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MAY 2013, VOL. 38 Nº 05
ras supervivientes después de la conge-
lación cuando incorporaron levaduras
crioresistentes. Además, obtuvieron un
pan con características similares a las
del pan fresco.
Aditivos Crioprotectores de
Levaduras
En los sistemas bioló-
gicos, las dos fuentes principales de
las lesiones por congelación son: rup-
tura por el hielo y efectos de solución,
esta última provocada por la excesiva
concentración de solutos intracelulares
(Mazur et al., 1972; Meryman et al.,
1977). Por ello se han utilizado nuevas
formulaciones y aditivos crioprotecto-
res, como la trealosa, prolina y glice-
rol, con la misma finalidad de preser-
var las levaduras viables, evitando el
daño de las células (Wolt y
D’Appolonia, 1984; Hirasawa, 2001;
Stecchini et al., 2002; Takano et al.,
2002; Codón et al., 2003; Tange et al.,
2004; Ando et al., 2005; Selomulyo y
Zhou, 2007; Kim et al., 2008). Los re-
quisitos principales de la criopreserva-
ción de un cultivo de levadura son el
almacenamiento a largo plazo y una
alta tasa de supervivencia después de
la descongelación (Bond, 1995).
Trealosa
Se ha observado que al
añadir trealosa en las formulaciones de
masa congelada, esta protege las leva-
duras y por lo tanto aumenta la pro-
ducción de gas, proporcionando panes
con mejor volumen y textura (Giannou
y Tzia, 2008; Silvas-García, 2010).
Otros estudios se han enfocado en los
rangos de prefermentación, donde se
ha observado que al aplicar un tiempo
corto de prefermentación antes de la
congelación ayuda a minimizar la pér-
dida de volumen de pan (Rasanen et
al., 1997; Le-Bail
et al., 2010; Gabric
et al., 2011). Morimoto y Seguchi
(2011) propusieron añadir azúcar y le-
vadura después de la descongelación
de la masa con el fin de restaurar las
levaduras pérdidas durante la congela-
ción. Esto ayudó a la fermentación de
las levaduras y la calidad del pan.
El uso de trealosa exó-
gena en bajas concentraciones es una
alternativa propuesta por Giannou y
Tzia (2008) para preservar la integri-
dad de las células de levaduras. Este
disacárido es naturalmente un carbohi-
drato de almacenamiento de las células
de levadura. Asimismo, se considera
un eficaz crioprotector, debido a que
reduce el punto de congelación, ayu-
dando a la protección contra lesiones
por deshidratación y desnaturalización
de las proteínas y levaduras (Gancedo
y Flores, 2004). Además, puede mejo-
rar la asimilación de la glucosa, fruc-
tosa y sacarosa en células de levadura,
con la resultante de la mejora en la ca-
pacidad de fermentación (Gancedo y
Flores, 2004; Giannou y Tzia, 2008;
Kim et al., 2008). Huang et al. (2008)
también encontraron que la adición de
la trealosa exógena mejora la supervi-
vencia de la levadura y la producción
de CO
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en masa congelada. Por otro
lado, existen cultivos de levaduras que
acumulan una gran cantidad de trealo-
sa intracelular, la cual estabiliza las
membranas lipídicas y protege las cé-
lulas de la deshidratación y del daño
por congelación (Oda et al., 1986). Por
otro lado, un nivel entre 4-5% o menor
de trealosa endógena es suficiente para
garantizar la protección de la membra-
na celular y el citoplasma; además
ayuda a recuperar la actividad metabó-
lica y la posible reparación de los da-
ños por la congelación. Concentracio-
nes mayores son inefectivas; sin em-
bargo, debería considerarse también la
funcionalidad de las membranas celu-
lares después de la congelación (Meric
et al., 1995).
La capacidad de la
trealosa de proteger a las membranas
durante la deshidratación, radica en la
interacción con éstas, favoreciendo la
permanencia del estado fluido de los
lípidos, evitando así la fusión, la sepa-
ración de fases y el rompimiento de
las membranas (Crowe et al., 1984).
Las evidencias sugieren que la trealosa
retarda la transición de líquido a gel
mediante el reemplazo de las molécu-
las de agua por las de trealosa, mante-
niendo a las membranas en forma de
cristal líquido. La trealosa funciona en
este sentido incluso mejor que la saca-
rosa, ya que encaja entre los grupos
polares de las cabezas de los fosfolípi-
dos con los que interactúa mediante
sus hidroxilos (Weisburd, 1988; Crowe
et al., 2001).
Prolina
Otro aditivo que fun-
ciona como crioprotector y también
como osmoprotector, es la prolina
(Nolte y Hanson, 1997). El efecto ocu-
rre cuando el aminoácido se acumula
en la célula de levadura de manera na-
tural, y actúa como defensa contra el
estrés. En masa congelada es impor-
tante su uso debido a que hay que cui-
dar a la levadura del daño por exposi-
ción a la concentración de solutos. Las
células crioprotegidas con prolina tie-
nen mayor potencial de recuperación,
comparado con otros crioprotectantes
tales como el glicerol. El mecanismo
de acción sugerido es que las células
de levadura biosintetizan prolina a par-
tir de glutamato en el citoplasma a tra-
vés de la misma vía que usan las bac-
terias y plantas, y también convirtien-
do el exceso de prolina en glutamato
en la mitocondria (Takagi, 2008).
La ingeniería genética
puede hacer que los niveles de ese
compuesto incrementen en las células
para mejorar su resistencia al estrés
(Nolte y Hanson, 1997). Se han perfi-
lado células de S. cerevisiae que acu-
mulan prolina mediante la disrupción
de los genes que degradan la prolina
y expresando los genes que la sinteti-
zan a partir de glutamato para mejo-
rar su actividad biosintética. Estas ce-
pas modificadas presentan mayor tole-
rancia al estrés, incluyendo la conge-
lación, deshidratación, oxidación y
etanol. Sin embargo, la crioprotección
por acumulación de prolina de forma
artificial está condicionada por su
concentración y localización dentro de
la célula (Takagi, 2008). Aplicando
prolina exógena, también puede confe-
rir tolerancia al estrés; por ejemplo,
se ha reportado que aumenta la tole-
rancia al enfriamiento a -7°C en dife-
rentes microorganismos y plantas, evi-
tando el sobre enfriamiento (Withers
y King, 1979).
Glicerol
El contenido de glice-
rol intracelular en las levaduras S. ce-
reviseae, afecta la tolerancia al estrés
por la congelación y descongelación.
Las células de levadura cultivadas en
medios enriquecidos con glicerol, ad-
quieren tolerancia al estrés por conge-
lación, al tiempo que mantienen una
actividad fermentativa alta, incluso en
la masa después del almacenamiento
en congelación (Izawa et al., 2004).
Así mismo, mediante la mutación de
los genes de estas células se puede au-
mentar la acumulación de glicerol den-
tro de la célula sin un suministro exó-
geno. El glicerol es un efectivo crio-
protector en un intervalo de -196 a
-20°C (Brougham y Johnson, 1981).
La adición de glicerol
disminuye el efecto de rigidez de las
células durante la congelación, debido
a que aumenta la viscosidad progresi-
vamente a medida que se aumenta su
concentración alrededor de las células.
Los resultados de crioprotección obte-
nidos de este modo pueden ser explica-