mucho a sus contemporáneos y a la posteridad. Se atribuyen a Apolonio poderes sobrenaturales, que él mismo niega con la mayor energía. Es indudable que viajó a la India. Murió a una edad muy avanzada, más de cien años... Lo cierto es que Apolonio de Tiana afirmaba que existieron en su época, o sea en el siglo I después de J.C., en la India, libros extraordinarios y muy antiguos que contenían una sabiduría procedente de edades extinguidas, de un pasado muy remoto. Al parecer, Apolonio de Tiana trajo de la India alguno de estos libros, y conviene observar que, gracias a él, encontramos en la literatura hermética pasajes enteros de Upanishads y de la Bhagavad Gita... Damis habla, en lo que nos queda de sus notas, de reuniones secretas, de las que él era excluido, entre Apolonio y los sabios hindúes... También parece que éstos recibieron a Apolonio como un igual, que le instruyeron y que le enseñaron más de lo que jamás habían enseñado a ningún occidental".

Apolonio escribió también una biografía sobre Pitágoras, que se cree fue usada por Filóstrato para cualificarle a Apolonio lo que este atribuyó al Samio; aunque de sus escritos auténticos el único que nos queda es la Apología, conservada por Filóstrato.

Apolonio nació en Tiana, Capadocia, alrededor del año 16. Desde niño exhibió excepcionales poderes mentales siendo enviado luego a Tarso para perfeccionarse. Habiendo superado a sus maestros se fué a Aegae donde se reunió con los sacerdotes del templo de Asclepio, realizando numerosos milagros de curación. Introducido a las doctrinas pitagóricas practico su voto de silencio, viajando luego a Antioquía donde enseñó en el Templo de Apolo. Realizó extensos viajes por Babilonia, India, Grecia y Roma. Habría llegado a los Himalayas.

Filóstrato, su biógrafo, lo describe como un taumaturgo, dotado de poderes extraordinarios. Entendía todas las lenguas, incluso, según la tradición, el lenguaje de los animales.

Ejerció considerable influencia sobre el Imperio Romano a través de cinco de sus emperadores: Nerón, Vespasiano, Tito, Domiciano y Nerva. Cuando Nerón decretó la prohibición a los filósofos para permanecer en Roma, fué llevado a juicio. Habiéndose preparado un largo escrito con acusaciones, fué llevado al tribunal. La tradición nos cuenta, que al abrirse el rollo para su lectura las palabras desaparecieron súbitamente.

No hay muerte de nadie, sino sólo en apariencia, así como no hay nacimiento de ninguno, salvo en lo exterior. El cambio de ser a devenir parece ser nacimiento. El cambio de devenir a ser, parece ser muerte, mas en realidad ninguno realmente nace, así como ninguno realmente muere. Es simplemente el hacerse visible y luego invisible; la primera por la densidad de la materia, y la última por la sutileza del Ser, Ser que es siempre el mismo, siendo su único cambio el movimiento y el reposo.”



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