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de ingresos. Un procedimiento sencillo para analizar la relación entre los cambios en la
renta media y su distribución es observar el diferente crecimiento de la renta de hogares
situados en zonas muy distintas de esa misma distribución. Las curvas de incidencia del
crecimiento ofrecen un retrato ajustado de la diferente variación de las rentas de los
hogares ubicados en distintas zonas (percentiles) de la distribución de la renta. Para que
el crecimiento económico sea progresivo, las rentas de los hogares ubicados en la cola
inferior de la distribución deberían aumentar más que las del resto de hogares.
Para ver el efecto de la crisis en la evolución de la desigualdad en el largo plazo,
es interesante comparar la incidencia del crecimiento económico por grupos de renta
hasta 2007 y ver cómo cambia ese perfil cuando el análisis se extiende hasta 2014,
recogiendo este período adicional el impacto del profundo cambio de ciclo económico
(Gráfico 3). Con todas las cautelas que impone la comparación de fuentes distintas,
aunque elaboradas baja un concepto común, la estimación de la curva de incidencia del
crecimiento desde 1973 hasta la crisis revela que el crecimiento económico en el largo
plazo benefició más a los hogares con menores niveles de renta que a los ubicados en la
parte superior de la distribución de la renta. El crecimiento anual de las rentas de los
primeros percentiles fue considerablemente superior al de los hogares con más renta,
con un marcado carácter progresivo, por tanto, de la evolución de la renta media.
Cuando el período de observación se extiende, sin embargo, hasta el momento más
reciente con datos disponibles el panorama cambia. El efecto de la crisis sobre las rentas
más bajas ha sido tan fuerte que ha hecho que en un margen temporal muy breve se
hayan evaporado las ganancias de las casi tres décadas anteriores, devolviendo los
indicadores de desigualdad a los que había hace décadas.
En segundo lugar, pese a que la tendencia hasta la crisis fue de una mejora más
notoria en las rentas más bajas que en las altas, el carácter progresivo en la variación de
la renta media de los hogares españoles no ha sido una característica constante en los
distintos sub-períodos comprendidos en las cuatro décadas analizadas. Durante los años
setenta, período de profunda ralentización de la actividad económica y severa
destrucción de empleo, la caída en la renta disponible de los hogares se concentró
especialmente en los extremos de la distribución (Gráfico 4). La crisis económica que se
prolongó hasta los primeros años ochenta aumentó la pobreza en la sociedad española,
pero afectó también a los hogares más ricos. El desarrollo tardío del sistema de
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prestaciones e impuestos mejoró especialmente la situación relativa de las rentas medio-
bajas.
En los años ochenta, el notable crecimiento registrado en la renta media de los
hogares españoles fue especialmente intenso en los percentiles más bajos, con un
aumento de sus ingresos sensiblemente superior a la media, impulsado por la
recuperación del empleo en la segunda mitad de los años ochenta, el aumento del gasto
social y la puesta en marcha de mecanismos de garantía de ingresos. Destaca, en el otro
extremo, la menor mejora relativa de los percentiles con mayor renta, claramente
inferior a la de la media de la población. De todos los sub-períodos considerados, se
trata de aquél en el que se aprecian con mayor nitidez las mayores ganancias relativas
en la parte inferior de la distribución y donde la incidencia del crecimiento adquirió el
perfil más progresivo.
Gráfico 4
Variación anual real de la renta disponible de los hogares por percentiles en
distintos sub-períodos
(diferencias respecto al crecimiento de la renta media)
Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta de Presupuestos Familiares.
El análisis de la siguiente etapa está muy condicionado por las diferencias entre
las Encuestas de Presupuestos Familiares de 1990 y la nueva encuesta anual de 2007 y
por la amplitud del período considerado, en el que se alternaron cambios de ciclo de
distinto signo, como la prolongación al inicio de los años noventa de la fase expansiva
-2
-1
0
1
2
3
4
5
1 5 9 13 17 21 25 29 33 37 41 45 49 53 57 61 65 69 73 77 81 85 89 93 97
Tas
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Percen?les de renta
1973-80
1980-90
1990-07
2007-14
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anterior, la breve pero intensa recesión de 1993-94 y la posterior y prolongada etapa de
crecimiento del empleo, que se inició a mediados de los años noventa y que duró hasta
2007. El rasgo más destacado de los cambios en los distintos estratos de la distribución
en este período fue la mayor ganancia relativa de los hogares ubicados en la parte baja
de la distribución, lo que habría contribuido a reducir la pobreza más severa, y la
concentración de buena parte del crecimiento de la renta en los grupos de población con
ingresos medios. La propia amplitud del período de observación, sin embargo, podría
estar recogiendo la prolongación de la etapa de reducción de desigualdad iniciada a
mediados de los años ochenta y a la que la recesión de los primeros años noventa puso
freno, combinada con la ausencia posterior de grandes fluctuaciones en los indicadores
de desigualdad. La mejora que se observa en los percentiles con rentas más bajas resulta
coherente con el desarrollo cobrado en esos años por las prestaciones de garantía de
ingresos.
Los cambios en la distribución de la renta desde la finalización de la etapa de
bonanza económica anterior a la crisis, con datos más homogéneos, dejan lugar a pocas
dudas sobre la evolución claramente regresiva de los cambios en la renta media en
España, con una reducción muy superior de las rentas de los hogares de los percentiles
más bajos y crecimientos mayores que la media –o reducciones menores que el
promedio– en la mayoría de los percentiles superiores. La información comparada que
ofrece la OCDE (2015) deja pocas dudas sobre el carácter diferencial de este proceso.
De los treinta y tres países para los que hay información, España fue el cuarto en el que
más cayó la renta media –sólo superada por Grecia, Islandia e Irlanda–, pero aquél
donde mayor fue la distancia entre la evolución de la renta del 10% más rico y del 10%
más pobre.
Tales diferencias en el crecimiento medio de la renta de cada percentil en los
distintos sub-períodos analizados han dado lugar a fluctuaciones importantes en los
indicadores de desigualdad. Con las necesarias cautelas que impone la comparación de
fuentes con distinta forma de recogida de los ingresos, el Cuadro 1 ofrece la posibilidad
de comparar esos cambios en las cuatro últimas décadas. El Cuadro recoge la evolución
en el tiempo de la participación de cada decila en la renta disponible total, junto a los
indicadores de desigualdad más habituales, como el índice de Gini o la distancia entre el
límite máximo de renta de los percentiles 90, que marca el 10% más rico, y el 10, que
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