POLICY MATTERS 2014: REMEMBERING ELINOR OSTROM
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plazo; bajos costos de la cooperación y la
conservación, ausencia de abuso de los bienes
colectivos basado en inequidad e impunidad
que erosionan drásticamente el capital social
14
de los grupos. Los liderazgos y las políticas
son pueden contribuir a movilizar la agencia
grupal y acercar visiones, promoviendo
prácticas de comunicación, construcción
institucional y espacios de resolución de
conflictos. (Ostrom, 1990).
La gestión centralizada impera en las agendas
de las agencias multilaterales y en las
políticas nacionales, a pesar de la evidencia
de su frecuente inviabilidad (Ostrom, 2007).
Siguiendo esta inercia, las políticas de
conservación, pago por servicios ambientales
y mitigación del cambio climático suelen
imponer a las poblaciones rurales del “Sur
Global” costos desproporcionados de la
protección de los bienes “comunes globales”,
en contextos nacionales donde el desarrollo
de incentivos, el aprendizaje adaptativo y
la ciudadanización de la conservación son
incipientes. En México el gobierno federal
mantiene fuertes derechos de regulación sobre
los bosques que se traducen en una marcada
sobre-regulación, a pesar de las escasas
capacidades gubernamentales de vigilancia
y sanción de los usos forestales ilegales.
Las actividades de producción y vigilancia
comunitarias enfrentan fuertes exigencias
y costos, mientras que los usos ilegales
prevalecen con alto nivel de impunidad
(Merino y Ortiz, 2013)
Durante las pasadas tres décadas, en algunas
regiones de México, a partir de las luchas
contra las concesiones, diversas comunidades
forestales han desarrollado experiencias
de buen manejo y uso de los bosques. Los
bosques y la inversión comunitaria para
la producción forestal son hoy nuevos
activos comunitarios. En la construcción y
consolidación de estas iniciativas el esfuerzo
por el desarrollo de capacidades locales
técnicas y de gobernanza ha tenido un
papel fundamental. En distintos periodos
algunas políticas públicas, organismos no
gubernamentales y agencias de cooperación
y conservación internacionales han apoyado
el desarrollo de capacidades comunitarias
15
.
Entre las lecciones aprendidas de estas
iniciativas destacan; el valor del respeto
y apoyo al capital social y gobernanza
comunitarias, como sostén de las empresas
colectivas y las iniciativas de conservación de
los bienes comunes forestales. La importancia
de promover visiones compartidas de
los territorios y recursos comunitarios y
desarrollar reglas basadas en el consenso
para el gobierno de los bienes comunes.
El reconocimiento de las comunidades
locales y sus espacios de organización como
interlocutores y contrapartes necesarios de
las políticas públicas de sustentabilidad y
conservación. Un estudio reciente
16
revela
la existencia de estrecha correlación entre
las actividades y medida de protección y
conservación de los bosques, con el nivel de
organización y confianza en las comunidades
y el desarrollo de actividades productivas
forestales. (Merino y Martínez, 2013;
Merino 2012). También se encontró que en
comunidades con mayor capital social, con
ingresos y empleo forestales, las presiones
sobre los bosques
17
son menores.
La sustentabilidad de bienes comunes de
importancia regional y nacional (las cuencas
hidrológicas) o global (el sistema clima, la
biodiversidad, los océanos o la atmósfera)
no implica que para su gobernanza basten
los derechos y la actuación de los estados
nacionales o las agencias internacionales. En
tanto se trata de sistemas complejos, cuyas
condiciones son frecuentemente resultado
de la “anidación” de bienes comunes y
de prácticas de menor escala (bosques,
pesquerías, prácticas agrícolas y ganaderas
en territorios específicos, patrones regionales
de consumo de energía y consumo) su
14
Capital social entendido como: confianza, redes y normas (Ahn y Ostrom, 2003).
15
Destacan el Programa de Conservación y Manejo Forestal Comunitario, el de Conservación Indígena de la Biodiversida, el Corredor
Biológico Mesoamericano y el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sustentable entre otros.
16
Con base en entrevistas en 102 comunidades
17
Se consideraron indicadores de presión: la presencia en las áreas forestales de incendios, plagas, cultivos ilícitos y extracciones
ilegales.
