legio nuevo pasarán aquí los alumnos y
aquella casa muy capaz para mil hom-
bres situados en un extremo y con pla-
za, servirá para cuartel de infantería. Su
composición y arreglo se hará de parte
de lo que produzca la renta del actual
colegio de San Luís, que debe también
pasar a los jesuitas, en donde también
está la universidad. El colegio de San
Fernando tiene inmediata una casa que
le pertenece, compuesta que sea servi-
rá de cuartel artillería, o si conviniere se
venderá y se tomará otra para este
efecto (Sucre, A.J, recopilado por Sal-
cedo Bastardo, 1973:88).
Este escrito demuestra la puesta en
práctica del contenido del decreto an-
terior y señala el hecho de que Sucre no
legisla despóticamente, sino que se
hace asesorar y toma en cuenta la opi-
nión de los demás integrantes de su
equipo. “...este edificio lo he destinado
y se está componiendo para reunir en él
los dos colegios, porque es más a pro-
pósito para esto que para nada, según
ha manifestado el señor secretario del
Interior, pues, está situado en medio de
la ciudad...” (Sucre, A.J, recopilado por
Salcedo Bastardo, 1973:88).
La idea de Sucre de vender una
construcción aledaña al colegio y la cual
le pertenece, para adquirir otra que más
le convenga, tiene vigencia más de cien
años después. La revisión de algunas de
nuestras construcciones escolares, es-
pecialmente situadas en zonas de gran
desarrollo comercial, nos llevaría fiel-
mente a la conclusión de que sería más
efectivo venderlas y con ese dinero dise-
ñar escuelas y liceos más modernos, me-
jor equipados y más apropiados.
Dos años después, encontramos al
Gran Mariscal como General en Jefe del
Ejército Libertador del Perú, disponien-
do de becas y de una imprenta, para de-
sarrollar el proceso educativo de la
zona del Alto Perú, en Chuquisaca, el 4
de mayo de 1925. El Gobernador Mili-
tar, no centraliza el poder, sino que lo
delega, reservándose en este caso, el
determinar el número de becas a otor-
gar, según la importancia de la ciudad a
la cual se les asigna, pero dejando en úl-
tima instancia, que sean las respectivas
municipalidades las que hagan la selec-
ción de los jóvenes a ser favorecidos
con los grados mayores que han sido
puestos a disposición de Antonio José
de Sucre.
Apenas dos días después, el 6 de
mayo prepara una importante circular
dirigida a los presidentes de departa-
mentos.
Para diferentes objetos importantes al
conocimiento del gobierno supremo
necesito que V.S. se sirva darme un in-
forme circunstanciado sobre los pun-
tos siguientes:
1. ¿Cuántos conventos de religiosos
hay en ese departamento?, expresan-
do el orden a que pertenecen, y frailes
de misa que tenga cada uno de ellos,
con su edad y nombre. 2. ¿Cuántos
conventos hay de religiosas, y monjas
que encierran, y las de dotación? 3.
¿Qué rentas tiene cada uno de estos
conventos, en qué consisten sus fincas,
dónde se hallan, cuánto producen y
qué gasto anual tiene cada convento? 4.
¿Cuántos colegios hay en el departa-
mento, cuántos colegiales tienen,
cuántas cátedras y de qué, y qué rentas
tiene señalada a cada una; qué rentas
tiene cada colegio, cuáles son sus fin-
cas, en qué lugares están situadas, qué
productos totales y líquidos dan, qué
Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 8 No. 2, 2004
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Rafael Daniel Meza Cepeda yBeatriz M. Arrieta de Meza
gasto anual hay en cada colegio, en qué
se invierte la renta y cuántos colegiales
se mantienen por el estado o por la
iglesia? 5. ¿Qué otras rentas hay en el
departamento que pudieran aplicarse
al adelanto de los colegios, y qué cáte-
dras más pudieran establecerse para
progresar la enseñanza? Se examinará
más detenidamente qué capellanías
hay sin poseedores o legítimos benefi-
ciarios, que pudieran aplicarse a las
rentas de los colegios u otros estableci-
mientos de enseñanza pública, y cuán-
to ellas producirán. 6. ¿Qué escuelas
hay pagadas y sostenidas o por la muni-
cipalidad, o por réditos de diezmos, o
por el gobierno, cuánto cuesta al año
cada una de estas escuelas, qué se en-
seña en ellas, y qué reformas necesitan?
7. ¿Qué empleados se pagan de las ren-
tas municipales o de las rentas de diez-
mos?, bien sea para el servicio de poli-
cía, bien sea para el servicio de la iglesia
o por gracia y premios que estén seña-
lados por las antiguas leyes contra
aquellas rentas y en favor de algunos in-
dividuos o familias. 8. ¿Qué rentas pro-
ducen los diezmos de ese departamen-
to en favor de la caja o en favor de algu-
nos agraciados sobre ellos? 9. ¿Qué
rentas municipales tiene esa ciudad y
los otros municipios del departamento,
expresando las que sean de propios y
las que sean de arbitrios, y sobre qué se
fundan? Estas noticias me las irá V.S.
enviando a proporción que las adquie-
ra, activando en conseguirlas particu-
larmente aquellas de los colegios y con-
ventos (Sucre, A.J. recopilado por Sal-
cedo Bastardo, 1973:235-236).
El afán de Sucre por la educación lo
hace reiterativo en sus propósitos, y lle-
ga casi a ser incisivo cuando prepara el
recuento de lo que quiere saber acerca
del estado de la educación en los depar-
tamentos. Su solicitud de datos es muy
similar a la que hiciera años antes a los
municipios de Otavalo, Ecuador.
La secuencia sigue siendo la misma:
estudios, planta física, financiamiento.
Aquí se llega a un punto más adelanta-
do, se trata de ver qué dinero se puede
pasar de otras fuentes, a la educación y
qué nuevas cátedras se pueden instalar
para un mejor sistema educativo.
Antonio José de Sucre no tiene re-
ticencia ninguna, en cuanto a utilizar el
nombre de Simón Bolívar para tratar de
lograr sus objetivos básicos en materia
de educación. En una apretada relación,
Sucre se dirige:
A la M.I. municipalidad de la benemérita
ciudad de la Paz. S.E. El Libertador estará
dentro de poco en esa ciudad. Yo deseo
presentarle todos los proyectos de útiles
establecimientos en ese país y los medios
de realizarlos. Entre otros pienso que los
más importantes son la reforma de los
Colegios bajo un plan de estudios que
generalice los conocimientos en todas
las ciencias; la ejecución del decreto que
establece una universidad, para la cual es
menester calcular los fondos que sirvan
al caso; la creación de un tribunal de mi-
nería que dé un giro rápido a este impor-
tante trabajo de departamento; y la ins-
talación de una corte superior de justicia,
que realmente es un bien a esas provin-
cias. Para llevar a cabo estos pensamien-
tos necesito que V.S.M.I. acopie todos
los materiales para presentarlos al Liber-
tador, y que en la corta mansión que
haga S.E. en La Paz deje despachados los
asuntos del departamento.
Es mi más vehemente anhelo que la
ciudad de La Paz, el pueblo primogéni-
to de la libertad americana, iguale por
Revista Venezolana de Ciencias Sociales, UNERMB, Vol. 8 No. 2, 2004
Antonio José de Sucre ysu afán por la educación
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