En una isla salvaje en la que se pusiera una población de niños, no se tendría que hacer otra
cosa que dejar brotar los gérmenes de la verdad en el desarrollo de la razón... Pero cuando se
establece un pueblo ya viejo en un país nuevo, la Habilidad consiste en no dejarle otras
opiniones y hábitos nocivos, que aquellos de los cuales no es posible curarlo y corregirlo. De
quererse impedir que los mismos se trasmitan, se debe velar sobre la segunda generación por
medio de la educación común y publica de los niños. Un príncipe, un legislador, jamás debiera
fundar una colonia sin mandar a ella de antemano hombres sabios para instruir la juventud...
En una colonia naciente se encuentran abiertas todas las oportunidades para Las precauciones
del legislador que quiera depurar la sangre y las costumbres de un pueblo.Teniendo genio y
virtud, las tierras y los hombres que tendrán en sus manos habrán de inspirar en su espíritu un
plan de sociedad que un intelectual jamás puede trazar sino de una manera vaga y sujeta a la
inestabilidad propia de las hipótesis que varían y se complican por una infinidad de
circunstancias demasiado difíciles para ser previstas y combinadas".
¿No parece estarse escuchando a un profesor de agricultura que dice a sus alumnos: El clima
es la primera norma para el agricultor? Sus recursos le dictan sus deberes. Debe empezar por
consultar su posición local. De estar en tierra arcillosa, debe conducirse de tal manera. Si tiene
que habérselas con terreno arenoso, he ahí cómo debe proceder.
El agricultor que quiere limpiar y mejorar su campo dispone de toda clase de facilidades. Si
tiene habilidad, las tierras y los abonos que estarán en sus manos, le inspirarán un plan de
explotación, que un profesor jamás puede trazar sino de una manera vaga y sujeta a la
inestabilidad de las hipótesis, que varían y se complican junto con una infinidad de
circunstancias en exceso difíciles de prever y combinar.
Pero, ¡oh sublimes intelectuales, tened la bondad de recordar alguna vez que la arcilla, la
avena y el estiércol de que se trata, de los que disponéis tan arbitrariamente, son hombres,
vuestros iguales, seres inteligentes y libres como vosotros, que como vosotros han recibido de
Dios, la facultad de ver, de prever, de pensar y de juzgar por sí mismos!
LA DICTADURA TEMPORAL
Mably, después de explicar que las leyes han quedado gastadas por la herrumbre del tiempo y
por la negligencia producida por la seguridad, continúa dirigiéndose a sus lectores así:
"En tales circunstancias hay que convencerse de que se han aflojado los resortes del
gobierno. Déseles nueva tensión y el mal quedará curado... Piénsese menos en castigar las
faltas que en promover las virtudes que se necesitan. Con ese sistema quedará devuelto a
nuestra república el vigor de nuestra juventud. ¡Los pueblos libres han perdido la libertad a
causa de no haberla conocido! Pero si los progresos del mal son tales como para que los
magistrados comunes no puedan ya ponerle remedio con eficacia, recurrid a una magistratura
extraordinaria, cuya duración sea corta y cuyo poder sea considerable. En ese caso es
necesario impresionar la imaginación de los ciudadanos".
Y todo lo mismo por el estilo durante veinte volúmenes.
Bajo la influencia de semejantes enseñanzas que son el fondo de la educación clásica, llegó la
época en que todos han pretendido colocarse fuera y por encima de la humanidad, a fin de
arreglarla, organizarla e instituirla a su manera.
LOS SOCIALISTAS QUIFREN LA IGUALDAD DE FORTUNAS
Condillac: "Erigíos, Monseñor, en un Licurgo o en un Solón. Y antes de continuar la lectura de
lo que aquí escribo, entretenéos en dotar de leyes a algún pueblo salvaje de América o Africa.
Estableced a esos pueblos errantes en habitaciones fijas; enseñadles a alimentar rebaños...;
esforzáos en desarrollar las aptitudes sociales que les ha dado la naturaleza... Ordenadles que
empiecen a practicar los deberes de la humanidad. Envenenad por medio de castigos los
placeres que prometen las pasiones, y veréis que esos bárbaros por cada artículo de vuestra
legislación, perderán un vicio y adquirirán una virtud. Todos los pueblos han tenido leyes. Pero
pocos de entre ellos han sido felices. ¿Cuál es la causa? Está en que los legisladores casi
siempre han ignorado que el objeto de la sociedad es el de unir las familias por medio de un
interés común".
"La imparcialidad de las leyes consiste en dos cosas: en establecer la igualdad en las fortunas
e igualdad en la dignidad de los ciudadanos... A medida que vuestras leyes establezcan mayor
igualdad, se harán más ansiadas por todo ciudadano. ¿Cómo habrían de agitar a hombres
iguales en fortuna y dignidad, la avaricia, la ambición, la voluptuosidad, la pereza, la ociosidad,
la envidia, el odio y los celos, sabiendo que las leyes no les dejarán la esperanza de quebrar
aquella igualdad?"
ERROR DE LOS INTELECTUALES SOCIALISTAS
No es sorprendente que los siglos XVII y XVIII hayan considerado al género humano como
materia inerte, que todo lo espera y recibe, -forma, figura, impulso, movimiento y vida- de un
gran príncipe, de un gran legislador, de un gran genio. Aquellos siglos se nutrieron en el
estudio de la antigѼedad, y en efecto, la antigѼedad nos ofrece en todas partes, en Egipto,
en Grecia, en Persia y en Roma, el espectáculo de algunos hombres manipulando a su antojo
a la humanidad reducida a servidumbre por la fuerza o el fraude. ¿Qué prueba eso? Que ya
que el hombre y la sociedad son capaces de mejorarse, el error, la ignorancia, el despotismo,
la esclavitud y la superstición tienen que existir en mayor grado en el comienzo de los tiempos.
La equivocación de los intelectuales que he citado, no está en haber comprobado el hecho,
sino en haberlo propuesto como norma para la imitación y admiración de generaciones futuras.
Su error reside en -con inconcebible ausencia de espíritu crítico y basados en la fe de un
convencionalismo pueril- haber admitido lo que es inadmisible, o sea creer que fue grandeza,
dignidad, moralidad y un estado general de bienestar lo que existió en esas sociedades
artificiales del mundo antiguo; se equivocan al no haber comprendido que el tiempo produce y
propaga el esclarecimiento; que a medida que se hace la luz, la fuerza pasa del lado del
derecho y la sociedad recobra la posesión de sí misma.
¿QUE ES LA LIBERTAD?
Y en efecto, ¿cuál es el desarrollo político que estamos presenciando? No es otra cosa que el
esfuerzo instintivo de todos los pueblos hacia la libertad. ¿Y qué es la libertad, esa palabra que
tiene el poder de hacer palpitar todos los corazones y de agitar al mundo sino el conjunto de
todas las libertades? Libertad de conciencia, de enseñanza, de asociación, de prensa, de
locomoción, de trabajo, de intercambio. En otros términos, el ejercicio en ausencia de
interferencias ajenas, de todas las facultades que no perjudiquen los iguales derechos de los
demás; aún del despotismo legal, y el reducir la ley a su única atribución racional, que es la de
reglamentar el derecho individual de legítima defensa o de reprimir la injusticia.