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gestión requiere esquemas de gobernanza
complejos, capaces de responder a presiones
y condiciones de bienes de distintos tipos y
escalas, cuyo manejo requiere la coordinación
de actores, ubicados en distintas escalas,
con diversos intereses, percepciones y
derechos; sistemas de gobernanza que Ostrom
caracteriza como “policéntricos (Ostrom,
2012).
POBLACIÓN, POBREZA Y
CONSERVACIÓN
Un tercer paradigma cuestionado por Ostrom
se refiere a la supuesta la relación unívoca
entre el crecimiento de la población y la
pobreza y la destrucción de la naturaleza.
Uno de los ejes de argumentación de la “TBC”
es el riesgo apocalíptico del crecimiento
demográfico—que se supone es siempre
exponencial. Si bien las poblaciones humanas
ejercen presión sobre los sistemas naturales
de los que dependen en gran medida los
pobres rurales del mundo, en sus decisiones
y prácticas de uso y manejo de los recursos
naturales influyen los incentivos y las
instituciones
18
, que a su vez dependen de la
valoración, percepción y conocimiento local
de los ecosistemas por parte de los actores
sociales, del nivel de confianza existente entre
ellos y de los costos de oportunidad de la
sustentabilidad.
Desde los años 1990 la investigación empírica
encontró que las relaciones población-
pobreza-conservación distan de ser lineares
y se caracterizan por su complejidad. Se han
documentado experiencias de conservación
y sustentabilidad en condiciones de pobreza
y alta densidad poblacional: en bosques de
India y Nepal; en el Totonicapan Guatemalteco
y en la Sierra Nahua-Totonaca de México.
Además de la densidad de población y su
pobreza, estos casos tienen en común: alta
dependencia y valoración de los recursos
forestales, clara percepción de su escasez,
derechos locales de uso y regulación, y fuertes
tradiciones de gestión local. En contextos
de densidad demográfica, escasez y pobreza
se han generado también experiencias de
cooperación para la construcción de nuevos
bienes comunes: represas para captar agua
de lluvia en la región Nahua de Guerrero;
cooperativas rurales de crédito popular
19
,
creación de empresas comunitarias para: la
producción orgánica de café, miel, maíz, frijol,
madera, muebles, agua de manantial, resinas,
artesanías, flores, hongos, para su certificación
y comercialización, y para la prestación
de servicios de turismo comunitario,
construcción de escuelas, bibliotecas y centros
de internet financiados con recursos de
comunidades campesinas pobres.
El envejecimiento de las poblaciones y el
despoblamiento de las regiones—crecientes
en el campo en México y Sudamérica—tienen
a menudo como consecuencia la debilidad
local para proteger y restaurar áreas
forestales, cuerpos de agua, fauna silvestre y
suelos, recursos que enfrentan ya sean usos
ilícitos o presiones naturales
20
. En algunas
regiones de baja densidad demográfica, los
bienes comunes han sido deteriorados como
resultado de prácticas de ganadería extensiva,
agricultura industrial con alto uso de insumos
químicos y agua
21
, de cultivos ilícitos y
crimen.
22
Dos importantes análisis recientes sobre
el cambio ambiental global exponen como
patrones de relación población-naturaleza
determinantes de este proceso: una fuerte
relación entre los altos niveles de consumo
y producción globalizados y la destrucción
de los bienes comunes ambientales globales
y locales (Dauvergne, 2008; Merino, 2013),
y una fuerte relación negativa entre el
nivel de desigualdad social, el capital social
y la disposición a asumir compromisos
ambientales (Wilkinson and Pikett, 2010).
Más allá de cierto nivel de desarrollo,
el crecimiento de la economía tiende a
incrementar la desigualdad y el consumismo
—fuente clave de presiones ambientales.
Estas propuestas demandan análisis y
18
Las instituciones se definen como patrones de interacción que a fuerza de repetirse se instituyen.
19
Promovidas por la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito en contextos de alta marginación.
20
Cuya magnitud e incertidumbre se han incrementado a partir de los procesos de Cambio Ambiental Global.
21
Los suelos y cuerpos de agua del Valle Central de California se encuentran entre los más contaminados en los Estados Unidos.
22
Frecuente en los estados de Guerrero, Michoacán, Durango y Chihuahua en México.