FIGURA 1: Conjunto de orientaciones de la OMS para la preparación y respuesta
contra una pandemia de influenza
Funciones y responsabilidades en la preparación y la respuesta
La estrategia “de toda la sociedad” de preparación contra una pandemia de influenza hace
hincapié en la importancia de las funciones de todos los sectores de la sociedad.
•
El
gobierno nacional es el líder natural de la comunicación y de las iniciativas
globales de coordinación. Los gobiernos centrales deben trabajar con el objeto
implantar la legislación, las políticas y los recursos necesarios para la preparación,
la creación de capacidad de acción y las campañas de respuesta anticipada contra
una pandemia en todos los sectores.
•
El
sector de la salud (incluida la salud pública y los servicios de atención de
salud) suministra la información esencial de carácter epidemiológico, clínico y
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virológico, que a su vez fundamenta las medidas de limitación de la propagación
del virus pandémico y de la morbilidad y la mortalidad que este provoca.
•
La amplia variedad de sectores ajenos al sector de la salud deben ofrecer las
operaciones y prestar los servicios básicos durante una pandemia,
con el objeto de
atenuar las repercusiones sanitarias, económicas y sociales.
•
Las organizaciones de la sociedad civil suelen estar en buena posición para
sensibilizar, comunicar información exacta, contrarrestar rumores, prestar los
servicios necesarios y servir de enlace con el gobierno durante una situación de
emergencia.
•
Las familias y las personas pueden ayudar a limitar la propagación de la
influenza pandémica mediante la adopción de medidas como cubrirse la boca y la
nariz al toser y estornudar, el lavado de las manos y el aislamiento voluntario de
las personas con enfermedad respiratoria.
La OMS colaborará con los Estados Miembros en una serie de actividades que incluyen:
•
La coordinación de la respuesta internacional de salud pública en conformidad
con el RSI (2005).
•
La designación de la fase pandémica mundial vigente.
•
La selección de la cepa de la vacuna antipandémica y la recomendación sobre el
momento oportuno de comenzar la producción de la vacuna antipandémica.
•
Asistencia en las operaciones nacionales de contención rápida.
•
La evaluación de la gravedad de la pandemia.
•
La recopilación a escala mundial de la información clave de tipo epidemiológico,
virológico y clínico acerca del virus pandémico, con el objeto de ayudar a las
autoridades nacionales a determinar su respuesta óptima.
•
La provisión de orientación y asistencia técnica.
Las fases de la pandemia de la OMS
Las fases son de aplicación mundial y proporcionan un marco de ayuda a los países en la
planificación de los preparativos y la respuesta contra una pandemia. Se conserva una
estructura de seis fases con el fin de facilitar la incorporación de las nuevas
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recomendaciones en los planes nacionales existentes. Sin embargo, se han redefinido las
fases pandémicas (cuadro 1). Con el objeto de facilitar la planificación a escala nacional y
mundial, se han agrupado las fases 1 a 3 y las fases 5 y 6, por cuanto comprenden puntos
comunes de acción. Además, se ha dividido el tiempo después de la primera ola
pandémica en un período posterior al punto máximo y un período post-pandémico. La
OMS analizará cuidadosamente toda la información existente, cuando declare un cambio
de fase mundial, con el fin de verificar que se han cumplido los criterios de una nueva
fase.
Medidas recomendadas antes, durante y después de una pandemia
Las medidas recomendadas, que deben llevar a cabo la OMS y las autoridades nacionales,
se presentan agrupadas en fases 1 a 3, fase 4, fases 5 y 6, período posterior al punto
máximo y período post-pandémico. Estas medidas organizan en cinco componentes
básicos los preparativos y la respuesta:
1.
la planificación y la coordinación;
2.
la vigilancia y la evaluación de la situación;
3.
la reducción de la diseminación de la enfermedad;
4.
la continuidad de la atención de la salud; y
5.
las comunicaciones.
Las medidas adoptadas durante las fases 1 a 3 están encaminadas a fortalecer las
capacidades de preparación y respuesta contra una pandemia a nivel mundial, regional,
nacional y subnacional. El fin último de las medidas tomadas durante la fase 4 es la
contención del nuevo virus dentro de una zona limitada o el retraso de su diseminación.
En caso que las medidas sean exitosas, se ganaría un tiempo valioso para poner en
práctica intervenciones tales como el uso de las vacunas. Durante las fases 5 y 6, las
medidas dejan de ser de preparación y pasan a ser medidas de respuesta a nivel mundial,
con el objeto de reducir el efecto de la pandemia. Las medidas adoptadas durante el
período posterior al punto máximo se centran en el manejo de las repercusiones sociales y
sanitarias de la pandemia y la preparación contra una o varias posibles olas pandémicas
futuras. El objetivo durante el período post-pandémico es el restablecimiento de la
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