y por las noches reza. Como veremos, esta distinción se mantiene en las
vitae rusas. Nunca
descansa bajo techo y padece bajo el frío y la nieve.
Un apartado importante en esta
vita son las visiones. El sujeto tiene muchas visiones,
algunas veces en sueños, y otras se manifiestan simplemente como una capacidad de ver más allá de
los demás. Puede ver las oscuras intenciones de las personas, además de oler y ver demonios.
Encontramos varios episodios en los que el
loco se enfrenta a estos malvados demonios. La gente
percibe estas peleas contra enemigos invisibles como clara muestra de su locura. Si alguien
descubre el secreto de su santidad, el santo obliga a prometer un compromiso de guardar silencio
hasta su muerte, sólo entonces podrán decir la verdad sobre el santo. Andrés el Loco también se
enfrenta a un alto dignatario que no cumple sus obligaciones con la Iglesia y predice su muerte. El
enfrentamiento con las figuras de poder y la realización de profecías y predicciones serán claves
para el desarrollo de la forma rusa de
jurodstvo.
La
vita cuenta cómo el santo en ocasiones recibe limosnas que reparte a escondidas entre los
pobres. Este
topos es muy común en las formas rusas.
Otro precedente es el topos de los confidentes
o benefactores: a pesar de la soledad que caracteriza al santo, Andrés tiene dos amigos o
confidentes: Epifanio, futuro patriarca de Constantinopla y el propio autor de la
vita, Nicéforo.
Andrés confiesa sus visiones y sueños a Nicéforo. Otro
topos que se repite es el mito de una
fragancia milagrosa que envuelve la ciudad a la muerte del santo, presente en numerosas
hagiografías.
Como hemos señalado anteriormente, muchos de estos motivos servirán de precedente para
las hagiografías rusas, que tomaran su propia forma hasta diferenciarse del paradigma bizantino.
En el siglo XI se tradujo al eslavo eclesiástico la
Vida de Andrés el Loco a la vez que se
instauró la festividad de la Intercesión, “Pokrov”, estrechamente vinculada al culto de este santo.
Ivanov señala que el fragmento ruso más antiguo de esta
vita se ha conservado en la obra
enciclopédica de Svjatoslav del año 1073 (
Izbornik Svjatoslava 1073g.); dicho fragmento se
remonta al segundo cuarto del siglo XIII. Más adelante, el número de manuscritos aumenta
significativamente: de los tres del siglo XIV
se pasa a treinta y cuatro del siglo XVI y a sesenta y seis del siglo XVIII (Ivanov
2006: 256), hasta
el momento descritos.
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