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limitada. La rebaja, incluso, de la capacidad correctora de la desigualdad del sistema,
sobre todo en la vertiente de los ingresos tributarios, con reformas tendentes a la
reducción de los tipos impositivos aunque manteniendo la progresividad de la
imposición personal, fue una de las razones de que el drástico aumento del desempleo
en la última crisis se tradujera de una manera mucho más intensa que en otros países en
aumentos de la desigualdad. La menor respuesta en el período reciente de la desigualdad
a los cambios en el empleo en las fases expansivas abre, por tanto, interrogantes sobre
los límites que podría tener una estrategia de reducción de aquélla centrada sólo en la
reducción de la tasa agregada de desempleo y que obviara el papel determinante de las
diferencias salariales y del empleo de baja remuneración.
2.2. La evolución de la desigualdad a través de las encuestas con
información anual
Las Encuestas de Presupuestos Familiares ofrecen un marco privilegiado para
tratar de reconstruir las tendencias de la desigualdad en el largo plazo en España. Los
problemas citados, sin embargo, de la posible sensibilidad de los resultados a las
variaciones metodológicas y la excesiva amplitud del tiempo transcurrido entre las
distintas encuestas pueden reducir la precisión del análisis. Una alternativa, aunque
limitando el inicio de la revisión a mediados de los años ochenta es tratar de hacer un
mismo ejercicio analizando la información parcial que recogen las encuestas anuales
que se han ido sucediendo desde la aparición de la Encuesta Continua de Presupuestos
Familiares en 1985. Desde el ecuador de esa década se dispone de fuentes con
información anual sobre los ingresos de los hogares, coincidiendo en algunos años
distintas bases de datos. En el período más reciente se dispone, además, de la doble
información que ofrece la Encuesta de Condiciones de Vida, con datos –desde 2009–
tanto recogidos directamente de las entrevistas a los hogares como extraídos de los
ficheros de datos administrativos de la Agencia Tributaria y la Seguridad Social.
El Gráfico 5 recoge el índice de Gini estimado para cada año con la Encuesta
Continua de Presupuestos Familiares (ECPF) (1985-1995), el Panel de Hogares de la
Unión Europea (1994-2000), la ECPF ampliada (1998-2005) y la Encuesta de
Condiciones de Vida (desde 2004), en este último caso antes y después del cambio en la
forma de recogida de los ingresos. La puesta en común de las distintas fuentes permite
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delimitar con mayor detalle algunas de las etapas anteriormente señaladas en la
evolución de la desigualdad. Destaca, en primer lugar, la notable reducción de la
concentración de la renta durante la segunda mitad de los años ochenta, observable con
los datos de la ECPF. Los trabajos que utilizan esta fuente muestran una clara reducción
de la desigualdad en la distribución de la renta durante ese período y una cierta
contención de este proceso en la primera parte de los años noventa (Oliver et al., 2001,
Cutanda, 2002, Cantó et al. 2003, Farré y Vella, 2008). Como se ha señalado, la
recuperación económica, con una reducción importante de la tasa de desempleo, aunque
nunca por debajo del 15%, y la elevación de los salarios coincidió con un significativo
aumento del gasto social en la segunda mitad de los años ochenta, dando lugar a una
prolongada reducción de la desigualdad, en claro contraste, como se verá, con lo
sucedido en la mayoría de los países de la OCDE.
Gráfico 5. Evolución de la desigualdad de la renta disponible, 1985-2014
(Índice de Gini)
a
ECPF antes de la ampliación de la muestra
b
ECPF después de la ampliación de la muestra
Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta Continua de Presupuestos Familiares (ECPF),
Panel de Hogares de la Unión Europea (PHOGUE) y Encuesta de Condiciones de Vida (ECV).
En segundo lugar, debe señalarse el proceso de contención en la reducción de la
desigualdad desde principios de los años noventa, destacando también el moderado
crecimiento de las diferencias de renta entre los hogares en el episodio recesivo
registrado entre 1992 y 1994, y la posterior estabilidad en la distribución. La ausencia
de grandes cambios en la distribución de la renta hasta la última crisis tiene un alto valor
0
0.05
0.1
0.15
0.2
0.25
0.3
0.35
0.4
85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11 12 13 14
ECPF(a)
PHOGUE
ECPF(b)
ECV
ECV nueva
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cualitativo, dado que se trataría del primer período expansivo con datos disponibles en
el que no se habría registrado una disminución de la desigualdad. El repunte de los
indicadores en el primer trienio de los años noventa, con un salto desde una tasa de
desempleo en torno al 15% a otra diez puntos mayor tuvo como resultado un rápido
incremento de la desigualdad, elevando los indicadores sin que la prolongada
recuperación posterior fuera suficiente para devolverlos a los valores anteriores a ese
episodio recesivo.
Esta transformación, por tanto, de lo que podría haberse considerado un aumento
transitorio de la desigualdad en un efecto casi permanente alerta contra la posible
generalización de una relación lineal entre las reducciones en la tasa de desempleo y el
estrechamiento de las diferencias de renta. Siendo, sin duda, el crecimiento del empleo
un factor igualador de la distribución de la renta disponible de los hogares, la falta de
respuesta de la desigualdad a su intensa reducción en el período de bonanza invita a
pensar en otros posibles determinantes y a cuestionar el carácter exclusivamente cíclico
de los niveles de equidad en la sociedad española. Para ese período, las únicas fuentes
que permiten identificar si el freno en la reducción de la desigualdad se mantuvo o no
son el Panel de Hogares de la Unión Europea (PHOGUE) y la Encuesta Continua de
Presupuestos Familiares, una vez reformada su metodología y ampliado su tamaño
muestral.
Los trabajos que analizaron la desigualdad con el PHOGUE confirman el perfil
estable en la evolución de la desigualdad y la pobreza desde el primer tercio de los años
noventa hasta el final de esa década (Álvarez et al., 2004, Pascual y Sarabia, 2003, y
Bárcena y Cowell, 2006). Otros trabajos que utilizaron de manera integrada el
PHOGUE y las ECPFs para analizar los cambios de la desigualdad en este período,
confirmaron, en general, el resultado anterior. Ayala y Sastre (2007) encontraron que
desde el primer tercio de los años noventa no se produjeron mejoras significativas en los
indicadores de desigualdad, a pesar del carácter expansivo de este período y, sobre todo,
de la intensidad en la creación de empleo. Con las mismas fuentes, Pijoan-Mas y
Sánchez-Marcos (2010) obtuvieron resultados similares, con una mayor profundización
en los determinantes de la desigualdad. Las desigualdades en renta y consumo
disminuyeron hasta 1991 para crecer moderadamente después, debiéndose una parte
importante de ese descenso a la reducción de la desigualdad salarial, motivada por el
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