EstratEgia NacioNal y PlaN dE accióN Para la coNsErvacióN dE la BiodivErsidad dEl Paraguay 2015-2020
EstratEgia NacioNal y PlaN dE accióN Para la coNsErvacióN dE la BiodivErsidad dEl Paraguay 2015-2020
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Paraguay informa a la FAO que la tasa de deforestación anual para el periodo comprendido entre los años
1990 y 2011 es de 325.000 ha/año para todo el país (FAO 2015).
REGIóN OCCIDENTAL
Una vez terminada la Guerra contra la Triple Alianza, el gobierno paraguayo decide la venta de terrenos
fiscales, que son adquiridos a bajo precio por empresas brasileñas, argentinas, inglesas y francesas. El des-
cubrimiento de bosques de quebracho en la zona norte del Chaco fue la clave
d e
la expansión del dispositivo empresarial argentino de quebracho y tanino
más allá de sus fronteras. Las empresas tanineras estaban exoneradas
de todo impuesto en Paraguay, de manera a fomentar la indus-
trialización y el poblamiento de las zonas periféricas. Este fue
el comienzo del fin del sistema territorial indígena y donde
surgen las primeras superposiciones territoriales. Carlos
Casado edifica todo un imperio en el Chaco y se con-
vierte en uno de los mayores propietarios del mundo,
lo que le permitía jactarse indicando que
«su propiedad
contenía una superficie equivalente a los reinos de Bél-
gica y Luxemburgo juntos».
Una vez pasadas las dos guerras mundiales, período de
elevada demanda de tanino destinado en gran parte a
la confección de calzados para los soldados, así como
el descubrimiento de un producto sustituto en África,
«la mimosa», hizo que, a partir de 1950, la producción se
desplazara del Chaco argentino y paraguayo hacia África. En
términos espaciales, la producción de tanino constituye la pri-
mera puesta en valor de los recursos del Chaco. La ganadería tomó
la posta del quebracho y gradualmente se fue expandiendo en las cer-
canías del río Paraguay, único medio de comunicación y comercialización con
Asunción y el resto del país (Vázquez, 2007).
A partir de 1920, Paraguay y Bolivia intentan demostrar su soberanía sobre el Chaco a través del esta-
blecimiento de fortines, misiones religiosas y de colonos. los menonitas fueron los que más aprovecharon
la coyuntura económica de la guerra del Chaco. Los soldados paraguayos fueron clientes directos de las
incipientes colonias menonitas, que aprovisionaron al Ejército paraguayo con rubros agrícolas. A partir de
la década del ´60 las colonias menonitas experimentan un crecimiento sostenido gracias al apoyo recibido
del Comité Central Menonita de Estados Unidos. Los motores del desarrollo productivo e industrial son
los préstamos de inversión, mejoramiento de condiciones de trabajo y sobre todo, la construcción de la
ruta Transchaco que une las colonias menonitas del Chaco con Asunción, la primera vía de comunicación
terrestre en la Región Occidental. Fue el éxito agroindustrial de los menonitas, quienes encarnan la victoria
sobre “el infierno verde”. La reconversión agrícola que se opera en este periodo, del énfasis en la agricultura
a la ganadería dirigida a la producción láctea, constituye el punto de inflexión económica y territorial de
todo el Chaco. Si hasta la década del ´60 el centro económico y social de la Región Occidental se situaba
en los pueblos tanineros de la margen del río Paraguay, a partir de los ´80 el centro se desplaza hacia las
colonias menonitas, coincidiendo por primera vez el centro geográfico y el centro económico del Chaco.
La producción láctea de esta región fue totalmente absorbida por el mercado paraguayo, es decir la Región
Oriental, hasta mediados de la década de los ´90. Luego comienzan las exportaciones de leche y sus deri-
vados a Bolivia y Brasil, en clara demostración de la buena salud de esta actividad agroindustrial. La pérdida
de rentabilidad de la actividad lechera, causada principalmente por la recesión de la economía paraguaya
que se tradujo en la disminución de la demanda interna de productos lácteos, obligó a los menonitas a una
reconversión productiva. A mediados de los ´90, estos se concentran en la producción de ganado vacuno
sin descuidar la producción lechera, ya que son los líderes y proveedores más importantes del país, con
alrededor el 75% del mercado lácteo nacional (Vázquez, 2007).
