escasos fondos de la universidad y a la
vez le presenta la estrategia económica
que considera conveniente para resol-
ver el problema: A tales efectos, Sucre
escribe:
Considerando: que uno de los objetos
más importante en que el gobierno
quiere emplear su atención es la educa-
ción pública, lastimosamente atrasada
en el departamento: que el medio más
seguro de promoverla y dar impulso a
los talentos que notoriamente distin-
guen a sus habitantes, es el exacto cum-
plimiento de las sabias leyes y benefi-
cios secretos que el soberano congre-
so y el supremo poder ejecutivo han
provisto en toda la república útiles es-
tablecimientos: como colegios, escue-
las, casas de educación para atender a
la ilustración de la juventud, progresos
y adelantamiento de la ciencia; y bien
convencido de que no es dable llevar a
efecto en toda su extensión tan filan-
trópicas disposiciones y sin la activa co-
operación de aquellos ciudadanos que
por sus luces, patriotismo y conoci-
mientos del país puedan coadyuvar efi-
cazmente a este fin y de los que inme-
diatamente estén encargados de presi-
dir y dirigir los estudios y la educación y
enseñanza pública, ha venido a decre-
tar lo siguiente:
Primero: Se crea una junta esencial-
mente destinada a entender en todos los
objetos que tengan relación con la ins-
trucción pública en la provincia de Quito.
Segundo: Es atribución de esta jun-
ta proponer a la intendencia los medios
que crea más fáciles y conducentes a
poner en práctica las leyes y decretos
del gobierno sobre la materia; presen-
tar un nuevo plan de estudios que haga
progresar la ilustración, exponiendo
por tanto sus observaciones acerca de
las reformas que dejan hacerse en el
que se sigue ahora, a fin de abolir los
abusos que se hayan introducido, y co-
rregir los defectos que se noten en el
método que rige, entender en el arre-
glo que se ha meditado dar a los cole-
gios reuniéndolos en el solo edificio que
se les ha destinado, disponer su más có-
moda distribución y activar todo lo que
contribuya a la más pronta organización
del nuevo plan de estudios que sea lo
más posiblemente practicable: última-
mente inquirir, averiguar y denunciar al
gobierno las capellanías de jure devolu-
ta, que por un decreto de él, están man-
dadas aplicar a la educación pública, sin
perjuicio de que la junta medite y pro-
ponga la adjudicación de algunos otros
fondos y arbitrios que sirvan a dotar las
cátedras y proveer a los demás gastos
que deban hacerse a fin de que la Uni-
versidad, los colegios y todo estableci-
miento literario se ponga en un pie de
arreglo, orden y prosperidad que ha-
ciendo florecer las artes y las ciencias
nos dé en esta parte la importancia a
que justamente podemos aspirar.
Tercero: La Junta se compondrá
del Rector de la Universidad, el gober-
nador del obispado, el, actualmente,
ministro decano de la corte de justicia y
de los dos rectores de los colegios.
Cuarto: La Junta señalará en cada
semana los días que deba reunirse para
tratar, discutir y arreglar el importante
objeto que el gobierno pone bajo su
celo patriótico y encarga a su cuidado.
Quito, 19 de octubre de 1822, A. J.
de Sucre (Sucre, A. J., recopilado por
Salcedo Bastardo, 1973:86-87).
Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 8 No. 2, 2004
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Rafael Daniel Meza Cepeda yBeatriz M. Arrieta de Meza
Indudablemente, la primera parte
del decreto en estudio, señala al 19 de oc-
tubre de 1822, fecha de su firma, como el
día que representa la creación de la pri-
mera estructura legal que con el tiempo
se convirtiera en el Ecuador, en el actual
Ministerio de Educación y Cultura.
Contraria a la frondosidad, algunas
veces atosigante de ciertos escritos so-
bre educación, la segunda parte del de-
creto que analizamos se caracteriza por
preocuparse íntegramente y en pocas
palabras de:
a.- Planes de estudios. b. Métodos.
c. Planta física. d. Financiamiento.
La presidencia o dirección de la
Junta, queda implícitamente en poder
del Rector de la Universidad, quien en
este caso es el encargado de ejecutar las
disposiciones
correspondientes.
La
educación será dirigida por mentes no
obligatoriamente confesionales, al res-
ponsabilizarse al Rector de la Universi-
dad (no necesariamente un sacerdote)
en forma ex-oficio del diseño educativo
a imperar.
En oficio dirigido a los señores del
cabildo de Otavalo, hay que resaltar la
redacción del mismo, la cual nos mues-
tra a un Sucre, real y efectivamente
preocupado por el proceso educativo.
No hay el menor atisbo de diplomacia
en un reclamo serio y fuerte, a los que
no cumplen o no entienden lo que se les
pidió. Esta misiva de Antonio José de
Sucre se siente extraída de un cerebro
que tiene claro el ideal de la enseñanza
bolivariana como primera prioridad.
Los términos se notan reciamente fusti-
gante y la indignación justa.
La contestación de Vds. del 17 de sep-
tiembre no es correspondiente a los
objetos sobre que yo he preguntado en
mi comunicación relativa a que Vds.
me informen sobre las escuelas del
cantón. En uno de sus párrafos se dice
En todas las demás parroquias hay es-
cuelas privadas pagadas por los discí-
pulos. No es esto lo que yo quiero sa-
ber, sino que se me digan materialmen-
te cuántas escuelas hay, en dónde es-
tán, quiénes son los maestros, qué en-
señan, qué es lo que ganan, de dónde
se les paga, qué método de enseñanza
se observa, etc., pues me ha sido muy
doloroso conocer el poco interés del
cabildo por el bien público como se de-
muestra de la insulsa, insignificante, y
mal pagada razón que se me ha remiti-
do, cuando el pueblo a quien represen-
ta esa corporación exige mejor méto-
do y más cuidado y aplicación en pro-
mover todo lo que conduzca a su pros-
peridad y adelantamiento. Examinen
Vds. mi oficio sobre el particular y me
prometo satisfarán extensa y ordena-
damente a cuanto en él se pregunta
(Sucre, A. J., recopilado por Salcedo
Bastardo, 1973:78).
De este reclamo se puede deducir
que Sucre equipara el bien público con
la educación, y esta misma educación la
considera necesaria para la prosperidad
y adelantamiento, de la misma educa-
ción que tanto defiende.
Uno de los últimos decretos de Su-
cre como intendente del Departamen-
to de Quito, demuestra el interés del
militar profesional por la labor docente
y la posibilidad de combinar la mente
militar y la mente educadora con fines
benéficos para mejoras del sistema
educativo:
El colegio de San Fernando es un buen
edificio: luego que esté concluido el co-
Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 8 No. 2, 2004
Antonio José de Sucre ysu afán por la educación
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