EstratEgia NacioNal y PlaN dE accióN Para la coNsErvacióN dE la BiodivErsidad dEl Paraguay 2015-2020
EstratEgia NacioNal y PlaN dE accióN Para la coNsErvacióN dE la BiodivErsidad dEl Paraguay 2015-2020
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instituciones; las acciones coordinadas entre los múltiples
organismos y sectores; la cooperación multinivel
entre los principales interesados y la comunicación a todos los niveles.
El producto interno bruto (PIB) generado por Paraguay durante el 2015 (CIA BCP) fue de 28,08 billones de
dólares americanos (expresados en valor corriente), el PIB per cápita fue de 8,3 a 8,7 dólares americanos
entre 2013 y 2015. Durante el año 2.015 la estructura productiva del país que se relacionada directamente
con la conservación de la biodiversidad tuvo una contribución del 37,4% al PIB de país. La contribución de la
actividad agro ganadera (18,9 %) está compuesta básicamente por caña de azúcar, soja , maíz , trigo, tabaco,
mandioca, frutas, vegetales, carne de res, cerdo, huevos, productos lácteos, madera y sus productos. Por su
parte, la industria (18,5%) está compuesta básicamente por azúcar, cemento, textiles, bebidas, productos de
madera, acero, metales básicos, energía eléctrica. Es posible decir entonces que la sostenibilidad de 10,38
billones de dólares de la economía paraguaya proviene directamente del aprovechamiento de sus recur-
sos naturales. Esto da una estimación económica primaria de la importancia de los recursos naturales, la
biodiversidad y los servicios ecosistémicos de ella. Gran parte de la cual se resguarda dentro del SINASIP
(Sistema Nacional de Áreas Silvestres protegidas) y en las propiedades privadas en las que son insumo y
soporte de la producción. Boscarino (2009) en el cálculo de la sostenibilidad financiera del SINASIP para
el periodo 2009 a 2018, indicaba que se requiere más de 57 millones de dólares americanos para gestionar
las áreas silvestres protegidas en un escenario integral (abarcando el 97 % de las áreas del sistema, lo que
representa 14,5 % del país).
En cuanto a las Prioridades del Presupuesto General de la Nación, en el periodo 2013 a 2016 (visualizada a
través de la distribución del gasto por sectores), se priorizan los servicios sociales como Salud, Educación,
Promoción y Acción social y otros servicios básicos que son “determinantes para mejorar la calidad de vida
de la población” (MH 2013; MH 2016).
El total de recursos requeridos para la implementación de la ENPaB en una línea comprimi-
da al 2020, pero que ya se viene implementando, asciende a más de 279 millones de dólares
americanos. Del total presupuestado, el 26,8 % la necesidad de inversión se hará en el área sectorial de
Ordenamiento territorial, como una de las causas subyacentes más relevantes que amenaza la conservación
de la DB; el 16 % a Conservación de Recursos Naturales “In Situ” está orientado a fortalecer el SINASIP,
monitorear la DB y obtener datos certeros, fortalecer capacidades de manejo y asegurar la conservación
en áreas protegidas; el 14,4 % se destinará a Cuencas Hidrográficas, fortalecimiento institucional, política
nacional, desarrollo de programas y seguimiento y control; el 11,6 % se deberá destinar a Democracia y
Justicia Ambiental, a fin de abordar incorporar a todos los grupos interesados en la planificación y uso de
los recursos de la biodiversidad y la valoración de sus servicios por medio de capacitación y concienciación;
y el 11,4 % deberá ser destinado a Recursos Naturales, para dar seguimiento al cumplimiento de planes de
cambio de uso del suelo, conservación y promoción de recursos fitogenéticos, restauración de áreas fores-
tales degradadas y una política nacional de restauración. El presupuesto restante se divide en las demás áreas.
El plan de implementación se adaptó al periodo de tiempo establecido en el marco del CDB y las metas
AICHI. No obstante, hay objetivos y acciones que deberán ser continuadas por lo menos por cinco o diez
años más para reportar resultados concretos. Se espera que la SEAM el diseño y análisis de sostenibilidad
financiera para el periodo de diez años siguientes al 2020 inmediatamente, de modo tal a contar con la
visión continua de la estrategia a ser implementada en materia de conservación de biodiversidad. Teniendo
en cuenta que la ENPAB tiene un horizonte al 2030, es posible alinear en general todas las acciones. Deben
desarrollarse análisis continuos, evaluación de la evolución de los gastos y ajustes en función de los ajustes
necesarios.