El éxito menonita fortaleció e integró a los ganaderos paraguayos de la parte sur del Chaco que hasta
entonces producían de forma extensiva y no comercial. Los ganaderos paraguayos, actores secundarios del
sistema de actores económicos del Chaco, se convierten así en componentes importantes de un nuevo
dispositivo productivo que tendrá que esperar los primeros años del 2000 para emerger y afirmarse como
región ganadera de calidad y de exportación. En el año 2002, se inauguran dos modernos frigoríficos perte-
necientes a las cooperativas menonitas, acorde a los requerimientos europeos de calidad (Vázquez, 2007).
El nuevo actor que hace irrupción en el año 2000 es la Iglesia de la Unificación de las Familias y la Paz del
Mundo, más conocida como secta Moon, que adquiere más de 600.000 ha. de la empresa taninera Casado,
sobre el río Paraguay, bajo el nombre de “Empresa La Victoria”. La empresa ya ha comenzado a implementar
proyectos de producción agrícola, forestal y de turismo destinados principalmente al mercado asiático. El
Chaco paraguayo se encuentra viviendo un período de intensas modificaciones espaciales debido, en mayor
medida, a la gran dinámica económica y a la diversificación de sus actores (Vázquez, 2007).
Cardozo et al. (2014) y la ONG Guyra Paraguay han monitoreado los cambios de uso de suelo durante 4
años desde el 2010 al 2013. Uno de los resultados principales del monitoreo del Gran Chaco Americano
es la posibilidad de comparar el patrón de comportamiento interanual de la deforestación en esta región,
completándose a la fecha cuatro ciclos completos de un año cada uno (2010, 2011, 2012 y 2013) y de-
tectándose una clara tendencia de aumento que llegó a una estabilización en el 2013. Para los años 2010
y 2011, se llegó a picos de deforestación máximos de hasta 1.400 hectáreas (ha) por día en promedio, en
2012 y 2013 se deforestaron más de 2.000 ha por día en promedio (Cardozo et al., 2014). Por lo expuesto,
se puede concluir que en los años considerados, entre los meses de agosto a octubre, coincidentemente,
se producen los mayores promedios de deforestación en el Gran Chaco Americano. A nivel de países, en el
Paraguay, se deforestaron 232.000 ha, 286.742 ha, 268.084 ha y 236.869 ha en los años 2010, 2011, 2012 y
2013, respectivamente, dando un total de 1.023.695 ha. en 4 años.
COBERTURA FORESTAL Y DEFORESTACIóN
La República del Paraguay cuenta con la siguiente definición de “Bosque” a ser utilizada en la estrategia
REDD+ (INFONA, 2014):
“A los efectos de REDD+, el bosque nativo es un ecosistema natural con diversidad biológica, interve-
nido o no, regenerado y/o restaurada por sucesión natural o técnicas forestales de enriquecimiento con
especies nativas, que produce bienes, provee servicios ambientales y sociales, cuya superficie mínima es
de 1 ha, con una altura de árboles igual o mayor a 3 m en la Región Occidental e igual o mayor a 5 m en
la Región Oriental, y que alcance con una cobertura mínima de copas en su estado natural del 10% en
la Región Occidental y 30% para la Región Oriental. También se incluyen las Palmas y Bambúes (tacua-
ras) nativos que alcancen los parámetros señalados. Se incluye como bosque las franjas de protección
arbóreas naturales igual o mayor a 60 m de ancho, e igual o mayor a 1 ha. Se excluyen de esta definición
de bosque, las áreas urbanas, pastizales, plantaciones con finas predominantemente agrícolas, sistemas
agroforestales y sistemas silvopastoriles, cuyo fin principal sea agropecuario”.
En el marco del mismo proyecto REDD+ fue determinada la superficie de bosque del Paraguay (incluyendo
palmar-bosque) en 19.107.672 ha. y “no bosque” en 21.567.528 ha (Tabla 12). El mapa de Cobertura Fo-
camino en la región occidental
Foto: Karim musálem