17
a aquellos perceptores de rentas que mantienen una relación fiscal con la
Administración. Esto supone, en muchos casos, no contar con información, o al menos
no de forma completa, de los individuos que se sitúan por debajo de los umbrales de
declaración, así como de aquellos que bien transitoriamente o bien de forma permanente
puedan no estar obteniendo rentas o, en el caso de obtenerlas, no sean objeto de
gravamen. Otra diferencia importante estriba en la propia definición de la unidad de
recogida de información. Habitualmente, las encuestas se construyen a partir del
concepto de hogar económico, definido en torno a la figura de la residencia en un
mismo domicilio y de los lazos familiares. Esto supone incluir a los ascendientes,
independientemente de su edad y situación económica, a los hijos que conviven en el
hogar y a otros familiares en situaciones análogas. En cambio, en las bases de
microdatos con origen en los impuestos sobre la renta personal, la construcción del
hogar fiscal depende de la definición que la normativa legal haga del mismo. Así, en
sistemas impositivos con declaración individualizada a partir de la mayoría de edad,
resulta difícil superar el ámbito del matrimonio y de los hijos menores
8
.
No obstante, han sido varios los avances que han permitido una definición más
estricta del hogar utilizando datos fiscales, contando en la actualidad con un sistema de
registros excepcional para analizar los cambios en el largo plazo en las rentas
declaradas. La disponibilidad del nuevo Panel de Declarantes de IRPF del Instituto de
Estudios Fiscales permite realizar análisis para dos tipos de unidades: los declarantes
del impuesto y los hogares fiscales, formados por las unidades familiares reconocidas en
la normativa del IRPF, lo que supone, en el caso de los matrimonios que optan por el
régimen de tributación individual, agregar las declaraciones presentadas por ambos
cónyuges (Onrubia y Picos, 2013).
Los datos fiscales forman parte también de la base de datos internacional The
World Top Incomes Database, que ha ganado notoriedad al ser la fuente utilizada para
algunos de los análisis internacionales más populares sobre desigualdad, centrados en la
evolución del porcentaje de renta correspondiente a los hogares con mayores ingresos.
Esta base cubre varios países europeos, norteamericanos, Australia, Nueva Zelanda, y
algunos países asiáticos y latinoamericanos. Ha sido utilizada por algunos autores para
8
Un análisis de las diferencias entre ambos tipos de datos y las posibilidades y límites para medir la
desigualdad puede verse en Ayala y Onrubia (2001).
18
ver la evolución en el muy largo plazo de la desigualdad en la distribución de la renta y
la riqueza en España (Alvaredo y Sáez, 2009).
Cabe valorar, por tanto, positivamente el desarrollo de las bases de microdatos
fiscales. Sus potencialidades, como su regularidad anual, su extensión casi censal o su
fidelidad a la información verificable están detrás de esta relevancia, especialmente
destacable en los estudios dinámicos de desigualdad. Sus limitaciones, sin embargo,
confieren a estos datos un carácter complementario respecto a otras fuentes estadísticas
en el estudio de la distribución de la renta.
2. EVOLUCIÓN DE LA DESIGUALDAD EN ESPAÑA, 1973-2014
La disponibilidad de fuentes de información con microdatos de ingresos de los
hogares desde comienzos de la década de los años setenta, aunque con las rupturas
metodológicas y los cambios en las encuestas revisados en el apartado anterior, permite
intentar reconstruir cuáles han sido los principales cambios en la distribución de la renta
en el largo plazo. Fijar el inicio del análisis en ese momento del tiempo no significa que
no pueda aspirarse a una reconstrucción más larga de los principales indicadores o que
no hubiera trabajos con datos de encuestas anteriores a esa fecha. Aunque el desarrollo
de los estudios sobre temas distributivos es relativamente tardío en España en relación a
otros países –a lo que no resulta ajena la restricción estadística señalada–, antes de los
años setenta hubo ya intentos de cuantificar las diferencias de renta entre los hogares
españoles
9
.
A finales de los años cincuenta, el Instituto de Estudios Agrosociales en el
marco de un proyecto para la FAO intentó realizar una primera estimación de la
distribución personal de la renta en España. A comienzos de los años sesenta
Información Comercial Española (1962) publicó un número monográfico sobre la
desigualdad en la distribución personal de la renta utilizando los resultados de la
Encuesta de Cuentas Familiares, elaborada por el INE en 1958. Los resultados de su
explotación mostraban unas diferencias de renta muy grandes, relacionadas con una
desigualdad muy acusada en la propiedad de la tierra y el capital y la permanencia de
9
Un resumen de esas aportaciones puede verse en Alvarez et al. (1996).