Necesidad de capacidades, tecnología y financiamiento
Entre los principales actores que pueden contribuir para disminuir la polarización de la distribución de los
costos hacia un determinado sector se encuentran, principalmente, el sector productivo e industrial, consu-
midores de productos obtenidos de procesos que implican el uso de recursos no renovables, entre otros.
Esto podría ser posible con la reorganización de los beneficios obtenidos del uso directo o indirecto de la
biodiversidad, de esta forma se puede aumentar el aporte de ese sector, para el fortalecimiento de institu-
ciones y organizaciones vinculadas al desarrollo sostenible, beneficiándolas con fondos para ejecución de
proyectos de inversión e investigación.
Para el logro de estas propuestas, el establecimiento de alianzas estratégicas entre los diferentes sectores,
sobre una base de priorización de factores, resultaría en una herramienta sumamente eficaz facilitando la
obtención de recursos para sostener actividades relacionadas con la conservación de recursos naturales,
propiciando, inclusive, un cambio de paradigma hacia la responsabilidad compartida entre los diferentes
agentes de desarrollo nacional.
En relación a la dificultad para determinar costos y organizar presupuestos para la conservación de la bio-
diversidad es que no es reconocido como tema clave para la distribución de fondos (MH 2013; MH 2016).
Como una de las principales consecuencias de este déficit es la indefinición histórica de la conservación
de la biodiversidad como prioridad para el país, sin mencionar la dificultad para acuerdos entre las partes
involucradas.
Como dificultad en la ejecución de actividades se presenta la falta de disponibilidad de recursos en tiempo
y forma para el cumplimiento de las actividades planificadas. Cuando se cuenta con fondos o presupues-
tos asignados para la ejecución de actividades de conservación (préstamos, donaciones, canje), existe una
suerte de descoordinación entre el órgano técnico ejecutor de las actividades (movido por las prioridades
técnicas) y el organismo de asignación de recursos. Esto ralentiza los procesos y retrasa las agendas técnico
científicas en detrimento a veces de la consecución de objetivos. Este aspecto es una lección de los múl-
tiples proyectos desarrollados y en la gestión diaria, debe ser mejorado por la institución pública, lo cual
requerirá una reingeniería de la administración.
En la asignación de fondos estatales generalmente se priorizan temas sociales de salud, educación, y temas
más relacionados a infraestructura para producción y servicios (MH 2013; MH 2016). Se evidencian en el
mismo sentido, fuentes y sistemas de cálculo para incorporar a la biodiversidad en las cuentas nacionales y
la falta de identificación de beneficios de la conservación para los diferentes sectores sociales y productivos.
A todos estos factores se suma la existencia de una capacidad administrativa deficiente.
capacidades y necesidades de fortalecimiento de capacidades
En las instituciones del gobierno central se identifican la capacidad financiera de los protagonistas e institu-
ciones responsables actualmente están bien definidas y con capacidades instaladas para los roles cotidianos.
Actualmente, se encuentran estructuradas dependencias responsables de la implementación de políticas
orientadas al manejo de los recursos naturales y la conservación de la biodiversidad.
Se requiere la especialización de funciones, la actualización continua y el perfeccionamiento en campo. Las
necesidades de fortalecimiento están en torno a dotación de infraestructura de conservación (en áreas
protegidas, instancias de fiscalización, monitoreo y control, centro de datos e información para la conserva-
ción, entre otros) y medios para operativizar acciones de conservación; así como dotación de más personal
técnico especializado.
Entre las organizaciones no gubernamentales, algunas se encuentran en proceso de consolidación y no
cuentan aún con capacidad suficiente para cumplir con las exigencias propias de financistas de emprendi-
mientos de conservación de la biodiversidad. Sin embargo, las alianzas locales son gravitantes para descen-
tralizar acciones (con esquema de gestión por resultados). Existen organizaciones que tienen un mayor
tiempo de vigencia en el área de conservación de la biodiversidad, comparada con otras más incipientes y
por ende con menor capacidad operativa y administrativa.
Para abordar impulsores clave del cambio se pueden establecer alianzas estratégicas entre instituciones,
empresas y organizaciones, nacionales e internacionales del sector público y privado potenciales financistas
de actividades de conservación de la biodiversidad.