centralización del Estado ruso bajo el gobierno de Iván el Terrible. Las luchas entre los distintos
poderes, las tomas de las ciudades y la sacralización del poder vencedor rigen las nuevas
emergencias y marcan el contenido y la forma de las mismas.
Durante esta época el
jurodstvo se adentra en uno de sus episodios más significativos,
convirtiéndose en parte constituyente de uno de los relatos más simbólicos para el imaginario ruso,
el relato de Iván el Terrible.
La memoria de Iván el Terrible se reconstruye en un plano simbólico religioso a través de
varios episodios de la historia del
jurodstvo. Los acontecimientos marcados por la expansión del
poder del jerarca, la consolidación de Moscú como centro de una Rusia unificada y la decadencia
política tras su muerte son acontecimientos narrados y recreados en interacción con el fenómeno. A
lo largo de las siguientes emergencias el zar mantiene una serie de encuentros continuos con
distintos
jurodivye. Los episodios resultantes se han instaurado firmemente en el imaginario ruso
hasta nuestros días.
La sacralización del nuevo Estado emergente bajo los patrones ideológicos de la doctrina
“Moscú Tercera Roma” favorece una nueva recreación del
salos bizantino en formas del
jurodstvo
ruso como las de Galactión del monasterio de San Teraponte (MT 8), Basilio el Bendito de Moscú
(MT 11), Arsenio de Nóvgorod (MT 11) o Nikolás Salós de Pskov (MT 13). Las distintas
emergencias sacralizan la reconstrucción de la unión bizantina entre Iglesia y Estado. El
jurodstvo
se introduce como motivo del nuevo imaginario que aboga por un destino mesiánico para Rusia,
ahora última protectora de la Ortodoxia.
Las intrigas de los tiempos difíciles y las sospechas en torno a Borís Godunov se
materializan en las acusaciones de Iván (Juan) de Moscú (MT 16) de Moscú al jerarca. La
vita
establece un constructo que legitima la sucesión del poder. El relato del
jurodstvo se transforma en
un arma de la memoria histórica contra el usurpador.
El primer momento de auge del fenómeno termina con el cambio
de paradigma impuesto por
las tendencias modernizantes de Pedro I. El silencio del
jurodstvo institucional durante esta época
atestigua la repercusión de las nuevas nociones de racionalidad que imperan en los órganos de
gobierno.
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